Cuando la persona de quien había provenido esa voz notó que el otro no se voltearía, optó por caminar hasta quedar frente a él.

Itona no lo podía creer.

El otro sonrió antes de presentarse.

— Mi nombre es Asano Gakushū, aunque eso ya lo sabes, es un placer conocerte... Itona-kun.

— ¿Cómo es qué...?

— ¿No debería ser yo el que pregunte cómo es que sabes tú mi nombre? Ni siquiera debí de presentarme, sin embargo lo hice. -tenía un leve tono arrogante, el cual no se esperaba el más bajo, ya que en el café siempre hablaba de forma respetuosa.

El de mirada ámbar no sabía que hacer, sentía pena y vergüenza, la persona que le gustaba estaba frente a él y para peor lo había descubierto.

¿Estaría bien disculparse?

Pero... él no había hecho nada malo.

¿Qué debería hacer? ¿Que debería decir?, se preguntaba mentalmente.

— Me alegra saber que ese chico no era tu novio. -soltó de la nada el chico de bellos ojos violeta- De todas formas no parecían pareja.

— Hay mucha gente que va a ese café con amigos así que... Espera, ¿te alegra?

— Pero no parece que tu lo hubieras hecho con esa intención. -sonrió el pelinaranja- y sí, tal como dije, estoy feliz de ello.

Otra vez lo pilló.

Itona no era capaz de levantar la vista del suelo.

¿Qué demonios le pasaba? Él nunca había actuado así, mucho menos frente a un chico guapo.

¿Y por qué a su platónico le alegraba eso?

— Una cosa más. -el más alto, o sea Gakushū, se acercó al menor para así tomar su mentón y alzarlo- Es de mala educación no mirar a los ojos a alguien cuando se tiene una conversación.

Ahora interrumpiendo totalmente ese momento, vamos con Nagisa.

El peliceste llevaba literalmente horas esperando un mensaje o una llamada de Karma.

Se sentía decaído y triste, pensaba en que quizás se olvidó de él.

Y pues claro, era evidente que lo había olvidado, todos lo sabíamos, pero Nagisa seguía con esperanzas, ¿cómo? Quien sabe.

Dijo que le mensajearía en la tarde y era de noche...

Miles de preguntas pasaban por la mente de Shiota; sentimientos también lo recorrían sin cesar, alegría, ansiedad, tristeza, preocupación y decepción, todo mezclado para terminar en un poco de enojo.

— Me siento idiota por estarlo esperando como un tonto enamorado. -suspiró y se levantó del lecho dejando su celular allí- Es claro que ya no llamó...

Pensó: Karma también tiene una vida lejos del celular, seguro estaba ocupado haciendo cosas más importantes.

Rendido se dispuso a llamar a Kayano, pero desde el teléfono de casa, dejó el móvil en su habitación, no quería saber nada de él por un rato.

Cuando contestó su amiga y escuchó su voz sonrió, quería distraerse un rato.

—     Kayano, ¿puedo ir a tu casa?

Al oír la respuesta afirmativa de su mejor amiga colgó y se fue de su hogar, no sin antes tomar un abrigo, llaves y ponerse sus zapatos.

— Nagisa eres un completo torpe. -sonrío mirando el cielo nocturno mientras emprendía camino a casa de Kaede.

▫▫▫

¡NAGIKAE PERRAS! *cough* perdón.

Alv lo de priorizar Taxiboy, me siento libre escribiendo aquí xd ♡.

Por cierto, ¿recuerdan esos días en los que actualizaba un día X en la semana y continuaba hasta el viernes? Sí, yo tampoco me acuerdo, ¡pero volverán! Solo por esta semana, porque quiero a mis lectorxs.💜

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