— Al final no pude decirle... -suspiró Nagisa.

Iba en camino a su escuela.

Se encogió de hombros y decidió restarle completa importancia, era tonto seguir preocupándose por eso, al fin y al cabo él podía hacerse amigo de quien quisiera.

Hacerse amigo de quien quiera..., eso le hizo recordar a Karma, sonrió por eso.

— Tal vez si sea momento de conocerlo en persona... -detuvo su andar para mirar el cielo por unos segundos y luego continuar su camino.

Así pasó el resto de su trayecto pensando en el pelirrojo, inclusive en las horas de clase estaba distraído por ello.

Empezó a imaginar como sería cuando se vieran, que harían, donde estarían; hasta emocionado se sintió, también un poco nervioso y avergonzado.

— Nagisa, ¿entendiste lo que explicó la profesora de inglés? -le preguntó en voz baja Hiroto al peliceleste.

El contrario no le escuchó, seguía con su mente en las nubes.

Ahora pensaba en como debería vestir para cuando se encontraran, o como vestiría Karma, se sonrojó un poco.

— Nagisa... -llamó de nuevo el rubio de la misma forma que antes.

El otro seguía fantaseando.

— Oye, ¿me escuchaste? -levantó un poco más la voz.

Como seguían en clase, la maestra escuchó a Maehara y le llamó la atención, haciendo que respondiera algo que no sabía, por lo cual se ganó un castigo.

Ya en el receso, fueron a almorzar todos y volvió a ocurrir lo mismo, la mente de Nagisa se fue a la Luna.

— Tierra a Nagisa, Tierra a Nagisa. -le habló Yuuma al pequeño.

Allí recién reaccionó.

— ¿Qué pasa? -preguntó como si nada.

— Has estado distraído desde hace rato. -le dijo Kayano mientras comía pudín.

— En clases estaba igual. -dijo Hiroto.

— Ah...lo siento, solo pensaba. -volvió a recordar sus pensamientos y a la vez que desviaba la mirada un sútil sonrojo se presentó en él- ¿Qué me decían?

Sus amigos intercambiaron miradas para luego volver a ver al peliceleste.

— Eso ya no importa, ¿qué pensabas? -dijo Hiroto con tono insinuante.

— De repente soltabas suspiros. -Kayano.

Era cierto, suspiraba como enamorado.

— ¿Yo? -se puso algo nervioso- E-en nada.

— Vamos, puedes contarnos. -lo alentó un poco Isogai, con una sonrisa reconfortante.- Pero si no quieres, no te vamos a obligar.

Sus amigos no lo iban a juzgar ni nada.

Pero...¿Por qué pensaba tanto en Karma de repente?

En un principio era por Nakamura, pero eso sonaba más como una excusa para él mismo, para así permitirse pensar en Akabane.

▫▫▫

Estoy de vuelta :D.

Estuve desaparecida por Febrero, lo siento, las vacaciones me vuelven más floja de lo normal.

Mañana entro a clases ;;; me olvidé de como socializar.

Ah, lamento lo de la actualización "falsa" de este cap, lo publiqué sin querer y pues me asusté yo también xD, pero esta vez si está publicado en verdad.