— Por supuesto, te conozco, Karma no para de hablar de ti...bueno no, hay que sacarle información, pero no importa.

Por fin la rubia había respondido a la pregunta.

— Aunque ansiaba más verte en persona. -habló nuevamente la chica.

— ¿Por qué?

— Responderé a esa pregunta cuando salgamos del medio del pasillo y vayamos un lugar más tranquilo.

Terminaron llendo a la azotea para charlar de forma más calmada y a solas.

Hablaron un rato hasta que el director abrió de golpe la puerta que llevaba a las escaleras, estaba buscando a la "infiltrada", y la encontró. Nakamura se llevó uno que otro regaño y después de disculparse se vio obligada a irse, despidiéndose de su nuevo amigo con un simple ademán.

Esa chica es rara, pensó.

Después de clases, Nagisa se fue directamente a su casa, caminando tranquilamente.

Cuando llegó subió rápidamente las escaleras y se lanzó a su cama.

— Nakamura-san es muy simpática...

Hablaba el peliceleste para sí mismo.

— Ella...lo ve todos los días... -dijo casi en un susurro.

Era cierto, ella en la escuela veía a Karma siempre.

De alguna forma Nagisa sentía algo de celos.

— ¿Quién es Nakamura-san? -preguntó sonriente la madre de Nagisa, apoyada en el marco de la puerta de su habitación.

— ¡M-mamá! ¿Cuánto rato llevas ahí? -preguntó algo exaltado y con un sonrojo.

— El suficiente.

El menor desvió la mirada.

¿Habrá escuchado lo de Karma? No lo sabía, pero...pensándolo bien, no pronunció su nombre, por eso Hiromi debió de ignorar aquello, por eso y porque lo susurró...quizás no escuchó.

— Es una amiga. -respondió restándole importancia y levantándose de su cama.

Iría a darse un baño.

— Oh, no la habías mencionado nunca...

Tomó su celular y pasó caminando por al lado de su madre.

— La conocí hoy.

— Uh...ya veo... -guardó silencio por un momento- ¿te darás una ducha?

Nagisa solo asintió en respuesta.

— ¿Y el celular para qué?

— A-ah, es que...quiero... -se puso un poco nervioso- quiero...¡ver algunos mensajes que me envió Kayano!...sí, eso -susurró esas últimas dos palabras dando un leve suspiro.

¿Mentira más tonta podía decir?

Su madre pareció no muy convencida, pero le creyó.

— Está bien, ve, te dejaré una toalla sobre el lavabo. Cuidado con tirar el celular al agua.

Nagisa siguió su camino.

— ¡Ah, Nagisa! -detuvo su andar ante el llamado- saldré al supermercado a comprar algunas cosas, tómate tu tiempo en el baño.

Sonrió.

— De acuerdo.

Al rato cuando ya había lavado su cuerpo y su madre le había avisado sobre la toalla, entró en la tina repleta de agua tibia.

Suspiró satisfactoriamente.

— Se siente tan bien el agua, es agradable. -dijo sumergiéndose un poco más.

Escuchó la puerta de entrada, lo que significaba que su madre había salido, miró su celular y se levantó a buscarlo.

Antes también sacó unos sobres pequeños de varios colores. No, no son condones, son burbujas de baño, mentes sucias. Puso un par en el agua y cuando estaban listas se volvió a meter en ella.

Tenía el teléfono en sus manos, procurando que no se le resbalara dentro del agua.

Su plan era llamar a Akabane, de alguna forma lo extrañaba.

Que estaba pensando, solo quería llamarlo para contarle de Nakamura, eso era todo.

Entró a la aplicación por la cual hablaban, WhatsApp, y lo llamó sin dar muchos rodeos.

Puso el celular en su oreja y esperó.

—     Nagisa, hola, no me esperaba este tipo de llamada tuya.

—     Hola, Karma. -su voz hizo algo de eco en el baño.

—     ¿Sabes? No puedo verte.

Shiota pareció no entender.

—     ¿Eh? -expresó su duda.

—     Si no, ¿para qué la vídeo llamada?

Los colores se le subieron al rostro, sentía sus mejillas arder, y por poco deja caer el celular.

Rápidamente lo alejó poniéndolo frente a él, dándole más vergüenza al ver a Karma.

—     Oh, te estás dando un baño..., pervertido.

▫▫▫

Hola a todos -u- hice este capítulo más largo como recompensa para ustedes, ya que estuve mucho sin actualizar.

Mentira, solo se me pasó la mano xD, aún así espero que les haya gustado.