(Después de un largo periodo, deben creerme cuando les digo, que esto fue lo mejor que se me ocurrió XD)

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Era temprano en Teller-Morrow, Chibs, Tig y Jax estaban en el taller, revisando un auto sin prestar mayor atención a nada; entonces, un muchacho con una vieja y averiada moto se acerco a la entrada del taller y Chibs fue quien salió a recibirlo.

- Hola, ¿que podemos hacer por ti? - pregunto al muchacho de aspecto extranjero, de Oriente quizá, Medio Oriente.

- Es mi moto, me trajo aquí desde Los Angeles pero, ahora no reacciona - explicó - ¿reparan motos también?

- Las motos son nuestra especialidad - respondió el irlandés - ven conmigo.

Chibs llevo al chico adentro de TM y se llevo la moto para revisarla, dejando al chico con un simple "ya vuelvo"

Jax se dio cuenta de que había alguien más en el taller, podía ver sus pies desde debajo del auto en reparación .

- ¿Chibs estas ahí? - pregunto el rubio aun bajo el auto, pero no recibió respuesta - ¿Tig? - pregunto una vez más, el muchacho miro a su alrededor buscando con la mirada al tipo que lo había atendido o a alguien más - ok, quien sea que este ahí ¿puedes pasarme la llave de 3/4? - el muchacho volvió a mirar a su alrededor para luego responder:

- No sé de que hablas - dijo apenado.

- ¿Qué? - pregunto Jax en la confusión, olvidando que un pesado auto de metal estaba a escasos centímetros de su cara, por lo que se golpeo la frente contra este. Solto un gruñido de dolor y salió.

El visitante se sintió algo mal por el mecánico, así que se acerco para preguntarle si estaba bien.

- A parte de que me golpeara con tres toneladas de metal, si estoy bien - dijo el rubio evidentemente molesto.

El forastero no pudo evitar pensar que era el muchacho más hermoso que halla visto. Su largo y sedoso cabello rubio, quería enredar sus dedos en el. Sus encantadores ojos azules, podía quedarse mirándolos todo el día hipnotizado. Luego estaban sus labios: finos pero carnosos y de un ligero y tentador tono rosa. Por un minuto, se sintió tentado a asaltarlos, lamerlos y más que todo morderlos. Su rostro era el de un autentico Ángel , era como si reflejara ternura, belleza y de alguna forma... inocencia, era igual a un niño, "un niño muy bonito" pensó.

Y bueno... su complección era alta y delgada, era mecánico así que, seguramente habrían músculos debajo de esa camisa blanca, ahora cubierta de grasa, y la chaqueta de trabajo. Incluso ignoro el sarcasmo en su respuesta pensando adorable que se había escuchado.

- ¿Qué paso? - pregunto Tig al llegar al lugar junto a Chibs.

- Me golpee - dijo Jax con la intención de levantarse, a lo que el chico quiso ayudarle tomándolo del brazo y jalándolo - ¿y tú eres? - pregunto el rubio al ver a un extraño tan preocupado por él.

- Un cliente - respondió Chibs - estoy revisando su moto, lo dejé aquí mientras eso.

- Amm... soy Remi, Remi Malek - dijo extendiendo su mano hacia Jax.

- Jax - dijo el contrario estrechando su mano.

Remi sintió la firmeza y la fuerza en el apreton, además de lo áspero de su toque, por un momento se permitió preguntarse: ¿cómo se sentirían esas manos en su cuerpo, su cintura... quizás un poco más abajo de su cintura.

-  Bien, revisaremos tu moto y veremos si podemos repararla, pasa mañana otra vez por aquí, te daré noticias - le dijo Chibs.

- ¿Te llamas Remi no? - pregunto Tig.

- Remi Malek si, se escribe como se pronuncia.

- Ok, anotado - dijo Tig, Remi se dispuso a irse, pero no sin antes darle una última mirada al hermoso ángel que lo había cautivado. El pobre no dejaba de tocarse la frente y maldecir por el dolor. Remi se fue a su motel.

Una vez en el, Remi se preparo para ir a la cama, pero primero se dio una larga ducha fría, aunque eso no pudo evitar que una sonrisa traviesa se le escapara, al imaginarse unos hermosos ojos azules devorándolo.

Salió de la ducha y se puso su pijama, se lavo los dientes y apagando la luz de su lampara se fue a dormir.

Estaba claro que quedó encantado con esa mirada y ese rostro, pero en eso, una duda lo bajo de su nube como un balde de agua fría apaga una fogata: el muchacho que lo tenía embelesado, Jax, si mal no recuerda que lo llamaron los otros hombres, ¿cabe la posibilidad de que él sea..., de que su "brújula" no apunte exactamente al "norte", como la de él?

Bueno, no se veía exactamente varonil, aunque hoy en día los hombres tienen un concepto de ser "varonil" bastante jalado de los pelos. Sin embargo en Remi, había una esperanza, y rezaba porque esa esperanza fuera real.

Al día siguiente, se dio cuenta de que sus plegarias no  fueron escuchadas y su esperanza se desvaneció, un poco más allá del taller había una casa club, y justo en toda la entrada, había un muchacho bastante parecido a Jax, no solo charlando calurosamente con lo que parecía ser una zorra, si no también compartiendo algo de su saliva con ella.

- " Que asco" - pensó y se dirigió al interior del taller.

- Hola, amm... ¿Remi no? - pregunto Chibs.

- Remi - afirmó.

- Bien oye, el problema esta en el motor, es muy viejo, tendré que cambiarlo por otro del mismo modelo, mientras lo consigo y lo instalo creo que será otro día más que quizás dos - explicó el irlandés.

- Diablos - bufo más alto de lo que esperaba.

- ¿Planeabas un viaje pronto? - pregunto Chibs.

- No solo... no sabía que fuera tan grave - dijo honestamente.

- De hecho no es tan grave como se escucha - afirmó Chibs - dos días se pasan volando.

Remi planeaba irse otra vez cuando choco de frente con alguien, sip, era Jax.

- Valla eres madrugador - dijo el rubio viendo al muchacho moreno otra vez aquí a las ocho de la mañana.

- Si no me gusta... perder el tiempo - dijo algo nervioso al tomarlo por sorpresa - ¿y cómo esta tu cabeza?, te diste un golpe fuerte ayer.

- Mejor, mi madre dice que soy bastante "cabeza dura" - dijo y sonrío, Remi rió un poco.

- ¿Y tu moto? - pregunto Jax sacando un cigarrillo.

- Tienen que cambiarle el motor, tu amigo dice que quizá unos días más - explicó en resumen.

- ¿Entonces no será la única vez que te vea por aquí? - pregunto el rubio dándole una calada al cigarrillo y expulsando el humo.

- No, creo que no, ¿porque?, ¿no te agrada que este aquí? - pregunto amablemente el extranjero.

- No al contrario, es bueno tener gente nueva por aquí - dijo Jax dándole la más encantadora sonrisa que Remi halla visto - ¿quieres una cerveza?, solo para que no digas que te fuiste de aquí con las manos vacias - dijo para salir del taller.

- ¿Yo puedo ir? - pregunto inocente.

- No, pero te la puedo traer. Espera aquí - dijo y desapareció por la puerta.

Quizás no llegue a ser su pareja, pero podría ver a Jax como un amigo...