1//2
// troye sivan, fools //
***
El pelinegro soltó un quejido cuando el mayor pasó el algodón por sus heridas de la cara. Le dolía y quería apartarlo de un manotazo, pero debía curarse las heridas y Chanyeol estaba ahí para hacerlo. Para curarlo.
— Lo hizo otra vez...
— Esta bien, es amor —susurro mientras un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas. Se intentaba convencer a si mismo de que estaba bien—. Está bien, es... es amor, Chanyeol.
— Kyungsoo--
— N-no. No me digas nada. Sé que está mal, solo... solo déjame pensar que no soy un maldito enfermo.
— No lo eres, no es tu culpa.
Cambio de algodón y acaricio las mejillas raspadas del menor, sintiendo como su corazón se encogía al verlo de esa forma. Kyungsoo cerró los ojos porque no soportaba ver lo que reflejaban los ojos del mayor: lastima y todos sus derivados. Levanto su camisa y sus mejillas se pusieron coloradas. Tenía varios moretones en el abdomen y Chanyeol puso pomada en cada uno de ellos, tratando de ser lo más cuidadoso posible para no hacerle daño al menor. Sus rodillas estaban raspadas y su pantalón del Instituto rasgado.
— ¿Te caíste?
— Mientras venia corriendo hacia aquí.
— Podías llamarme y yo iría.
Negó mientras nuevas lágrimas caían por sus ojos, apretando la camisa del mayor y aferrándose mientras recostaba su frente en el pecho contrario, bañando la camisa del mayor con sus lágrimas. Chanyeol lo abrazo con fuerza, como siempre lo hacía para no dejarlo caer.
— ¿Tus padres no están? —pregunto mientras se separaba del mayor.
— Están de viaje... —se arrodillo y comenzó a curar las rodillas del menor, limpiándolas con un paño para luego desinfectarlas con alcohol. Kyungsoo chillo cuando su rodilla ardió como el infierno. Pudo jurar que había dañado su labio inferior de lo fuerte que lo tomo entre sus dientes—. Lo siento.
Se disculpó Chanyeol al ver al menor quejándose y se detuvo.
— No. Sigue limpiando mis heridas, Chanyeol. Deben sanar.
Tal vez solo Chanyeol era un tonto y le gustaba ver cosas donde no habían, pero pudo jurar que lo que había dicho Kyungsoo tenía doble significado. Uno más filosófico que le hizo sonreír con melancolía, mientras seguía limpiando las heridas que esperaba algún día pudieran sanar.
***
— Chanyeol...
El castaño había levantado su cabeza mientras veía con el ceño fruncido como su mejor amigo tenia las mejillas sonrojadas y lágrimas en los ojos.
— Chanyeol, me he enamorado —sollozo y corrió para refugiarse en los brazos de su mayor—. Soy un tonto...
No pregunto de quien.
Porque el "me he enamorado" seguía resonando en su cabeza.
¿Quién logro enamorarlo en poco tiempo cuando el llevaba toda una vida intentándolo?
— ¿Te... enamoraste? —asintió mientras sorbía su nariz—. ¿Por qué lloras, tonto?
No le respondió, pero pronto sabría la causa del llanto del menor.
***
Kyungsoo se acostó en la cama de Chanyeol mientras el mayor acomodaba su manta y una almohada en el suelo. El mayor le había prestado pijamas que le quedaban grandes y le había cedido la cama. Se sentó en el suelo y miro hacia arriba para ver a Kyungsoo, que lo miraba de igual forma. El primero en hablar fue el menor: — No tienes que dormir en el suelo...
— Estas muy lastimado.
— Pero necesito de un abrazo —su corazón latió rápidamente y luego se detuvo, quitándole el aliento—. ¿Podrías abrazarme?
«¿Por qué me haces esto, Kyungsoo? ¿No ves que solo me haces daño pidiéndome cosas así?».
Se levantó del suelo y envolvió al menor con sus largos brazos, olfateando su cabello que ahora tenía su olor. Kyungsoo tembló levemente mientras contenía los sollozos. ¿Por qué no podía simplemente enamorarse de Park Chanyeol? ¿Por qué no podía cortar ese hilo con la persona que tanto daño le hacía?
— No quiero volver a ese lugar...
— Sabes que quieres, Kyungsoo. Volverás mañana cuando yo aún este dormido y luego nos veremos en el Instituto... tú con tus pantalones rotos. Comeremos juntos en el receso debajo del árbol de manzano y me preguntaras si entendí la clase, y te diré que no y reiremos. Luego volverás a tu casa y vendrás conmigo a la noche cuando te hayan hecho daño —Chanyeol solo decía la verdad, la verdad tan amarga que quemaba su garganta al ser pronunciada lentamente—. Sabes que va a ser de esa forma aunque no quieras, Kyungsoo.
Se quedó en silencio y el mayor rompió el abrazo, yendo a apagar las luces para dar por finalizada la charla y dormir. Aunque no pegaría ni un ojo, tan solo fingiría hacerlo y vería en silencio como Kyungsoo tomaría sus cosas y se iría. El menor nunca de daba cuenta. Estaba tan ciego.
Ciego de amor.
¿Qué es el amor, por cierto?
Lo que te dice la ciencia es pura palabrería de mierda. Amar es... ni siquiera se puede explicar. Pero es una necesidad humana. Todos necesitamos ser amados de la misma forma que necesitamos el aire. Kyungsoo necesita ser amado, aunque todo sea mentira. Necesita a alguien que le mienta y le diga que lo ama. Lo único que no sabe es que no necesita a un mentiroso porque tiene a Park Chanyeol, que lo ama de verdad. No necesita vivir de mentiras y sufrimiento, no necesita ver ese lado del amor o no volvería a creer en él.
— ¿Ya estas dormido?
— Sí.
Kyungsoo apretó los labios.
— Yo... sé que te hago daño, Chanyeol. Sé que no merezco tu amor... pero te necesito —su voz de quebró—. Necesito que me cures y no me permitas volverme loco. Necesito que seas la medicina que me receten de por vida. ¿Podrías quedarte por siempre conmigo?
¿Cómo si quiera preguntaba eso?
Chanyeol se quedaría a su lado a pesar de todo, siempre.
— No necesitas pedírmelo, Kyungsoo.
— Es solo que... no vas a amarme por siempre, vas a dejarme atrás y voy a terminar de podrirme. Encontraras a alguien que si pueda corresponder tus sentimientos y vas a ser feliz... Vas a quererle y hacer todo por esa persona, olvidándote de mí...
— Yo te quiero a ti.
— ¿Entonces, lo prometes?
— Lo prometo.
***
Parte 1//2
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top