C8. ¡Bienvenida a la realidad, Danna!
-Te eché de menos...-se burla Christopher entrando en la oficina de Joel con una carpeta negra en la mano. El rizado se echa a reír de inmediato y niega lentamente.
-Ellery...
-En el colegio, obviamente.-responde él.-Dios, tres días en casa de mi madre y no quería volver más...
-Bueno, Joel...es una nena.-le concede tomando asiento frente al escritorio.-Tu hija es una niña muy inteligente; le pone empeño al colegio y creo que consentirla un poco no le viene mal de vez en cuando...
-Consentirla no es lo mismo que dejar que haga lo que se le dé la gana.-observa el pelinegro.-¿Solo viniste a hablar de Ellery...?
Se ríe.-No. De hecho he venido a mostrarte algo...
-¿Qué cosa?-cuestiona el pelinegro alzando una ceja.
-Escúchame...no te pediría esto si no fuese estrictamente necesario ¿lo sabes, verdad?-pregunta el castaño sin dejar de mirarlo.-Mi lealtad está contigo...
Las pobladas cejas de Joel se fruncen de inmediato y deja salir un prolongado suspiro.-No te estoy entendiendo. ¿Qué se supone que no me pedirías...?
-¿Recuerdas el caso del señor Wallace O'Conell...?-asiente de inmediato.
-Perfectamente.-repone.
-De acuerdo...-murmura Christopher.-Pues en vista de que defendiste con uñas y dientes los intereses y los derechos de Wallace O'Conell, y que ganaste para la empresa le pagase lo que era justo; Leonardo Braun buscó nuestros servicios y quiere que seas tú quién se haga cargo de su caso...
-¿Y que tiene esto que ver con tu lealtad?-murmura frunciendo sus labios.
-La revista Masterpiece...-Joel jadea.
-No.-decide de inmediato.
-Joel...-prueba de nueva cuenta.
-No, no, no y no.-responde poniéndose de pie.-No.
-¿Por qué no?-cuestiona el castaño.
-Porque ni aunque Leonardo Braun me pague todo el jodido dinero del mundo va a hacer que ponga un pie dentro de ese maldito edificio.-decide sin más.-Sabes que Santiago Silvetti no es precisamente mi persona favorita y te juro que esto es mutuo pero no pretendo estar dentro de su radar y mucho menos de su empresa...
-¿Puedes parar un poco y dejar que te cuenten bien las cosas..?-pregunta alzando una ceja. El pelinegro inspira con fuerza y luego deja salir el aire de sus pulmones de manera lenta.
-Te escucho...-murmura lentamente.
-Veamos...Leonardo Braun trabajó un montón de años para la revista Masterpiece; fue el editor y fue despedido de manera injustificada después de que un artículo que no debía ser publicado lo fuese y...-niega.-Claramente no está para nada contento con la idea de que lo hayan desechado como si fuese un pañuelo de papel usado sin si quiera darle una razón que sea aparentemente coherente y no le hayan la liquidación que por derecho le corresponde...
Joel deja salir un largo suspiro de sus labios y niega lentamente.-Lo siento, no puedo hacerlo...
-Joel...
-No puedo, Christopher.-decide sin más.-No me veo a mí mismo pensando si quiera en entrar a la empresa de Santiago Silvetti sin sentir nauseas, sabes perfectamente bien que nosotros nunca tuvimos una buena relación y cuando Danna se murió...-sus palabras cesan de golpe y niega lentamente.-Las cosas solo empeoraron y nunca van a ser buenas de todos modos...
-No tendrías que hacer trato directo con él, Joel.-responde Christopher tomando del lapicero de Joel un bolígrafo. Lo rueda entre sus dedos y niega lentamente.-Supongo que tendrías que arreglarlo con el director de la revista y tomando en cuenta que Santiago ha pasado mucho tiempo fuera de Estados Unidos dudo mucho que sea con él.-Hace una pausa en la que los ojos de Joel Pimentel siguen completamente fijos en los del castaño.-Joel...
-¡Christopher!-chilla.
-Escúchame...yo confío en ti y sé que vas a hacerlo increíblemente bien de la misma manera que como hiciste con O'Conell...-hace una pausa.-Ya te lo dije; si quieres puedes hacer todo desde el exterior, podemos agendarte una cita con el director de la revista en algún lugar público para que no tengas que entrar en la empresa de Silvetti...
-¿Qué pasa si no tienes razón y él es el director de su revista...?-cuestiona en voz baja.
-De acuerdo, hagamos algo...el señor Braun quiere que seas específicamente tú quién haga esto; pero si en caso de que tú tengas razón y el director de la empresa en serio es él: tomaré el caso.-decide el castaño sin dejar de mirarlo.-¿De acuerdo?
Joel aparta su mirada de la de Christopher y deja escapar un prolongado suspiro sin saber muy bien que hacer. El temor de enfrentarse a Santiago Silvetti definitivamente está dominándolo a pesar de que sabe que ese hombre no puede hacer absolutamente nada en su contra, sin embargo; el hecho de saber que podría tener trato directo con él hace que su piel se erice de golpe y que quiera salir corriendo lejos de todo el mundo porque hacerlo es mucho mejor que enfrentarlo.
-Está bien...-murmura finalmente.
-¿Qué?-murmura.-¿De verdad...?
-Bueno...supongo que la idea de vernos fuera de la empresa suena bien.-acepta.-Pero claramente si esta persona no acepta; tendrás que ir tú...
-De acuerdo, de acuerdo.-se ríe él.-Trato es un trato de todas formas.-agrega colocando sobre la superficie del escritorio la carpeta.-Aquí está toda la información que necesitas para comenzar a trabajar; agendaré una cita con el director de la revista y después te haré llegar toda la información acerca del lugar en el que se encontrarán ¿de acuerdo?
Joel asiente lentamente sin estar realmente convencido de lo que hará. Pero no se puede dar el lujo de decepcionar a Christopher ni tampoco a su padre; no cuando ellos fueron las dos personas que más lo ayudaron cuando llegó a Los Ángeles.
-De acuerdo.-responde sin más.
-De verdad aprecio mucho que hagas esto, Joel.-comenta el castaño.-Yo tengo muchos pendientes que arreglar todavía y papá está llevando sus propios casos...
-Bueno...supongo que no podía ser de otra manera si después de todo el señor Braun quiere que me haga cargo ¿Verdad?-cuestiona dejando escapar un pequeño suspiro.-De todos modos mezclar las cosas personales con las laborales va en contra de toda ética profesional así que no te preocupes...
-¿Por qué Ellery y tú no vienen a comer a casa...?-pregunta el castaño de repente.
-Pues de hecho necesito hablar con Piera.-responde el rizado.-Le prometí a Ellery que buscaríamos una buena escuela de ballet y supongo que tu esposa sabrá de alguna buena...
-Puf, estoy seguro que sí.-anuncia Christopher.-Así que finalmente el piojo adulador será una bailarina de ballet...-Joel se echa a reír de inmediato.
-Sí, supongo que sí.-hace una pausa.-La idea de ser una gran bailarina de ballet realmente la tiene vuelta loca ¿sabes...?
-Ellery es demasiado inteligente, Joel.-responde él.-Es extrovertida y es capaz de hacer cualquier cosa que se proponga, eso es algo increíble en verdad...
-Claro está que las notas no podrán bajar de ninguna manera.-murmura.-Pero supongo que toda esa energía que posee tiene que comenzar a drenarse de alguna manera antes de que me vuelva loco...
Christopher también se ríe.-No puedes culparla...si yo fuera Ellery y tuviese que vivir solo contigo también encontraría una manera de volverte loco...
-¡Vete a la mierda...!
(...)
-Entonces la profesora me dijo que era muy inteligente y pegó una estrellita roja en mi frente.-anuncia la voz de Ellery y una amplia sonrisa se forma en los labios de Christopher.
-Yo no tengo dudas de que eres condenadamente inteligente, amor.-responde Joel.-Y es genial que tengas una estrella, quiero decir. Luce demasiada linda en ti.
-Gracias, papi.-anuncia ofreciéndole una amplia sonrisa antes de pinchar un trozo de pollo con su tenedor para luego llevarlo a sus labios.
-¿Entonces supongo que cierta señorita está lista para venir a la academia de ballet...?-los ojos de Ellery se abren con total sorpresa y un gemido de sorpresa escapa de sus labios.
-¿Qué?-murmura llevando sus ojos a cada uno de sus acompañantes.-¿Estás hablando en serio...?-pregunta.-¿De verdad, papito...?
-Claro.-se ríe Joel.-Creo que ya es tiempo.
-¡Sí!-exclama feliz.-¿Y voy a tener un tutú rosado, verdad?-cuestiona llena de emoción.
Piera se ríe.-¡Claro que sí, tendrás el mejor tutú de ballet que te puedas imaginar!
-¿Y vas a ser mi maestra, tía Piera?-pregunta de nueva cuenta.
-No lo creo, mi amor. La academia tiene sus propios profesores aunque claro que nos veremos...-le asegura haciéndola sonreír.
-¡Oh, por Dios. Y ya quiero bailar arriba de un escenario así como haces tú!-Joel se ríe en voz baja y niega un poco.
-Ya habrá tiempo para eso, mi amor. Seguramente aprenderás a bailar demasiado rápido porque eres demasiado inteligente.-anuncia y automáticamente las mejillas de Ellery se tiñen de rojo.
-Y yo como el tío orgulloso que soy iré a todos tus recitales...-le asegura Christopher.-Y cuando crezcas y bailes en los recitales más importantes me sentaré en primera fila y sostendré un cartel gigante que diga que eres el mejor piojo bailarín del mundo...
-¡Seré Ellery Pimentel!-reclama haciéndolos reír.-¡Y voy a ser la mejor!
-Dios, ni siquiera has asistido a la primera clase y ya se te subió la fama a la cabeza.-bromea. Joel y Piera se echan a reír.
-¡Pareces un bebé, tío Chris!
-¡Enana grosera!
-Bueno, si los llamé para que nos reuniésemos a una junta extraordinaria el día de hoy fue porque tengo muy importante que hablar con ustedes.-anuncia la voz de Santiago Pimentel. Cada par de ojos en la sala de juntas se posan en él y el silencio reina en la habitación a tal grado que todo lo que se puede escuchar son sus propias respiraciones.-Ella es Danna Silvetti; mi hija.-hace una pausa.-Y desde el día de hoy será la nueva directora de Masterpiece...como algunos de ustedes deben de estar pensando; no tiene demasiada experiencia en esto pero cuento con todos ustedes para que la ayuden en lo que sea necesario... ¿estamos?
-Claro que sí, señor Silvetti.-Un coro de voces responden al unísono.
-Danna...-la llama la voz de su padre.-Supongo que te dejaré para que conozcas a tu nuevo equipo de trabajo...
La castaña asiente.-Bien, como ya dijo mi padre...-comienza una vez que él se ha marchado.-Soy Danna Silvetti pero les agradecería a todos que me tratasen como una más. Empezando por llamarme por mi nombre de pila, es decir...cualquier tipo de referencia con respeto hacia mí queda cancelada y con ello hablo de los famosos "usted"-hace una pausa.-Me gusta que las personas me llamen por mi nombre y en serio espero que la relación que comenzaremos a forjar como compañeros de trabajo ser muy buena. Y realmente me gustaría que comenzásemos a trabajar de una vez así que si alguien podría comenzar por ponerme al corriente...
-Bueno...primero que nada supongo que es una buena idea que sepa que tenemos una demanda encima.-anuncia la voz de un hombre. Las cejas de Danna se fruncen un momento.
-Mi padre me comentó algo sobre eso pero me dijo que eran simples dolores de cabeza, nunca se me ocurrió pensar que fuese una demanda formal...-responde sin dejar de mirarlo.
-Llegó hace un par de días.-agrega él.
-De acuerdo, lo haré de la mejor manera posible y esperemos que en poco tiempo y sin hacer cualquier tipo de escándalo que pueda perjudicarnos esto se resuelva...-anuncia la castaña.-Supongo que veremos a algunos abogados por aquí los próximos días...de todas maneras de eso me ocuparé personalmente yo y ustedes seguirán trabajando normalmente...
-Claro que sí.
-Esta es la demanda y la cita para la reunión con el abogado del Leonardo Braun.-anuncia una mujer ofreciéndome un folder que ella toma de inmediato.
-Perfecto. Lo revisaré más tarde...-asiente mientras la toma.-Y también quiero que sepan que estaré aquí para cualquier cosa que necesiten, tengo entendido que a pesar de que mi padre era el director de la revista tenía a un representante...-hace una pausa.-Eso cambiará un poco, de ahora en adelante cualquier cosa que necesiten, vengan a mí...¿entendido...?-cuestiona.
-Entendido, señorita...-Danna niega.
-¿Qué les dije sobre formalidades?-pregunta alzando una ceja.
-Entendido, Danna.-una amplia sonrisa se forma en los labios de Danna.
-¡Perfecto, ahora por favor...a trabajar!
La sala se vacía rápidamente y cuando finalmente se encuentra sola toma asiento en la silla apoyando sus manos en el escritorio. Deja salir un largo suspiro y abre la carpeta estudiando cada una de las palabras hasta que llega la fecha.
¡Es mañana!
Cierro mis ojos un momento y luego cierro la carpeta también dejando que cada molécula de oxigeno abandone mi cuerpo.
-¡Bienvenida a la realidad, Danna...!-susurro para mí misma-¡Bienvenida a tu realidad...!
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