❀ Slice of Life, Fluff

❀ Couple!au

❀ 580 palabras

Baekhyun despertó, pero no abrió los ojos. Sus oídos captaron el suave tintineo de tazas en la cocina y su nariz captó el olor del café y las tostadas.

Y entonces, recordó.

Recordó la pelea del día anterior. Cómo había gritado y se había enfadado, echándole en cara a su pareja todos sus errores y acostándose en el extremo más alejado de la cama, negándose a que el otro lo abrazara o a que se le acercara. Todo por una gorra vieja.

Era una gorra antigua de Baekhyun, una que había conservado con los años con mucho cariño a pesar de estar vieja y andrajosa. Aquel sábado, había tenido que acudir a una reunión urgente y había dejado a su novio al cargo de hacer la limpieza de armarios de la casa, encontrándose con que su gorra había desaparecido al volver, y descubriendo al preguntar que la había tirado.

En aquel momento se había sentido furioso, pero ahora ya sólo sentía vergüenza. Estaba siendo sometido a mucho estrés por parte de su empresa últimamente y sabía que lo estaba pagando con su pareja. Él sólo asentía y pedía perdón por sus errores, pero Baekhyun no era tonto y  ahora sabía que no estaba siendo justo. El miedo de que lo abandonara lo atacó entonces, incrustándose en su ser como si de un parásito se tratara. Bien podría pasar, todos tenemos un límite y Baekhyun estaba sondeando aguas peligrosas con sus estúpidos enfados y reproches. No podía perderlo, no podía. Y menos por una estúpida gorra.

Se levantó, incapaz de conciliar el sueño, y se dirigió con pasos lentos a la cocina, donde pudo escuchar el café siendo derramado en sus tazas y las tostadas saliendo del tostador.

Cuando llegó al umbral, lo vi allí, de pie de espaldas a él, comprobando que la tostada estuviera ligeramente dorada pero no en exceso, justo como le gustaba a Baekhyun. Él quiso correr hasta él, abrazarlo y enterrarse en su pecho antes de besarlo, pero no lo hizo.

- Chanyeol -lo llamó con voz suave.

El otro se giró y lo miró, sonriéndole de esa forma que lo hacía sentir especial y que lo calentaba por dentro.

- Buenos días, Baekhyun -dejó las tostadas en el plato sobre la mesa y se acercó a él-. ¿Cómo has dormido?

- Bien -contestó con simpleza-. Lo siento mucho, Chanyeol.

- ¿Sientes haber dormido bien? -el alto lo miró sin comprender.

- No, siento haber sido un idiota contigo -su voz sonó afectada y pudo notar las lágrimas acumulándose en sus ojos-. Fue un imbécil ayer, estaba estresado y lo pagué contigo.

- No pasa nada -le dijo el alto con suavidad, abrazándolo, y lo peor era que Baekhyun lo creía-. Sé que estás pasando por una mala racha, no pasa nada.

- No es excusa -replicó él, cerrando los ojos y apoyándose en el pecho ajeno-. No quiero perderte por no ser capaz de controlarme.

- Eh -lo llamó Chanyeol, tomándolo por la barbilla con cuidado y alzando su rostro hasta que se conectaron sus miradas-. No vas a perderme. Hice mal en tirar tu gorra sin preguntar.

- No era tan importante -sacudió la cabeza Baekhyun-. Lo importante eres tú.

Chanyeol sonrió y él se puso de puntillas para besarlo, incapaz de decir nada más, sintiéndose el hombre más afortunado del mundo por estar con una persona que lo entendía, que lo perdonaba.

Era el hombre más afortunado del mundo por estar con Chanyeol.