#314
❀ Fluff
❀ Gamers!au
❀ Advertencias: sexo implícito
❀ 504 palabras
La luz de la consola de Baekhyun parpadeó, indicando que estaba conectado un amigo.
Su corazón se aceleró y se lanzó a por el cacharro, abriendo la tapa y gorjeando de puro gusto.
Hacía varios meses que estaba viviendo en una residencia universitaria, y desde la primera semana, su consola se había cruzado con la de otra persona. Una persona que al parecer vivía en su edificio porque siempre que la encendía, estaba allí o aparecía al poco tiempo.
Habían agregado sus números de usuario en las consolas, habían compartido juegos y trucos, e incluso habían jugado al Bomberman juntos una tarde especialmente aburrida. Pero Baekhyun no se atrevía a preguntarle su nombre o su habitación, así que rondaba la sala común, ojeando que alguien apareciera con una consola como la suya.
- Si tú no te sacas la consola, ¿por qué se la va a sacar él? -le preguntó rodando los ojos su amigo Minseok-. No tiene sentido.
Baekhyun había gruñido pero había entendido la lógica de sus palabras. Así que ese día, se había tirado en el sillón de la sala común, consola en mano, esperando a que llegara su alma gemela gamer o algo así.
Pero cuando la puerta se abrió, él se quedó sin respiración. Porque no era su alma gemela gamer, era Park Chanyeol.
Chanyeol era su amor platónico en la residencia. Estudiante de Biología a diferencia de la carrera de letras de Baekhyun, tremendamente atractivo, alto y si podía fiarse de lo que se adivinaba bajo las camisetas de manga corta que llevaba, con unos brazos que le gustaría lamer. Se habían conocido en la fiesta de bienvenida y tenían una frustrante relación cordial.
- Hola, Baekhyun -lo saludó el alto-. ¿Qué haces?
- Aquí, con la consola -se la enseñó, sonriendo.
- ¿Y a qué juegas?
- Espero, simplemente -se encogió de hombros, restándole importancia y no sintiéndose cómodo explicando lo que hacía.
En ese momento, los ojos de Chanyeol brillaron. Colocó ambos brazos con fuerza en los del sofá, acercando sus caras y mirando fijamente a Baehyun.
- ¿Esperas a Ferret92, Baekhyun? -susurró con diversión en su voz ronca.
- ¿Cómo lo sabes? -preguntó, asombrado y sonrojado a partes iguales. Chanyeol sonrió.
- Ya lo sabes -y sí, Baekhyun lo sabía, por sus ojos, su sonrisa, su todo.
Se lamió los labios, nervioso, provocando que los ojos de Chanyeol siguieran el recorrido y que se mordiera el labio inferior.
- Ya he llegado, Baekhyun -lo miró a los ojos fijamente-. ¿Qué querías hacer conmigo?
Muchas cosas, pensó él, pero se controló.
- Bueno -trató de calmar sus pensamientos-, pensé que podríamos jugar.
- Buena idea -asintió el alto, apartándose y tirando de él para que se levantara-. Vamos a jugar a mi cuarto. Tengo muchos juguetes allí.
Baekhyun sabía que Chanyeol no hablaba precisamente de consolas, pero la excitación recorrió su cuerpo y aceptó seguir al alto a su cuarto.
Y sí, jugaron ese día y muchos días más, a pesar de que sus consolas se mantuvieron apagadas.
Pero Baekhyun no podía decir que no lo disfrutara.
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