#267
❀ Comedia, Fluff
❀ Fireman!au
❀ 613 palabras
- Chanyeol, han vuelto a llamar de donde ya sabes.
Chanyeol rodó los ojos y bufó, cansado.
- ¿No puede ir Sanghyuk? -preguntó, esperanzado.
- Ni de coña -se negó el mentado con una sonrisa-. Es tu sector y además, sabes que quiere que vayas tú.
- ¿Ha dicho al menos qué ha pasado?
- Dice que la barbacoa le ha prendido fuego a las sillas de madera del jardín.
Chanyeol gruñó y, agarrando el casco, se dirigió al camión pequeño. Se colocó bien la chaqueta del uniforme y arrancó el pequeño trasto para dirigirse a la dirección que ya se sabía de memoria.
Byun Baekhyun vivía solo en uns casa grande con jardín, una herencia de su abuela o abuelo, Chanyeol ya no se acordaba, y desde que un día había llamado a los bomberos porque su corgi, de alguna manera, había acabado en el tejado, el chico había desarrollado un crush por Chanyeol y lo llamaba al menos una vez a la semana.
Primero fue el corgi, luego la fuga de agua, después que la casa olía a gas. Ya no sabía cuantas veces había recibido la llamada, pero el equipo comprendió que si mandaba a Chanyeol, el problema estaba resuelto. Para Chanyeol, el tener que ir era el problema.
Siendo completamente sincero, Baekhyun era guapo, atractivo, divertido incluso (al menos las cuatro o cinco primeras veces que él fue, porque el resto había ido con un humor de perros), pero su obsesión con llamarlo para que fuera a solucionarle trivialidades como que los canalones estaban atascados empezaba a tocarle las narices. ¿Por qué no le pedía su teléfono como cualquier persona normal? No es que Chanyeol fuera a rechazarlo ni nada así.
Sin embargo, cuando dobló la esquina de la calle, lo vio.
Fuego.
Maldita sea, el fuego era de verdad esta vez, y no como el jueves de la semana pasada, esta vez era real y tenía un tamaño considerable al haberde comido los muebles del jardín. Aparcó el camión violentamente, con la sirena puesta, y cogió la manguera, tirando de ella dirigiéndose hacia el foco del fuego en el patio delantero. Baekhyun estaba allí, tratando de que el fuego no llegara al porche de su casa, tan cerca de las llamas que las alarmas saltaron en la cabeza del bombero.
- ¡Baekhyun, apártate! ¡No te acerques al fuego!
El chico lo miró, asustado, no sabiendo a dónde ir porque el fuego, aunque no le cerraba el paso, había crecido bastante. El bombero humedeció el terreno antes de soltar la manguera y tirarse con su traje protector a por Baekhyun. Protegió al chico metiéndolo en su chaqueta y lo sacó de allí sin que ninguno de los dos saliera ardiendo.
El fuego después de eso no fue tan difícil de apagar. No había llegado a la casa pero los muebles del jardín y la barbacoa quedaron inservibles. Cuando hubo acabado, se giró hacia Baekhyun, quien parecía completamente avergonzado.
- Quería preparar una barbacoa para invitarte -le dijo el chico sin darle tiempo a preguntar-. Como siempre estoy molestándote, pensé en invitarte para compensarte.
Chanyeol suspiró, quitándose el casco y pasándose una mano por el pelo.
- Podrías haberme invitado a cenar fuera, simplemente.
- Quería que fuera especial -el más bajo miró al suelo, derrotado, y Chanyeol no pudo evitar darle un abrazo, corto pero cálido.
- No me importa, Baekhyun, de verdad -se separó, sonriendo al ver sus mejillas sonrojadas-. Hoy te invito yo a cenar a mi casa, incluso te daré mi número, pero prométeme que no volverás a llamar al parque de bomberos a menos que sea una emergencia verdadera. ¿Hecho?
La sonrisa que Baekhyun le brindó fue más brillante que el mayor de los fuegos.
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