#266
❀ Slight Angst, Fluff
❀ Soulmate!au
❀ 538 palabras
Baekhyun suspiró al despertarse, una sensación de vacío en su pecho. Sintiéndose incompleto, una vez más.
En un mundo en el que las almas gemelas rigen nuestra vida, no tenerla te hacía sentir incompleto, roto. Así era cómo los demás lo veían, así era cómo se sentía.
- ¿Hoy tampoco has encontrado a tu alma gemela, Baekhyunnie?
Baekhyun alzó la vista hacia Lee Hyomin, la anciana a la que le tocaba visitar esa mañana en el hospital. Sonrió, con tristeza, intentando suavizar el dolor que esas palabras le traían, aunque fueran dichas con cariño y preocupación y no con ánimo de herirlo.
- No, Hyomin, hoy tampoco. Gracias por preocuparte -le agradeció.
- Estoy segura de que hoy será tu día -le aseguró, dándole unas palmaditas con sus manos ajadas en las propias más jóvenes.
El caso de Hyomin no era el único. Baekhyun trabajaba como trabajador social, y tres veces por semana, iba a visitar a los internos de más edad, sobre todo a los que no tenían a nadie más que fuera a verlos. Pasaba con ellos unos cuarenta y cinco minutos, y ellos se olvidaban de sus enfermedades y su soledad con Baekhyun allí. Pero para ninguno de ellos pasaba desapercibido el hecho de que Baekhyun tenía ya veintinueve años, y que su pareja destinada debería haber aparecido ya en su vida.
Las almas gemelas solían conocerse entre los diecinueve y los veintitrés, con algunas excepciones de casos especialmente precoces o tardíos. Durante al menos cuatro años, Baekhyun mantuvo la esperanza, realmente creía que iba a encontrar a su pareja en cualquier momento. Pero no ocurrió, y desde los veintisiete años, se limitaba a existir. Se había resignado a no tener a alguien a su lado que lo acompañara.
Pero eso no lo hacía más fácil cuando Hyomin o cualquiera de los otros internos le preguntaban si ya la había encontrado. Algunos, como Hyomin, le aseguraban que ese día la encontraría. Pero nunca pasaba. Y Baekhyun había aprendido ya colocar una sonrisa que no sentía y a decir que todo estaba bien.
Su jornada laboral había terminado con la visita de Hyomin, así que se dirigió a la salida, preguntándose qué haría ahora; no tenía ánimo de ver a sus amigos emparejados porque le recordarían su soledad aún sin quererlo.
En ello estaba pensando aún cuando chocó de frente.
- ¡Ay! -escuchó a una voz ronca quejarse, una que lo recorrió de arriba abajo-. ¿Estás bien?
Alzó la vista, los ojos muy abiertos y su corazón bombeándole fuertemente en el pecho, encontrándose con un doctor que nunca antes había visto, pero que parecía de su edad. El docto lo miró con la boca abierta, y Baekhyun vio que estaban sacando la misma conclusión.
- Estoy bien -dijo finalmente, lamiéndose los labios repentinamente resecos-. ¿Quién... Quién eres? No te había visto antes.
- Park Chanyeol -se presentó-. Me han trasladado aquí desde Seúl, he empezado a trabajar hace dos días.
Pero ambos sabían que eso no importaba. Se fundieron en un abrazo torpe pero cálido, que llenó el vacío del interior de Baekhyun y le sacó una risotada nerviosa, una que acompañó Chanyeol con la suya propia antes de separsrse y mirarse a los ojos.
Porque ahora, ninguno de ellos estaba incompleto.
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