#254
❀ Fluff
❀ Street Sweeper!au
❀ 910 palabras
Baekhyun salía temprano como todas las mañanas, abrigado hasta la nariz con su gorro y su chaquetón grueso, armado con su escoba dispuesto a limpiar Seúl, o parte de ella, con su escoba.
Trabajar de barrendero en una ciudad tan grande es algo descorazonador, el trabajo de Baekhyun nunca lucía más de dos minutos seguidos, si llegaba a ello, porque ya fuera una persona incívica o simplemente el viento, siempre algo era arrastrado a la zona que él acababa de limpiar.
Su zona de trabajo estaba delimitada y más o menos sabía qué podía encontrarse en aquella zona. Hojas secas, alguna colilla e incluso alguna vez, un preservativo usado. Pero lo que no era habitual, para nada, eran los papeles que encontraba, notas perfectamente dobladas con una letra B grande escrita en ellos.
Los primeros días que se encontró aquellas notas, Baekhyun las barrió, preguntándose si no sería algún fan que estaba siendo rechazado por la misma persona una y otra vez y que prefería tirar aquellas notas a tener que llevarlas de vuelta a casa. Pero los días y las notas seguían allí, con su letra B bien grande, y, al final, no pudo evitar cogerla, pensando absurdamente que, quizás, esa B era por él.
La nota no era muy grande, apenas sí tenía un doblez y una frase pequeñita, pero hizo saltar el corazón del barrendero al leerla, llevándosela a casa y decidiendo recoger la próxima al día siguiente, si es que la había.
Cuando te veo por las mañanas, mi pecho se inunda de calidez.
Al día siguiente había una nota, y al otro, y al otro. Baekhyun las cogía y las leía, sintiéndose como un ladrón de emociones, con notas que estaban destinados a otros y no a él. Pero éstas llenaban su pecho de felicidad y calor, y ponían una sonrisa en su cara mientras las guardaba en el bolsillo para, después y ya en casa, meterlas en una cajita que había dispuesto para tal fin.
Tu sonrisa ilumina mis días.
No hay nadie mejor en lo que haces.
Sin ti, mi día no está completo.
Necesito verte.
Quiero verte.
Aquella última nota la había recogido el día anterior y, durante toda la noche, había estado dando vueltas en la cama, pensando. ¿Y si las notas no eran para él? Vale, había una B, pero no llevaba ninguna placa ni nada así con su nombre, así que no podían saber quién era. Con el miedo de chocarse con la realidad, de descubrir que las notas no eran para él, Baekhyun salió a trabajar.
Al llegar a la zona, no vio a nadie, pero tampoco ninguna nota. Suspiró y comenzó a limpiar la calle, poco a poco como era su costumbre. Estaba tan centrado en eso, en no pensar en nada que no fuera su escoba de un lado a otro, juntando toda la suciedad en un punto, que no vio el par de zapatillas plantadas frente a él, y chocó de cabeza contra un pecho firme. El dolor y el quejido ajeno fueron lo que lo hicieron levantar la cabeza, ahogando una exclamación al ver que se había golpeado contra un hombre extremadamente alto que ahora se frotaba el pecho.
- ¡Lo siento! -se disculpó, dejando la escoba apoyada contra su carrito y acercándose al hombre, angustiado-. ¿Está usted bien?
- No desde que me trataste de usted -una voz ronca pero alegre le respondió, el hombre al fin fijando sus ojos en los ajenos.
Guau, era realmente guapo, tanto, que Baekhyun se quedó sin habla durante unos instantes.
- Perdona, no te había visto bien, y tengo que ser educado.
- No te preocupes -le sonrió el otro.
Pero en lugar de moverse, el chico alto se quedó allí plantado, mirándolo con una sonrisa.
- Eh... -empezó Baekhyun, inseguro-. ¿Esperas a alguien?
- Lo esperaba -respondió él, metiendo las manos en los bolsillos de su gabardina y regalándole una sonrisa de dientes brillantes que noqueó el aire fuera de sus pulmones-. Soy Park Chanyeol.
- Byun Baekhyun -se presentó de vuelta, aún sin comprender porque no había nadie más allí ni lo había habido en los últimos diez minutos-. ¿Y ya no esperas? ¿Es que no van a venir?
El hombre llamado Chanyeol se acercó un paso hacia él sin perder la sonrisa y sacó una notita doblada del bolsillo de su pantalón, tendiéndosela. Era el mismo doblez de papel, con la misma B que había estado recogiendo durante semanas.
- Te esperaba a ti, Baekhyun.
- ¿Sabías mi nombre? -lo miró, completamente anonadado.
- No -rió él, negando con la cabeza-. La B era por tu profesión, aunque es aún mejor que sea la inicial de tu nombre también.
Con los ojos brillantes y las manos temblorosas, Baekhyun cogió la notita, mirando antes de abrirla a los ojos del alto.
Conocerte es lo mejor que me ha pasado en la vida.
A pesar de la emoción, Baekhyun soltó una risita inquieta.
- Acabas de conocerme -ladeó un poco la cabeza, mirándolo con una medio sonrisa.
- Lo sé -y, tomándose una libertad que Baekhyun no le había concedido, pero que aceptó con gusto, alzó una mano para tocarle la mejilla-. Pero sé que vas a ser lo mejor que me va a pasar en la vida, Baekhyun.
Con el tiempo, Baekhyun no tuvo más remedio que darle la razón, pero en aquel instante, sólo podía pensar en una cosa. Lo feliz que era porque, al final, esas misivas de amor, sí que eran para él.
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