#226
❀ Smut, Fluff
❀ Non!au (más o menos)
❀ 1539 palabras
– Chanyeol, me aburro.
El nombrado lo miró por encima del manga que estaba leyendo, una de sus últimas adquisiciones, sin moverse de la cama y alzó las cejas.
– ¿Y eso qué tiene que ver conmigo, Baekhyun?
– Vamos, Chanyeol, eras tú quien decía que quería hacer algo esta noche.
– Sí, pero me dijiste que tenías planes, por eso me puse a leer.
– Venga, ya te has leído ese tomo de One Piece.
– Es nuevo –le replicó, ignorándolo de nuevo para volver a leer–. ¿Y qué haces aquí en vez de ir a donde fuera que tenías planes?
Baekhyun bufó.
– Tenía planes, hasta que te pusiste a leer.
– ¿Tus planes me incluían sin que yo lo supiera?
– Soy tu novio, todos mis planes te incluyen y viceversa.
Chanyeol rodó los ojos.
– Eso es primero, una estupidez y segundo, mentira.
– Puede –respondió, subiéndose a su regazo con sus muslos rodeando sus caderas y bajando el manga para mirarlo a los ojos–. Pero sí que tengo planes mejores que leer mangas de piratas un sábado por la noche.
– Jongdae y Sehun están en casa. Sorpréndeme –le dijo el alto, volviendo a colocar el manga a la altura de sus ojos.
A Baekhyun no le hizo gracia que lo ignorara, así que decidió seguir adelante con sus planes, con o sin la colaboración del alto.
Se coló bajo los brazos que Chanyeol mantenía en alto para leer, comenzando a dejar un rastro de besos en su cuello, subiendo hasta morder el sensible lóbulo del otro, consiguiendo que un gemido disfrazado de suspiro escapara de sus labios, haciéndolo sonreír.
– ¿Algún problema, Chanyeol?
– Ninguno.
Ya, claro, se dijo el más bajo. Se dejó de sutilidades, pasando a besarlo sin miramientos y rotando sus caderas sobre la aún dormida entrepierna de Chanyeol, quien maldijo en voz alta.
– ¿Ahora sí lo tienes? –le preguntó, sonriendo de medio lado, pícaro.
– Vas a tenerlo tú, más bien –le respondió, dejando el manga de cualquier manera en la mesita de noche y cambiando las tornas, dejando a Baekhyun tumbado en la cama boca arriba, su cuerpo sobre el del más bajo.
Por la sonrisa de Baekhyun, no le molestaba ser él quien tuviera el problema.
– ¿Y me vas a ayudar tú, Chanyeollie?
Chanyeol casi lo estrangula por la cara que puso, pero prefirió besarlo con fuerza para hacer que se callara. Tampoco iba a replicarle mucho más, pensó el más bajo.
Baekhyun no fue consciente realmente de cuándo le quitó la ropa entre besos, pero sí que se dio cuenta de que estaba a un par de bóxers de estar desnudo mientras el alto aún llevaba toda su ropa puesta.
– Desnúdate –le ordenó, cogiendo la camiseta por el borde y tironeando de ella hasta que la sacó, llevando sus manos a los vaqueros.
– Está bien, está bien, lo capto –el alto dejó un beso en sus labios antes de bajarse de la cama para deshacerse de los pantalones, una sonrisa de suficiencia en la cara de Baekhyun cuando se unió de nuevo a él en la cama.
– Me gusta cuando eres obediente.
– Y a mí cuando te callas, Baekhyun.
Iba a replicarle, pero de nuevo Chanyeol lo calló con sus labios, esta vez llevando sus manos a los costados para acariciarlos, deslizándolas bajo la ropa interior y agarrando las redondas nalgas del más bajo, haciendo que soltara un gemido ahogado.
Baekhyun comenzó a mover sus caderas buscando una fricción que comenzaba a ser necesaria, su miembro endureciéndose bajo la tela elástica rápidamente. Justo cuando comenzaba a pensar que le sobraba la ropa, Chanyeol bajó sus calzoncillos y se deshizo de ellos, aprovechando para dejar un rastro de besos húmedos por su pecho y atrapando un pezón entre sus dientes, mordiendo suavemente el botón rosa y haciendo gemir al más bajo.
Una mano grande y basta rodeó la erección de Baekhyun, comenzando a bombearla mientras unos labios gruesos se dedicaban a dejar marcas rojas por sus clavículas y torso, teniendo cuidado de no subir por su cuello para que no fueran difíciles de ocultar.
Cuando Chanyeol lamió su glande, tuvo que morderse el labio para no maldecir en voz muy alta, recordando que algunos de sus compañeros seguían en casa y que no había tenido la precaución de cerrar la puerta con llave. La boca del alto engullendo su miembro, introduciéndolo cuanto pudo tampoco ayudó, haciendo que Baekhyun llevara su mano a la cabeza del otro, enredando sus finos dedos en los oscuros mechones y ayudándolo en su tarea.
Baekhyun no sabe exactamente cómo o cuándo coge el alto el bote de lubricante que guardan en el primer cajón de la mesita de noche, pero le importa poco cuando el primer dedo cubierto por la fría sustancia rodea el apretado círculo de músculos antes de introducirse lentamente a la vez que Chanyeol sigue succionando su miembro a conciencia.
El no haber tenido sexo en un tiempo hace que a Chanyeol le lleve más tiempo del que acostumbran a prepararlo, pero sabe que Baekhyun está listo cuando tiene tres dedos introduciéndose hasta los nudillos dentro de él y le está tirando del pelo, suplicante, para que termine con la tortura y lo embista contra la cama.
Chanyeol le abre las piernas, quitándose los calzoncillos que aprisionan su ya dolorosa erección y cubriendo su miembro simplemente con lubricante cuando la mano de Baekhyun golpea la suya al intentar coger uno de los preservativos que también tienen guardados en el cajón. Baekhyun quiere sexo duro y rápido, lo lee en su mirada, y eso es lo que va a darle.
– Joder, Chanyeol –Baekhyun musita cuando Chanyeol se introduce de un solo golpe en él, quitándole el aire de los pulmones y haciendo que cierre los ojos ante la sensación de ser llenado.
El alto comienza un ritmo rápido y estable pero no es suficiente, Baekhyun quiere más, lleva demasiado tiempo esperando por esto y ya han perdido mucho tiempo.
– Más… más rápido –susurra en la oreja de Chanyeol aprovechando su cercanía y muerde el lóbulo, sabiendo que ese gesto excita al otro.
– Joder.
Chanyeol apoya las rodillas en la cama, buscando apoyo para poder darle a Baekhyun lo que quiere. Aumenta la velocidad, sus embestidas más certeras y profundas, haciendo que el más bajo lo mande todo a la mierda y empiece a gemir en voz cada vez más alta, rodeando con sus piernas las caderas ajenas para que Chanyeol llegue incluso más profundo.
El casi grito y el bulto que puede sentir es lo que informa al alto de que ha encontrado su próstata, alineando entonces sus caderas para abusar de ella, golpeándola con cada embestida rápida y fuerte, las paredes del bajo comenzando a asfixiar su miembro mientras los lleva a ambos cada vez más cerca del orgasmo, notando la conocida sensación en su bajo vientre.
Es Baekhyun quien llega primero, incapaz de contenerse más cuando Chanyeol decide que sus estocadas no son suficientes y lo masturba con un ritmo irregular pero rápido, llevando al más bajo al cielo y haciendo que su esencia salga disparada, manchando sus torsos y la mano que lo masturba de blanco mientras grita muy alto el nombre del hombre entre sus piernas.
Chanyeol no deja de embestirlo ni masturbarlo durante su orgasmo, notando las paredes apretar su miembro de manera casi imposible, llevándolo también cerca del límite y finalmente haciendo que se corra cuando Baekhyun lo besa, tragándose su gemido mientras explota dentro de él, bajando poco a poco el ritmo de sus caderas hasta que el orgasmo remite y para completamente.
Se quedan así un momento, sucios y aún unidos, recuperando el aliento, hasta que Chanyeol decide salir de él rodando a un lado y tumbarse boca arriba en la cama, un brazo cubriendo sus ojos. Es levemente consciente de que Baekhyun se levanta a coger algo ya que oye el ruido de cosas siendo movidas y cajones siendo abiertos, pero aún así le sorprende la toallita fría que el bajo pasa por su estómago, limpiándolo.
– Te dije que tenía mejores planes que leer One Piece –y Chanyeol escucha la sonrisa de Baekhyun antes de quitarse el brazo de los ojos y verla realmente.
– ¿Y no era más fácil decirme que querías follar?
– No era ni la mitad de divertido –le sonríe socarrón, levantándose para tirar las toallitas que los han dejado limpios a la papelera–. Vístete, creo que he escuchado a alguien volver de la calle.
– Mierda.
Baekhyun se vistió rápidamente, arrastrando a Chanyeol a su cama cuando el alto tuvo también la ropa de nuevo sobre su cuerpo, sentándose y apoyando su espalda en el pecho ajeno mientras el otro le rodeaba los hombros con su brazo.
No llevaban ni dos minutos en esa posición cuando Jongdae entró, echándoles una mirada entre divertida y sospechosa, cogió su portátil de la cama y se fue, cerrando la puerta.
– ¿Crees que nos habrá escuchado? –preguntó Baekhyun inocentemente. Chanyeol bufó.
– Como si te importara –replicó divertido, observando la sonrisa formarse en la cara del otro.
– Cierto –giró su cabeza, mirándolo directamente–. Además, me gusta ver sus caras cuando salimos después de tener sexo, se mueren de vergüenza.
– Eres incorregible.
– Pero te gusto así.
Y mientras lo besaba de nuevo Chanyeol pensó que sí, que le gustaba así.
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