#222
❀ Fluff
❀ Ice-cream parlour!au
❀ 513 palabras
Baekhyun se sentía estúpido, sentado día tras día en la misma mesa de la misma heladería, siempre solo y siempre con algo que hacer, ya fueran deberes o comprobar que su Nuevo Springfield seguía estando donde lo dejó al salir del juego la última vez. Era estúpido, porque en realidad iba allí por una razón absurda.
- Aquí tienes tu copa de helado, Baekhyun.
El nombrado alzó la vista para encontrarse con los ojos brillantes y la sonrisa amplia de Chanyeol, el camarero del local. Le sonrió de vuelta y le dio las gracias, pero al acercarse a su copa, vio unos trocitos de almendra espolvoreados sobre ésta; de ésos que tanto le gustaban pero que eran tan caros de añadir a los helados. Miró a Chanyeol, perplejo, y éste le sonrió, guiñándole el ojo antes de marcharse.
La verdad era que había conocido aquel local de pura casualidad, una tarde especialmente calurosa en la que pensó que verdaderamente podría derretirse en mitad de la calzada. Pero para su suerte, se topó con aquel lugar y su aire acondicionado que le devolvieron la vida segundos antes de que Park Chanyeol llegara con su amplia sonrisa y todo su atractivo a quitársela.
Que se le hacía la boca agua tanto por los helados como por el heladero no era un secreto para nadie que lo conociera, pero él nunca se atrevía a dar el primer paso, a pesar de gestos como aquel de invitarlo a un topping extra, regalarle cucuruchos de helado cuando no había muchos clientes, o incluso sentarse con él a hablar una tarde en la que nadie entró a molestarlos.
Todo el mundo decía que era obvio, pero él no lo veía tan claro.
- Baekhyun -su nombre pronunciado por aquella voz sonaba tan bien que podría grabarlo y ponérselo en repetición todo el día-, hoy tengo que cerrar antes, ¿te importa? Puedes tomarte el helado mientras estoy cerrando.
- Claro, sin problemas -le sonrió, aunque por dentro le fastidió perder aquellos minutos observando al otro.
Chanyeol limpió el suelo y las mesas, amontonó las sillas y lavó la copa de Baekhyun a mano cuando éste hubo terminado. Finalizó cobrándole al más bajo, quien esperó a que terminara de cerrar porque se negaba a tener que decirle adiós.
- Bueno -suspiró el alto, satisfecho, cuando hubo cerrado la persiana metálica, girándose hacia el otro-, ¿tienes cosas que hacer ahora, Baekhyun?
- No, la verdad -confesó, y la sonrisa en la cara de Chanyeol lo desconcertó.
- Perfecto.
Para alarma de Baekhyun, Chanyeol tomó su mano y entrelazó sus dedos, tirando de él y emprendiendo la marcha hacia dios sabe dónde.
- ¿Pero qué...? -empezó el más bajo, confuso.
- Hoy he cerrado antes para tener una cita contigo -le anunció, parando en un semáforo rojo.
Baekhyun lo miró, las mejillas rojas y los ojos incrédulos.
- ¿No quieres ir de cita conmigo? -Baekhyun despertó entonces, negando con la cabeza y sonriendo.
- Quiero ir de cita contigo, Chanyeol.
Y apretando el agarre en su mano, cruzaron con el semáforo en verde.
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