#184
❀ Smut
❀ Hospital!au
❀ Advertencias: sexo explícito
❀ 914 palabras
Baekhyun se miró en el espejo, la bata blanca sobre sus hombros haciéndolo parecer un doctor de verdad.
Dr. Park
El nombre bordado en el bolsillo de la pechera lo hacía sonreír, coqueto. Baekhyun era enfermero, una profesión que le encantaba. Más que médico, él prefería ser quien los ayudara y quien estuviera junto al paciente, cuidando de ellos mientras mejoraban o para aliviarles el dolor que pudieran sentir.
Había entrado a trabajar junto al doctor Park hacía muy poco, apenas tres meses, pero, y a pesar de que no debía hacerlo, se encontró babeando por quien era técnicamente su jefe apenas dos semanas después. El doctor Park era alto, atractivo y hacía que el uniforme del hospital fuera hasta sexy cuando él lo llevaba. Además, era una persona agradable y atenta, lo que terminaba de redondear toda su persona. Pero la guinda del pastel era su voz, aquella voz que lo incitaba a tener pensamientos inadecuados con su superior.
No es como si él tratara de ocultarlo, no del todo. Frases sutiles, miradas que lo decían todo y pequeños toques y roces aquí y allá desvelaban sus verdaderos sentimientos. Pero lo peor (o lo mejor, el enfermero no estaba seguro) era que el doctor no los evitaba. No se los respondía, pero podía ver el brillo oscuro en sus ojos cuando esto pasaba.
- Baekhyun, necesito que te quedes en mi oficina mientras voy a Urgencias -le había dicho-. Tiene que llegarme un fax importante con los resultados de la señora Han y necesito que lo recojas.
El doctor se había ido, pero había dejado allí su bata de repuesto, colgada de la percha desde la que tentó a Baekhyun hasta que se la puso. Más que el hecho de que ahora parecía un doctor, era el hecho de que el nombre del doctor Park flotara en su pecho, frente a su corazón, lo que lo hizo sentir escalofríos. Sacó su teléfono, dispuesto a echarse una foto en el espejo que había dentro del armario del doctor.
Hizo algunas fotos, variando la pose cada vez, y tan sólo haciendo una pausa para aceptar el fax que, al fin, había comenzado a aparecer. Aún seguía haciéndose fotos cuando unas manos rodearon sus caderas, haciéndolo soltar un gritito. No se había dado cuenta de que alguien entraba, tan centrado como estaba en las fotos.
- ¿Algún motivo en especial para que lleves puesta mi bata, Baekhyun? -susurró una voz ronca en su oreja, haciéndolo estremecer.
- N-no, perdón... -balbuceó, pero las manos no se apartaron.
El doctor lo obligó a girarse y lo presionó contra el armario, cerrando las puertas para tener más superficie sobre la que controlarlo. Sonreía de medio lado y el más bajo sintió sus piernas volverse de mantequilla.
- ¿Te gusta llevar mi ropa? -Baekhyun se lamió los labios despacio, tentándolo, antes de responder.
- Sí, doctor Park.
Unos labios se estrellaron contra los suyos, calientes y demandantes, y el enfermero gimió y se dejó hacer. Sus lenguas danzaron juntas, explorando sus bocas mientras comenzaban a deshacerse de la ropa.
- Déjate la bata puesta -le ordenó el alto, viendo que hacía ademán de quitársela.
Baekhyun obedeció, deshaciéndose tan sólo de los pantalones y la ropa interior, al igual que el doctor. Manos grandes comenzaron a ocuparse de él, introduciendo un dedo en su cavidad y comenzando a masturbar su miembro mientras Chanyeol seguía besando su cuello y mordiendo suavemente sus orejas.
Podía notar ya el duro miembro de su superior cuando tres dedos se introdujeron en él, arrancándole un gemido involuntario de placer. El alto pareció pensar que estaba ya preparado, porque lo alzó y abrió sus piernas, indicándole que lo rodeara con ellas. Se introdujo en él poco a poco, la saliva ayudando ligeramente, hasta que finalmente estuvo empalado en él. Comenzó entonces un vaivén de caderas por parte de ambos, tratando de hacer que Chanyeol llegara más profundo y que fuera cada vez más rápido.
Las estocadas se volvieron cada vez más profundas y certeras, acertando en aquel punto dulce en su interior que lo hacía agarrarse con fuerza en los hombros ajenos mientras besaba al doctor con fuerza para no dejar que sus gemidos de placer fueran escuchados por toda la planta.
Pronto ambos llegaron al clímax, explotando en hilos de blanco mientras en sus ojos Baekhyun veía estrellitas de colores y gemía en la voz más baja que pudo el nombre del doctor entre sus piernas. Se quedaron así un rato, jadeantes pero satisfechos. Chanyeol llevó al enfermero a la camilla y lo tumbó con cuidado mientras iba a por toallitas para ambos. La bata evitó que los restos de semen resbalaran por la camilla, pero el más bajo los miró con una sonrisa en la cara.
- ¿De qué te ríes? -le preguntó el otro cuando volvía con las toallitas y su ropa, tendiéndoselas.
- Acabas de hacer realidad mi fantasía erótica, Chanyeol.
- Oh, ¿ya no soy doctor Park? -fingió decepción el alto.
Baekhyun alzó una ceja.
- ¿Acaso quieres volver a serlo? -preguntó con socarronería mientras se terminaba de vestir.
- Puede -se encogió de hombros, colocándose bien su ropa-. Mañana por la noche no tengo guardia y tengo una cama muy grande, Baekhyun.
- Pero mañana aún me molestará -razonó, señalándose el trasero. Chanyeol sonrió.
- ¿Y quién dijo que yo no pudiera recibir? -Baekhyun observó asombrado al hombre levantarse, estirándose antes de inclinarse y darle un beso en los labios-. ¿Trato?
Baekhyun sonrió.
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