Capítulo 8: Oponiendose a la razón, el Dominio Animal
Los medidores ahora incrustados a los Castigadores daban una lectura enorme al posar su vista sobre Lucy: 1 800 000 puntos, y el puntaje de Al-Majesh era 330 000, la pelea ya no estaba balanceada.
Como un animal en cacería, Lucy saltó contra el semidiós arañandolo en la cara para después lanzarle rayos cargados de Lumen, antes de que esa mujer le hiciese mas daño, Majesh desapareció llevándose consigo a Angélica y Krisalyn.
Avelin, Liu, Ingrid y las princesas peleaban contra Iridia, hasta que sorpresivamente Lucy se colocó detrás de esta y de un golpe fue capaz de destrozar su columna vertebral, entonces entre gritos parecidos a la de una bestia, aquella chica lanzaba un potente rayo de Lumen, para después caer inconsciente al suelo.
Ciertamente resultaba irónica la muerte de Iridia, ella asesinaba sin causar violencia pero había muerto de una forma violenta. Al parecer aquella bestia estaba dormida ahora, a lo que Ray dijo:
-Le dije que no usara jamás ese tipo de técnicas, al parecer las aprendió a mis espaldas
-Te puedo escuchar aún, no creas que no guarde energía antes de hacer esto- contestó Lucy
-No tienes control sobre el Dominio Animal, además si no posees un SPIRIT no lo puedes aprovechar al máximo- respondió Ray
-Hey, por lo menos no gasta tanta energía como tu concentración- reviró la mujer
Garats estaba sorprendido, aquellos guerreros que entrenó eran demasiado fuertes, tanto como para retar a seres semidivinos, y ni hablar de Lican, el maestro jamás había visto a un individuo mitad demonio mitad humano en persona, aunque si demonios como tal.
Los reyes de Müller dieron un banquete en agradecimiento a la Alianza Rebelde, aunque aún tenían cierto recelo hacia Ray y su antigua amenaza relacionada con los dorteremitas. La comida fue aprovechada por aquél improvisado grupo para socializar.
-Isaí ¿cierto? Me han contado que tienes una hija, que coincidencia, yo tengo un hijo- mencionó Ray
-Señor, ¿a veces no le preocupa ver morir a los que ama?- dijo el antiguo soldado
-A veces, esa es una de las razones por las que lucho junto a la Alianza por la Tierra, proteger a mi familia y defender mis ideales, si no fuera por eso hace años me hubiera dedicado a otra cosa, por cierto, cuéntame un poco más de cómo es tu mundo- pidió el luchador
-Pues cuándo yo me fui, como usted sabe, mi mundo estaba en guerra y yo seguía ciegamente las ordenes de mi líder Angélica, ella constantemente nos decía a los jóvenes que pronto nuestro país se libraría del malvado gobierno en la sombra de Las 6 Artes Marciales, con ello erradicó a todo aquél que practicara algún arte marcial- contaba Isaí
-Ya veo, quisiste escapar con Avelin para protegerla- opinaba Ray
-En parte, aunque aún me sigo haciendo preguntas si lo que decía Angélica era mentira o verdad por lo que veo en su mundo- dudaba el joven adulto
-Mira amigo, juzgar a todos bajo el mismo cargo está mal, puede que cómo personas con poder extraordinario den rienda suelta a ello, pero habremos quienes preferimos hacer frente a ese tipo de locos, además ¿Qué no Angélica también quiere controlar tu mundo?- respondía el maestro Lumen
-Pues tienes razón, sin embargo prefiero quedarme en un punto medio, lo que me importa ahora es que esto acabe- concluía Isaí
-Respetaré tu opinión mientras no me cause problemas, muchacho- afirmaba Ray
Las conversaciones seguían, Kashack y Mei hablaban un poco del pasado y algunas lágrimas derramaban, Garats y Liu intercambiaban experiencias siendo maestros Lumen, Lucy mediante señas explicaba a Avelin el reino de Müller, e Ingrid y los maestros de la Orden platicaban acerca de la Primera Invasión Ga'rack.
Entonces Lican habló estando un poco ebrio:
-Después de esto, si aceptan mi alianza, podría ayudarles en otras guerras pero tendrían que ayudarme en mis conquistas
-¡Estás demente!- gritó Ray
-¿Qué? Mi ayuda no es gratis- dijo el rey sinvergüenza
-Nos interesa esa propuesta- dijeron los Generales de Müller
-¡¿Ya no recuerdan mis palabras?! Les dije que dejaran en paz a los demás pueblos y que sólo atacaran cuando ustedes estuvieran en peligro- enunció de nuevo Ray
Antes de que la discusión siguiera, Garats recibió información de un ataque a Nueva York en la sede de la ONU...
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