Terminada la batalla se procedió a arrestar a cada uno de los combatientes de Granadeth, así como se convocó a una reunión de emergencia ante la ONU de Tierra I y Tierra II.

Ante los delegados estaban Jean, Ryan, Ray, Lucy, Lican, Ingrid, Liu, Avelin, Charleston, Lumina, Iván, Annasei, Arturo, Alejandro y Kashack; todos dispuestos en el amplio estrado de discursos.

Primero habló Lucy.

—Como miembro fundador y líder de la Alianza Universal, creo que es momento de que las naciones nos unamos, nuestros enemigos ahora están más allá de algo que podamos combatir solos, en nuestra organización estamos dispuestos a cooperar con todos para garantizar la paz en cada Tierra.

Los delegados murmuraron entre ellos, entonces se paró Ray y empezó su discurso.

—Señores, hoy me di cuenta de algo, las organizaciones independientes de cada tierra son deficientes, en esta semana de conflicto cayó la Alianza Terrestre, la mayoría agentes que alguna vez defendieron la Tierra contra el Imperio Garack y encabezaron la rebelión final contra Krauf han muerto, oficialmente la Alianza Terrestre ha terminado su servicio a Tierra II con tan sólo cuatro agentes principales sobrevivientes —se explayaba con pesar el maestro. —Es momento de ver hacia el futuro, si no nos unimos ante posibles nuevos enemigos pereceremos, los ataques serán más feroces y nadie, ni siquiera nosotros, podremos detenerlos —finalizó con severidad.

Los delegados guardaron silencio, la propuesta estaba ahí y sería votada dentro de dos semanas.

Los demás peleadores que se habían unido recientemente habían sido formalmente reclutados, más a la fuerza que por voluntad propia.

Las familias en las Tierras se volvían a reunir, incluidas las de Avelin y Lucy. Se investigaban posibles secuelas para la gente que fue controlada por los poderes demoníacos de Vaktagran y la ubicación de lo que quedara de los Garack.

La paz podría tardar un poco en volver...