Ente dirigió sus manos negras hacia el gigantesco cadáver,  golpes fuertes dieron contra el rival intentando destruir aquellos huesos, pero no hubo efecto.

Ray cargó un poderoso Cañón Mental esperando dañar a ese monstruo mientras que Liu lanzaba un Disparo Mental. Lucy viendo que no lograban dañar al Señor de los Infiernos tuvo que pensar en una estrategia.

—Ray, aún con tu poder no podremos hacer algo, nos supera por mucho —dijo con pesar la maestra. —Debemos sacarlo de ese cuerpo y sellarlo —agregó Lucy mientras miraba a Avelin esperando alguna idea.

La chica de Tierra III no dudó, empezó a tocar una melodía inaudible para los humanos pero muy molesta para los demonios, una técnica del Canto de Lira para reducir la ira de estos.

Alateia seguía poseída por su SPIRIT, este tomó los cuernos de la bestia y los fue empujando en lados contrarios, tratando de romper ese cráneo. Unas grietas se abrieron en aquella cabeza de hueso.

—Ya sé que debemos hacer, Ente ayuda a la chica a romper ese cráneo, ustedes los de la Alianza disparen todo poder que tengan a la mano excepto la chica de la música, que ella siga tocando  —ordenó con fuerza Larias.

Ray, Lucy, Liu, Ingrid, Firiant y Sir Charleston lanzaron ráfagas de energía hacia donde lo ordenó la demonio, poco a poco se iba rompiendo aquella estructura, las manos de Ente entonces se prendieron en fuego y se redujeron en polvo.

Una gran ráfaga de energía dio contra la máscara del espectro, dejándolo herido y retornando a su forma básica, un segundo ataque fue disparado contra Lucy y sus compañeros, oportunamente Ray los sacó de ahí recibiendo un poco del daño.

Un tercer proyectil alcanzó a golpear a Avelin destruyendo su instrumento, al parecer la Alianza estaba a punto de ser derrotada de no ser por una llegada oportuna.

—¡Orbe Estelar! —gritó una voz a lo lejos mientras una gigantesca esfera de luz impactó contra la cabeza de aquel montón de huesos finalmente rompiéndola.

Unas llamas rojizas se revelaron, la esencia del Príncipe del Mal fue tomada por las garras del SPIRIT de la Reina del Cosmos. Larias intentó entonces dibujar un sello pero aquella columna de fuego se aferraba a ese cuerpo.

—¡Deja a mi cadáver descansar en paz! —exclamó con furia Alateia mientras su SPIRIT dirigía puño tras puño contra ese cuerpo usurpado.

Cada hueso se rompía con los impacto dejando salir a esa presencia, por fin estaba teniendo resultado el sello de Larias pues este absorbía eficazmente el alma del demonio primigenio.

Cuando toda la esencia del mal fue retirada, un aura roja cubrió momentáneamente el cielo como si de un destello se tratase y los restos de la bestia que aún quedaban en pie cayeron de inmediato al suelo levantando una capa de polvo.

Ente voló hasta los demás peleadores con sus ropajes sucios y rotos, el cuerpo de Alateia se libró del SPIRIT y ella cayó dormida, Lican se reunió con sus  demás compañeros para asegurarse de que estuvieran bien.

—Bien, tal parece que la Alianza ha vuelto a ganar —dijo Ingrid bastante convencida y aliviada.

—Aún no señorita, en Müller las tropas restantes de nuestros enemigos se mueven rápidamente, una batalla más grande está a punto de librarse  —respondió Charleston serio.

—Entonces perdonen por desaparecer de la batalla pero quería traer refuerzos, y al parecer esta señora también —dijo Arturo junto a la Maestra Blanca acompañados por caballeros y practicantes de la Escuela de la Vida y la Muerte.

—Arturo, podrías acompañarme a mis tierras, supongo yo también debo reunir a mis soldados para la batalla —se sumó Firiant a la conversación.

—Bueno, seguiremos el ejemplo Alateia, ocupamos descansar un poco antes de ir a pelear contra Alcebedo, por ahora nuestro poder está agotado —agregó Ray como si estuviese dando una orden.

—Yo me tengo que retirar, no sé cuando nos llamarán —explicó Charleston mientras cruzaba un portal.

Así, en ese terreno donde había sucedido un gran combate, descansaban. Ray, Lucy, Liu, Ingrid, Avelin, Lican y Alateia recuperaban sus energías para ir a Müller...