Capítulo 2: Aliados de otra galaxia

Sin perder más tiempo, Alix inició el contraataque y los Ga'rack apuntaron sus cañones contra los recién llegado aliados. Yukiko se elevó a los cielos, entonces se formaron lo que parecían ser tornados, pero estos empezaron a tornarse en llamas.

Aquellos remolinos de fuego dieron contra varias naves enemigas, estrellándolas contra el suelo, mientras tanto los refuerzos de la Alianza peleaban contra Faust, para dejar a los demás el encargarse de Vaktagran y los espíritus de los antiguos rivales.

Vaktagran hacía uso de sus Llamas Infernales contra Lucy, Ray usaba las Ráfagas Mentales para despistar al rival en lo que pensaba en una estrategia, mientras que Avelin se batía en duelo contra Felixio y Angélica.

Entonces, un portal se abrió, de él salieron Lican y los que habían ido a reclutarlo.

—Esto es un duelo entre nosotros, primo —espetó el rey con seriedad.

—Que bien, ahora me podré deshacer más rápido de los más poderosos de estas asquerosas Tierras —dijo en contraposición el familiar del semidemonio.

Paraccio se unió a la batalla dibujando un sello sobre el piso, aquel dibujo al parecer estaba debilitando a los espíritus, por lo que Alix ordenó que fueron a rescatarlos del lugar aunque todos estuvieron ocupados con un nuevo frente.

El escape fue aprovechado por Faust, que también huyó. Ahora la batalla era entre Vaktagran contra Lican.

—¡Drako Acto Tres! —exclamó el rey mientras su SPIRIT se hacia presente.

—Con que ahora andamos con trucos, eh —respondió el rival.

Lican cargó una ráfaga de energía, era ta alto el calor del ataque que al impactar contra un auto, este se derritió. Vaktagran entonces propinó una potente descarga eléctrica contra el rey, para después sacar una daga e intentar clavársela.

Arión dándose cuenta de la situación, extendió una de sus manos y de ella salieron varias escamas que se incrustaron en el demonio, para después Avelin tocar una nota que desató un viento, mismo que hizo retroceder a Vaktagran.

Con tal de finalizar el enfrentamiento, Lucy y Ray cargaron un Cañón Mental con su poder al máximo, encontrándose acorralado, Vaktagran declaró retirada, abrió varios portales y junto a él desaparecieron las tropas de Kolasi y el Imperio.

Yukiko descendió para encontrase con la Alianza, al mismo tiempo que se acercaban Haggeff y Kaden.

—Ustedes, ¿Son los de la Alianza Universal? —cuestionaron Yukiko y los otros dos acompañantes.

—Así es señora, ¿Qué quiere de nosotros, y por qué está aquí? —respondió Ray tomando una actitud defensiva.

—Sólo estoy aquí por mero protocolo, tan sólo me limitaré a decir que la Asociación de Galaxias Libres ha venido a ayudar —expresó la mujer para después pasar a traves de una entrada de madera que salió de la nada, a su vez los platillos desaparecieron a toda velocidad dejando una pequeña y breve estela de luz.

Los presentes estaban confundidos. Mientras tanto en Colombia, un sujeto vestido de negro y con máscara de doctor de la peste combatía contra demonios y Ga'rack por igual, pero ahora estaba herido.

Firiant y Alejandro se movían por las calles combatiendo y tratando de evacuar la ciudad ayudando a la policía en ello, al identificarse como agentes de la Alianza obtuvieron una patrulla para poder moverse por la ciudad.

Iban recogiendo la mayo cantidad de gente que pudieran salvar, hasta que se toparon con el hombre cuervo. Herido, el sujeto intentó disparar contra Firiant, pero esta gracias a su Dominio Animal esquivó el ataque.

La mujer dio un fuerte golpe contra el estomago del hombre y este cayó ya sin fuerzas. De repente, un Ga'rack apareció detrás de Firiant, el individuo con la poca energía que le quedaba disparó al soldado.

Cayó desmayado, y Firiant al ver la situación entendió de que lado estaba, entonces procedió a llevárselo para darle atención médica.

En el comunicador se escuchaba la voz de Charleston:

—Señores, detecto señales extrañas en Japón, ¿Alguien que pueda ir a revisar? —dijo el mentalista.

—Supongo iremos Ray y yo... —dijo Lucy hasta que fue interrumpida por su esposo.

—No podré ir Lucy, tengo que tratar un asunto pendiente con el pueblo de Annasei —mencionó el maestro mientras caminaba dando la espalda a la mujer.

—No me dirás que planeas usar ese poder, ¿O sí? —cuestionó Lucy con seriedad y un poco de enojo.

—Es la opción más viable a la amenaza de Vaktagran —contestó con serenidad Ray.

Lican tan solo se encontraba meditando la última frase de Ray...


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top