Capturas:

Debido a la alta taza de mortalidad de los cetáceos en estos centros, la población cautiva es insostenible, por lo que para suministrar animales a estos centros, se siguen llevando a cabo capturas de estos cetáceos salvages. A menudo se alega para evitar decir que han sido capturados de la naturaleza, que son animales "de paso", refiriéndose a que vienen de otro parque.

En la actualidad se capturan cetáceos para comercio internacional en Cuba, Japón y Rusia, paces de Africa y del Pacifico Sur, como China o Indonesia. Aunque historiadamente también se han capturado en Mexico, Republica Dominicana, Islandia, el Mar Negro, las Islas Salomón y Estados Unidos, entre otros.

Solo en 2012 se exportaron de Japón 24 delfines, capturados en Taiji, a China y en 2010 se exportaron 60 belugas capturadas en su estado salvaje de Rusia y China.

Cabe aclarar que en muchos casos, ademas de capturarse los cetáceos para enviarlos a los delfinarios, también se los caza para consumo del hombre, ya sea de forma ilegal como legal.

La imagen que podemos apreciar es un pueblo de Japón llamada Taiji, donde se cazan y capturan por año mas de 23.000 delfines anualmente.

El documental The Cove cuenta como los pescadores de este pueblo acorralan a los delfines utilizando una barreara de sonido creada a travez de unos mástiles que golpean en el agua, al ser tan sensibles al sonido, los delfines terminan huyendo de esta barrera.

Su sensibilidad auditiva se explica a travez de su sentido auditivo y su método de caza mas eficiente: La Ecolocalización, un sistema que les permite saber detalles de lo que hay a 100 metros a la redonda, permitiéndoles saber, con la resonancia de los objetos si estas lastimado, si estas embarazada, si hay algún depredador cerca, cual es tu altura, cuanto nivel de grasa corporal tienes etc.

Esto que debería serles una ventaja, se convierte en un método de tortura.

Al llegar a una zona especifica de la costa, los delfines llegan completamente estrellados por el sonido, lo que les permite a los pescadores atraparlos con una red y dejarlos ahí hasta el día siguiente, para ser seleccionados los ejemplares de nariz de botella por entrenadores de delfinarios de distintas partes del mundo, como China, Europa, Estados Unidos, Mexico etc. para al día siguiente, el resto ser masacrado.

Cada delfin que se vende a los delfinarios cuesta $150.000. El Taiji Whale Museum (museo de ballenas del pueblo) negocia los tratos con la ciudad y los pescadores, compartiendo las ganancias, siendo respaldado por el gobierno japonés.

Este es solo un ejemplo de captura, pero en otros casos, comen la caza de orcas y belugas se pueden llegar a utilizar lanchas y bombas para asustar a las manadas y así capturarlos.

Esto se explica en otro documental titulado Blackfish, donde se cuenta, de forma breve, como para capturar a la orca "protagonista", Tilikum, se tuvieron que usar lanchas desde las que se tiraban bombas al agua, y una avioneta. En este documental se muestra la inteligencia y la fuerza de los sentimientos manejados por estos animales, ademas de la capacidad de reconocimiento situaciones pasadas y desarrollo de soluciones para estas. Esto se ve reflejado al la manda dividirse en dos grupos para confundir a los captores nadando en diferentes sentidos.

Lastimosamente la estrategia no tiene efecto debido al uso de una avioneta que detecta la posición de las orcas hembras con sus crías, (grupo que buscaba) por lo que las lanchas cambiaron de rumbo y tiraron redes alrededor del grupo de orcas, capturando a las crías de estas.

Es en este punto cuando se presenta una gran diferencia con escaso anterior, puesto que al resto del grupo se lo deja libre, pero este permanece viendo como se llevan a las crías.

Prueba del fuerte estrés al que se somete a los animales durante las capturas es que de 4 crías 3 luego de unos minutos, habían fallecido.

Cría en Cautiverio:

Se sabe que los delfines son capaces de realizar el acto sexual por puro placer, no solo con un fin reproductivo, pero en el caso de la reproducción, el macho no permanece con la hembra, pero esta recibe ayuda de otras delfines hembras durante todo el proceso de gestación hasta el parto, a estas hembras se las conoce como parteras.

El periodo promedio de gestación de una cría es de 12 meces, midiendo cerca de 1 metro y pesando entre 10kg y 15kg, siendo la cría alimentada en lactancia entre 12 y 18 meces y permaneciendo junto a su madre hasta los 6 años.

Esto no es lo mismo en cautiverio puesto que en estos centros se utilizan métodos de inseminación artificial, obteniendo la esperma de un macho seleccionado por el mismo parque o de otros mediante la estimulación manual. Es así como la esperma de los animales es congelada y es vendida a otros parques.

A la hora de realizar este proceso, es posible que se aplique la esperma dentro del agua o fuera de esta, si es así, se la mantiene fuera del agua entre 20 y 30 minutos, sin aplicarle anestesia o casi no aplicarle anestesia.

Claro es decir que en los casos donde se realiza la inseminación artificial, previo a esto, la esperma es modificada para que el sexo de la cría sea del femenino, mientras que en la naturales claramente no se selecciona.

En el caso de las orcas, se desarrollan ambos sexos entre los 12 y 14 años.

En la naturaleza, las hembras empezarían a dar a luz en este momento, espaciando los partos a aproximadamente cada 5 años. Pero para mantener el negocio, los delfinarios fuerzan a los animales a criar demasiado pronto y demasiado a menudo. Kohana, una orca de Loro Parque, por ejemplo, parió a Adán con 8 años y a Vicky con 10. Kohana rechazó a ambas crías, que tuvieron que ser criadas por sus cuidadores. La cría prematura puede conllevar problemas físicos que reducen la expectativa de vida. Vicky murió con 10 meses de edad.

Es frecuente que las madres jóvenes rechacen a las crías ya que sin una figura matriarcal ni otros miembros de su manada, no aprenden cómo cuidar de ellas. También se dan en estos centros muchos casos de abortos espontáneos.

La endogamia -que no se daría en la naturaleza- también es habitual en los delfinarios. Al fin y al cabo, la cantidad de individuos a utilizar es limitada así que hay varios casos de animales que han criado con otros miembros familiares con los que comparten genética. La endogamia reduce la variedad genética, anulando cualquier valor de los supuestos programas de conservación, que deberían abogar por mantener variabilidad en la naturaleza. Además, se perpetúan defectos genéticos que conllevan graves enfermedades para los animales.

En muchas ocasiones las hembras preñadas son forzadas a actuar hasta el final de su estado de gestación. Hay casos en que los animales han dado a luz mientras realizaban los espectáculos como es el caso de la orca Kandu que parió a Orkid en pleno show. Esto debió ser estresante y peligroso tanto para la madre como para la cría.

Una de las soluciones que practican los delfinarios, para poder obtener nuevos individuos evitando las capturas y reduciendo la depresión endogámica, es el traslado de individuos. Según el interés del momento, si un centro necesita un macho donante de esperma, una posibilidad es que otro centro le ceda temporal o definitivamente a uno de sus animales; o que se intercambien. Además de que el simple acto pone en evidencia que cada cetáceo en cautividad se considera un mero producto; los traslados de estos seres tan sociables suponen verdaderas tragedias para ellos. Si se han acostumbrado ya a convivir con los mismos individuos, el traslado de uno de ellos supone la desestructuración de todo el grupo y, en algunos casos, da lugar a fuertes depresiones y cambios de comportamiento tanto en los animales que se quedan como en los que se van. Para mayor inconveniencia de los que se van a un nuevo lugar, tienen que ser trasladados, en ocasiones, a grandes distancias en pequeños e incómodos tanques.