No pudo dormir bien.

Ya es de mañana. Jungkook se encuentra acostado en medio del colchón, cuidando que sus cuernos no choquen con la cabecera de la cama.

Estuvo en llamada con su madre durante dos horas, colocando como excusa los nervios que sintió en su primer día de universidad.

Haberse encontrado con un alfa depredador de alta categoría, definitivamente sacudió a su omega.

Tanteó su mano sobre velador a su lado en busca de su celular. Quitó las sábanas de su cuerpo y observa con dificultad la brillante pantalla de su celular, estirando su cuerpo sobre el colchón.

Se levantó de mala gana y entró al incómodo baño para ducharse. El techo es más bajo de lo normal, tiene que encorvar su espalda para que sus cuernos no choquen. Tan incómodo.

Su calidad de vida se vio perjudicada por los estudios. Gracias a su madre y a un trabajo de medio tiempo, logró comprar el departamento. Aún así hay varias fallas. Hay veces en las que el agua caliente no funciona, no hay calefacción y las ventanas tienen los bordes entre abiertos. Sabe que el invierno será la peor época del año para él, pero, fue lo que pudo conseguir con sus pocos ahorros.

Después de haberse aseado y vestido, decidió tomar esta vez dos pastillas para disminuir su aroma.

Salió de su departamento y caminó apresurado hacia el establecimiento, sus orejitas sacudiéndose en el trayecto.

Cuando por fin llegó a la universidad, se sintió cohibido por las miradas que recibió, esta vez fueron más que el día de ayer. Pero...hay algo diferente en sus miradas. Ahora son de miedo y asombro total.

Nadie se le acercó.

No escuchó burlas, insultos ni mucho menos insultos.

Sin embargo, quedó paralizado al ver al grupo de alfas de ayer.

Carajo, carajo, se ven tan mal. Golpeados y desorientados; los alfas tienen marcas de moretones alrededor de sus brazos y rostro. Uno de ellos con mucha suerte caminaba.

— Cervatillo...lo sentimos mucho. —Exclamó uno de ellos, casi arrodillándose frente al omega. Todos los demás veían con extrema confusión la actitud de los alfas más codiciosos de la universidad. Débiles y sumisos ante un simple omega.

— Por favor perdónanos. —Pide otro con una expresión demacrada y un moretón bajo su ojo izquierdo.

Jungkook no supo qué hacer. Los observó unos cuantos segundos más para luego caminar rápido hacia su salón, ignorando olímpicamente a los alfas. Sus manos comenzaron a sudar, sin entender el por qué se disculpan.

Justo en la entrada de su salón correspondiente, chocó con un fornido y duro pecho. Lentamente fue alzando la cabeza, encontrándose con quien ha estado pensando últimamente, el alfa zorro.

— ¿Se disculparon contigo? —El cervatillo asintió lentamente con la cabeza, todavía perdido en los luceros del joven alfa.— ¿Fuiste a casa como lo ordené? — Jungkook alzó la cabeza, viendo al alfa sonreír. Oh, una hermosa sonrisa mostrando sus caninos y dientes delanteros, haciendo centellear aún más el piercing en su labio inferior. Los híbridos zorros tienen una sonrisa tan atractiva y divertida.

Y se perdió en sus ojos dorados con un resplandor áureo, que dan a relucir un brillo tan único.

— Sí.

— Buen chico.

El dulce cervatillo tembló al escuchar su voz gruesa e inevitablemente soltó una pequeña cantidad de feromonas. Fue ese mismo alfa quien lo defendió el día de ayer y lo que más desea es agradecerle, pero las palabras...quedan atascadas en su garganta. No puede articular palabra alguna.

El gran alfa avanzó hasta su respectivo puesto, dejando al omega con un lío mental.

Todavía desconcertado por lo ocurrido anteriormente, el cervatillo camina con mucha más tranquilidad hasta su puesto al final del salón y se sentó, extrañándose más por lo que ve.

El alfa zorro se sentó justo detrás suya.

Intentó encorvar su espalda en un vago amago de ocultar sus astas, claro que fue imposible. Realmente no quiere tapar la vista del alfa y pedirle que salga no es una opción para él.

La clase comenzó con normalidad. Hubo una ola de feromonas de la mayoría de omegas presentes, puede que sea por la presencia del alfa zorro.

Puede sentir su profunda mirada contra su espalda y una cálida respiración contra su nuca, haciéndolo estremecer y provocando que sus manos se muevan contra su cuaderno.

Se atrevió a girar lentamente la cabeza, mirando al pelirrojo por sobre el hombro con disimulo. Está tan cerca de su espalda. Y cuando vio la expresión del alfa, parece estar extasiado mirando sus cuernos, como si fuesen...bonitos.

Movió la cabeza en forma de negación y regresó su mirada al escritorio. Claro que no, ¿quién podría encontrar sus cuernos si quiera normales? Y más un alfa como él.

El profesor entró con varios papeles en sus manos. La clase comenzó tranquila con un repaso de la clase anterior y ahora está incluyendo nuevos procedimientos para calcular. Jungkook está feliz al comprender la materia. Es lo único en lo que es bueno, los cálculos siempre fueron sencillos para él.

— Antes de que sea el descanso, les daré una información importante. Este año habrá otra obra de teatro, como dicta la tradición de nuestra universidad. Empezará en dos meses, la temática se va a definir la próxima semana. La obra es puramente para que puedan distraerse y desarrollar la personalidad. —Los estudiantes no se vieron animados, a lo que el profesor continuó.— La obra requiere de ensayos y...perderán clases gracias a ello. —Finaliza el hombre, rodando los ojos al escuchar los gritos de alegría de los híbridos. Agarra unos papeles de su escritorio y fue caminando por las filas, repartiendo las hojas.— Ahora les haré entrega de los talleres artísticos y deportivos. Pueden elegir uno o más, de todas maneras...no es obligatorio.

Jungkook leyó los talleres una y otra vez, sus ojitos brillando al leer varios talleres de su gusto.

Y los malos pensamientos volvían a atormentar su cabecita. ¿Será bienvenido en aquel taller? Ante aquella pregunta, dejó el papel sobre su escritorio y soltó un pequeño suspiro, mirando a los demás híbridos de su salón. Todos parecían pertenecen a un grupo, menos él.

Soltó un suave suspiro, apoyando el mentón sobre la palma de su mano. Será una larga clase.

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Una vez que el profesor inició la clase, el bullicio no se hizo esperar. Simplemente los alumnos del campus no respetan a quienes son de bajo rango, mucho menos a un aburrido profesor.

— Hey, Kim.— Llamó un híbrido serpiente cerca del puesto de su mejor amigo. Bufó al no tener respuesta y zarandeó uno de sus brazos. El zorro está hipnotizado mirando al joven frente a él.— Vaya...entonces los rumores son verdaderos. Estás embelesado con ese omega.

— Lo estoy.

— ¿Cómo puedo saber que no estás mintiendo? Tu naturaleza es ser un mentiroso, ya me has engañado muchas veces. — Kim lo miró con seriedad, sin embargo, no emitió palabra alguna.

El profesor interrumpió su conversación, dando un aviso a sus alumnos sobre una actividad en parejas, cosa que alertó a varios.

Lejos de sentirse alterado, el alfa se sintió emocionado. El primer trabajo en parejas, claro que aquella será su oportunidad de acercarse más al cervatillo.

— Jamás te había visto así, mucho menos por...un omega. —Se burló el alfa serpiente a su lado, mirando al cervatillo con cautela. — Luego me contarás todo.— Siseó con su lengua bífida, detestando la actitud distraída y enamoradiza del alfa.— Dime, ¿qué piensas hacer? Parece ser muy...asustadizo. No creo que acepte ser tu pareja para el trabajo, a menos que lo amenaces. —Dijo con obviedad, observando que Kim parece estar amando la idea de trabajar con el omega.

— Ni me preocupo. Soborné al profesor.—Dijo con una gran y altanera sonrisa, llevando las manos tras su nuca en una posición relajada.

El profesor comenzó a decir una por una las parejas escogidas previamente para la actividad. Sin embargo llegó un momento en el que sus miradas conectaron. El profesor sonrió con aires de superioridad, confundiendo a Kim.

— Kim Dahyun y Kim Taehyung.

Taehyung abrió los labios indignado, apoyando los puños sobre la mesa, su mandíbula marcándose por la presión hecha. A su lado Hyunjin estalló en carcajadas.

— ¿No habías sobornado al profesor?

— Carajo.