♥ Vigésimo noveno acto: última Fruta ♥

Naoko estaba frustrada, desde el frasco era como si Shouto evitara cualquier posible contacto con su persona. Estaba insegura, no sabía si fue algo intensa o qué había ocurrido, pero estaba nerviosa.

Muy.

Nerviosa.

Monoma acarició el cabello de su adorada amiga, brindándole apoyo moral y atención. Ella realmente lo necesitaba en ese momento. Luego de una sesión de mimos fue al salón de la clase 1-A. Agatha se acercó a ella, le extrañó bastante luego de no haber tenido contacto alguno durante días, era como si la estuviese evitando.

—Fue al baño hace un rato con Midoriya-san y Iida-san, deja las cerezas ahí si quieres o, puedes esperarlo —entrecerró los ojos.

—¿Qué mierda te picó? —Agatha negó con las manos y cabeza.

—¡Nada! —exclamó—, quiero hablar contigo, es solo... —rascó su mejilla—. Lo siento, no debí molestarte, ni nada, si estas aquí es porque quieres ser una heroína, y hablé con mis padres, bueno... me contaron cosas que no sabía... lo siento. —Naoko suspiró pasando su mano por su rojizo cabello.

—Me juzgaste sin siquiera conocerme —escupió molesta.

—Lo siento.

—Pero... esta bien, si te disculpas no puedo ignorarte, me harás sentir miserable y no. Solo no vuelvas a hacer estupideces o te romperé el culo a golpes, perra.

—Gracias... —murmuró cabizbaja. Cuando ella se marchó, Shouto pasó por el costado de Naoko.

—Todoroki —llamó, este volteó para verla.

—¿Qué? —Ella apretó los labios, conteniendo sus ganas de insultarlo hasta la muerte.

—Eres un inepto. 

—Tú una cereza amargada —dijo alzando una ceja. Quizás Naoko se lo hubiera tomado con humor y hubiera explotado como solía hacerlo, pero ahora no podía, él había estado evitándola por un par de días y odiaba sentirse ignorada.

—A la mierda contigo —tiró sus cerezas en la cara del contrario—. Última fruta que te doy —dijo y fue a su salón con Monoma.

Todoroki sonrió viendo las cerezas, le gustaban las cerezas que Naoko cosechaba.

—Bastardo mitad-mitad. —El bicolor miró al rubio cenizo. Creyó que buscaría pelea o algo por el estilo.

Se sorprendió demasiado al escuchar su propuesta, se lo hubiera esperado de cualquiera menos de él.

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