Pov. _____.

Tras avisar a mi madre de lo ocurrido y del lugar en el que me encontraba, decidí irme directo a dormir, no sin antes dar un vistazo al chico pelinegro.

Pasaron las horas y pronto amaneció, dormí en lo que al parecer es como la oficina de Jaz, en una muy cómoda silla reclinable.

Lo primero que hice fue darle un vistazo al joven pelinegro que durante el día de hoy y parte de mañana sería mi paciente.

Todo parecía estar en orden, volví a la oficina de mi mejor amiga y saqué su laptop, cinta, marcadores, hojas, periodícos y todo cosa que pudiese servirme.

Con todo aquello volví al cuarto del chico.

Extendí todo en el piso de la habitación y me senté en el centro de tal desorden.

Abrí la laptop y la encendí, en poco tiempo ya estaba en internet investigando casos de chicos desaparecidos o "muertos" de San Fransokyo.

Todo dato importante lo escribía en notas y lo ponía aparte.

Mientras las cosas en el internet cargaban, revisaba los periodícos para encontrar más respecto al tema.

En varias horas ya me encontraba casi sepultada en una pila de hojas, lapicez y papeles cualquiera.

Decidí tomarme un pequeño respiro, por lo que me puse de pie y tome asiento en la silla junto a él.

Me quedé mirandolé por largos minutos, mirando como su pecho subía y bajaba por su tranquila respiración.

Con mi mano delinée las marcas de las que algunas vez fueron quemaduras muy graves.

Me pregunto, ¿En que se habrá visto involucrado este chico para resultar de tal manera? ¿Cómo estará su familia? Seguro será como dice Hiro...probablemente ya le dieron por muerto.

Me acerqué un poco más a él, por lo que recorrí un poco mi silla.

Apoye mi codos sobre la camilla y dejé mi cabeza descansar sobre mis palmas, me quedé observándole.

¿Qué hará Jaz todo el día en este sitio?

Pronto me encontré picando levemente la mejilla de mi "paciente" con la esperanza de que abriése los ojos...eso no sucedió.

Si me preguntasen si él me parece apuesto, no lo negaría, es realmente lindo, en lugar de parecer de todo un adulto...me parece tierno.

De extraña manera...me recuerda a alguien...pero no sé a quién.

(...)

Tras hacer varias cosas sin sentido, como rodar en la silla con ruedas de un lado para otro, recorrer los pasillos del piso en el que me encuentro, desayunar, comer, bla, bla, bla...

También estuvé pendiente de cualquier cosa con respecto a mi paciente, me senté a su lado, con una libreta en la mano, observado el monitor en vano, pues nada que mostrara mejoría había pasado.

Se podría decir que desperdicie tres horas de mi vida observando una máquina sin ningún objetivo.

Cansada y aburrida por completo, me senté en el piso, recargada en la pared donde se encontraba la ventana.

Encontré un libro en el escritorio de Jazmin.

A orillas del río Piedra me senté y lloré.

Dado a que no tenía nada más que hacer, decidí leerlo.

Las horas comenzaron a transcurrir mientras leía el libro y me ponía de pie para revisar a mi buen amigo pelinegro que yacía en la camilla.

En ocasiones me pusé de pie para dar pequeños saltos y alejar el sueño de mí.

Pronto se hicieron las diez de la noche.

Hacía apenas diez minutos había bajado al primer piso para poder servirme una taza de café, seguiría con mi búsqueda de información, no me daría por vencida.

Estaba por sentarme de nuevo junto a la pila de papeles y demás, pero algo vibrante me detuvo.

Llevé mi mano hasta el bolsillo de mi pantalón y saqué mi móvil, Jazmin me llamaba.

_____: ¿Si? ¿Qué se te ofrece? - cuestioné al instante mientras sorbía un poco de café de la taza que llevaba en mano.

Jaz: Bueno, llamaba para saber como se encuentra tu "paciente" - respondió de inmediato.

_____: Mi "paciente" se encuentra muy bien, no ha habido señal de nada, ni de mejoría o de empeoramiento, todo parece estar en orden.

Jaz: ¡Qué bien! Temía que algo malo sucediése mientras me encontraba fuera.

_____: No tienes nada de que preocuparte, lo estoy cuidando yo, una de las personas más responsables que conoces...

Jaz: Una persona responsable no se enferma por dejar que la lluvía le mojé, una persona responsable cuida su salud y lleva paraguas cuando sabe que va a llover - una imagen de mí estornudando llegó a mi mente.

_____: De acuerdo, no puedo argumentar nada ante esa lógica - suspiré - ¿Cómo esta tu madre?

Jaz: ¡Muy bien! Le han puesto un yeso en la pierna.

_____: ¿Qué tiene eso de bueno? - cuestioné confundida.

Jaz: ¡Pudé escribir "ANDY" en la planta de su pie! - no pudé evitar reír un poco por sus palabras.

_____: Y se supone que eres cuatro años mayor que yo - rodée los ojos.

Jaz: Como sea, ¿Qué has hecho para pasar el rato? Es un tanto aburrido estar en el hospital si no tienes nada que hacer.

_____: Pues he pasado mi tiempo tratando de averiguar el nombre de la persona que estoy cuidando, tengo una pila de papeles en su habitación, en mi mano sostengo la cuarta taza de café que consumo en el día y voy por la mitad del libro ese que estaba en tu escritorio.

Jaz: Vaya interesante día has tenido - comentó - En serio te lo agradezco, te lo pagaré de alguna manera.

_____: Claro que lo harás - dije de inmediato - Bueno, te dejo, debo continuar con mi furtiva investigación.

Jaz: Que tengas suerte, cualquier cosas, no dudes en llamarme...- y con eso la llamada se colgó.

Miré unos segundos el aparato en mi mano, me encogí de hombros y lo lazé a la pila de papeles antes mencionada, al fin y al cabo no se haría nada.

Tomé la laptop y me senté en la silla junto al chico, doblé mis piernas y comenzé a investigar distintos artículos mientras bebía de mi taza de café.

Puede que...tenga un pequeño problema con el café...

Me encogí de hombros ante mi pensamiento y seguí leyendo diferentes noticias.

Poco a poco sentía mis parpádos pesados y comenzaba a quedarme dormida, pero de pronto despertaba de repente.

Terminé lo que me quedaba de café de un solo trago.
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Me desperté de repente, tuvé que sujetar la laptop, de lo contrario caería al suelo.

Me había quedado dormida sin siquiera poder prevenirlo.

Miré al pelinegro, parecía estar pensando algo.

Bostezé con cansancio y tallé uno de mis ojos.

Regresé mi vista a la pantalla del ordenador.

12:00 a.m, ya es algo tarde, ya debería irme a...

Un...Mo-men-to...

Regresé mi vista hacia la camilla del chico solo para comprobar que mis ojos no me habían fallado.

_____: ¡Estás despierto!