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― ¡Picky! ― Gritaron tu nombre y volteaste, era Ness, estaba cerca de ti, pero por una cerca no podía acercarse más.

― ¿Si? ― Respondiste mientras jugabas en el patio, estabas en el suelo buscando pequeñas flores congeladas por el frío desgarrador. 

― Gracias. ― Dijo Ness. No sabías de que hablaba, pero podías sentir su energía.

― ¿Porqué? ― Preguntaste simplemente mientras hacías tu búsqueda.

― Por ser increíble con mi hermana. ― Dijo sin más el azabache. Volteaste a verlo a la cara.

El continuo. ― Has hecho más de lo que crees por ella. De verdad te lo agradezco. ― Dijo con una sonrisa sincera. ― No se que podría hacer si Tracy no tuviera un amigo como tu ahora mismo... ― Dijo mirando al cielo.

Abriste la boca para hablar, pero guardaste silencio, ¿Qué habías hecho por ella? ― Es la niña más feliz de la tierra cuando esta contigo... Vuelve a casa contando sus aventuras y sus pensamientos de ti, cuando casi no hablaba conmigo. Escargo Express nunca había sido tan productivo con ella haciendo todo lo posible para darte regalos con el dinero de su propio bolsillo, eres realmente su único, y gran mejor amigo.

Sonreíste también, no sabías que habías hecho tantas cosas por Tracy solo dándole todo el amor y atención que se merecía. ―De nada señor Ness.

― ¿Quisieras pasarte por nuestra casa? Mañana será Navidad, es mejor que te prepares para una tarde y noche solo con Trace.

― ¿Eh? ― Te quedaste confundido.

― Lo ha planeado todo. Tendrán una pijamada en casa y renunciara a la cena familiar algo temprano... ― Dijo riendo.

― V-Vaya yo... Dile las gracias, pero no puedo ir ahora, debo seguir limpiando el patio... ― Mentiste, ¿En serio Tracy hizo eso por ti?

― Bien, hasta luego Picky, felices fiestas. ― Dijo Ness retirándose.

― Adiós...

Te sentías extrañamente cautivado por pasar más tiempo con Tracy de lo normal, no podías esperar a que fuera mañana...

Pero antes, debías encontrar esas flores escondidas en la incertidumbre del extenso terreno de copos de nieve.

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