LA BATALLA DE LUGDUNUM PARTE I


         En la llanura a unos kilómetros de distancia de la ciudad , era el lugar decidido por el emperador Clodio , para librar la batalla contra el ejercito de Severo .
         El centurión Balbino observa como sus legionarios cavan con sus dolabras en el suelo . Salvo que está vez no están haciendo un foso para defender el campamento de marcha , sino un foso que se extiende por toda la línea . Otra centuria que está a unos metros detrás de la suya , construye una trinchera oculta .
         Según la disposición de las legiones , este foso profundo se cava delante y frente al ala derecha del ejercito del Emperador Clodio Albino .

         - Cavad bien ondo . Aseguraos de que las paredes del foso sean rectas . Qué nadie pueda salir de él , sin ayuda de una escalera - les dice Balbino .

          Dichas estás palabras , Balbino mira más allá . Por donde se espera que lleguen las legiones enemigas al mando de Severo .
          Según el último informe , el enemigo se encontraba a un día de marcha . Ante su cercanía y para evitar que sus patrullas de caballería pudieran observar e informar sobre los preparativos que se realizan en el campo de batalla , el emperador Clodio había enviado turnas de jinetes al mando de decuriones .
     ( Tal vez en estos instantes nuestros jinetes estén luchando  contra los jinetes de Severo . Espero que hagan un buen trabajo y los alejen  . O todo este trabajo no servirá de nada )  piensa Balbino .

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         Desde que se había alistado como legionario , Pulcro había visto cuan diferente era de la vida civil . A uno le daban órdenes y tenía que obedecer al instante , sin hacer preguntas .
         Al principio no comprendía por qué hacia la mayoría de las cosas que le mandaban hacer . Hasta que poco a poco , termino por entender que toda orden tiene un motivo .
          ( Está debe ser una de esas órdenes . No es un foso al uso que sirva de protección a un campamento. Debe de haber un buen motivo para que hagamos este foso . Tal vez para impedir una caráaq) deduce Pulcro al mismo tiempo que golpea el suelo con el pico de la dolarba , y luego retira la tierra con la ayuda de su azada .
         Llena el cesto de tierra y piedras que se encuentra . Este cesto es subido por otro legionario , con ayuda de una cuerda .
        Para hacer más cómoda la labor de excavar , los legionarios se habían quitado la malla de anillas de hierro . Aún con ello las gotas de sudor caen de la frente de Pulcro, por el esfuerzo .
        
         - Aquí vienen los pellejos de agua - anuncia el centurión Balbino .

          - Estaría bien con un poco de vino - dice Pulcro .

         - Alguna vez has visto a un grupo de borrachos cavar recto ? El agua está bien - le dice el optio Juliano .

         Pasado un tiempo , el centurión mira y observa que el foso es bastante profundo . Asiente satisfecho .

         - Bajad las escaleras - ordena a los legionarios que subían los cestos de tierra , y bajaban el agua .

          - Subid ! - les ordena a los legionarios del foso .

         - Por fin hemos terminado ! - exclama aliviado Pulcro , mientras sube por la escalera de madera .

         - De eso nada muchacho ! Aún queda ir al bosque para traer ramas y yerba - le dice el centurión Balbino con una sonrisa traviesa .

         Pulcro mira a su centurión sin entender . Mira a sus compañeros y ve que estos también están sorprendidos.
          El joven Lucio se encoge de hombros .
        
          
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         Durante la noche , en la tienda de campaña , Pulcro se despierta con sed, así que se incorpora para beber del pellejo . Ve al joven Lucio que está en la entrada mirando con aire soñador las estrellas .

        - Deberías dormir - le dice Pulcro en susurros para no despertar al resto.
 
        - No puedo . Me avergüenza decirlo pero ..... - empieza a decir Lucio .

          - Tienes miedo . Cómo todos . Pero eso no va a impedir lo que ocurra mañana - le dice Pulcro .

        - Es aceptación del destino o indiferencia lo que hay tras tus palabras ? - le pregunta Lucio .

        - No se cual es mi destino y ni me lo he preguntado . Solo se una cosa . Mañana voy a hacer todo lo posible por seguir con vida . Otra cosa es que no lo logré . Si es así , bueno ! Al menos habré hecho lo que estaba en mi mano por evitarlo . Ahora vete a dormir o te dejo inconsciente - le dice Pulcro .

          Al oír estas palabras el joven Lucio sonríe y se acuesta .

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         El día había amanecido con un cielo cubierto de nubes . Frente a la centuria de Balbino se podía ver el ala izquierda de las legiones de Severo .
      
        - Joder ! Son muchos ! - exclama Lucio .

         Efectivamente el número de legionarios que había reunido Severo,  eran más que los legionarios de Clodio Albino . Por todo lo largo del campo de batalla se observa el número de cohortes y de águilas reunidas .
         Había legionarios de hasta trece legiones . Venidas de la frontera de Dacia , Siria , Panonia , Italia y los legionarios supervivientes del Rhin .
        Séptimio Severo había reunido un poderoso y avezado ejercito para acabar con Clodio Albino .
         En otras ocasiones Balbino se había enfrentado en batalla campal a enemigos que les superaban de forma amplia en número , aunque estos eran bárbaros carecían de la disciplina y las tácticas romanas .
        Pero este no era el caso . Frente a él y su centuria había legionarios que habían sido entrenados y tenían disciplina . Sintió miedo y tuvo un mal presentimiento . Aún así , seguía siendo un centurión . La espina dorsal del ejercito romano . Alguien que se había ganado el puesto por méritos propios , y por tanto confiable en que en los peores momentos , daría la talla y mostraría la virtud romana .
         Por eso se obliga a darse la vuelta y sonreír a los legionarios bajo su mando . Podía ver en sus rostros el mismo miedo y preocupación que sentía . Varios mostraban signos de nerviosismo .

     - Confiad en vuestro entrenamiento y en las trampas y no desfallezcais -  les anima Balbino .

          Los sonidos de las tubas y los cuernos enemigos resonaron en el campo de batalla .Volviendo la mirada hacia el enemigo , Balbino ve como las legiones de Severo avanzan a lo largo y ancho del campo de batalla .
          En ese instante , los auxiliares y los jinetes de su bando se acercan  hasta el limite de los fosos ocultos .
        Estos comienzan a arrojar sus  jabalinas contra los legionarios de Severo . Los legionarios enemigos a su vez se cubren con los escudos , y después lanzan sus jabalinas .

        - Ahora los nuestros fingiran huir y nosotros retrocederemos unos metros , para asi atraer al enemigo a los fosos ocultos . Cuando caigan , será nuestro turno de avanzar - les explica Balbino a los suyos en voz alta para que le oigan , pero a no gritos , para que no le escuche el enemigo .

         Era obligado dar explicaciones , para evitar que al ver a los auxiliares salir corriendo, cundiera el pánico y también salieran huyendo .
          Momentos después los auxiliares y jinetes retroceden fingiendo estar atemorizados , cuando las centurias enemigas se les acercan . Estos pasan entre  las cohortes romanas de Clodio, mientras sus centuriones , decuriones y optios les gritan que se detengan y luchen .
          Pero los auxiliares y los jinetes que habían recibido instrucciones previamente , fingen no hacerles caso . En ese instante , el centurión Balbino hace una señal , y la centuria retrocede unos metros .
         Al ver huir  a los auxiliares y jinetes ,  y ver dudar a los legionarios de Clodio Albino , los legionarios enemigos se envalentonan más aún , lanzando vítores y burlas . Avanzan .
Y es entonces , cuando los legionarios enemigos de las primeras filas al pisar las ramas y hojas que ocultan los fosos caen al hoyo .
        Primero se escuchan los gritos de dolor  de los legionarios y auxiliares que caen a los fosos ocultos . Casi al mismo tiempo , se escuchan gritos de pánico .
         Más legionarios caen siendo empujados por sus compañeros de las filas de atrás , que no han visto el peligro que hay en el suelo .
        Las centurias enemigas pierden su coexión y todo se vuelve caótico .

        - Adelante ! Ya son nuestros ! - ordena el centurión Balbino .

        La centuria de Balbino avanza a la carrera hacia el extremo de los fosos excavados ,  junto con las demás centurias de la primera cohorte en orden .
        
          - Ahora sí que me alegro de haber estado horas cavando - oye decir a Pulcro .

        No tiene que girarse para saber que el legionario tiene una sonrisa de depredador en sus labios .

         - Lanzad pilum y flechas ! - ordena Balbino , señalando con la punta de su espada al enemigo .

         Los pilum y las flechas pasan por encima de su cabeza y caen en forma de parábola , como una lluvia mortal sobre los legionarios enemigos . Más gritos está vez de dolor se oyen , en el momento en que las letales puntas de las jabalinas se clavan en cuerpos ,  junto con las órdenes desesperadas de los oficiales romanos enemigos .
        Algunos legionarios enemigos arrojan sus pilum . Pero son pocos en comparación con los pilum que les arroja las cohortes britanas del emperador Clodio Albino .
         Uno de los pilum enemigos es desviado por Balbino , con un golpe de su espada .

         - Seguid así ! - ordena a gritos Balbino .

         Desde donde está , mientras se cubre con el escudo ovalado de los proyectiles , el centurión Balbino ve los cuerpos caídos en el foso . Algunos de ellos aún con vida , retorciéndose de dolor , por los huesos rotos , o aplastados por la caída encima , de sus compañeros .

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         En el centro no había fosos ocultos . Solo cohortes de la legión Gemina hispana luchando contra las cohortes enemigas del centro del emperador Severo .
          En uno de los momentos de respiro , el centurión Flavio tira al suelo su escudo atravesado por dos jabalinas , y recoge un nuevo escudo traido desde la retaguardia .
        Antes del choque en el centro , los legionarios de ambos ejércitos se habían arrojado los pilum y flechas , con el objetivo de mermar la fuerza y cohesión del oponente .
         Aún con ello , la lucha por el centro estaba siendo reñida . Al lado del centurión Flavio , está un hombre robusto , un hispano llamado Borea .
          A este le habían dado el nombre del mítico gladiador hispano , que obtuvo fama en la arena de los anfiteatros , en los tiempos de los  emperadores Claudio y Nerón .
          No había vivido en aquellos tiempos , pero Flavio ve como el tal Borea lucha usando la espada y el escudo con una maestría que daba gloria verlo .
         Golpea con la espada el escudo del oponente , tanteandole . Entonces y con un rapido movimiento de pies , golpea con el escudo al escudo del legionario enemigo apartándolo , para de inmediato clavarle la punta de la espada en el cuello o en el ojo .
         Otras veces , usa el filo de la espada para cortar brazos , hombros  o cuellos con rápidos tajos .
         Con rapidez Flavio bloquea una estocada con su escudo , para de inmediato desviar la espada enemiga con el filo de la suya . Con un giro de muñeca y avanzando , lanza un tajo con la espada que hiere en el hombro al legionario enemigo , para con otro giro de muñeca clavarle la punta en el estómago , atravesando la cota de malla . El legionario enemigo cae de rodillas con un gemido .
        Ve como un legionario de su fila retrocede , al haber sido herido . Otros dos legionarios yacen en el suelo , inmóviles . Seguramente muertos o agonizando .

        - Cambio ! - ordena el centurión Flavio aprovechando que las filas enemigas se mueven para realizar a su vez el relevo de combatientes .

         Retrocediendo entre las ordenadas filas , el centurión Flavio deja que los legionarios de la segunda fila se coloquen en la primera fila . Siendo estos ahora , los que llevarán el peso del combate por unos minutos hasta volver a ser relevados por sus compañeros de la siguiente fila , si sobreviven .
         De momento el centro estaba aguantando . ( Cómo le irá a Balbino y sus chicos ? ) se pregunta Flavio .

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         Un mensajero llega galopando desde el ala izquierda . Venía con el rostro desencajado por la ansiedad .

         - Imperator ! La izquierda se bate en retirada ! No hemos podido frenar el avance de las legiones de Severo - le informa a Clodio Albino .

         - Avisa rápido a la caballería ! - ordena a uno de sus tribunos .

        El joven tribuno del pueblo azuza a su caballo y lo pone al galope . En ese momento el emperador Clodio Albino se da cuenta de que corre peligro de perder la batalla .
         Aunque el centro aguanta bien el ataque  por lo que él puede apreciar ,  y las defensas camufladas en su ala derecha han funcionado hasta el punto de causar muchas bajas a las legiones de Severo en esa zona ,  por las noticias que le llegan , la derrota de su ala izquierda le pone en una situación desventajosa .
        Basta con solo que las legiones de Séptimio Severo giren para atacar la retaguardia de la legión Gemina , y solo le quedarán las dos legiones del lado derecho . Escasa fuerza para vencer .

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