MI STRIPPERS
Nota de autor: Para cerrar con la etapa de Censurado, les dejo "Mi Strippers" que fue mi primer relato erótico publicado en esta app. Censurado Vol. 1 fue eliminado, pero aquí se los vuelvo a subir, ya que fue uno de los más leídos con más de 700K vistitas. Espero que lo disfruten.
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Otra larga jornada laboral que terminaba, pero esta vez la cerraríamos en aquel bar que quedaba cerca de mi lugar de trabajo, Acompañadas de mis compañeras nos dirigimos al show de strippers que se presentaría en aquel centro nocturno. Llegó el momento para dar comienzo al show, el calor, las copas y el ambiente se fue tornando muy hot, el local estaba de aniversario y los dueños hicieron un concurso para un privado de 40 min con el stripper de su gusto, todas las presentes compraron el boleto con la esperanza de ser la ganadora... pero como no querer serlo si lo que se mostraba era muy atractivo.
Compré el boleto solo por morbo, sin pretensiones de que un par de horas después escuchará mi nombre en voz del animador. Al momento no supe qué hacer, cómo reaccionar, los nervios, la emoción y la incertidumbre comenzaron a desbordarse pues no sabía si reclamar, aceptar o regalarles el premio a unas de mis compañeras.
-Acepta el privado que esas oportunidades no se vuelven a repetir- Me dijo unas de mis amigas. Y la verdad, era solo un baile sensual en un lugar privado. ¿Qué más podría pasar?
Los strippers hicieron una última exhibición en pasarela, pero yo ya tenía al que llamó mi atención desde que llegué y lo vi bailar. ¡El Mejor Dotado! Era un hombre de aproximadamente 1.80 cm. de estatura, cuerpo robusto, se notaba que se ejercitaba de manera conservadora porque no exageraba en masa muscular pero tampoco tenía un cuerpo flácido y carente de músculo, estaba tal cual cómo me gustaban; su piel bronceada, cabello liso y corto le daban la presencia excelente para provocar cierto morbo de cómo sería ese baile erótico.
Al momento de entrar a la habitación mis manos sudaban, y en ocasiones temblaba de nervios, porque no sabía que iba a pasar. Había una cama individual, la luz era de color rojo, había un columpio fijado al techo de la habitación, un tubo para poder hacer alguna acrobacia o baile sensual, las paredes decoradas con espejos, inciensos y el suelo cubriendo la alfombra; era un lugar muy excitante. El stripper hizo su aparición -Ponte cómoda, ese es el baño por si quieres usarlo- Me dijo con voz sensual. -Gracias- Le respondí en un susurro tímido.
El ambiente se fue poniendo cada vez más intenso, mi respiración comenzaba a aumentar mientras lo veía bailar para mí, -Puedes tocarme si quieres- Me dijo sin vacilación. Llevé mis manos a sus bíceps, sus muslos, su tórax, el abdomen, y si quería darle besos a su cuerpo lo podía hacer; me concentré en disfrutar mi premio. Cuando terminó la primera canción me hizo la pregunta de rigor, - ¿Quieres continuar con la segunda canción o te quieres retirar?- Y le respondí sin pensar. -Quiero seguir- El stripper me pidió que me pusiera el antifaz, porque en esa segunda canción él iba a hacerme un tipo masaje por todo el cuerpo con diferentes cosas que yo no podía ver. Una vez acostada boca abajo empezó a recorrer con sus manos de forma zigzagueante mi espalda, me tocaba de una manera delicada como si entendiera que el cuerpo de una mujer ha sido creado de un material delicado y que con un movimiento brusco podría estropearse, pronto una fragancia me fue embriagando haciendo que el ambiente se volviera más erótico y lujurioso.
Pronto el toque de sus manos fue cambiado por una pluma que pasaba por mis piernas, bajando las pantorrillas y volviendo a subir por mis muslos, al ver lo entregada que estaba el stripper sumó unos besos en la parte trasera del cuello y el lóbulo de mi oído.
-Dime si te gusta- me susurró sensualmente, voz que hizo estremecer mi intimidad.
-Me encanta- Le respondí en un tono suave. No mentí en mi respuesta, nunca me había sentido tan adorada y tan mujer en mi vida.
Acto seguido me colocó boca arriba y comenzó a hacer lo mismo, pero en mis pechos haciendo enloquecer la zona de mi aureola con sus delicados besos, mis pezones estaban completamente erectos, mi vagina mojada y caliente, prácticamente desbordada ante la pasión y excitación que me proporcionaba el stripper. No tenía control de mí, no podía discernir entre lo bueno y lo malo, solamente me preocupaba en tener sexo. ¡Si! Mi cuerpo y las ganas lo habían decidido, no pararía, este era mi momento y lo disfrutaría. En un momento sujeté su pene apartando su tanga y comencé a masturbarlo de forma delicada, besando sus muslos, y con la otra mano lo acariciaba, en un movimiento involuntario tomé su miembro y lo metí a mi boca regalándole un divino sexo oral notando como el stripper también ya comenzaba a ponerse cada vez más excitado.
De la música no sabíamos nada, estamos concentrados en el éxtasis del momento, la penetración fue inminente, el stripper comenzó a darme embestidas fuertes y profundas, era impresionante parecía que este hombre no tenía límites, no podía creer que semejante hombre me estaba cogiendo y que tenía un pene tan vigoroso solo para mí. mientras me embestía, él frotaba con sus dedos mi clítoris, lo frotaba por lapsos lento y por otros más rápido. Estando acostado encima de mí, su brutal miembro entraba y salía de mi vagina, estábamos completamente sudados, él rojo por la excitación cosa que hacía énfasis en su piel bronceada. En un movimiento violento me coloqué encima de él quise tomar la situación me sentía como la puta ama, indudablemente no quería irme de este lugar sin haberme cogido a este hombre, haciendo unos movimientos pélvicos como nunca antes lo había hecho, mi espalda era un mar de sudor miraba a sus ojos y lo que veía era puro fuego.
Tan pronto como pudo, él volvió a tomar el control de este momento lujuriosos que teníamos, me colocó de perrito y ahí también puede sentir el gran tamaño de su pene, me estaba volviendo loca, nuevamente cambió de posición quedando boca arriba introdujo su miembro sin previo aviso haciendo que soltara un gemido profundo de placer, beso mis pechos, los acaricio, me agarró los pezones hasta que finalmente alcanzaba un espectacular e el stripper se excitara al ver esta escena eyaculando en mis pechos.
Una vez que habíamos terminado el acto, me retiré el antifaz, fui a darme una ducha al baño que previamente el stripper había mencionado, al salir del baño el hombre ya no se encontraba en la habitación, me arreglé, tomé mis pertenencias y salí con una gran sonrisa. sonrisa de placer, de excitación y de morbo.
FIN DEL RELATO
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