CAPÍTULO 4: []
Izuku Midoriya abrió lentamente los ojos, miró un poco a su alrededor e inmediatamente frunció el ceño, su cuerpo se le dolió como nunca antes, y eso ya era decir mucho.
Miró a su cuerpo, lleno de vendas manchadas en sangre.
— ~¿Dónde...~ — susurró para sí mismo, observando nuevamente lo que le rodeaba
Era un espacio un poco reducido, un pequeño ventanal que permitía la vista al exterior, una pequeña cocina a un par de pasos, 3 habitaciones con puertas cerradas, posiblemente el baño y 2 cuartos principales, y la que parecía la puerta de salida.
Izuku tuvo la sensación de que todo el espacio era más grande de lo usual.
— Ho...despertaste — una voz sonó y él giró la cabeza hacia el origen
Era la chica de hace unos instantes...al menos para el peliverde fue hace poco.
Ella era anormalmente alta...incluso caminando sobre sus rodillas y agachándose levemente para no chocar con el techo...¿Era sano que viviera en un lugar tan diminuto para ella?
La chica lo veía con los ojos abiertos, después entrecerró los ojos, desconfiada, escaneándolo, buscando alguna amenaza.
— ...¿Tú me ayudaste? — preguntó lo obvio, con la intención de iniciar una conversación mucho más informativa para él
— Sí...¿Eres un villano? — ella no tardó mucho en preguntar, acercándose con un poco de dificultad
— No — Izuku respondió rápido, después se quedó callado, viéndola fijamente, estaba listo para huir
Ambos se quedaron viendo sin pestañear, fue principalmente incómodo para la grandota, mientras que, para Midoriya, era algo cansado, pues estaba atento a cualquier mínimo detalle que delatara alguna mala intención.
— Emm, yo tampoco, ¿Podrías no mirarme...así? — finalmente, desvió la mirada, llegando a su límite
— ...Lo siento...he...he pasado por mucho — se disculpó, a diferencia de la mujer, él solo parpadeó, sin despegarle la mirada
— Sí...creo que tiene sentido...lo siento — avergonzada, ella igual se disculpó, luego se acercó más, ahora Izuku notó que tenía un canasto de plástico con toallas húmedas
La chica sacó una de ellas y la levantó, mirando al peliverde en busca de su permiso, ante ello, Midoriya asintió, tenso.
Con la mano libre, la mujer le quitó las vendas, ahora sus músculos estaban en mejor estado, por lo menos habían dejado de sangrar. Sintió la agradable sensación de las toallas limpiando su sangre, se relajó por completo.
Un nuevo dolor llenó su cuerpo, ¿Así se siente cuando te relajas por primera vez en tanto tiempo?
Pasaron 2 horas enteras, en las que la chica cambió las vendas de Izuku, limpiando los rastros de sangre.
— Pero dime — ella habló de repente, llamando su atención — ¿Hay alguien a quien pueda llamar ohh... —
— ...No...por ahora no — el peliverde desvió la mirada hacia el ventanal, intentando ubicar donde se encontraba
Podría llamar a su madre, pero la pondría en grave riesgo, ¿All Might? Sin duda era su mejor opción...¿Pero por qué tiene tanto miedo?
No siente miedo de su maestro, no, pero sí que le teme a lo que representa...a los héroes.
Incluso si All Might no tiene nada que ver, ¿Por qué sentía que se le iba el aire de solo pensar en él?
Decidió que todo era culpa de su estado mental, necesitaba primero calmarse, y no sabía cuánto tiempo necesitaría para ello.
— Ya veo...¿Entonces te quedarás aquí? — ella preguntó, parecía un poco decepcionada, realmente Izuku no podía culparla
— Si quieres que me vaya, me iré — Midoriya no quería ser una molestia para esta chica que ya había sido demasiado amable con él
— No, olvídalo, no pienso dejarte por ahí después de que me dijeras que estás en peligro, y peor con todas esas heridas...¿Puedo preguntar? — se negó a la sugerencia y preguntó
Izuku suspiró largamente, ciertamente no quería hablar, pero una sola palabra no hacía daño a nadie.
— Prisionero de villanos — dijo, intentando darle poca importancia, sin embargo, su mano derecha tembló levemente
Este movimiento inconsciente no pasó desapercibido por la mujer, que lo miró con preocupación.
— Diablos...últimamente se vuelve muy común — sin darse cuenta, habló en voz alta, mirando a Izuku, luego pareció reaccionar — Oh, yo...perdón — avergonzada, se rascó la nuca
— ¿Común? ¿A qué te refieres? — ante lo que dijo, las alarmas saltaron en la cabeza del chico, que pidió más información
— Hum, no tengo idea de cuánto tiempo estuviste fuera, pero las cosas...han estado demasiado picantes por toda la ciudad, en especial aquí — ella se dejó caer en sus talones, para ponerse más cómoda, aunque claramente no lo estaba — Un villano ha estado organizando ataques y las autoridades están preocupadas porque, al parecer, es uno muy poderoso, entonces la sociedad está entrando en pánico — dio un contexto rápido al chico
— ¿Pero por qué te atacaron? Es decir, escuché que te decían villana, ¿Pero por qué una conclusión tan apresurada? ¿Tienes alguna idea? — Izuku hizo varias preguntas
— Pues con tanto pánico, aparecieron muchos villanos poco relevantes...y otros más caóticos, la gente está desconfiada. La mayoría decidió irse de la ciudad, otros se quedaron por un motivo u otro, si te lo preguntas, yo me iba a ir, pero mi documentación no fue aceptada, de hecho, regresaba de intentar salir cuando...bueno, ya sabes — explicó
— Lo siento...debe ser un caos ahí afuera — intentó desviar el tema para que ella no volviera a ese momento exacto, aunque intentó no irse demasiado lejos de este tema tan importante
— Sí, al menos están mandando camiones escoltados por héroes para los que seguimos aquí, lo malo es que, a pesar de la seguridad, los villanos insisten en atacar — bajó la mirada, incluso sus orejas cayeron
Midoriya se sintió mal, era más que obvio que era obra de All for One, quizá aceleró sus planes porque creyó que podría obtener el One for All pronto...Izuku realmente pensaba que, de haberse quedado ahí solo un poco más, habría cedido.
Tenía la esperanza de que el villano pausara este caos cuando note que escapó, pero por lo que parecía, ya había avanzado demasiado.
— ¿Dó-Dónde están los héroes del top? — Izuku preguntó con algo de temor
— Ellos...están ocupados, eso dicen — la chica se encogió de hombros, algo triste — ¿Por qué hablas de los héroes con...miedo? — cambiando de tema, preguntó, curiosa
— ...No le te-temo a los héroes...pero cada ve-vez que pienso en ellos, ta-también pienso en los v-villanos — aunque él no lo vio, la mujer alta vio como su mano tenía tics involuntarios, además de que temblaba levemente
— No es seguro salir — repitió, sacando a Izuku de su mente — Viendo que estarás aquí un tiempo...Soy Ippanjosei, dime Ippan, pero no preguntes — le chica le sonrió, ofreciendo su mano y negando cualquier duda por su nombre que literalmente significa; Chica ordinaria
— Oh...Izuku — aceptó el apretón, notando que ella no le dio su apellido, él tampoco lo haría
Luego de estrechar sus manos hubo un incómodo silencio, hasta que el peliverde tuvo otra duda.
— Disculpa si mi pregunta no es...ya sabes...¿Pero este departamento no es muy pequeño para ti? — miró como las orejas de Ippan rozaban el techo, sin mencionar que todo este tiempo, ella estuvo gateando y sentándose sobre sus talones para no tener problemas
La mujer alta suspiró, como si le hubieran hecho esa pregunta un millón de veces.
— Sí, lo es, pero no tengo mucho dinero, me mudé aquí para estudiar, y las cosas iban bien...luego pasó los de los villanos y todo eso — no compartió más, pero había sido suficiente
— ¿No es dañino? — Izuku continuó
— Claro, mi cuerpo no está hecho para espacios tan pequeños, como seguramente ya te diste cuenta, como sea, realmente no me queda de otra — suspiró con tristeza, frotando su brazo derecho
Tras la respuesta, la chica repentinamente tuvo una pregunta para hacerle al chico.
— Oye, ¿Puedo preguntar que hacías antes de que...'eso' te pasara? — Ippan preguntó, realmente curiosa por conocer más de él
— Yo...estudiaba en la UA — Izuku desvió la mirada, la mierda por la que tuvo que pasar regresó a su mente
— ¡WOW! ¡ESO ES INCREÍBLE! — la información fue emocionante para ella, no obstante, se dio cuenta de la actitud del chico — ...U horrible — no supo que más decir
— Tranquila...me gustaba...solo qué...ahora ya no puedo pensar ni siquiera en regresar — suspiró, dejándose descansar en el sofá
— ¿Qué hay de tus padres? —
— Solo tengo a mi madre, pero no debería llamarla o ir con ella...te dije que me estaban siguiendo, no soportaría que le hicieran algo — Ippan lo miró fijamente tras sus palabras
— ¿Entonces yo estoy en peligro? — preguntó, entrecerrando los ojos
Viendo que parecía demasiado calmada, el peliverde pensó que había hecho algo, por ello, solamente levantó una ceja, invitándola a hablar.
— Tranquilo, escuché lo que dijiste, tuve cuidado...al menos el que una mujer como yo puede tener, pero ese no es el caso, ¿Acaso no te importaba lo que me pasara? — fue directa esta vez
— No es eso, necesitaba ayuda, la idea era que me ayudaras, y yo podría ayudarte a ti, tal vez irte de este lugar o yo qué sé — Izuku no dudó en expresar sus pensamientos
Tras sus palabras, Ippan pareció relajarse, después preguntó de nuevo.
— ¿Y cómo harías eso? — se acercó un poco más, para estar cómoda y escucharlo claramente
— Yo...no tengo idea — el peliverde se revolvió en su lugar, quedando por mirar al suelo
Ambos no dijeron nada más, esta vez no fue incómodo, cada uno tuvo sus pensamientos ante la situación, Ippan intentaba adivinar más sobre el chico, sin tener que obligarlo a recordar cosas horribles, mientras que Izuku pensaba en cómo agradecerle a esta persona que parecía ser muy buena.
— ¿Y cuál es tu quirk? — Ippan preguntó, pensando que esa podría ser una buena opción para iniciar una conversación un poco más casual
— ¿Cómo? — Izuku preguntó instintivamente, después abrió en grande los ojos — ¡CLARO! — de repente, se sentó en el sofá, espantando a la chica, que se mostró confundida y preocupada
El peliverde apretó sus puños y mandó las señales para activar el One for All.
Sintió el poder recorrer su cuerpo, una sensación tan familiar que se había vuelto pura memoria muscular.
— ¡AGH! — se quejó, sus heridas volvieron a abrirse y pudo notar el agresivo desgarre de sus músculos
Su cuerpo seguía demasiado débil.
— ¡OYE! ¿¡ESTÁS BIEN!? — sin saber realmente qué había pasado, Ippan lo obligó a recostarse nuevamente
— ~Ghh~ S-Sí, estoy bien... solo qué ~AGH~ — sujetó su abdomen, la sangre chorreaba de sus fibras musculares
La asustada chica pensó un poco en qué hacer, tan solo fue por más toallas e hizo presión en las zonas de las que salía más sangre.
Una hora después, finalmente la sangre había parado.
— Diablos — Ippan suspiró, agotada, relajándose después de una hora entera de estrés y preocupación
— Lo siento, por mi culpa trabajaste el tripe — Izuku no pudo evitar sentirse mal, fue su anticipación la que provocó esto, ella se veía tan asustada y tensa con lo que le pasó a su cuerpo
— Está bien, tú me ayudaste antes de algo que pudo acabar muy mal...es lo menos que puedo hacer — Ippan se limpió el sudor de la frente y dejó todas las toallas bañadas en sangre en la canasta, dirigiéndose a su lavadora
El peliverde negó con la cabeza, a su parecer, ella ya estaba haciendo demasiado por él.
— ¿Me dejas llevarte a la bañera? Necesito limpiar toda esa sangre — Ippan se ruborizó un poco por la vergüenza, temiendo que sus palabras se malinterpretaran
— ¡AH! ¡CLARO! Di-Digo...¿No es molestia? — Izuku comprendió y también se ruborizó
— Po-Por supuesto, déjame prepararla — ella gateó hasta su cuarto de baño, causando un suspiro en ambos
— "Eso fue raro" — fue el pensamiento que ambos tenían
Izuku se limitó a hundirse en sus pensamientos por unos minutos, hasta que Ippan regresó.
— Listo...ahora... — la chica se acercó a él, cargándolo con sumo cuidado, al estilo nupcial, cosa que fue incómoda para ambos, principalmente para la chica, que estaba en una posición poco favorable — B-Bien...andando —
Ippan arrastró la rodilla hacia adelante, fue como un gran paso pero, en consecuencia, golpeó la cabeza del chico con la esquina de un mueble.
— ~¡AUCH!~ — Izuku se quedó estúpido por unos segundos, levantando la cabeza instintivamente para evitar otro golpe
— ¡AY DIOS! ¡LO SIENTO! — la mujer alta se preocupó, dando un saltito en su lugar, ahora ella se pegó en la cabeza, guio su mano izquierda para sobarse, después escuchó un ruido sordo
Acababa de soltar las piernas del peliverde, ruborizándose fuertemente por la enorme vergüenza, volvió a levantarlo rápidamente.
— Okey, escucha, esto no funcionará si no cooperamos, ¿De acuerdo? — Izuku habló, sobando su cabeza, ya podía sentir el chichón
— ¿Qué tienes en mente? — ella preguntó, de acuerdo con el punto de vista
— Obviamente no puedes maniobrar como estás acostumbrada conmigo en brazos, entonces...ghum — él se llevó una mano a la barbilla, aun sobando su cabeza
.
.
.
.
— ¿Haz visto como las madres llevan a sus bebes perezosos? — Ippan habló de repente, con una idea en mente
— ¿Cómo dices? — Izuku le puso atención, confundido
— Bueno...¿Qué tal si subes a mi espalda? — ruborizada, preguntó
El peliverde se quedó con cara de poker, ruborizándose lentamente. Observó la altura a la que se encontraban los hombros de la mujer, luego giró para ver la puerta para entrar al baño.
Con mucha mala suerte, ocurriría algo e Ippan lo golpearía con el techo a la vez que estaba sobre su espalda.
A su parecer, eso sería doloroso.
Desvió la mirada, la segunda opción era...abrazarla por su pecho, sonrojándose, negó con la cabeza, rechazando inmediatamente la idea, quizá era mejor arriesgarse.
— Está bien, solo...ten cuidado — Ippan asintió, levantándolo para que se colgara de su cuello, ahora Izuku colgaba por su espalda
Ippan, ahora con las manos libres, gateó hacia el cuarto, entrando sin mayores problemas, Izuku suspiró de alivio cuando ella lo dejó en la bañera de agua tibia.
— ¿Puedes lavarte? — preguntó, realmente deseando que este ambiente incómodo terminara, seguía ruborizada
— ¡SÍ! — el peliverde respondió al instante, sin deseos de causar más problemas... o vergüenzas
— De acuerdo...yo...¡YO TOCARÉ LA PUERTA! Y...te da-daré algo de ropa, ¿Está bien? — avergonzada, salió de la habitación
Izuku comenzó a lavarse, pensando en lo incómodo que fue todo eso.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Este capítulo finaliza aquí, como la mayoría de mis historias últimamente, no creo que dure demasiado, son creaciones por puro y mero pasatiempo. Recuerden usar condón, cepillarse los dientes, obedecer a su mami y no robar, a mí no me queda nada más que decir más que adiós, así que...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top