CAP 9: [LA PREGUNTA DEL MILLÓN]

Izuku y Bakugo llegaron al campo de entrenamiento, fue el mejor lugar que se le ocurrió a Izuku para hablar. 

Para su sorpresa, Katsuki lo seguía con obediencia y sin quejas, este simple hecho le respondió lo mal que estaba, pero eso no era lo importante para él.

— Pu-Puedes decirme al menos...¿Po-Por qué? — intentando mantenerse sereno, el peliverde preguntó, sentándose en el banco, viendo el gran campo vacío

— ...No estoy seguro — Bakugó bajó la cabeza — Creo...que tenía miedo de que me superaras...o que te alejaras tanto que no pudiera alcanzar tu nivel —

Ante su respuesta, Izuku cerró los puños, con fuerza.

— ¿Y por miedo a superarte me dejaste para morir ahí? — preguntó, podía sentir como perdía los estribos

— Tu no tenías quirk, de pronto lo tienes y das pasos gigantes con él, pasos como los que yo nunca he dado — Katsuki lo ignoró, hablando nuevamente — Si tu no estabas, mi camino a ser el héroe número 1 estaría libre...pero no sé por qué me siento tan mal — Bakugo lo miró — ...Lo siento... — se giró para verlo directamente

Apenas terminó de hablar y girar para verlo, Izuku le propinó un fuerte golpe en la mejilla, tirándolo al suelo, y alejándolo un par de centímetros.

— ...Y-Ya...es tarde para un perdón... — iba a decir su apellido, pero por alguna razón...eso era incluso demasiado bueno para este sujeto

El peliverde se levantó, esperando a que el pelicenizo se pusiera de pie para devolverle el golpe, no obstante, Bakugo seguía tirado en el suelo, apenas se movió para quedar sentado, mirando al suelo.

Esperando un par de minutos, Izuku se dio la vuelta, no quería volver a ver a este tipo, nunca.

Regresó al salón, e inmediatamente fue recibido por Ippan, que lo miró, preguntándole con la mirada '¿Todo bien?', claramente estaba preocupada por la respuesta.

Antes de que el chico pudiese empezar a tener un ataque, ella le dio un abrazo, tranquilizándolo.

Sus compañeros y profesor vieron esto, pensando que era lindo el apoyo que le daba al peliverde, en cambio, Aizawa pensaba que necesitaba verdadera ayuda profesional, no solo abrazos y cariños, de todas formas, no se podría hacer nada si él no cooperaba.

Repentinamente, la puerta de abrió bruscamente, llamando la atención de todos, quienes vieron a un rubio esquelético, con un ojo cerrado y muy magullado, con bata de hospital y varias vendas y un yeso en su brazo derecho, naturalmente, es Toshinori.

— ¿¡JOVEN MIDORIYA!? — el hombre miró fijamente frente a él, encontrando al peliverde, que lo veía con una pequeña sonrisa, pero al mismo tiempo, con preocupación — Mi-Midoriya — Toshinori se quedó en shock

No tardó mucho para intentar correr, aunque al intentarlo, cayó al suelo, y antes de golpearse, Izuku lo atrapó en un abrazo suave pero firme.

Alumno y maestro lloraron, el ex-símbolo de la paz soltaba gritos y llantos sin ningún tipo de consuelo, estaba tan feliz de que su heredero siguiera con vida, y aparentemente intacto, no obstante, el pensamiento de que seguramente pasó por un infierno lo llenaba de culpa.

Finalmente, se separaron.

— ¡ME ALEGRA MUCHO VERTE, JOVEN MIDORIYA! — con alegría, le puso su mano buena en el hombro — Y mírate, eres casi tan alto como All Might, sin mencionar que tus músculos, ese cabello y esa cara te hacen ver como un veterano de Vietnam — limpiándose una lágrima, el rubio sonrió

— Sí, me lo han estado diciendo — soltando una risita, Izuku afirmó — El one for all tiene muchos secretos, que tuve...muuucho tiempo para descifrar — mirando al suelo, respondió la pregunta que él sabía que su maestro tenía

Toshinori no dijo nada, comprendiendo las cosas con facilidad, su culpa aumentó.

— Me da gusto que regresaras — cuando dijo eso, el rubio notó como Izuku desviaba la mirada — ¿Pasa algo? — preguntó, algo temeroso

— Midoriya se retira del curso — Aizawa respondió por su alumno, el peliverde lo miró sobre el hombro, con agradecimiento

— Ou...era eso — Toshinori estaba algo decepcionado, pero eso era la decisión de Izuku, todo lo que él podía hacer era apoyarlo — Si estás seguro de eso, joven — le sonrió un poco

— Sí, pero antes, quiero dejarle el one for all a alguien —

Toshinori abrió un poco los ojos por la sorpresa, después asintió.

— Maestro Aizawa, ¿Dónde está Mirio? — le habló a su profesor, recordando que su extravagante compañero había perdido su quirk

— Con Eri, deberían de estar en alguna de las salas de descanso — respondió — Yo puedo llevarte si lo deseas — se puso de pie, Izuku no negó la petición — Todos, están libres, pueden ir a sus habitaciones — les habló a los alumnos, quienes habían estado en silencio todo este tiempo

— ¡VAYAMOS A JUGAR VIDEOJUEGOS! ¡HACE MUCHO QUE NO LOS JUEGO! — Kirishima, con ánimo renovado, propuso

Todos estaban de muy buen humor, y empezaron a formular planes que hace mucho habían dejado de lado.

— Prométenos que nos llamaras, Midoriya — Todoroki, viendo que este era el final de su encuentro, le hizo una petición a su amigo

— ¡SÍ! — Uraraka se metió a la conversación, esperando la respuesta con emoción

— Sería bueno seguir en contacto — Tsuyu también su unió

— Lo haré, espero que ustedes también me llamen — les sonrió

Se despidió de todos, se fue junto a Ippan y su profesor, además de Toshinori, que era ayudado por Izuku.

Luego de varios minutos de caminata, y que pusieran al corriente al peliverde lo que ha sucedido, llegaron a la sala de descanso de los profesores, ahí encontraron a algunos de los maestros, charlando entre sí, y a lo lejos, vieron a Mirio armando un castillo de bloques con Eri.

— ¡MIRIO! — Izuku saludó, anticipándose un poco

El rubio con ojos de tintin giró la cabeza con confusión, luego se quedó en lo que parecía ser un shock, pues la forma de sus ojos era similar a los de Nezu, por lo que era difícil leer su expresión, aunque gracias a las cejas, no fue para tanto.

— ¡ERES TÚ! — Mirio se levantó rápidamente, incrédulo, luego sonrió ampliamente — ¡SABÍA QUE UN COMPAÑERO QUE COMPARTE MIS NEURONAS SUICIDAS NO PUDO MORIR ASÍ DE FÁCIL! ¡JAJAJA! — el chico se empezó a reír enérgicamente

— Wow, ¿Tú creíste que seguía vivo? — sorprendido, Izuku preguntó, incluso él ya se daba por muerto

— ¡CLARO! ¡PERO TARDASTE MUCHO! — le dio una palmada en la espalda — ¡Y ERES MÁS ALTO QUE YO! —

Su pequeña charla fue interrumpida por una pequeña peliceleste.

— ¿De-Deku? — lo llamó por su nombre héroe, luego se lanzó a abrazarlo, entre lágrimas — ¡LO SIENTO! ¡POR MI CULPA ESOS HOMBRES MALOS TE LLEVARON! ¡LO SIENTO MUCHO! — gritó, llorando con más fuerza

Ippan no tenía mucho contexto de la situación, y mientras veía al peliverde abrazar a la pequeña niña, se giró hacia el chico rubio, que miraba con una sonrisa triste pero satisfecha.

— Ehm, ¿Mirio? — la mujer gigante preguntó, recordando su nombre

— ¡SÍ! ¿En qué te puedo ayudar? — la miró con una sonrisa 

— ¿Puedo saber qué fue lo que pasó para que esa pequeña esté así? — con preocupación por la niña, preguntó

— Oh...bueno, en resumen, Midoriya y un par de compañeros más la rescatamos de un villano yakuza que la tenía prisionera — le dio un contexto rápido, girando la cabeza para ver a ambos, ahora el peliverde intentaba calmar a Eri, lográndolo poco a poco

— ¿Y tú? — Mirio preguntó, ganándose una mirada de confusión de Ippan — ¿Acaso eres novia de Midoriya? —

Al oírlo, la mujer gigante abrió un poco los ojos por lo repentino del comentario, luego solo sonrió levemente, regresando su mirada a Izuku, que quitaba las lágrimas de la pequeña con sus dedos.

— ¡JAJAJA! ¡VAYA QUE NO PERDIÓ EL TIEMPO! — el rubio se rio fuertemente

Finalmente, la pequeña se calmó, e Izuku la invitó a armar el castillo nuevamente.

— ¿Puedo cambiar lugares contigo Mirio? Será solo un momento — el peliverde pidió

— ¡POR SU PUESTO! — se sentó frente a él, Ippan tomó lugar a un lado del peliverde, ante la mirada curiosa y algo temerosa de Eri — Pero dime, ¿Qué te trae por aquí? —

— Bueno, yo...me iré de la UA — Izuku vio la expresión de sorpresa de Mirio, luego él sonrió un poco 

— Ja, no todo puede ser bueno, ¿Cierto? — habló, algo triste, pero manteniendo su sonrisa

Toshinori y Aizawa dejaron que ambos continuaran charlando, el rubio ya tenía una idea de lo que pasaría.

— ...Quiero dejarte el One for All, no hay nadie más apto que tú — Mirio estaba sumamente sorprendido, al mismo tiempo que Izuku continuaba jugando con Eri, que ignoraba la situación, contenta de que su héroe esté nuevamente con ella

— ¿C-Cómo? Pero ese es tu quirk, tú te lo ganaste — el chico realmente no deseaba quitarle el quirk a su amigo, sentía que eso no le pertenecía

— Mirio, de verdad, quiero darte mi quirk, tú eres quien debe tenerlo ahora que me iré, Shigaraki ahora tiene el All for One, ¿No? — comentó lo que Toshinori le dijo, que, aunque solo era una sospecha, teniendo en cuenta lo 'fácil' que fue vencer al villano número 1, era posible

Con esas palabras, el rubio se quedó en silencio, volteando a ver a Toshinori y Aizawa, quienes solo asintieron, por lo que regresó la mirada al peliverde con un suspiro de resignación.

— Supongo que si es lo que quieres, no puedo negarme — 

Izuku tomó uno de sus cabellos, dirigiendo el One for All hacia él, sintiendo como el poder abandonaba su cuerpo, dejándolo solo con las brazas.

Mirio tomó el cabello, observando como pequeños rayos salían de él y volvían a integrarse al pelo. Toshinori no pudo evitar notar la diferencia entre esto y cuando le dio su poder a Midoriya.

— "Fortaleció el One for All" — sonriendo, el ex-héroe número 1 pensó

Tragándose el cabello, Mirio, a diferencia del novato Izuku, pudo sentir el poder recorriendo su cuerpo, después de todo, no era uno de los 3 grandes por nada.

— He descubierto cosas muy interesantes de este poder, si me lo permites, puedo instruirte en lo que aprendí, aunque si quieres hacerlo por tu cuenta, no me opondré — sonriendo, por primera vez sin necesidad de que Ippan este a su lado, colocó otra de las piezas para el castillo

Ahora que dio el One for All, se sentía libre, como si su cuerpo fuera más ligero, como si las preocupaciones su hubieran ido al fin, después de tanto temer explotar en cualquier momento.

Por su lado, Mirio no tenía en mente negar la ayuda de Izuku, se oía que realmente quería apoyarlo para ser un héroe completo con este nuevo poder, pero cuando el peliverde ya no desee más eso, él se haría cargo por su cuenta y lo dejaría descansar.

— Claro, me encantaría tu ayuda — el chico rubio sonrió, levantando el pulgar

— Estoy orgulloso de ti, Midoriya — Aizawa finalmente sintió que podía hablar, y esas fueron sus palabras

Luego de varias horas de charlas y planes para reunirse y entrenar a Mirio, Izuku e Ippan se fueron de la UA, con un nuevo aire de paz.

— ¿Cómo estás? — la mujer gigante le preguntó, caminando y tomándolo de la mano

— Estoy bien...realmente bien — el peliverde dijo mientras caminaba, viendo al suelo — Creo que ahora de verdad estoy listo para ver a mamá — sonriendo, guió a Ippan a su casa





Inko Midoriya estaba sentada en su cama, observando, por segunda vez en el día, el album de fotos que guardaba con tanto cariño.

Cada página de su niño le traía un dolor en el pecho, uno que estaba dispuesta a aceptar con tal de seguir sentir que él todavía estaba ahí.

De repente, el timbre su hogar sonó, llamando su atención por completo.

— "¿Quién podría ser?" — se preguntó confundida

Limpiándose las lágrimas, recorrió su casa hasta llegar a la puerta principal, donde el timbre sonó nuevamente.

— "Tal vez sea Mitsuki" — su amiga la visitaba con más frecuencia después de lo que sucedió con Izuku

Abriendo la puerta, vio a un gran hombre de melena larga de un color verde oscuro...después vio las pecas en sus mejillas, se quedó en el shock, a pesar del monstruoso cambio, su corazón lo sabía.

— ¿I-Izuku? — lo llamó

Extendió su mano hacia la mejilla del chico, como si quisiera confirmar que no era un fantasma, por su puesto, el peliverde no rechazó el gesto y tomó la mano de su mano, posándola sobre su mejilla, dejándole saber que era real.

— Estoy aquí, mamá — le sonrió, sintiéndose mal por no haberla visitado antes, pero también se sentía feliz de poder estar completamente bien para esto

Su madre no esperó más y se lanzó a abrazarlo, volviéndose un mar de lágrimas, Izuku no pudo resistir y empezó a llorar, abrazándola con fuerza.

Ippan soltó un par de lágrimas, ella no podía imaginarse lo que sentiría su madre si alguna vez le pasa algo.

Pasaron un par de minutos, en los que madre e hijo continuaron llorando, hasta que finalmente se calmaron, separándose lentamente del abrazo, al mismo tiempo que Inko tomaba el rostro de su hijo, sonriendo.

— ~Mi bebé~ — susurró esas palabras, derramando unas últimas lágrimas — ~Volviste a casa~ — le sonrió

Izuku, tomando las manos de su madre, chocó su frente con la de ella y cerró los ojos.

— ~No sabes cuanto te extrañé — le dijo, su madre no dijo nada y solo volvió a abrazarlo, con más calma

Cuando se separaron, Inko vio hacia Ippan.

— ¿Y ella quién es, cariño? — preguntó, acercándose a ella con algo de timidez

— Ella es Ippan, Ippan, ella es mi mamá, Inko — él las presentó

— Es un placer conocerla, su hijo me habla muy buenas cosas de usted — algo nerviosa, la mujer gigante se presenta

— ¡OH! Que linda, el gusto es mío — Inko le sonrió, sus sentidos de madre la hicieron sospechar lo que realmente sucedía, sin embargo, abrió los ojos de repente, dándose cuenta de su error — Disculpen, estoy siendo grosera, ¿Quieren pasar? — ofreció instintivamente, pero al ver nuevamente el tamaño de Ippan, se quedó en silencio

— De hecho, yo estaba pensando en ir a algún restaurante, o a algún café cerca de aquí, ¿Nos acompañas? — Izuku ofreció, sonriendo y anticipando la emoción de su madre

— ¡CLARO! ¡SOLO DAME 10 MINUTOS! — la mujer se metió a su casa, corriendo y preparándose para salir

Ippan e Izuku se miraron entre sí, se tomaron de las manos y luego simplemente esperaron, con grandes sonrisas en sus rostros.

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Aquí termina este penúltimo capítulo de este intento de 'innovación' en la fórmula de las historias de Izuku traicionado, estaba harto de que todas las historias de este tipo sean así. Recuerden usar condón, cepillarse los dientes, obedecer a su mami y no robar, a mí no me queda nada más que decir más que adiós, así que...

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