CAP 10: [GLOW UP]
El tiempo ha pasado rápidamente para todo el mundo, aunque, ¿Qué no siempre es así?
Izuku Midoriya ha estado asistiendo a un grupo de anónimos que fueron víctimas de villanos, le ha ayudado de gran manera, ahora ya no necesita que Ippan esté junto a él, puede mantener conversaciones fluidas y no tiene ataques de pánico ante herramientas de cualquier tipo.
Finalmente, está mentalmente estable gracias a ese grupo, le está agradecido a Ippan por motivarlo a asistir a cada sesión.
La mujer gigante, que ahora llama su prometida, concluyó sus estudios, y trabaja como dibujante de planos arquitectónicos, por lo que le va bastante bien, en especial después de la batalla final contra Shigaraki.
Oh, por su puesto, antes de eso.
El peliverde llamó varias veces a Mirio para entrenarlo en el One for All, le explicó con detalle cómo funciona, y que es mucho más que solo acumular y expulsar.
Gracias a sus clases, Mirio avanzó rápidamente y fue capaz de usar el 50% del poder con facilidad en tan solo 2 meses, Toshinori y Aizawa notaron que Izuku era un excelente maestro y le ofrecieron un lugar en la UA.
Dicho lugar fue rechazado, ¿La razón? El peliverde comentó que, apenas Mirio conociera todo lo que él sabe, se alejará tanto como pueda del mundo de los héroes y los villanos.
Respetando su decisión, Aizawa mandó sus recomendaciones a lugares de trabajo que fueran de interés para su antiguo alumno, a sus ojos, era lo menos que podía hacer.
Finalmente, llegó la pelea entre el nuevo usuario del One for All, y Shigaraki.
Resultó que All for One no solo se dejó ganar porque sí, pues había poseído el cuerpo de Shigaraki para perdurar.
La pelea fue caótica y desastrosa, algunos murieron, y otros no podrán operar nunca más, como Tamaki, que quedó ciego y sin brazos. Lo cierto es que, sin Tamaki, Mirio no hubiera podido dar el golpe de gracia que le arrancó la cabeza a ese villano.
Ahora, 5 años después, Mirio es el héroe número 1, y los antiguos alumnos de 1-A se volvieron grandes héroes...la mayoría, Katsuki Bakugo se limitó a ser un héroe de apoyo, a pesar de tener un gran nivel de poder, no quiere subir más en el ranking.
Izuku está trabajando en una de las compañías de los Shield, en un área de apoyo tecnológico a las estructuras, ese puesto era el más alejado de héroes y villanos, por lo menos de forma directa.
Gracias a sus trabajos, Ippan y él tienen muchas conversaciones amenas.
El peliverde es llamado a cada reunión de los antiguos estudiantes de la UA, pues sus amigas se hacen huecos en sus agendas para poder asistir, Izuku se alegra de ver que, en las últimas reuniones, pudo ver a algunos de sus amigos cercanos con pareja.
Lo pone algo triste ver como Uraraka sigue soltera, pues él sabe que aún lo ama, pero incluso ella tiene bien presente que su amor no será correspondido.
En pocas palabras, Izuku ha conseguido una gran vida, en especial ahora.
— ¡YA CASI! ¡YA CASI! ¡YA CASI! — Izuku corría por la calle con gran velocidad, los rayos salían de su cuerpo, dejando ver que estaba ocupando las brasas de su antiguo poder
¿Qué es tan importante para usarlas cuando dijo que solo las usaría cuando fuese vital?
— ¡FALTA POCO! ¡FALTA POCO! ¡YA PUEDO VERLA! — dio un gran salto para cruzar el río, continuando corriendo con más intensidad
A sus oídos llegó el sonido de unas campanadas, eso fue suficiente para que saliera disparado, y al momento de aterrizar se deslizó por el suelo, calculando sus movimientos para detenerse justo donde quería.
Finalmente, se detuvo, moviendo el aire de forma brusca, y, mientras respiraba agitadamente, levantó sus manos, mostrando un peluche de felpa, con el aspecto de un conejo de color verde.
— Li-Listo, ¿Aho-Ahora te sientes mejor? — preguntó, casi sin aire, al mismo tiempo que una pequeña niña le arrebataba el conejo y lo abrazaba rápidamente — C-Creo que sí — sonriendo, Izuku fue abrazado por la niña
Esa pequeña era Livia, su hija, y el motivo tan vital era que este era su primer día de escuela, y se había puesto llorar, como es normal, la diferencia es el peliverde sabía perfectamente que es lo que le daría confianza...su peluche.
— ¡GRACIAS PAPI! — las lágrimas corrieron por la cara de la pequeña, él las limpió y le alzó el mentón para que lo vea
— Tranquila, papá y mamá vendrán por ti todos los días, ¿De acuerdo? Solo esfuérzate, y ya verás como te encantará venir a diario —
Con un nuevo ánimo, y una gran sonrisa en su rostro, la pequeña abrazó su conejo y entró.
Izuku sintió una gran emoción, se sentía extremadamente feliz por su pequeña, pero a la vez triste, este sería el primer paso para que ella creciera, y a su vez, alejarse.
Una gran mano se posó sobre su hombro, giró la cabeza y sonrió con un poco de nerviosismo, mirando como Ippan estaba hecha un desastre de lágrimas.
— ~Mi pequeña~ *snif* — llorando, ella balbuceaba el nombre de su hija
— Awww, amor, tranquila, ya verás que le irá muy bien — Izuku la consoló, abrazándola
Cuando vieron que todos los niños entraron a la escuela, solo ellos 2 se quedaron un poco más, viendo con sonrisas en sus rostros el que debía ser el salón de su niña, no la veían, pero debía estar ahí.
— ¿Quieres pasar a comer antes de regresar a casa? — el peliverde sugirió, tomando la mano de su mujer, quien correspondió, terminando de secar sus lágrimas
— Me encantaría — ella le sonrió, Izuku sintió como su corazón daba un agradable vuelco, tal cual la primera vez — ¿Tienes algo en mente? — Ippan preguntó, y al oírla, el hombre no pudo resistir
— ...Lo que tú quieras está perfecto — fue su turno de sonreír, y turno de la mujer zorro para tener esa sensación
Ruborizados, pero contentos, caminaron hacia uno de los cafés que estaban de camino a casa, por lo menos uno que estuviera adaptado para usuarios de quirk gigante.
— Mesa para dos, por favor — Izuku le habló a la recepcionista que sonrió y asintió, guiándolos amablemente a su lugar — Muchas gracias — agradeció con una sonrisa que hizo ruborizar a la chica
— No hay de qué, por favor, siéntanse libres de elegir lo que gusten, en un minuto tomo sus órdenes — la chica se despidió con una reverencia
Cuando Izuku volteó a ver a Ippan, la encontró viéndolo fijamente, cruzada de brazos, con una cara que decía '¿Otra vez?'. El peliverde sintió un escalofrío y tragó algo de saliva.
— ¿Po-Por qué te pones así? Sa-Sabes que y-yo solo te amo a ti — le sonrió un poco nervioso, moviendo la gran silla e invitándola a sentarse
Ella, por su parte, no tuvo ningún tipo de perturbación, luego soltó una carcajada, sentándose y dejando que Izuku la acercara a la mesa.
— ¡ESTABA JUGANDO, CARIÑO! — ella se rio animadamente, y cuando su risa se calmó, continuó — Yo sé que nunca me traicionarías — le sonrió tiernamente, conocía a la perfección a su esposo — Lo que de verdad me sorprende, ¡ES QUE HAYAS CAÍDO! ¿¡NO SE SUPONE QUE TÚ IGUAL ME CONOCES BIEN!? — volvió a reír, tomando el menú y observando lo que tenía para ofrecer
— ¡JA! Nunca puedes estar seguro de los celos de tu esposa, ¿Sabes? — el peliverde la siguió, esperando a ver qué le llamaba la atención — ¿Pedirás un café con leche? —
— Mmm, creo que sí, ¿Y tú? ¿Me darás un poco de ese flan? — Ippan preguntó, luego, ambos se miraron a los ojos, sonriendo
Ambos eran la clase de personas que ponen atención a los pequeños detalles, y los recuerdan, por lo que es normal que conozcan que le gusta al otro.
— ¿Tengo que responder? — Izuku sonrió irónicamente, dejando el menú y levantando la mano para llamar a quien tomará su orden
— Díganme, ¿Qué les puedo servir? — la chica de antes tomó un pequeño cuaderno y un lápiz para escribir
— Un café con leche y un capuchino, también un flan de chocolate y un baguete, por favor — terminó, mientras la camarera seguía escribiendo, susurrando la orden
— Se lo entrego enseguida — con otra reverencia, se fue
— ¡Y AHÍ ESTÁ OTRA VEZ! ¡EL HÉROE LEMILLION LO HIZO DE NUEVO! ¡NO HAY NINGÚN INCENDIO QUE LO DETENGA! — de repente, el televisor llamó la tención de los comensales
— Vaya, es lunes y ya salvó a cientos de personas — Izuku habló, sin mirar la televisión, pero con una sonrisa en su rostro
— ¿No te recuerda un poco a alguien? — Ippan miraba las noticias, motivando a su esposo a ver con ella
— Mmm — él entrecerró los ojos, buscando en Mirio lo que decía la mujer gigante, finalmente, lo notó, y al hacerlo, sonrió — Sonríe como el joven All Might — Ippan asintió, regresando su mirada a él
— Ja, espero que no se vuelva como él cuando envejezca — Ippan se rio, pero después pareció recordar algo — Cambiando de tema, ¿Cómo les va con su proyecto? —
— Hay algunos imprevistos, ya sabes, gravedad — Izuku suspiró con cansancio, pero sonrió — Al menos Momo nos está ayudando con los materiales —
Finalmente, llegó lo que pidieron, y ambos iniciaron dando sorbos a sus cafés.
— Mmm, rico — la mujer gigante dejó su café, y se inclinó un poco para escucharlo — Muy bien, la llamaré para ver cómo está cuando volvamos a casa —
— Claro, siempre buscas excusas para llamar, y estoy seguro de que ella igual la busca para llamarnos, a mí me llama casi a diario, por unos minutos, pero tú, jaja, hablan por horas — Izuku dio un sorbo a su café
— ¿Qué esperabas? Somos como hermanas, nos llevamos muy bien desde que nos conocimos —
El peliverde solo rio, recordando como él había empezado a hablar con Momo Yaoyorozu para tener una mejor comprensión del One for All, pues con lo que descubrió, el quirk de su compañera funcionaba de una manera similar.
Fue solo cuestión de tiempo para que ambos se llevaran bien, y cuando Momo e Ippan comenzaron a hablar, llegaron a este punto, en el que Momo era la tía de Livia.
— Esa mujer — la mujer gigante sonrió, robándole un trozo de flan a su esposo — Ya debe conseguirse un novio, se la pasa con sus gatos y nunca rechaza venir a la casa, digo, es lindo, pero debería buscar cosas que hacer para sí misma — negó con la cabeza, regresando la mirada al televisor, que continuaba repitiendo las noticias de Mirio
— No creo que ella necesite un novio, ¿Sabes? Le gusta mucho leer, yo le sugerí que escribiera como hobby, y parece que eso la tiene muy emocionada —
Estuvieron un buen par de minutos charlando de sus amigos y de los proyectos que ambos tenían, luego, pagaron la cuenta y fueron a casa.
— ¿Quieres ver una película? Tenemos tiempo antes de que hagamos los deberes y vayamos por Livia — Izuku cerró la puerta de su casa al entrar, y también se quitó las zapatillas que tenía, dejándolas junto a las de su esposa
— Jhum, ¿Verla? — la mujer gigante lo volteó a ver sobre el hombro, sonriéndole pícaramente, ambos sabían que realmente no iban a ver nada
El peliverde la miró con un poco de sorpresa, después solo soltó una pequeña carcajada.
— Como quieras, realmente quería ver una película, pero ya que insistes... — le acarició levemente el trasero a Ippan, que tuvo un escalofrío — ...¿Cómo rechazarte? Pero esta vez yo estoy encima — no dio lugar a objeciones
— Oye, ¿Insinúas que soy pesada? ¿Me estás diciendo gorda? — ella se cruzó de brazos, viéndolo con seriedad, después desvió la mirada hacia otro lado
— Linda...sabes que no quise decir eso — aún sonriendo, la abrazó por atrás, frotando su mejilla con la espalda de su mujer, que suspiró resignada
— Bueno...supongo que puedo perdonarte esta vez...solo esta vez — ella acarició la cabeza del peliverde sobre su hombro
— Claro...gracias por perdonarme — rio un poco, por lo bajo, al igual que Ippan, después, se prepararon para su momento de amor
Fin
Así es como Izuku tiene un mejor final que en el manga original XD
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