El fin de semana pasa en completa tranquilidad y el lunes Izuku regresa a la universidad, nadie mencionaba el incidente, ni siquiera Uraraka e Izuku cree que tal vez podía olvidarse de lo ocurrido, con un poco de suerte podría mantenerse alejado de Katsuki quien para colmo estudia en su misma universidad y asiste a sus mismas clases.

Pero no encuentra en ese sitio la paz que tanto anhela, Aizawa uno de sus profesores los asigna para un trabajo en parejas, su compañero, en una burla directa a sus deseos no es otro más que Katsuki.

Pero hay algo extraño en su compañero, no le grita ni se enoja, en lugar de eso se muestra callado y distante, pensativo y ausente, algo ocupa sus pensamientos e Izuku no puede decifrarlo, aún así no pregunta el porque de su actitud sombría y distraída.

El cambio de actitud no tarda en hacerse notar y los rumores comienzan a correr como polvora, provocando en Izuku el más severo disgusto, en los pasillos se hablan chismes que no le gustan, se dice que el chico explosivo de la universidad a sido cautivado por una mujer.

Unos dicen que los vieron besándose tras un callejón, otros menos aseguran que sólo hablaba con una desconocida y un puñado minúsculo de gente demasiado ociosa tienta a su suerte y jura que Bakugo fue rechazado y humillado por la doncella, todo eso con bofetada incluída.

A raíz de ello la actitud de Izuku se vuelve arisca y un poco antipática cuando se habla del tema, los días pasan y los rumores lejos de disminuir sólo aumentan y Katsuki no hace nada por callarlos.

El comportamiento de Katsuki se vuelve más extraño, hay gente rumorando que lo vieron preguntando por vestidos de novia.

-"Cuentos de gente entrometida"-Dijo una vez Kirishima, pero Izuku no es capaz de quedarse tranquilo.

Su amiga Uraraka investiga por su cuenta y descubre que en realidad nadie está seguro de lo que vió, unos describen a la desconocida como una modelo extranjera y otros como alguien muy simple, pero Izuku no es ningún tonto, sabe bien la identidad de la desconocida.

Hablan de él mismo.

Al principio se sorprende pues Kacchan no parece del tipo que se enamora a primera vista, si es que se le puede llamar así, el lugar en donde se vieron estaba pobremente iluminado y apenas se vieron a la cara unos instantes, recordó como su amigo lo había abordado sin titubeos y se preguntó cuánto tiempo Kacchan lo había estado observando, no cabía duda que a Katsuki él le parecía familiar, era posible que incluso Kacchan le hubiera visto en otra ocasión, después de todo no era la primera vez que se vestía de chica al salir.

Aún así Kacchan no decía nada, Kirishima y Kaminari, amigos de Katsuki y suyos también, acudieron a él intentando sacarle información, pero se fueron con las manos vacías.

Toda la semana transcurrió de la misma forma, con Katsuki bastante calmado e Izuku hirviendo de celos, celos de si mismo y arrepentimiento por intercambiar siquiera su número telefónico con Kacchan.

El trabajo escolar progresa, pero eso a Izuku parece ya no importarle, antes al hablar con Katsuki cuando menos sentía que su viejo amigo le ponía atención, ahora apenas y responde con monosílabos a casi cualquier pregunta que se le haga, los días de ver a Katsuki comportándose así por una mujer son como puñaladas para Izuku y no puede evitar odiarse a si mismo.

Sin embargo no puede descubrirse, sólo se deprime al pensar que está celoso de si mismo.

Se deprime al pensar que no puede ir con Katsuki y revelar su identidad.

Los días transcurren y llega el viernes, ya es tarde y ambos se encontraban saliendo de la biblioteca de la universidad, ambos tuvieron que quedarse más tiempo de lo debido, se soltó una fuerte lluvia y para evitar el agua se quedaron dentro de la instalación.

Ambos se dirigían a sus respectivas casas, sin hablarse, ni verse, Katsuki como siempre, caminaba hasta delante y dejaba a Izuku atrás, Izuku por su parte sólo miraba la espalda de Katsuki y su andar despreocupado.

No notó la presencia de un auto viniendo por la vía a toda velocidad, el conductor, siendo un total inconsciente, no vio el enorme charco de lodo a un costado de la calle.

-¡Oh no!-El splash del agua seguido del grito de Izuku lograron que Katsuki volteara a ver la enorme figura cubierta de barro.

-¡Jajajaja! ¡¿Que te pasó, nerd?!-Reía Katsuki.

Pese a disfrutar la voz risueña de Katsuki Izuku no tuvo otra opción que replicar.

-¡No es gracioso, Kacchan!-Pero Katsuki no escucho sus quejas.

Riendo a carcajadas Katsuki se acercó a Izuku y sacó su teléfono, tomó un par de fotografías y siguió riendo.

Avergonzado Izuku trató de ignorar a Katsuki y seguir adelante pero la mano de Katsuki sujetando su brazo lo impidió, sin dar explicaciones, Katsuki lo jalo hasta su casa, que era la que quedaba más cerca, vivía sólo y no había nada de que preocuparse.

-Toma una ducha y luego vete, si te vas así tal vez le saques un susto a alguien-Dijo Katsuki y lo condujo hasta el baño.

-Pero no tengo ropa-Dijo Izuku.

-Ya encontraré algo que prestarte, apresúrate que llenas de lodo mi piso-Dijo molesto y salió de allí.

Dudoso, Izuku se desvistio y entró a bañarse, el agua y el jabón se mezclaban con el lodo que caía de su cabello, a los pocos minutos Katsuki abrió la puerta del baño y por fuera de la ducha le avisó que ahí le dejaba la ropa, Izuku sólo agradeció y siguió con su baño.

Salió a los pocos minutos pues no le parecía correcto estar demasiado tiempo en una ducha ajena, con una toalla alrededor de su cintura salió y buscó la ropa que Katsuki le había dejado.

Se quedó frío al ver sobre el lavabo los tacones que había perdido hace unos días, debajo de ellos un vestido verde similar al que había usado ese día y además ropa interior femenina.

-¿Creiste que me engañarías con tu disfraz de niña?-Desde la puerta Katsuki lo observaba con burla-Aunque no te veías mal-.

Izuku se quedó boquiabierto, había subestimado a su amigo de la infancia y ahora le costaría caro.