1.- Primer celo.

- ¿Donde esta?

Estaba desesperado buscándolo. Esa mañana en el coliseo a la hora del entramiento escucho la conversacion de dos soldados, un Alfa y Beta. No le hubiera interesado de no ser por un punto importante.

《Hay otro Omega en el Santuario, uno de Oro y esta en Celo.》

Eso lo asusto, los únicos Omegas del rango Dorado eran: El patriarca y contra todo lo que se espero, Kanon. Que otro apareciera era muy raro, estaban casi todos en el coliseo menos uno: Camus.

No lo pensó ni un segundo y salio en su búsqueda, no dejaría que ninguno se aprovechara de su condición para hacerle algo que no quisiera, por más que su cuerpo se lo pidiera estaba seguro que Camus no se dejaría fácilmente.

《Podemos ir a buscarlos, total sin marca no hay nada que pueda hacer》

Al acordarse de eso corrió más rápido por las escaleras de los Doce Templos. Con 13 años cercano a los 14 hace poco que él mismo se sabia un Alfa, uno que seria capaz de proteger a quienes más quería por sobre su Diosa. Camus es mayor por meses y no sabian presisamente que era, por lo mismo le juro que si resultaba ser Omega lo protegería con su vida de las personas que quisieran aprovecharse de él. Tenia claro que tambien es un Caballero Dorado, capaz de defenderse solo. Sin embargo el cosmos en la época del celo disminuía un poco y cualquier necesitado se aprovecharia de eso.

Llego a su templo sin darse cuenta, iba a pasar de largo hasta llegar a Acuario, un olor lo detuvo de repente, era dulce, lo más dulce que olfateo en su vida, se mezclaba con su propio olor. le invitaba a ir a su encuentro. Sacudio la cabeza al darse cuenta de algo ¿Que producía ese aroma en su casa? No tenia nada que pudiera hacerlo, a menos que fuera una persona, se parecía al que hinundaba la Camara del Patriarca cuando él y antiguo maestro se perdian unos días.

- Camus...- entro a la parte privada de su casa, donde pudo sentir por fin su cosmos- ¿¡Cam, donde estas!?

Lo encontró en su habitacion, en su cama, parecía dormido aunque no estaba seguro, se le acerco casi por inercia, ese dulce aroma se hacia más fuerte conforme se le acercaba. Se vio tentado a tocarlo, pero ocupando todo su autocontrol se detuvo.

- Milo.- su voz lo asusto, no pensó que lo sentiría tan pronto.

- ¡Camus me asustaste!- lo tomo de los brazos para sacudirlo un poco, a la mierda su delicadeza- ¡No sabia donde estabas y unos soldados hablaban de un Omega de Oro y...!

Demasiado tarde se dio cuenta de un detalle, ahora le daba la razón a su amigo cuando le decía que era lento aveces.

- ¿¡Que haces en mi casa!?

Camus no supo si reír o enojarse, ese amigo suyo era tan loco aveces, no sabia como lo soportaba.

- Escondiéndome.

- ¿De que?- eso le preocupo, Acuario no era así.

Se escucharon unos voces en el templo, las mismas que Milo escucho en el coliseo. La rabia que le consumio el cuerpo al ver como Camus se encogio un poco no se comparaba con ninguna otra que haya sentido antes. Eso le dio una clara señal de que esos dos malditos ya habían intentado algo, y por eso Camus decidió bajar hasta el templo de Escorpión.

No le dio explicaciones de nada, hizo aparecer su Aguja en la mano derecha para salir en busca de esos dos soldados.

- ¡Milo, espera!- bajo de la cama lo más rapido que pudo para alcanzar al menor- ¿¡Que vas a hacer!?

- ¡Enseñarle a esos desgraciados que no deben aprovecharse de un celo para satisfacer sus bajos instintos. No importa la persona, no importa el rango, si es no es NO y punto!

Se separo de Camus listo para dejar como colador a esos dos sujetos, nadie se metía con las personas que él más quería y Camus encabeza esa lista. Acuario se quedo ahí sin saber que pensar, Milo se estaba arriengando a un castigo, solo por protegerlo, se sentia algo culpable pero algo dentro suyo se alegraba de esa protección, tanto que quería tenerlo cerca y no dejarlo ir.

Quería tenerlo a su lado siempre. Volvió a acostarse en la cama donde el aroma de ese pequeño alfa calmaba un poco esa sensación de calor que le recorría el cuerpo y la enorme necesidad de tocarse. Sabia que estaba bien que era lo que necesitaba pero no quería hacerlo. Se acurrucó sobre la cama sin saber que hacer realmente, era su primer celo leyó muchos libros sobre el tema, ahora creía que nada de lo que leyó le serviría. Milo volvio sonriendo satisfecho logra sacarles un poco de sangre a sus presas. Cuando se encontró con Camus en esa posición se preocupo quería ayudarlo pero no sabia como.

Toco su mejilla con cuidado, notando el matiz rojizo que esta tenia. Quería seguir tocando su piel. Nego, eso lo rebajará al nivel de esas dos alimañas de las que se había encargado.

- Iré a buscar al Patriarca.

Una mano más blanca que la suya lo detuvo de la muñeca.

- Quedate conmigo.

Trago saliva y no se pudo negar. Para su suerte cerca del medio día el propio Shion fue al templo de Escorpión al sentir el cosmos de Acuario algo inestable. Al Santuario no llegaban los mentados supresores, por lo que los omegas que lo habitaban debian aprender a controlarse mediante el cosmos cuando no tenían pareja o eran demasiado jóvenes.

Shion le enseño lo más que pudo en poco tiempo, dejo a Camus dormido en la habitación de Escorpión y fue en búsqueda del dueño del templo.

- Me entere de lo que hiciste...

Milo sintió que le corrio un frío por la espalda, se venia el sermón y castigo de su vida por lastinar a soldados de menor rango. Pero no se dejaría sin dar a conocer sus razón.

- Esos dos se lo merecían ¡Se querían sobrepasar con Camus, no los iba a dejar!

La mano de Shion despeino sus cabellos y le sonreía con cariño. El menor no estendio nada.

- Protegiste a tu compañero, no te voy a regañar por eso pero si te pasaste un poco.

- ¡Se lo merecían!- volvio a repetir, nadie le sacaba esa idea de la cabeza.

- Se lo merecían sí, no te lo niego. Ahora voy a darte una misión.- la cara de susto de Milo le dijo que no estaba dispuesto a dejar a Camus solo- Debes cuidarlo estos días, ayudarlo en lo que te pida, el primer celo siempre es difícil.

- Lo hubiera hecho aunque no me lo pidiera Patriarca... por cierto ¿Como va su embarazo?

Mu ya había corrido con el chisme de que tendria un hermanito. Solo le mostró su abultado vientre de cinco meses y al menor le brillaron los ojitos. Una corta despedida y vio como Milo volvio a su habitación a cuidar de Camus.

Estaba seguro que esos niños seria una de las parejas más unidas que se haya visto, tal cual lo fueron sus antecesores.

🔥❄

Credito de la portada a AquarioNoCamus

¡Hey!

Comenzamos con esta belleza, ¡El primer omegaverse que hago en mi vida! Me lleve varias sorpresas investigando el genero pero eso es tema aparte.

No tendrá muchos capítulos, 4 o tal vez 5 depende.

Pronto llegaremos a lo que están esperando... Lo que ya se vio en Golden Stories y la "venganza"de Milo ¡Tiembla Acuario ya llegara tu turno!😃

ScorpioNoMilo 💕

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