XXXVII. Encuentro
Célia...
Tengo muchas ganas de llorar, la señora me ha dado comida y me ha dicho que su nombre es Alicia. He tratado de estar bien pero estoy muy asustada y extraño a papá... ¿Él me extrañará también? No debí haberme ido... debí esperar a que él volviera... seguramente estará enojado conmigo.
"¿Estás lista?" La señora me pregunta, yo la miro y dejo de comer la fruta que ella me ha dado.
"¿Vamos a buscar a mi papá?" Le digo, ella asiente con la cabeza.
"Creo que ya sé quién es tu papá, pequeña..." Ella dice. Entonces la puerta se abre y entra una mujer, ella está de espaldas y no puedo verla, pero cuando se voltea la reconozco.
"Mamá, ¿estás por aquí?" Ella dice, se gira hacia dónde estoy y cuando me ve se queda quieta.
"¿Célia?" Ella pregunta, su frente se arruga y luce confundida. Es la señora Katie, ¡Ella me llevará con papá!
"¡Señora Katie!" Yo digo, me levanto y voy hacia a ella, ella me llevará con papá... Sí, ella lo hará.
"¿Qué haces aquí, pequeña?" Ella pregunta, toca mi cabello y se agacha quedando a mi altura. La señora Katie es muy bonita.
"Me perdí y tengo mucho miedo... Salí a buscar a papá... Cuando se fue con usted, ¿Él volvió a casa?" Le digo, ella cierra los ojos y asiente.
"Oh, pequeña... Tu papá debe estar muy preocupado. Cálmate, no pasará nada... ¿Estarás a salvo conmigo, sí? Yo te llevaré con tu papá..." ella me dice, sonríe y yo asiento, la abrazo y ella lo hace igualmente.
"Gracias, señora Katie" Le digo. Dulce es mi mamá pero... Ella también es muy buena, ¿podría también ella ser mi mamá?
"No tienes nada que agradecer pequeña, ¿cómo llegaste aquí?" Ella me pregunta.
"Estaba en la banca de afuera, había demasiado frío... no sé qué hubiera pasado si no la hubiera encontrado" La señora Alicia dice, la señora Katie es igual a ella... Se parecen mucho... Las dos tienen el cabello del mismo color y sus ojos son bonitos.
"Célia, debes prometerme algo, ¿sí? Sé que no le agrado a tu papá pero... no vuelvas salir de casa sola, ¿sí? Si tu papi no está puedes esperarlo hasta que él llegue, ¿sí? Hay cosas peligrosas en la calle que pueden hacerte daño, quiero que lo sepas" La señora Katie me dice, me doy cuenta de que su cabello es corto y que sus ojos parecen mojados... ¿Ella va a llorar? La señora Katie siempre llora... ¿Ella está triste todo el tiempo?
"Sí, no lo haré" Le digo "¿Señorita Katie? ¿Por qué usted siempre está llorando?" Le pregunto.
"Porqué hay muchas cosas de las que me arrepiento, y de que me di cuenta de que perdí la oportunidad de tener a una niña tan maravillosa como tú"
¿La señora Katie tiene una hija?
"¿Usted tiene una hija?" Le pregunto. Ella niega con la cabeza.
"Pude tenerla... pero fui alguien muy estúpida, no pensé las cosas" Ahora hay lágrimas en sus ojos. "Pero no importa, vamos a llevarte con tu papá, ¿está bien?" Ella me dice. Yo asiento y sonrío.
Harry.
Louis está sentado a tres metros de mí, y retengo de nuevo las ganas de golpearlo. Sus palabras continúan atropellando mi razón y las ganas de conseguir una respuesta concreta a lo que dice me atosigan, no he dicho palabra alguna y Gemma y los demás lucen igual de aturdidos que yo. ¿Cómo puede aquello ser verdad? Es algo totalmente incoherente... no tiene lógica, pero tal vez explique porque siento esa gran conexión y amor hacia esa niña... Porqué sentí ese instinto de protección desde un principio... Pero no, la idea se repite y se repite en mi cabeza infinidades de veces y mi cabeza está a punto de estallar.
Sin más opciones, me levanto de las escaleras, sintiendo como si cuatrocientas toneladas estuvieran puestas sobre mis hombros. Louis alza la mirada y el moretón en su mandíbula es visible para mí, sus ojos están nublados en tristeza y tal vez en vergüenza. Louis sabe que lo que hizo no está bien, si sólo él me hubiera dicho desde un principio... Tal vez las cosas serían diferentes a como lo son actualmente.
Y se supone que nada esto ocurriría, se suponía que llegaría a casa y me encontraría con mi pequeña en la habitación, y ella me abrazaría, diciéndome lo tanto que me había extrañado... y todo sería igual, no sería todo esto que ocurre. Y lo que más me duele es que ella no está... y su presencia me hace una falta enorme.
¿Cómo puede una persona hacerte sentir tan... desarmado? Siempre me había preguntado eso pero ahora que estoy viviendo este calvario en carne viva, me doy cuenta de que cuando amas... lo entregas todo, nada de lo que alguna vez fue tuyo te pertenece... y toda tu seguridad, felicidad y bienestar se arremolinan en esa persona... Y sin embargo, no cambiaría ni un momento de mi vida... Ninguno, porque mi vida sería una miseria si no me hubiera encontrado con esa niña... quien me dio todo lo que necesitaba.
"¿Cómo estás seguro de lo que dices?" Son las palabras que salen de mi boca, aunque mi voz es aún más profunda de lo que la ha sido... Louis niega con la cabeza.
"No estoy seguro, Harry." Él dice, sus manos se cruzan y no me mira.
"Quiero saberlo todo, Louis... ¿Desde cuándo sabes que ella ha estado en Londres?" Le pregunto.
"Te lo diré todo, Harry... absolutamente todo, pero quiero decirte que Katie no es tan mala... Debes entenderla...Ella tuvo que-"
"No me interesa, ella ya me lo ha dicho... Sólo habla." Le callo, él luce descompuesto pero asiente finalmente.
"Katie siempre ha estado en Londres, Harry. " Él dice "Ella nunca se fue de Inglaterra, su hijo nació en Londres y quizás aún esté en Londres... Si no es Célia, claro." Continúa "Exactamente hace 7 años... Cuando todo ocurrió, cuando ella se fue y todo eso... Un año después de que ella se fuera, me la encontré... Ella estaba en el hospital en el que yo trabajo cuando justamente me encontraba haciendo mis pasantías ahí, ¿Lo recuerdas?, cuando me vio no pudo estar más asustada y me rogó que no te dijera nada... Ella ya había dado a luz, pero me había dicho que había perdido a su bebé. Pero yo no le creí." Él dice, escucho atentamente sus palabras y me doy cuenta de cada detalle.
"Como sea, como trabajaba en el hospital, decidí buscar entre los archivos los nacimientos recientes y me encontré con su nombre... En el archivo salía que había abortado, pero algo no me parecía bien, no cuando había visto a su madre salir con un bebé a hurtadillas con ayuda de una enfermera. La enfrenté y le exigí que le dijera la verdad, o que de lo contrario te llamaría y te lo diría todo. Me lo confesó. Me dijo que su madre la había convencido de darlo en adopción. Yo le dije que tú tenías derecho a saberlo todo, a conocer a tu hijo... Pero entonces ella me dijo que el bebé no era tuyo, que te había engañado... Tú estabas bien, Harry, estabas en medio de la universidad y finalmente la habías olvidado, así que decidí que lo mejor era no decirte nada."
"Sin embargo, Katie quería que ese niño tuviera un hogar, ella no lo dejaría a su suerte... y su madre le había dicho que se lo habían otorgado a una familia sustituta justamente al nacer, incluso, le presentó a esas personas... traté de llegar a ellas pero es imposible, ni siquiera Katie sabía los nombres y su madre no ha dicho nada. Así que Harry, te digo esto porque no sabes todo lo que ella ha vivido, no la justifico... Pero ponte en su lugar, ¿Qué harías tú? En todo caso, Katie era sólo una adolescente asustada, su madre la engañó... O eso pienso, pero lo único que sé es que lo único que ella necesita es tu perdón. Y sí, quizá soy un traicionero y mentiroso, pero ella también me necesitaba... " Cuando Louis termina de hablar, las lágrimas están a punto de derramarse de mis ojos. Estoy abrumado, confundido... Pensar de que hay un niño mío en algún lugar sólo y sin hogar me destruye, y pensar que la niña que está conmigo es mi verdadera hija... De que sólo existe la posibilidad... Me llena de alegría a la vez. Katie y su madre son las únicas que pueden arreglar este embrollo, más allá de mi ira hacia ellas necesito tener respuestas.
"Todo esto... Todo esto no puede ser verdad." Niego, ¿o sí? Sólo necesito respirar... todo es demasiado... y sólo la necesito a ella.
El timbre de la puerta suena y no presto demasiada atención, no sé si la puerta está siendo abierta o no, pero en cuanto escucho esa voz, todo lo demás queda olvidado. Y siento como si la vida se me hubiera devuelto.
"¡Papi!"
Me mantengo quieto durante al menos dos segundos y giro mi cabeza, mis ojos inmediatamente se posan en su pequeño cuerpo y en su cara emocionada y con rastro de lágrimas. Ella está aquí, mi hija está aquí.
Me levanto de golpe y estoy a punto de caer, su pequeño cuerpo se encuentra con el mío y caigo de rodillas, aferrándome al abrazo que ella me regala, y ese momento se mantiene grabado en una burbuja dónde no hay nada más que mi hija y yo.
Ella es mi hogar.
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