II Capítulo 8. Presentando a los

La mañana llegaba, y en la casa de las flores aun no sonaba ninguna alarma, todo era silencio, oscuridad, paz... Y una estruendorosa explosión que levanto a todos de golpe.

Atsushi había saltado al primer piso, igual que Akutagawa, Oda y Ango. Lucy y Kyouka permanecían atrás, Abadon estaba en el jardín donde todos llegaron había un silencio incomodo – Lucifer

― Tu...

― El caído

― Los 12... - menciono Atsushi mirando a aquellas 12 personas frente a ellos

― Señor Lucifer, Leonardo DiVanchi a sus órdenes – sonrió amplio – líder de los 12 celestiales, la mano derecha de Jehová, mejor conocido como Dios. Presento mis labores a petición de mi señor. La cual consiste – le miro serio – matar a tu hijo bastardo y devolverte al inframundo a cumplir tu condena

― Siendo el número 7 y el primero al mando. Otorgo mi creencia a mi señor

― ¿qu-que está pasando? – pregunto Oda

Una fuerte ráfaga los atravesó. Abadon rápidamente se voltio - ¡ATSUSHI! – grito. Atsushi había sido tomado por un chico alto de cabello rojo, una daga en forma de pinzas habían atrapado su cuello

― Como le he dicho señor Lucifer, su hijo debe morir – hablo Leonardo – Cáncer, hazlo

Una katana corto la cabeza del chico, Atsushi cayó al suelo, Fukuzawa quedo frente a él. Abadon llego hasta Atsushi para revisarlo - ¿estás bien? ¿Te llego a cortar?

― N-no podía mo-moverme – menciono Atsushi nervioso

― Lucifer, entiende, seguimos órdenes del señor Jehová

Abadon se levantó – Gracias Fukuzawa – menciono y el mayor inclino su cabeza. La doctrina había llegado al lugar

― ¿Por qué llegan todos? – pregunto Ango mirándoles

― El señor nos ha llamado – hablo Natsume. – lo lamento, al parecer nos necesitan para venir

― Ni un arcángel, ángel, celestial, bruja o demonio tiene permitido el uso de la tierra. La tierra es de los humanos – menciono una chica de lentes

Miraron como la cabeza de Cáncer regreso a su cuerpo. Abadon respiro profundo – Leo, - hablo serio Abadon – siempre fuiste así ¿eh?

― No estamos ya bajo tus ordenes, fuiste desterrado

― Claro... - Abadon miro a los 12 y sonrió amplio

Los cielos se oscurecieron, el aire soplaba fuerte, un sonido infernal se extendía por los terrenos - ¿en serio intentan matar a Atsushi? – pregunto Chuuya a Dazai

― Eso... Parece

― No es correcto – dijo Fyodor y miro a Dazai – Somos una familia

― Lo correcto o no, Natsume-sama fue quien dijo

― ¡A LA VERGA! – grito Chuuya lanzando una roca hacia Leo. Este lo miro – ESCUCHA BASTARDO DE MIERDA, ATSUSHI ES NUESTRO AMIGO

― Eeeeh... - sonrió Leo - ¿tú serás la siguiente reencarnación de Lucifer?

― ¿pe-perdón?

― También a él, - dijo Leo mirando a los 12 – mátenlo

Dazai se puso enfrente – no tocaran a Chuuya

― A nadie – dicto Ougai – Yukichi, prepárate

Akutagawa retenía a Atsushi, de hecho no quería soltarlo, estaba confundido y desesperado, casi mataban a su familiar así como si nada, y Abadon solo estaba allí parado en medio de todo. Los doce se dividieron, seis de ellos miraron a la doctrina reteniéndolos, los otros seis miraban a Atsushi – Ryu... de-déjame

― No – le apretó más, Atsushi podía sentirlo, el azabache estaba asustado

― Co-confía en mí, suéltame

― Ellos... te iban...

― Vamos, suéltame Ryu

El azabache le soltó, Atsushi tomo su mejilla – todo estará bien, confía en m... - Atsushi no pudo terminar de hablar, tenía un aguijón en su estómago. Akutagawa quedo paralizado. Atsushi lo empujo lo más rápido y lejos que pudo.

― Será rápido príncipe – dijo Escorpio – lo terminaré de atravesar y todo finalizará

La desesperación en todos estaba presente, esas personas eran rápidos, Abadon estaba allí, sin hacer nada. Nadie podía moverse, todos miraban como Atsushi era atravesado y sus ojos se extendían – MEFITÓFELES – grito Atsushi

Francis hizo su entrada golpeando a Escorpión con un enorme maso en su rostro. Escorpio salió volando a varios metros sacando el aguijon del estomago de Atsushi – Fiiiiuuuuu – sonrió mirando el paradero de Escorpio – esto me gusta – sonrió jugando con su maso

― ¡¿Qué?! – gritaron todos sorprendidos

― Atsushi, ¿estás bien? – pregunto el rubio

― Repito ¿Qué? – añadió Ango confundido

― Estoy bien

Abadon sonrió, está vez camino hacia los doce – veras Leo, anoche... Hice a mi hijo que me ayudará a formar a mis doce también – sonrió extendiendo sus brazos – te presento a cuatro de doce.

― Lucifer, si te reúsas a la muerte de tú hijo maldito, esto se hará más grande

― Déjate caer José – grito a los cielos Abadon – ¡no eres nadie comparado a mi hijo!

Leo apunto a Abadon – te guardo respeto por ser antes tu guardián, ¡nos traicionaste Lucifer!

― Y tú quieres matar a mi hijo, querido amigo

Leo le miro sorprendido, miro a nueve de los doce heridos, el tiempo en la tierra no era bueno – volveremos

― Los esperaremos

Los doce fueron iluminados y se marcharon. Abadon corrió hasta Atsushi, el resto de la doctrina se acercó aunque guardo su distancia. Akutagawa fue el primero en llegar y sostener al albino – estará bien – dijo Abadon

― Abadon

― Calla Francis, usa a Mefistófeles y trae a Rinbaud

― S-si

El rubio se levantó, Abadon miro a Ryunosuke – Atsushi estará bien Ryu, tranquilo

― ¿Qué fue todo eso?

― ¿eso? – suspiro Abadon y miro a la doctrina – es la guerra... y el final.

...

La doctrina estaba de nuevo en la casa de los girasoles, Abadon revisaba el estómago de Atsushi mientras Lucy usaba su magia para servirles a todos café. Chuuya estaba detrás de Dazai mirando a aquel chico de cabello castaño y ojos azules – Chuuya ¿Qué ocurre?

― E-ese chico estaba conmigo antes, se llama Arthur Rimbaud, robábamos juntos

― ¿eh? ¿tu amigo?

― Al-algo así

Dazai miro mejor a aquellos tres chicos, Francis sonría ante la cara de Akutagawa quien parecía querer matarlo. – Entonces... ¿explicarán esto? – expreso Ougai

― Bueno, bueno – Abadon se recostó en las piernas de Atsushi – mi hermano y yo creamos el mundo

La doctrina se quedó petrificado, Atsushi suspiro – es cierto – añadió Atsushi – mi tío es Jehová, el Dios que ustedes alaban

― Jeho los creo a ustedes, los humanos. Yo cree a mis criaturas. Originalmente iban a ser ayudantes de los humanos, como lo son ahora para ustedes...

― Pero... mi tío odio a los demonios

― Son tan lindos y el los odiaba – se quejó Abadon

― Mi mayor duda es... - Ango arreglo sus lentes - ¿Lucifer?

― Sí, soy la belleza que Jehová uso para crear a los humanos

La doctrina una vez más estaba petrificados.

― ¿Qué dices no has leído nada de la biblia?

― Oh eso lo escribió mi hermano – se quejó Abadon – si trae mucha verdad pero hay cosas que no. Miren así como la tierra hay muchos mundos, y mi padre es el todopoderoso, el controla esté universo

― ¿Cómo cronos? De la mitología – menciono Francis

― Si – sonrió Abadon – Charles una vez me lo mostro, ustedes conocen a mi padre como el titán del tiempo

― Estoy tan confundido – expreso Nathaniel

― No lo piensen tanto

― Tengo dos grandes dudas... - expreso Dazai y señalo a Francis - ¿Por qué tiene ese maso y llego cuando Atsushi-kun lo llamo?

― Los doce celestiales son la mano derecha de Jehová, lo protegen y mantienen el equilibro del mundo, antes eran seis, estaban divididos entre mi hermano y yo. Estaban encargados de mantener el equilibro entre nosotros y nuestros deberes. Leo era parte de mi equipo

Acaricio el cabello de Atsushi – anoche hablamos de eso en el mundo inverso mientras jugábamos con Lucy y Kyouka, - miro a la doctrina – debía tener protección de doce igual que mi hermano o matarían a Atsushi...

― Y ya que mi destino era estar con Atsushi me convertí en el líder de los doce – sonrió Francis. Atsushi chasqueo la lengua.

― Tú no tienes nada que ver conmigo – se quejó Atsushi y Francis le saco la lengua

― Tendrás que acostumbrarte

― Tu hijo de

El rubio se levantó frente a la doctrina – es un placer, soy número uno de los doce del rey demonio. Conocido como Francis Fitzgerald, llamado ahora por Mefistófeles, su mano derecha.

Ambos castaños sonrieron también, se pusieron frente a la doctrina. – Es un honor, soy número tres de los doce del rey demonio. Llamado Paul Verlaine, se me conocerá como Belcebú, el hambriento.

― Es un honor, soy número cuatro de los doce del rey demonio. Llamado Arthur Rimbaud, se me conocerá como Asmodeo, él nocturno.

Abadon aplaudió – pero que bonito – dijo alegre, volteo a ver a Atsushi. Esté estaba con los brazos cruzados y molesto.

― Estas diciendo ¿Qué creas un ejército? – se quejó Fyodor

― No, solo doce ¿no prestas atención? Apenas es el capítulo 8 estamos peor que la primera temporada – abrazo a Atsushi

― ¿es necesario?

― Para protegerlos, ellos realmente pueden matar a Atsushi.

― ¿no vieron lo rápido de esos chicos? Tomaron fácilmente a Atsu-kun – dijo Gogol

― ¿Cuándo tendrás a los demás? – pregunto Oda

― El numero dos no lo conozco – menciono Atsushi mirando a Abadon

― El numero dos es la reina de las brujas

― ¡¿OZAKI-SAMA?! – grito Lucy

― Yes my lady – sonrió Abadon – tengo cinco, aun me faltan siete más

― ¿Quién es el quinto? – pregunto Chuuya. Atsushi miro a otro lado. Abadon sonrió

― Obviamente tú

― ¡¿QUE?! – grito Chuuya y Dazai

― No puedes

― Yo no he decidido eso

― Tienes una parte de mí, obviamente debes estar en mis doce

― ¡¿JAAAA?! – grito Chuuya

― ¿eh? ¿eres Chuu-san? – pregunto Rimbaud y Chuuya se sonrojo – vaya sí que lo eres

― ¿Quién es? – pregunto Paul

― Mi amigo, el chico increíble de los grandes saltos

― Ooh – sonrió Paul – gracias por cuidar de Rimbaud en su infancia

― Como sea, ahora debo buscar candidatos responsables – sonreía Abadon – ahora

― Espera, espera, espera ¿Por qué no sabíamos nada? – se quejó Akutagawa

― Bueno, anoche hablamos Atsushi y yo, dijo que hablaría contigo hoy temprano pero los celestiales llegaron primero

― Disculpa Ryu...

― ¿era de lo que querías hablar?

― Sí, pero ya era tarde...

― Bien, estoy bien con eso – menciono serio

― Ahora – sonrió Abadon – ya que Atsushi fue herido necesita recuperarse con los demonios. Mefistófeles – le llamo serio – te harás cargo de llevar a Atsushi al infierno, tráelo en una hora

― Claro – sonrió Fitzgerald

― ¡¿ja?! Yo no lo – el rubio tomo al albino en su hombro - ¡BA-BAJAME!

― Llévalo al séptimo infierno

― Claro Lucifer-sama

Fitzgerald se llevó a Atsushi, Akutagawa miro molesto a Abadon - Lo comprendes ¿no?

― Claro, confió en él

El ambiente era terrible, incómodo y frio

― ¿tenías todo planeado? – pregunto Fyodor

― Por supuesto, medí sus potenciales. – sonrió Abadon – Arahabaki ya estaba de acuerdo

― ¿Araha... que? – pregunto Chuuya

― Es tu demonio Chuuya – dijo Dazai – conocí su nombre cuando nos unimos

― De hecho Arahabaki me ayudo a tomarles el potencial

― ¿Qué? – Chuuya se levantó tomando el cuello de Abadon - ¿quieres decir que eh estado haciendo cosas a sus espaldas? ¿a espaldas de Dazai?

Abadon sonrió – claro. Arahabaki siempre me escucha. – Chuuya bajo la cabeza. Abadon suspiro – Belcebú, Asmodeo ¿Por qué no acompañan a la doctrina?

― Lucifer-sama ¿usted?

― Llevaré a mi yernito – sonrió mirando al azabache. Esté suspiro



...

En lo personal, amo el capítulo 9, se llama "una historia de amor"
subiré más tarde el capítulo

¡Gracias por leer!

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