II. Capítulo 4. Biblia de vida
Atsushi estaba atrapado entre las piernas de Akutagawa – sabes... aún recuerdo cuando nos recostábamos en el pasto y dormíamos juntos hasta el anochecer... y...
― Dije habla ahora o calla
― Estaba hablando
― ¿aprendes rápido de tu padre o te haces demasiado estúpido?
― Perdón... - Atsushi suspiro – te contaré todo pero... suéltame
― ¿Por qué?
― Te mostraré
El azabache quito sus pies del albino, el menor levanto su torso para sentarse en el pasto, miro al mayor – ven, siéntate a mi lado. – Akutagawa suspiro, cruzo sus piernas mientras se sentaba en el pasto
― ¿me dirás toda la verdad?
― Si, toda pero debes jurarme no decir nada
― ¿Por qué diría algo? Se supone que somos tú y yo. Como la primera vez, lo repetiré. Esto será entre tú y yo, siempre
― Gracias Ryu...
Atsushi junto sus piernas a su pecho – no hagas eso, cuando haces eso es porque algo te preocupa
― No es preocupación... - suspiro soltando sus piernas – Ryu, Abadon me oculta cosas, cosas importantes del inframundo
― ¿Cómo cuáles?
― No lo sé, pero sé que Charles Fitzgerald sabía de ellas. Sospecho de ese hombre... Tenía una relación demasiado cercana a Abadon
― ¿el viejo muerto?
― Ryu – se quejó – si ese.
― ¿quieres contarme?
― El mes pasado Abadon me llevo porque estaba descontrolándome
― Aja, lo recuerdo
― Estaba celoso
― ¿Por qué?
― Por qué Abadon le estaba contando cosas a Chuuya, cosas que a mí no. Ese día descubrí dos cosas... - Atsushi tomo sus propias piernas nuevamente y miro al azabache – a Abadon no le importa Chuuya, solo es por su cuerpo. Y la otra... hay algo misterioso con el numero 12, algo que mi ser no quizó mostrarle a Abadon
― Explica, uno por uno
― Cuando me llevo, fuimos a un lugar espeso y denso, un nivel del infierno, el aire me hizo sentir mejor y poder reflexionar... le dije sobre lo molesto que me parecía que le contará cosas a Chuuya y a mí no, al parecer... No le contaba nada en especial, solo lo tiene por qué su cuerpo puede soportar una mínima parte de él. Es su seguro, si yo me reinicio podrá volver aquí en el cuerpo de Chuuya
― ¿volvería como un nuevo Takeshi?
― Así es... usaría el cuerpo de Chuuya para buscar una nueva incubadora y hacerme volver al mundo humano primero a mí, después él
― Maldito demonio demente
― Para Abadon solo es importante rescatar a los demonios, tiene esa lucha con alguien, aun no me dice quien, pero me dijo que le traiciono. Creo que le hirio demasiado, el... Ama mucho a los demonios
― ¿De qué manera?
― No estoy seguro, pero conozco su nombre, escuche mencionarlo
― ¿Cuál es?
― Aaam... "Lucero"
― ¿Latín?
― Si ¿Por qué? ¿sabes cosas?
― Estuve en una iglesia por 4 años, lo sé. Lucero es la versión bíblica del latín, así se referían a Satanás, Lucero o más bien Lucifer. – Akutagawa subió sus dedos para contar con cada una - Significa camino de luz. Portador de luz o – cayo en el la cordura y miro al albino
― ¿o?
― Ángel caído...
― ¿Ángel? ¿Cómo son?
― ¿no sabes sobre ángeles?
― No, jamás leo esas cosas.
― Hay ángeles, arcángeles, pecados, mandamientos, estelares
― E-e-e-eso, Ryu, estelares ¿Qué son estelares?
― ¿estelares? Se dice que son de mayor categoría, algo así como la mano derecha de Dios
― Ryu, en el nivel de infierno, había una aurora boreal
― ¿ah?
― Si, si, una aurora boreal, y está se reflejaba mi ser, pero también se movía
― ¿se movía?
― Si, era como si tuviera vida propia. Me mostro el número doce
― ¿el 12? La biblia no trae cosas de números, es decir, su información es extensa pero
― Francis menciono los doce estelares... por eso, me quede con él
― Jamás he oído o leído algo así
― Déjame leer tu biblia Ryu
― ¿seguro?
― Sí, quiero saberlo. Si Abadon no me dice, lo buscaré yo
― ¿Por qué quieres esto?
― Por qué... siento que solo venir al mundo humano no es suficiente... Creo que Abadon oculta algo oscuro y creo que el mundo podría estar en riesgo...
...
En la casa de los girasoles, Abadon estaba solo en la habitación de Atsushi y Ryunosuke, rebusco entre la cama encontrando la biblia del azabache, la abrió y moviendo sus páginas lo encontró, sonrió ligeramente mientras leía ― ¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel? Todos los reyes de las naciones, todos ellos yacen con honra cada uno en su morada; pero tú echado eres de tu sepulcro como vástago abominable, como vestido de muertos pasados a espada, que descendieron al fondo de la sepultura; como cuerpo muerto hollado. No serás contado con ellos en la sepultura; porque tú destruiste tu tierra, mataste a tu pueblo. No será nombrada para siempre la descendencia de los malignos. Preparad sus hijos para el matadero, por la maldad de sus padres; no se levanten, ni posean la tierra, ni llenen de ciudades la faz del mundo.
Abadon respiro profundo, se calmó... cerro la biblia con su propia mano y sonrió mirando al cielo – tiraste a tus propios hijos a mí, para sepultarme y doblegarme, marcaste mi camino de sangre y humillaste al ser ellos mi único alimento... lo repetiré, a tus estelares derrocaré, a las nubes subiré, seré más grande que el todo poderoso y mi hijo dará muerte a los tuyos. – Dejo caer la biblia en la cama – nos vemos en el infierno, querido padre.
Salió de la habitación sonriente, tenía otros pendientes que atender. Camino por las afueras de casa cuando vio a su amado hijo y al azabache volver – Atsushi – sonrió Abadon - ¿quieres salir a cazar?
― Abadon, Ryu y yo hablamos
― ¿si?
― Queremos un tiempo Abadon – le fijo la mirada el azabache, después bajo del caballo
― ¿un tiempo? ¿de qué?
Akutagawa tomo la cintura de Atsushi para ayudarlo a bajar de Byakko – Abadon, Ryu y yo... so-somos una pareja con necesidades
― Comprendo, en el inframundo
― En realidad... - Atsushi trago saliva - ¿puedo leer una biblia?
― ¿eh?
― Si, bueno... Ryu se metió en todo esto de demonios y el inframundo pero yo no sé nada de su doctrina y bueno... Quisiera ser más unido a él
― Oh cariño, no necesitas saber nada, ¿quieres una biblia? Vayamos al pueblo y compremos una
― ¿entonces puedo?
― Claro, y te regalaré una sobre mandamientos y pecados
― Abadon estas siendo amable
― ¿no es así como un padre debe ser?
Atsushi se sonrojo, miro a Ryunosuke – me toca hacer la cena hoy Atsushi – menciono el azabache. Atsushi bajo la mirada, se había emosionado de salir con ambos.
― No hay problema, Atsushi. ¿quieres que te enseñe a despegarte de mí yernito conservando tu esencia?
― ¿eh? ¿separarnos?
― Podrían hacerlo por largos periodos
― Eso sería de buena ayuda
― Bien – sonrió de lado – que comience la lección
Akutagawa estaba sentado sobre una barda con brazos cruzados – ni siquiera trabaja ¿de dónde quiere conseguir dinero para comprarle cosas? – se quejó el azabache mientras miraba a ambos albinos
― Muy bien Atsushi, harás esto, cortaras tu dedo
― ¿completo?
― No, no – puso su mano en su barbilla y pensó – mira, saca tu uña larga, la de demonio
Atsushi saco solo las uñas largas de su mano derecha, eran negras y filosas – bien hecho hijo – sonrió Abadon – ahora, pica du dedo meñique hasta que salga sangre. Mientras lo haces, piensa en mi yernito, solo en él
― Bien
Atsushi pico su dedo, apretó un poco para que la sangre saliera, Akutagawa prestaba atención en aquello. La sangre del albino comenzó a brotar de la herida, roja cual carmín, y cuando llego la hora de gotear se acumuló en el aire, la sangre comenzó a flotar y ambos albinos vieron como la sangre fue en dirección al azabache. Akutagawa los miro, el no veía nada más que a ambos demonios acercarse - ¿Qué? – pregunto el azabache
― Extiende tu mano, no puede contactarse aun – dijo Abadon
― ¿eh?
― Ryu solo extiende tu mano izquierda
El azabache extendió su mano, la sangre del albino rodeo el dedo anular del azabache, en ese momento Akutagawa sintió un golpe en el pecho, su corazón bombeó fuerte y esto le había lastimado aunque solo fue un instante – ya está – sonrió Abadon
― ¿eso fue todo? – el albino miro al azabache - ¿Ryu estas bien?
― Lo estoy – tallo su pecho - ¿Qué fue ese golpe?
― No importa cuanto se alejen, se podrá enredar pero jamás cortar. – sonrió Abadon – mi regalo para ustedes. Ahora en verdad están unidos eternamente
― Abadon gracias – sonrió el albino
― ¿Qué sucedió?
― Es el lazo del destino, un hilo rojo que conecta a dos seres, de corazón a corazón
― Vaya – menciono el azabache sorprendido – gracias...
― Ahora... - tomo los hombros de Atsushi - ¿me lo prestas?
― Ah claro... haré la cena
― Nos vemos en la noche Ryu – sonrió el albino
Abadon se llevó al chico, el azabache se quedó y miro su mano - ¿hilo rojo del destino?
Atsushi y Abadon andaban por la ciudad, el albino mayor había comprado un helado para ambos, de sus bolsillos logro sacar una salsa - ¿Qué es?
― Receta especial, sangre de demonio y tripas de pecador - Atsushi trago saliva - ¿quieres?
― Por favor
Mientras los demonios pasaban su rato, Akutagawa seguía en la cocina, miraba su mano a cada momento – es cierto que no me siento mal, llevan como media hora fuera... - la puerta se abrió dando anuncio a las menores
― Ya llegamos – dijo Kyouka
― Buena tarde emo
― Pelirroja trenzada
― ¿Cuándo se llevaran mejor?
― Jamás – dijeron ambos
― Las brujas somos solitarias, nuestro espíritu es nuestro único acompañante
― Lis brijis simis silitiriis, niistri – Lucy le lanzo una libreta de su mochila - ¡OYE!
― Deja de burlarte pecador invocador
― Deja de ser tan bruja, bruja
― ¿puede calmarse? – pidió Kyouka – quiero toffu
― Kyouka, no comeremos Toffu
― Te enseñaré a crearlo.
La pelea entre los tres chicos continuaba, mientras Atsushi estaba en una librería con Abadon, miraba las diferentes biblias – Abadon ¿Cuál debería tomar? – pregunto el albino menor al mayor
― Cual sea sería buena, también... Si me llamaras "papá"
― Es difícil para mí eso en este momento
― ¿Por qué? ¿No he sido bueno?
― No es ser bueno o no... Tu... mataste a mi madre
― Corrección, tú la mataste, te la comiste
― O-oye...
― Además no era tu madre, solo una incubadora. Te hubiera tenido yo mismo pero significaría tener que sacrificar muchos humanos, era eso o ella y
― Espera ¿Qué dices?
― Podemos tener hijos por nuestra cuenta, ¿quieres un hermanito?
― ¡¿qu-que?! – pregunto el albino avergonzado.
El sonido de un "sssh" apareció para callarlos, tomaron la primera biblia que encontraron y salieron de allí. – Te enseñaré el mundo alterno – menciono Abadon.
― ¿alterno?
Abadon compro un ramo de flores rojas, caminaron por el sendero mientras Abadon quitaba pétalos de las rosas, aquellas formaban un camino que poco a poco los llevaría al mundo alterno, con cada pisada de ambos cada color en el entorno se esfumo a excepción de los pétalos, solo quedaba el gris en todo, las personas se movían, Atsushi miro a Abadon- ¿Qué es esté lugar?
― El mundo alterno, es el mismo mundo que conoces pero sin color ni sonido. Es el espacio de los fantasmas, el mundo de los humanos muertos.
― ¿Qué hacemos aquí?
― Vamos a la iglesia
Atsushi y Abadon llegaron a la iglesia, allí pudo ver a Mitchel y Nathaniel pelear, no los escuchaba, también vio a varios fantasmas míralos. - ¿Por qué estamos aquí?
― ¿Qué mejor lugar que abrir tu biblia aquí?
Se sentaron en las enormes sillas de la iglesia, allí Atsushi abrió su biblia – Génesis – miro a Abadon - ¿Quién es?
― Es el nombre del primer capítulo del libro
― La creación... En un principio creo Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: sea la luz, y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separo Dios la luz de las tinieblas. – Atsushi miro a Abadon - ¿Qué es esto?
― Es como Dios todopoderoso creo la tierra
― ¿Y si lo hizo?
― Bueno... Tu abuelo cuenta tantas historias
― Aah... - volvió a ver nervioso a Abadon - ¿a-abuelo?
― Jehová y yo somos los hijos de Dios todopoderoso
― ¿eh? ¿en serio?
― Sí, estoy seguro que en alguno parte de la biblia soy mencionado
― Abadon, cuéntamelo tu
― Bien – sonrió el mayor. – hace mucho tiempo...
| ... |
Un hombre alto estaba recostado sobre una nube, miraba el cosmos como si fuesen canicas a las cuales mover con facilidad – papá – le llamaron ambos niños – estamos aburridos. Dios todopoderoso los miro, eran dos chicos idénticos. Ambos portaban sus colores primarios, la mitad derecha de uno era blanca y su mitad izquierda era negra, el otro chico tenía la mitad derecha del otro era negra y su mitad izquierda era blanca. Perfectamente equilibrados. Uno con los ojos grandes dándole un toque angelical y el otro con ojos regulares, dándole un toque de sabiduría.
― Son los hijos de Dios. Tienen todo el cosmos para ustedes
― ¿podemos jugar con un planeta?
― Los planetas deben ser bien cuidados niños
― Pero
― Lucifer, Jehová. ¿Qué les he dicho?
― "los planetas no son juguetes"
― Así es.
― Pero cuidar del cosmos siempre es aburrido.
― Déjanos tener algo para nosotros, queremos cuidar
― Bien. Les enseñaré a ser responsables
― ¡SI!
― Así que... creemos la tierra.
Dios todopoderoso tomo un planeta, uno lo suficientemente alejado del sol pero lo suficientemente cerca para tener calidez, primero soplo, y el polvo de él se esfumo, la luz pudo entrar en él - ¿Qué quieren? – pregunto Dios todopoderoso
― Agua
― Aire
― Fuego
― Hielo
― Veneno
― Criaturas
― Bien, tardaré en crearlos, pero sobre las criaturas deberán dibujarlas
― ¡SI!
Ambos niños comenzaron a dibujar mientras el Dios todopoderoso comenzó a crear. Jehová creo el dibujo del hombre, lo llamo Adán y también el de la mujer, la llamo Lilith. Lucifer le miro – oye, son lindos
― ¿lo son verdad? Son como nosotros
― Pero yo soy más bonito ¿verdad?
― Por supuesto hermanito
― ¿Qué hicieron niños?
― Papá, Jehová hizo personas que se parecen a mí, pero soy más bonito ¿verdad?
― Claro que lo eres Lucifer
― ¿los crearemos Todopoderoso?
― Claro, denme tiempo.
― Todopoderoso
― ¿sí?
― ¿también mis criaturas?
Jehová y todopoderoso se miraron, los dibujos de Lucifer eran... diferentes, pues de una larga platica, crearon a las criaturas aunque muy diferentes, las llamaron animales.
La creación había llegado... Dios todopoderoso dejo la tierra para ambos hermanos, Lucifer amaba ver la tierra, colgando de nubes, y a Lilith. Era hermosa. Amaba a las criaturas que se crearon de su esencia, los animales tiernos y salvajes pero obedientes. Lucifer pasaba tanto tiempo viéndolos que pronto encontró una falla, aunque lo dudo, Dios todopoderoso era perfecto. Bajo a investigar mientras Adán y Lilith dormían. Entre las profundidades de una cueva los encontró, sus primeras criaturas, aquellas diferentes que el tanto amaba. Los abrazo. Así cada día podría ir a visitarles.
| ... |
― Después de que encontré a las criaturas, mi hermano se peleó con Lilith y – miro al albino esté estaba cabeceando, Abadon levanto la cabeza de Atsushi y esté despertó por completo - ¿mucha tranquilidad en el mundo alterno?
― Es-estaba bien... no sé qué ocurrió
― Es tu primera vez en este mundo, es normal que te falte energía, volvamos después y te seguiré contando
― ¿en verdad?
― Claro – sonrió Abadon - tomemos un té de sangre demoniaca mientras te cuento de ellos en casa
― Aún sigo sin creer que tengo abuelo y tío
― Si – sonrió melancolico Abadon, - yo tampoco lo creo – susurro
Regresaron sus pasos por el camino de pétalos, era muy tarde por la noche, ambos demonios corrieron, y jugaron mientras llegaban a casa. La historia no había finalizado pero está tampoco.
...
:3 Holis ~
Estaré subiendo varios capítulos en Fanfics, en honor al cumpleaños de una personita muy bonita que aprecio mucho, está persona me ha seguido casi desde mis comienzos. Así que una dedicatoria no está mal ¿no creen?
¡Gracias por leer!
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