II. Capítulo 2. Estrujando y escupiendo celos

Atsushi había despertado primero, está vez incluso más madrugado de lo usual. Se había puesto su short deportivo y camisa holgada, su tenis y una banda para levantar su fleco. Desde temprano había bajado en sigilo para no despertar a nadie, miro a Abadón quien dormía en la sala y suspiro. Salió de la casa, comenzó estirando sus piernas y brazos, después de sentir la circulación de su sangre comenzó a correr, no planeaba detenerse, corrió y corrió.

Por la mañana, una hora después, Akutagawa despertaba, asombrándose de no ver al albino, pero deduciendo que estaría en el granero. Bajo tranquilo a la cocina, Abadón ya estaba cocinando, Sakunosuke se servía café mientras Kyouka y Lucy estaban afuera – creí que a Jinko le tocaba el granero – dijo el azabache mirando a los mayores

―     Cierto pero no lo hemos visto

―     Creí que estaban en un nido de miel – dijo Abadón

―     Abadón, ya te dije que no les apoyes en eso, un buen padre

―     Lo sé, lo sé, un buen padre pone límites y permisos – suspiro Abadón – aprenderé – menciono el albino

―     Se está esforzando mucho por esto Abadón – dijo el azabache acercándose

―     Fueron muchos años de dolor, solo mirarlo o sentir su angustia, su dolor... y no poder hacer nada – suspiro – a veces me arrepiento, pero era la única forma... creo que fui muy egoísta al pensar que lo quería si solo lo traje  sufrir

―     No es así Abadón, has traído una gran alegría a muchos de nosotros – dijo Oda

―     Me pregunto dónde está – menciono el azabache

Abadón termino el desayuno, Akutagawa le ayudaba a finalizarlo. Sakunosuke había ido por las niñas, todos se habían sentado a comer, pero el azabache miraba por la ventana, el albino seguía sin volver – no debe tardar Akutagawa – menciono Sakunosuke – no está lejos, no te sientes mal

―     Lo sé pero... ese idiota puede ser demasiado idiota – se quejó el azabache haciendo a Abadón reír

―     Ya es solo – la presencia fuerte callo a Akutagawa, Abadón también dejo de reír, todo el aire era pesado.

Atsushi había entrado a la casa, estaba sudando y cansado, miro a todos quienes seguían con aquel ambiente - ¿Qué? – pregunto Atsushi. Nadie supo responder más que Abadón

―     Atsushi, cálmate

―     ¿ah? – pregunto el albino menor

―     Estás usando presencia oscura, si sigues así, dañaras los corazones de tu familia – menciono Abadón serio.

El albino mayor se había levantado tomo el hombro del menor y lo saco de la casa, todos dentro de la casa pudieron respirar mejor, Akutagawa había comenzado a toser, había sido más fuerte para él.

―     Suéltame Abadón – se quejaba el albino mientras el mayor lo sacaba del lugar – no me apartes de Ryu, se enferma – Abadón cacheteo a Atsushi. El albino lo miro molesto pero el mayor estaba serio

―     Pudiste crear oscuridad en sus corazones ¿en qué pensabas?

―     Ni siquiera se de lo que hablas

―     Tu ira les afecta Atsushi, debes controlarla

―     Pues no sé cómo hacer ese tipo de cosas, ellos usualmente me sacan sangre

―     No tienen que, eso empeora con él tiempo, por eso tienes tanto acumulado

―     ¿y que más quieres que haga? He vivido y hecho esto solo siempre

―     Atsushi

―     Tu solo quieres llegar y decir o deshacer pero no se puede – decía Atsushi mientras aquella aura oscura se formaba en él – tu eres el único que está haciendo cosas con otros

―     ¿cosas con otros? No he hecho nada. Intento ayudarte

―     Si quieres ayudarme, ¡lárgate de mi vida!

Abadón se quedó petrificado de aquello, rey demonio o no tenía sentimientos. Atsushi volvió a su casa, miro a Oda serio y suspiro – papá...

―     Si, te sacaremos sangre – menciono. Akutagawa solo hacia garraspado un poco su garganta.

Como siempre hacían, el azabache sostuvo al albino mientras el pelirrojo saco sangre del albino, escuchar sus gritos era lo peor para Abadón quien se encontraba en el granero – hablar con él... ¿Cómo? Si me odia tanto... - menciono para sí mismo y suspiro

Por la tarde y solos, Akutagawa descansaba en el sillón mientras el albino doblaba ropa que había lavado, llevaba una venda en su cuello y suspiro – ¿saliste a correr por que sentiste la sangre acumularse? – preguntó el azabache

―     No, solo quería correr...

―     Se supone que tus piernas aún no se recuperar

―     Eso dice él

―     Él es el único que sabe todo exactamente de lo que te ocurre y – volvió a toser

―     Cerrare la ventana – dijo el albino acercándose, cerro la ventana y el azabache volvió a toser - ¿quieres ver a un médico?

―     Ougai Mori es – menciono el azabache y el albino suspiro

―     Vamos...

―     ¿te comportarás?

―     Lo haré, no quiero que enfermes

―     Bien.

Atsushi y Akutagawa iban a subir al caballo, pero ninguno de los caballos quería nada con Atsushi incluso Byakko. El azabache comenzaba a preocuparse pues el albino se veía decadente pero por el momento solamente importaba ver al sacerdote mayor.

Llegaron a la iglesia, allí, Nathaniel les miro serio - ¿Qué ocurre? – pregunto

―     Ryu está enfermo – menciono el albino

―     Necesito ver al santo sacerdote – dijo el azabache

―     Bien – respondió Nathaniel – ya sabes dónde ir

―     Vamos Jinko

Akutagawa comenzó a caminar siendo seguido por Atsushi. Al llegar a la planta baja, pudieron ver a Ougai jugar con una niña, ambos se quedaron en silencio hasta que Ougai les vio y suspiro - ¿Qué quieren? – pregunto desde el suelo

―     Medicamento – dijo el azabache

―     Comprendo, hare una revisión – dijo el azabache – ahora que tienes familiar, sería bueno revisarlos – menciono

―     Ryntarou – le llamo Elise de manera susurrante

―     Dime Elise-chan

―     Atsushi... trae algo negro – menciono la pequeña. Ougai no pudo ver nada pero aun así, continuo

―     Bien, bien, comencemos – dijo sonriente

Mori inspecciono al azabache, Akutagawa no paraba de toser y cada vez era peor, con los minutos, Mori también sintió aquel aire pesado, Elise no se le acercaba a Atsushi. Definitivamente era algo con Atsushi pero al desconocer el campo demoniaco no podía dar un diagnostico real – será mejor que uses un cubre bocas, te daré vitaminas, todo el ti está  bien – dijo Mori

―     ¿apenas comienza? – pregunto el albino

―     Si – miro a Atsushi - ¿podrías ir por Dazai? Necesito preguntarle unas cosas de Akutagawa-kun

―     Si – respondió el albino mientras se marchaba. Espero y espero, no ignoraba el oído del demonio

―     La causa es Atsushi, debes hablar con Abadón – dijo Mori por fin

―     En la mañana llego con una presencia pesada

―     Aun la tiene, incluso Elise-chan no quiso jugar

―     Comprendo... hablaré con Abadón.

Con los minutos, escucharon un gran estruendo, sin dudarlo subieron en busca de la causa. Era Atsushi y Chuuya. Ambos chicos estaban peleando ¿Por qué? Ignoraban la razón. Akutagawa llamo a Rashoumon, tomo al albino ahogándolo hasta calmarlo esto hizo a Akutagawa toser más, Chuuya busco más pelea pero Dazai lo piso contra el suelo – será mejor hablar con Abadón – dijo Dazai serio

...

Akutagawa había regresado a casa con Atsushi envuelto en Rashoumon, Dazai con Chuuya y Ougai quien estaba interesado en lo ocurrido. Sakunosuke, Lucy y Kyouka los miraron confundidos, más la pequeña Kyouka que desconocía todo aquello - ¿Dónde está Abadón? – pregunto Dazai

―     En el granero – respondió Lucy

―     Con permiso – dijo Ougai

Los chicos fueron al granero, Abadón dormía encima de la paja cuando la presencia de su hijo y de Chuuya lo levantó - ¿Qué ocurrió? – pregunto de inmediato

―     Está incontrolable – dijo Ougai

―     Me ataco – dijo Chuuya

―     Y Akutagawa no deja de toser – dijo Dazai

―     Comprendo – suspiro Abadón – intente advertirle en la mañana – suspiro – déjenmelo y váyanse, cuiden de Akutagawa

―     Pero Abadón

―     Chuuya, tú eres el que mejor comprende esto ¿no?

―     Si...

―     Entonces, por favor

―     Akutagawa, deja a Atsushi – dijo Chuuya mirando al azabache

―     Bien... - el azabache libero a Atsushi de Rashoumon y esté miro a Chuuya molesto.

Abadón tomo el hombro del albino – cálmate hijo... iremos a dar un paseo – dijo Abadón haciendo que el albino lo mirara molesto. Aparto su mano y le miro fijo

―     Te lo dije, tú no eres

―     No, al contrario, Nakajima Atsushi – hablo serio Abadón, está vez era el chico quien se sintió intimidado, la presencia de Abadón era abrumadora ante todos – te callaras y escucharas, obedecerás y comprenderás. Los humanos y los demonios somos diferentes, es hora de que entiendas que es ser un demonio. – menciono serio – y que aceptes, que soy tu padre. Quieras o no

Atsushi trago saliva, Abadón tomo su muñeca, caminaron hacia lo profundo del granero y como si nada, desaparecieron.

...

Akutagawa comenzó a toser más, Dazai allí se dio cuenta, Chuuya había desparecido también.

Ougai tomo a Akutagawa con ayuda de Dazai, ambos lo llevaron hasta Oda, esté rápidamente ayudo, Kyouka lo miro preocupada pues aunque fuera poco se había encariñado del azabache

...

Atsushi miro a Abadón, esté llevaba un traje blanco con una larga capa blanca, su cabello se había pintado color negro, el más oscuro que jamás había visto. Pero el aire era relajante como una brisa de té de menta – Abadón... ¿Dónde estamos?

―     El infierno

―     ¡¿el infierno?!

―     Una de sus tantas versiones

―     ¿Qué... hacemos aquí?

―     Te enseño, este lugar es perfecto para nosotros – le miro – mira tú reflejo en el limbo

Atsushi se acercó a una columna de luz, era una aurora boreal, pudo ver su reflejo, sus ojos eran color rojo y su cabello negro también - ¿todo esto?

―     Eres tú, tu interior... - sonrió amplio – y si me dejas, te enseñaré a controlar todo

―     Tu... le enseñabas a Chuuya – se quejo

―     Chuuya no es digno de nada. Solo posee el cuerpo perfecto.

―     ¿no te importa?

―     Podría matarlo ahora mismo

―     Entonces... ¿Por qué lo tienes cerca?

―     Por qué es Arahabaki

―     ¿Araha... Que? ¿no posee parte de ti?

―     Poco a poco, iras aprendiendo, hoy aprendiste de la aurora boreal.

―     ¿Qué es?

―     Es el camino de los muertos sin descanso pero con esperanza a la paz

―     ¿eh?

―     Humanos que han muerto por proteger a alguien, por amor, personas que no pueden descansar porque no pueden dejar de proteger, muestran lo verdadero de nosotros, lo que realmente somos

―     Demonios... - menciono Atsushi

―      Primero... purifiquemos el pueblo de los demonios que has traído

―     ¿eso que traerá de bueno? ¿Qué es Chuuya?

―     Que Rashomon te acompañará, aprenderás primero con las auroras, y poco a poco sabrás lo mismo que yo

Atsushi volvió a ver su reflejo. Esta vez sin que Atsushi se moviera su reflejo si lo hizo, creando un número sobre la aurora. El 12 se había hecho presente

―     Volvamos a casa – ordeno Abadon

―     S-si...

Atsushi siguió a Abadon, aquel aire le había calmado, volvió a ver a su reflejo, este siguió señalando el doce. Atsushi miro a Abadon desde su espalda, probablemente lo mejor solo era continuar con su enseñanza.


...

¡Hola a todos!

Ha sido una larga semana, llena de muchas emociones, cosas, ocupaciones y demás. Espero que puedan relajarse leyendo esté capítulo acompañados de un vino rosa, un baño caliente y emociones... Y si no, pues donde sea y como sea pero disfrútenlo

¡Gracias por leer!

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