II. Capítulo 10. Rash
Atsushi miraba a Abadon, estaba desnudo sobre una roca en medio del establo. Rash pasaba por la espalda de Abadon mientras Atsushi lo miraba atentamente... - Abadon, ¿Por qué tienes esos agujeros?
― Fue donde estaban mis alas
― ¿yo también tenía alas?
― No cariño – sonrió mirándolo – eso se fue en cuanto caí – suspiro
― Abadon... - trago saliva - ¿moriré? ¿ellos me mataran? ¿por siempre? ¿Qué pasará con Ryu? ¿Morirá también?
― No... - suspiro – pero es cierto... Que nosotros no pertenecemos aquí
Atsushi abrazo sus piernas - ¿Qué pasará con tu hermano? ¿Vendrá por nosotros?
― El tampoco pertenece al mundo, incluso para los doce es difícil quedarse aquí
― ¿Que pasará conmigo? Todo esto de la guerra...
― Atsushi, tranquilo... Mientras yo esté aquí nada te pasará. Incluso si regreso al infierno, tu siempre estarás
― ¿Y si... tú no estas?
― Podrías visitarme, te enseñe de portales
― No... Si tu... Mueres... ¿que pasará?
― No pienses en eso, no moriré - le sonrio - jamás te dejaré a cargo de todo, llegamos aquí para ser felices ¿no es así?
― Amo Atsushi ¿gusta un masaje?
― Rash... ¿Qué es lo que podemos hacer?
― Mi amo Atsushi... Su unión será igual a la del amo Charles, no debe preocuparse. En cuanto mi amo Lucifer logré tomar los sellos, todos nosotros seremos libres
― ¿libres? – sonrió Atsushi – eso suena hermoso
― Podrás quedarte siempre con el amo Akutagawa
― Hasta le dices amo – sonrió Atsushi
― Mi deber es protegerlos a ambos, amo Atsushi
― Rash – hablo Abadon sentándose en la roca – cuidarás de Atsushi, por favor
― Lo haré placenteramente amo Lucifer, pero ¿quién cuidará de usted?
― Llamaré a Quetzalcóatl
― Quet...Quetzalco-cóat
― Quetzalcóatl cariño, es una serpiente también
― Es mi hermano – mencionaba Rash. Una serpiente emplumada
― Suena hermoso
Rash fue hasta Atsushi, subió por su pie y se enredó en su muñeca – le es incómodo ¿Qué esté en su cuello?
― Podría acostumbrarme Rash – dijo sonriente y miro a Abadon - ¿ahora te llamaré Lucifer?
― Sería lindo que me llamarás Padre
― Aun no me siento listo para eso...
― Comprendo. Tienes total control en las tropas Atsushi, eres el hijo de un Dios.
― ¿te quedarás en la roca?
― Si, las rocas del infierno me hacen sentir bien
― Está bien, descanse... Lucifer
Abadon sonrió, Atsushi se marcho con Rash y Abadon miro el techo del granero nostalgico ― Tranquilo hijo mio... No te fallaré, pero de hacerlo... Por favor perdoname alguna vez...
Atsushi volvió a la casa donde miro a Francis con Ango, se cruzó de brazos - ¿Cuánto tiempo piensas estar aquí?
― Tu padre me ordeno cuidarlos
― Oh mil disculpas mi señor número uno, mi deber es cuidar personalmente de Atsushi – dijo Rash – sus órdenes deben ser absolutas. El amo Lucifer lo dejo a cargo
― Escuchaste a Rash – sonrió Atsushi – puedes retirarte. Estúpido sirviente de Lucifer
― Oi Atsushi – le llamo molesto Ango
― Como ordenes, príncipe – Francis se inclinó y desapareció
― Mi querido príncipe – sonrió Rash – aprende rápido de su padre
― ¿lo crees Rash?
― Lo creo... - suspiro Oda viendo al chico.
― Jinko – le llamo el azabache - ¿Qué sucede?
― Rash será mi protector – menciono el albino - ¿y la doctrina?
― Volvieron a la iglesia
― Ryu... ¿estás bien con esto?
― No completamente... Pero eres un demonio – dijo sonriente - del que me enamoré
― Si, un lindo demonio – sonrió el albino
...
― Mi señor...
― Koyou, tardaste
― La señorita Lilith estaba impaciente
Una pequeña niña apareció detrás de la mujer de cabellos largos – será todo un regalo.
Lucy llego corriendo a la cocina, Kyouka la miraba sorprendida – Lucy, ¿Qué pasa? – pregunto Oda
― La primera... es-está aquí
― Es correcto – menciono la mujer quien entraba por la puerta – es un placer conocerlos, mortales.
― ¿Quién es usted? – pregunto Ango tomando un cuchillo
― Yo soy
― No es bienvenida – dijo Atsushi. La mujer le miro sorprendida
― Oh my... el pequeño príncipe – se inclinó ligeramente – es un placer estar ante usted
― ¿no me escucho? – menciono Atsushi molesto
― Atsushi, ella es mi maestra – pidió Lucy – dale una oportunidad
― Ella... - Atsushi la miro más fijo – usted huele a Lilith
― Eso es claro cariño – menciono acercándose – las brujas fuimos bautizadas por la sangre de Lilith. Las brujas somos eso, somos Lilith.
― Lilith no es buena persona – se quejó Akutagawa
― ¿tu pequeño príncipe lo es?
― Yo no he matado a nadie – menciono Atsushi burlón
― Está bien – escucharon la voz de Abadon quien entraba estirándose. En su hombro habia un ave en llamas
― Un fénix... - dijo sorprendido Ango
― Su nombre es Quetzalcóatl – sonrió Abadon – Ozaki-sama, ¿podría traer dejar de molestar a mi hijo?
― Hice un trato cordial. – sonrió la mujer – mi espíritu ayudará, seré parte de los doce y protegeré a su ser en totalidad. A cambio... - la pelirroja alzo su mano y bajo su manto. En este acto, la niña apareció
― Lilith... - dijeron todos sorprendidos
― Mi amada reina de las brujas está a mi cuidado – sonrió Kouyou – el rey Lucifer prometió que sería protegida.
― Así que... Atsushi, no puedes tocarla
― ¿Qué? – expreso molesto Atsushi – quiso matarme, ¡y a Ryu! ¿Por qué está aquí?
― Será un placer convivir con ustedes – sonrió Ozaki – Lucy, Kyouka... Acompáñenme al bosque, debemos prepararnos para la guerra
― Si Ozaki-sama
Ambas chicas dieron pie pero Atsushi las tomo de las muñecas preocupado – no... no vayan – pidió el albino
― Estaremos bien hermanito – dijo Lucy sonriente. Kyouka lo abrazo
― Protegeremos a todos los humanos, protegeremos a nuestra familia
― Chicas...
― Siempre seremos hermanos – dijo Lucy
Los tres chicos se abrazaron fuerte, se separaron lento, sonrieron. Las chicas fueron con la mayor y la pequeña niña.
― Abadon, esto se está saliendo de control – menciono Oda.
― Necesitaremos mucha ayuda, los doce no son cualquier cosa Oda-san
― Eso... Tiene sentido Oda – Ango le tomo su mano – ellos tomaron a Atsushi con mucha velocidad, fue terrible lo rápido que se movieron
― Si no fuera por Fukuzawa, estaría muerto
― ¿podemos hablar a solas? – pidió Oda
Atsushi tomo las manos de Akutagawa – Ryu, vayamos a pasear
― Bien
― Quetzalcóatl, acompáñalos – pidió Abadon
Aquella ave se postro en el hombro del azabache y ambos salieron. Abadon suspiro y miro a ambos hombre, padre de Atsushi durante ya varios años. El ambiente era tenebroso, incomodo. Aun así los tres hombres se sentaron en la sala, planeaban hablar pacíficamente, la vida de todos está en riesgo, sobre todo. El hijo que entre los tres compartían y su futuro.
― Abadon, - comenzó Ango tomando la mano de Oda – creemos que está guerra afectará mucho a la vida como la conocemos
― Entendemos que no puede ser evitada – suspiro Oda y le miro serio – por eso quiero que hables con honestidad sobre tus planes.
― ¿me creerán a todo lo que les diga?
― Creeremos todo, y ayudaremos para que todo sea más fácil.
― Cuéntanos por favor
Abadon los miro serio, suspiro profundo, aquello le hacía sentir aliviado, la familia de Atsushi no solo lo acogió, le enseño a lograr pensar mejor como un humano, retomar tiempo pasado, divertirse e incluso... sentir en una familia, algo que había dejado de sentir desde el inicio de los tiempos. El calor de hogar.
― Verán... Hay algo importante en esta historia, y alguien también
― ¿Lilith?
― Déjenme contarles algo resumido...
― Escuchamos
― Aunque sea difícil de creer, mi hermano Jeho y yo tenemos una buena relación. Después de muchos años, me acostumbre al infierno, cree hermosos lugares mientras esperaba, era mi forma de pasar el tiempo, mis 7 infiernos son hechos a semejanza de las obras de arte más hermosas que he visto en mi vida, creadas por el amor y la bondad de un humano. Jeho y yo estuvimos de acuerdo en haber sido niños envidiosos, por las criaturas y los humanos. Nuestro padre busca que logremos hablar como antes... Sinceramente cuando me considero un traicionero algo se rompió en nuestra relación, no creamos catástrofes, pero tampoco podemos llevarnos como antes
― ¿quieres decir?
― Está es una pelea de hermanos, Jeho no descansará hasta que yo pida perdón, que es algo conforme a sus leyes, pero en mis leyes solo es "vive tu vida de la manera correcta" Jeho no soporta eso, así que tomo a mi humano favorito. Lo mantiene prisionero en el cielo cuando él está condenado al infierno
― ¿Por qué está condenado al infierno? – pregunto Oda y Abadon sonrió
― Porque yo mismo lo marque como un pecado
― ¿significa que esto terminará cuando tú tengas a ese humano?
― Eso, y bueno... Jeho quiere matar a mi hijo solo porque es mejor que el suyo, amenaza la credibilidad del suyo y su resurrección. La verdad es que cualquiera de nosotros puede resucitar, pero para ustedes los humanos es un milagro.
― Todo el cristianismo si iría
― Las creencias desaparecerían
― Y yo me haría creíble – menciono Abadon sonriente
― Por eso no quiere que estés aquí
― Es cuestión de orgullo. Yo me iría, pero quiero a mi humano.
― ¿no quieres volver a los cielos? – pregunto Ango
― Sería lindo... Era lindo verlo todo desde arriba... - sonrió más amplio – pero... quiero tener a ese humano y mostrarle lo que sus pinturas hicieron por mi reino...
― ¿Por qué suenas como Akutagawa? – se quejó Oda entre irritado y aliviado
― Bueno, es un buen yernito.
― Hablando de ese niño – se quejó Ango – no puedes darle tanto poder, ya se le subió.
― Es un príncipe es normal
Ango aventó un cojín a la cara de Abadon - ¡Abadon! – Grito Ango molesto – ese niño comenzará a llevar a todos sobre sus pies, no debes dejarlo – Abadon reía
― Atsushi es un dulcecito de miel
― Aunque si se le subió – menciono Oda
― ¿y si se le sube a mi yernito?
Los tres adultos tuvieron escalofríos de aquel comentario.
...
Akutagawa estornudo, Atsushi lo limpio con una servilleta - ¿estás bien?
― Estoy bien, solo fue picazón – menciono alegre - ¿Por qué quisiste venir al pueblo?
― Hace mucho... que no salimos – menciono sonrojado
― ¿el príncipe del infierno quiere una cita con su humano?
― ¿es mu-mucho pedir?
― En absoluto. Extraño tus labios
― Esto es tan romántico – menciono Rash. Quetzalcóatl saco su lengua irritado
Atsushi miro a Quetzalcóatl y suspiro.
...
Haaaaaaay aaaay aaaay aaaaaaaaay se viene lo bueno de judas, por que la traición no es linda, y hay mucho pecado en el de juuudaaaaas aaaaay aaaay aayay cantemos por los pecados, pronto la cosa ardera, la cita quebrará y un angel cairá.... aaaaay aaay ayayaaaaay
¡Gracias por leer!
pd... ¿quien lo canto al ritmo del mariachi?
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