Capítulo 5. El rugido de un pecador.

Los miembros de la iglesia San Benedicto estaban en plena cena, en el centro Mori junto a una niña, a su derecha, Dazai con Chuuya, y al lado de Chuuya, Akutagawa. A su izquierda, Fyodor con Gogol, y al lado de Gogol, Nathaniel. ¿Shibusawa? Él estaba en un ayuno de santidad por haber aprovechado el día en una tonta enseñanza de postres, ¿el motivo? A Mori Ougai no le gustaban las riñas, mucho menos cuando uno había perdido ya. Era una cena pacifica, escucharon una puerta abrirse, y después la puerta del comedor, quien dejo ver por completo a aquel chico, de cabello negro y arreglando sus lentes - ¡Tengo una emergencia! – grito Ango. Mori sonrío, cruzo sus manos mientras sus codos reposaban en la mesa y miro descaradamente a Ango

― Ango, vienes aquí... TU a ¿pedirnos ayuda?; TU, el desertor – dijo con desprecio. Akutagawa rápido tomo atención

― Un demonio, ataco el jardín de girasoles – dijo y con ello llamo la atención de Dazai, Chuuya y una vez más a Akutagawa – Oda resulto herido... pero... fue su hijo quien nos vio y el simplemente huyo hacia el bosque, así que Oda lo siguió pero necesito el permiso para

El azabache de lentes fue interrumpido por un sonido sordo de la silla del comedor cayendo y un chico corriendo hacia la salida – estará bien – dijo Dazai – Nakajima Atsushi será encontrado y no creo que sea necesario ninguno de tus pedidos

― Ustedes... ¿seleccionaron a Atsushi? – pregunto Ango sorprendido – ¡no pueden!

― No fuimos nosotros – dijo Nathaniel – conoces como es el destino – dijo mirando el asiento vacío de Akutagawa –una vez que un sacerdote y un familiar se conocen, no hay marcha atrás

― ¡él es un niño puro! – grito Ango – Oda... él no me lo perdonará, esto terminará con todos muertos, no saben con quien se meten – dijo molesto

― Dile eso al destino – dijo burlón Mori - ¿Qué tan puro es tu niño?

― Pregúntale a tu amado Shibusawa

Ango apretó sus puños, dio media vuelta y salió de aquel lugar, debería detener al azabache. Mori miro a Dazai y Dazai suspiro – Chuuya, vamos – Ougai miro serio el lugar, las palabras de Ango no le parecían para nada, y mucho menos lo que había mencionado de Shibusawa

― Claro – respondió el pelinaranja

Akutagawa había comenzado su recorrido por el bosque, sus vestiduras molestaban – Rashoumon – llamo a aquel demonio, en está ocasión el demonio recogió sus ropas, dejándole en libertad usando su pantalón y el abrigo. Corrió sin rumbo, la luna estaba enorme y los demonios estarían en cualquier parte, peor aún, si Atsushi había visto uno, ahora el bosque era lo peor para el chico.

Dazai y Chuuya salieron de la iglesia por la parte trasera, justo daba al pozo, era un pastizal bastante extenso y después estaba el bosque, Dazai quitaba un poco de la venda en su brazo – procura ser cauteloso, no hay que asustar a Atsushi-kun, – decía Dazai mientras Chuuya le daba un cuchillo

― Dudo que se asuste más después de ver un demonio en vivo y a su padre herido

Dazai corto ligeramente su piel y Chuuya se acercó, olfateo la sangre de Dazai y sus ojos brillaron en un intenso azul – oye... - hablo antes de nada - ¿crees que ese chico... también tome está forma? – pregunto

― Todos son diferentes – dijo Dazai y miro a Chuuya sonriente – bébelo – ordeno y el más bajo bebió – seguramente... será una forma extremadamente laborada, pues... ambos serían demonios – dijo mientras Chuuya quitaba su boca de la muñeca del castaño

― "Oh... Otorgadores de la desgracia oscura... ¡no me hagan otra vez!"

― Vamos por Atsushi-kun

...

Akutagawa había corrido por todas partes desesperado, no encontraba al chico pero sentía que le necesitaba, lo sentía cerca, miro hacia el cielo, la luna tan cercana lo hizo recordar aquel sentimiento - ¡EL RISCO! – Se auto-regaño – Rashoumon – volvió a llamar aquella tela, frente a él una puerta llego, trago saliva y sin dudarlo, lo atravesó.

Las sombras entre los árboles se habían puesto más oscuras, el azabache salía de entre ellas, emanando una energía desmesurada – debo apurarme o vendrán a este lugar – susurro así mismo el chico – miro alrededor, lo encontró. Atsushi estaba viendo hacia la luna, en la punta de risco, no podía ver su rostro pero si escuchar sus sollozos, estaba llorando mientras su espalda estaba enroscada, sus piernas, su cabeza, sus brazos; Akutagawa notó aquello, Atsushi estaba sumamente asustado. Se acercó lento, y al hacerlo, el sonido de las hojas pisadas alerto al albino, levanto y volteo rápido su rostro. Su rostro era decadente, sus enormes ojos eran pequeños, su color era opaco, sus lágrimas brillaban por la luz de la luna y sus mejillas estaban tan rojas como su nariz. Atsushi miro al azabache quien se acercaba desarmado, sus vestiduras de sacerdote habían regresado. - Atsushi... - le llamo. Atsushi entrecerró los ojos, apretó sus labios, y simplemente se levantó para correr hacia el azabache.

La acción sorprendió a Akutagawa, tenía al albino sobre de él, pues después de tomarlo le había dejado en el suelo, apretaba su cintura y pecho, y su cara quería fundirse en su pecho, Akutagawa apenas reacciono, tomo el cabello del albino y lo acaricio, allí fue cuando Atsushi comenzó a gritar entre el llanto. – Todo está bien Atsushi... todo está bien – dijo con su fría voz, pero aquello calmaba a Atsushi

― ¡no lo está! – grito – mi papá... esa cosa... No puedo creer que lo que vi... – grito una vez más y tomo las ropas del azabache, se levantó lento y lo miro a los ojos - ¡Ango-san viene por mí! – grito desesperado – si hubiera sabido que esto hacían... si tan solo me hubieran dicho... yo...

― Ango-san... no intento matar a nadie Atsushi

― ¡Yo lo sé! – grito una vez más – es que tú no entiendes... lo que yo vi...

― Él nos pidió buscarte, un animal ataco a tu papá – interrumpió el azabache

― ¡No!, yo lo vi, ¡yo sé lo que vi Ryunosuke! – entro en desesperación pero era tarde para hablar tranquilamente, la caballería había llegado.

― Es cierto – escucho una tercera voz, era Dazai – un animal ataco a tu padre Atsushi-kun, era un animal muy peligroso, Ango debía quitarle un dedo a tu padre, porque así es su contrato

― ¿Co-contrato? – pregunto Atsushi – es-están locos... ¿qu-que dicen? – pregunto Atsushi confundido mientras apretaba la ropa del azabache - ¿ustedes que pueden saber? – menciono molesto y volteo a ver al azabache - ¿qu-que sabes t-tú? – preguntó

― Atsushi-kun, tu padre... Es parte de una divina división de personas, el protege al mundo junto a Ango, así como nosotros, les protegemos de los demonios – dijo Dazai serio.

La confesión ante el chico albino hizo un enorme silencio, incluso Chuuya se sentía desesperado de saber cómo Atsushi reaccionaría. Atsushi soltó la ropa del azabache dejo su mano en su rostro para tapar sus ojos y después hizo hacia atrás su cabello, suspiro profundo y se levantó, temblando ligeramente, se puso recto, miro a Dazai serio y sin pensarlo dos veces comenzó a reír. Las carcajadas tomaron el silencio que había y lo destruyeron, eran estruendosas y elocuentes. Los tres chicos presentes se sorprendieron de aquello, aunque no era tan difícil de creer, todos reaccionaban de maneras diferentes. Akutagawa aprovecho la risa para levantarse

Atsushi guardo silencio, respiro agitado por tanto reír, golpeo ligeramente su pecho mientras tomaba aire de nuevo y miro a Dazai con una gran sonrisa – no hables como los sacerdotes del orfanato de nuevo – dijo tan serio, la seriedad en el rostro y voz del albino hizo a todos tener un escalofrió – porque si es así, no sabes en que se están metiendo, si apenas formaran un contrato entonces ¡huyan! – confeso Atsushi. - pero si no me escucharan... aléjense de mi - dijo molesto.

― Vaya Atsushi-kun así que ya sabias de esto ¿Oda y Ango te contaron? – cuestiono - ¿acaso saber más de eso? ¿te entrenan? – dijo Dazai carente de sorpresa, más Chuuya y Akutagawa tenían una gran sorpresa en sus rostros - ¿Qué le hiciste a Shibusawa?

― Dazai-san, Oda-san me hizo llevarme bien con los sacerdotes, pero – sonrió burlón – no espere que quiera volver a oír sobre los cazadores de demonios – confeso – su ritual, su misión, todo es ortodoxo y sin escrúpulos – confeso Atsushi – y si esa maldita mierda fue un demonio, que un cazador se encargue – pidió y miro a Dazai con molestia, sus ojos ahora habían tomado un tono amarillo por completo – pero dejen a mi familia, aléjense de mi 

― Atsushi – le llamo Akutagawa mientras tomaba su muñeca. Atsushi la aparto del azabache y fue cuando Akutagawa miro sus ojos amarillos, Atsushi tomo la muñeca que toco Ryunosuke con su mano – tu... ¿Qué eres? – pregunto confundido al ver la reacción del albino

Atsushi se sorprendió, miro a otro lado, tallo sus ojos y se puso nervioso – volveré con mi padre – dijo nervioso, al darse media vuelta, Chuuya le tomo el hombro

― ¿A dónde crees que vas? – dijo Chuuya deteniéndole – mi amo me pidió devolver a Atsushi a su casa, te llevo 

Atsushi le miro de reojo y bajo la mirada, le ignoró. - ¿los veo en la iglesia? – pregunto Chuuya

― No – dijo Dazai y sonrió – te alcanzamos en unos minutos - con aquello Atsushi comenzó a apretar sus puños, simplemente quería irse. 

― Vamos Atsushi – dijo Chuuya comenzando el caminar y el albino le siguió

Hubo un gran silencio entre el castaño y el azabache, Dazai metió sus manos en sus bolsillos mientras el azabache seguía sin reaccionar a todo lo sucedido – parece que él ya sabía – dijo Dazai

― ¿Por qué le pregunto por Shibusawa-san? ¿Cómo asegura algo así? Vive con un familiar probablemente solo...

― Él fue a un orfanato religioso, no es como si no te enseñan este tipo de cosas si te ven potencial - Dazai suspiro – pero cada lugar es diferente, - miro serio a Akutagawa – a mí se me dijo todo a los 12 años, pero... Atsushi-kun fue encontrado cuando solo tenía ocho años – miro al horizonte – y ya sabía de los demonios y los rituales al parecer - miro al azabache - y él no quiere saber nada de este mundo a pesar de que ya fue iniciado

― Atsushi es un...

― Es un familiar de nacimiento – dijo Dazai – el lleva el pecado desde pequeño – hablo Dazai y el azabache se sorprendió

― Significa... que yo no puedo... ¿no puedo estar con él? Pero... ¿Cómo ha sobrevivido sin un cazador? ¿que le ocurrió a su antiguo cazador?– pregunto y el castaño suspiro, rasco su cabeza y miro al azabache

― Sinceramente... no lo sé. Atsushi-kun... nunca se vio como... esto... Nunca lo sentí y mucho menos me di cuenta - dijo serio - parece que Atsushi-kun no solo sabe ocultarse, es poderoso... 

― Aun no me dice... ¿Qué paso con Shibusawa?

― Él... regreso como si fuese a morir – dijo mirando sus manos – no tenía energía – confeso y el azabache miro en dirección a Atsushi y Chuuya

Dazai y Akutagawa caminaron en silencio hasta llegar a la casa de Atsushi, allí Atsushi era abrazado con fuerza por Oda. Ango acariciaba el cabello de Atsushi pero el chico no los volteaba a ver, simplemente había hundido su mirada en el pecho de Oda. Mientras Oda miro a los tres presentes – Gracias... Gracias por traerlo – confeso Oda alegre y aun con gotas de sudor por su aflicción

― OdaSaku... queremos hablar de lo ocurrido – pidió Dazai. Oda sintió como Atsushi estrujo su ropa

― Comprendo – dijo Oda y suspiro – lo descubrieron...

― Oda, te juro que no era mi intención – decía Ango – pero incluso ellos ya lo habían seleccionado – menciono el de lentes

― Mis hermanas – dijo Atsushi sin mirarlos - ¿Dónde están mis hermanas? – pregunto

― Tsujimura las llevo a dar un paseo por el pueblo – respondió Ango

― Ango-san, ¿Cuándo dejará a Tsujimura-san? – pregunto el albino y Ango suspiro

― No es momento Atsushi – confeso Ango mientras acariciaba el cabello del albino

― Atsushi-kun, ¿podemos hablar? – pregunto Dazai

― No – respondió Atsushi, el chico seguía de espaldas, aferrado a la ropa de su padre

― Chicos, comprendo su labor – decía Oda – pero Atsushi salió de ese mundo para jamás volver

― ¿ocultaste la información de Atsushi-kun? – pregunto Dazai a Ango

― Lo hice, Atsushi se formó como un niño bueno, por eso... - miro a Oda – es que creeríamos que no sería seleccionado

― ¿Quién lo quiere? – pregunto Oda serio

― Shibusawa está detrás de él – confeso Dazai y Atsushi apretó más la ropa del pelirrojo – pero... es alguien más con quien quedo unido

― ¿eres tú? – pregunto Oda mirando al azabache y esté asintió con la cabeza. Atsushi lo supo, no tenía que mirarlo para saberlo – no podrás tenerlo, el no hará ningún contrato

― OdaSaku, ¿Cómo es que Atsushi-kun ha sobrevivido? Un cazador solo puede vivir un mes sin su familiar pero... Atsushi-kun, ¿Qué tipo de familiar es? ¿como logró ocultarse de nosotros? 

― Oda-san – hablo Atsushi – quiero ir a dormirme... - pidió y el pelirrojo suspiro

― Bien, te acompaño – dijo el pelirrojo y miro a Ango

Ango suspiro mientras Oda se llevaba a Atsushi, el albino no había volteo a verlos en ningún momento. – Ango... sabes que él necesita de vitalidad y... - hizo una pausa al darse cuenta de sus palabras. – Atsushi-kun... ¿Cómo ha sobrevivido sin un cazador? – pregunto una vez más

― Oda no tarda en volver, Atsushi simplemente no quiere seguir escuchando – confeso Ango – tomen asiento – ofreció

Dazai sonrió, se dejó caer en el mueble mientras Chuuya le siguió y Akutagawa se sentó con calma, Ango también se había sentado, cruzo su pierna derecha y cruzo sus brazos en su pecho, miraba fijo al azabache frente a él. Dazai comenzó a reír, la incomodidad llego en todos pero el castaño seguía riendo – esto parece a una pedida de mano, cuando los padres no aceptan al novio – decía entre risas Dazai. Chuuya solo tapo su rostro en vergüenza por las palabras de su cazador y Akutagawa tapo su boca para toser ligeramente. Después de ello, llego Oda, Dazai limpiaba sus lágrimas por la risa de la situación pero Oda estaba sumamente serio. Se sentó al lado de Ango, el azabache de lentes tomo la mano el pelirrojo y esté miro a los tres chicos presentes.

― Escuchen... Atsushi puede mantenerse vivo, así que, no es necesario que lo lleven con ustedes – decía Oda

― ¿Cómo mantienes con vida a Atsushi-kun? – pregunto directo Dazai

― El... - trago saliva y Ango apretó su mano

― ¿lo dirás? – pregunto Ango

― Ya sabes de él... no queda de otra ¿no? Si no ellos seguirán investigando...  – Ango suspiro y Oda los miro – Atsushi necesita drenar sangre

― ¿sangre? – pregunto Chuuya

― Acumula la sangre, entonces, para lograrlo... él... - Oda suspiro una vez más, miro a Ango

― El usa un collar, sería el típico collar de púas para un perro pero estas púas van al revés, atraviesan el cuello de Atsushi y drenan la sangre, a veces tiene que mutilarse el mismo

― Debe hacerlo más o menos cada dos noches o la sangre se seca dentro de él y podría matarlo. Si se sale de control usualmente lo atamos y apuñalamos hasta que se queda dormido

― La primera vez que lo hicimos... Atsushi fue quien nos dijo como hacerlo

― Así que en su antiguo orfanato fue donde lo descubrieron 

― Así es, practicaban muchos tipos de torturas para mantenerlo con vida hasta que se uniera a un cazador, al parecer buscaban al mejor cazador para Atsushi, un gran proyecto... Atsushi no morirá fácilmente 

― Entonces... ¿estás diciéndome que Atsushi-kun no ha tenido un cazador nunca? ¿Cómo lo hicieron familiar? ¿Por qué ocultarlo? – pregunto Dazai - ¿Por qué no llevarlo a la doctrina? ¿Por qué no darle un cazador? ¿Por qué... las torturas? y... ¿como es que no muere?

― Cuando... conocí a Atsushi – sonrió Oda – el intento asaltarme, lo vi en sus ojos, estaba hambriento y por más que comía, jamás se zaceaba, pude verlo de un momento a otro, no tenía mucho que me uní a Ango, él sabía ocultar bien su lado demoniaco, cuando lo vi, lo supe, tenía unos dos días viviendo conmigo – dijo mirando a Ango y volvió a mirar a los chicos – ese día lo lleve al bosque...

[9 años atrás, bosque a las afueras del jardín de girasoles. Yokohama.]

Oda caminaba por el bosque con un pequeño Atsushi aferrado a su pantalón, el pelirrojo encendió un cigarro y miro al albino - ¿Qué tienes? ¿No eres un familiar? – pregunto

― N-no tengo cazador – dijo el albino y trago saliva – nunca he hecho esto solo, siempre era acompañado y... - miro a Oda – siempre me han tapado los ojos

Oda flexiono sus rodillas así había logrado quedar a la altura de Atsushi, con el cigarro en su boca sonrió, acaricio el cabello del albino y saco un pañuelo de su bolsillo – tapare tus ojos ¿está bien?

― Gra-gracias – confeso Atsushi

Esa fue la primera vez que vio a Atsushi cazar, el pelirrojo se sorprendió de tal manera de devorar y cuando todo termino, Atsushi se había desmayado. El pelirrojo le llevo a su casa, y cuando lo recostó pensó en limpiar toda la sangre que tenía encima de él por los demonios que había cazado. Desvistió al menor y su sorpresa fue enorme al ver su pequeño cuerpo marcado y torturado – esto... no puede ser – dijo Oda, el albino había abierto los ojos, y en cuanto vio el rostro de Oda. Se tapó con lo que pudo y se alejó del pelirrojo - ¿Quién te hizo esto?

― Yo... y-yo... no quiero volver con él por... por favor... - el albino se llenó de lágrimas, su voz se rompió, y con ello las lágrimas comenzaron a caer sin límite - no me haga volver al orfanato, seguiré huyendo, s-se co-como con-controlarme... po-por favor... - Oda abrazo al chico y Atsushi comenzó a llorar más – por favor, no quiero volver – pidió tomando el brazo de Oda – le contaré todo, confesaré todo pero por favor, por favor, no me haga volver...

― No volverás... tu... te quedarás aquí, conmigo. – miro sonriente al albino – seremos... una familia

Después de ese día, Atsushi le contó todo a Oda, le mostro a Oda como mantenerlo vivo, fue allí cuando el pelirrojo creo el collar para Atsushi, todo el tiempo hablaban de lo ocurrido, una tarde, Atsushi ayudaba a Oda a ordeñar a Daisy – entonces... ¿jamás has visto a un demonio?

― No... ¿realmente son demonios? – pregunto Atsushi

― ¿a qué te refieres?

― Ellos... bueno yo puedo escucharlos, ellos siempre piden ayuda, así que... siempre pensé que los sacerdotes me hacían comerme gente – dijo Atsushi asustado – a veces puedo hablar con ellos, me cuentan cosas y otras veces... - miro a Oda curioso – son personas que puedo ver

― Los demonios que erradicamos con personas que se dejaron llevar por los pecados, llenándose de oscuridad y dejando que está consuma sus almas, son bastante espeluznantes

― Yo... deseo jamás ver uno... - dijo nostálgico – yo... solo deseo ver a la gente... y ofrecer mi ayuda para ellos...

― No tendrás que hacerlo – dijo Oda – mi cazador quiere abandonar el clérigo, vivir en paz, de ser así necesito alimentarme pero no es mucho – sonrió Oda – cazaré cerca de la casa y traeré comida extra para ti, olvídate de todo, olvida los demonios, el clérigo y las enseñanzas – Oda miro fijo a los ojos a Atsushi – y se un buen niño, el mejor y más puro niño de todos, y jamás volverás a ese mundo

Atsushi sonrió amplio, abrazo con fuerza a Oda – te quiero p-pa...papá... - dijo por primera vez y con ello el pelirrojo se sonrojo, abrazo al chico con fuerza y sonrió

― Y yo te quiero a ti hijo... te protegeré, lo juro. Nadie te llevará

―  Papá... hay algo... que debes saber

―  ¿Qué es Atsushi?

―  Es que... - sus ojos brillaron - yo... No moriré

―  ¿Qué?

―  Soy... algo así como... Regenerativo y... e-es que tengo que explicarle mucho y... - trago saliva- seguro... me temerá.

Oda abrazo al pequeño y sonrió - Jamás te temeré... cuéntamelo todo, después te presentaré a mi cazador ¿bien? - sonrió amplio y Atsushi devolvió la sonrisa

En aquella noche, Oda supo todo sobre Atsushi mientras que Atsushi conoció a Ango, y no pudo negarse ante la petición de su familiar, acogieron al chico y el azabache se encargó de borrar registro alguno de Atsushi, después de eso, se encargaron de dejar la iglesia y con ello, proteger al chico.

― Atsushi, saldremos a cazar – decía Ango mientras peinaba al chico

― Ango-san ¿estarán bien? – pregunto Atsushi

― Lo estaremos, papá estará bien, y yo también – dijo Ango sonriente – te traeremos lo necesario para dos días

― Gra-gracias...

― Ve a dormir Atsushi – dijo Oda – no lo huelas, ni te descontroles, sabes que hacer

― Si papá

― Atsushi... pase lo que pase, no los escuches, no más listas, no más conversaciones con demonios y...

― S-si – dijo el albino – ser niño bueno y ser niño puro, lo seré

― Es para que no te lleven lejos – dijo Ango abrazando al menor – ve a dormir

Atsushi corrió escaleras arriba y se envolvió en su cama, mientras, Oda miro a Ango - ¿no quieres si quiera que nos vea cazar? – Preguntó el azabache – si un día nos ve, se asustará

― No, le prometí alejarle de este mundo... - miro a Ango – ya no le digas que le traeremos comida, simplemente la pondré en el refrigerador, no le digas ya nada

― Oda, tampoco puede rechazar lo que es

― Intentaremos ocultarlo, no rechazarlo. Es por su bien

― Entonces, ¿ni una palabra a partir de ahora?

― Ni una sola palabra

Así fue como Ango y Oda protegieron al albino, dejando de hablar del tema, Atsushi dejo de preguntar, pronto, había llegado Lucy y para Atsushi, no había nada más que el jardín de girasoles y su nueva familia

[Actualidad. Casa de los girasoles. Yokohama]

― Comprendo... Atsushi-kun debió vivir muchas cosas con los sacerdotes de su orfanato

― Y hacerlo puro era todo lo que necesitaba para no ser notado – menciono Chuuya y miro a Dazai – pero... ¿Qué pecado puede cometer un bebé para ser nacido como un demonio

― No fue un pecado – dijo Ango – leí todo sobre Atsushi... él, es un demonio en carne propia

La luna daba el augurio del más grande pecado y el rugido del mayor pecador.

Lo anterior dicho había dejado a todos sorprendidos. Chuuya estaba tan sorprendido que miro a Dazai, esté no hablaba y Akutagawa solo trago saliva. – Pueden... ¿explicarlo mejor? – pidió el azabache mirando a ambos adultos y con ello sorprendiendo a Dazai y Chuuya

― Estas buscando de mi hijo, y ¿quieres que te explique? – dijo Oda molesto

― Tranquilo Oda, es normal. – dijo Ango – cuando te alineas a alguien, quieres verle bien – le recordó y miro a Akutagawa – Los padres de Atsushi fueron demonios mientras ella estaba embarazada, los registros decían... que llegaron al inframundo por el bosque, y en cuanto Atsushi llego...

― el papel decía la suposición de lo ocurrido – dijo la voz en un hilo – decía que yo mate a mis padres y llegue a esté mundo atravesando la luna, saltando hacia el risco – hablaba Atsushi quien había vuelto

― Atsushi... ¿Por qué volviste? Te dije que te quedaras recostado – decía Oda mirando al menor

― Oda, lo sé – dijo Atsushi y trago saliva – la verdad... es que me dio hambre... - dijo el albino mientras iba a la cocina. Oda sabía que era una vil mentira

Ango suspiro, se dio cuenta de todo cuando Oda se levantó a acompañar al albino quien en la cocina intentaba abrir una bolsa con carne. Ango miro a Akutagawa - ¿lo llamaste? – pregunto Ango

― No, solo... tenía curiosidad

― ¿estabas preocupado? – pregunto Dazai a Akutagawa

― Si – respondió confundido el azabache

― Con eso basta – dijo Ango y suspiro profundo – ustedes están alineados... si algo malo te ocurre Atsushi no podrá evitar venir a ver que te ocurre... - menciono melancólico

― Sí, solo faltaría hacer un contrato de almas – dijo Dazai y Ango suspiro. Akutagawa realmente estaba unido a aquel chico pero ahora Atsushi ni le miraba por un segundo

― Atsushi no quiere esto, comprendan y

― Ango – le llamo Oda y Ango volteo molesto

― ¿Qué?

― Es uno grande – dijo el pelirrojo serio mientras miraba a Atsushi

― ¿ahora?

― Si – dijo Oda

Atsushi estaba aferrado a la madera de la cocina, mientras Ango se levantó y miro a los demás – un demonio grande viene, o se van o nos ayudan – dijo Ango molesto

― Ayudaremos – dijo Dazai levantándose. – Akutagawa, vigila a Atsushi-kun

― No dejes que suelte la tabla – dijo Ango mirando al azabache – los grandes le descontrolan

Ango salió junto con Dazai y Chuuya. Akutagawa se acercó a Atsushi y Oda lo miro fijo – será mejor que lo vigiles, no lo dejes salir, no hagas nada, no te aproveches, ni siquiera lo toques si no es necesario, ni si quiera

― Ya entendí – dijo el azabache molesto

― Bien – dijo Oda igual de molesto y salió de la casa.

Akutagawa suspiro, miro al albino aferrado con sus manos a la mesa, sus ojos dilatados y completo color amarillo brillante - ¿puedes hablar? – pregunto y el albino lo miro

― Si

― ¿Por qué no me dijiste nada? ¿lo sentías?

― Claro que lo sentía – dijo y apretó más sus manos a la mesa – pero no quiero, estoy bien así... creí que siendo amigos, pasando tiempo contigo... creí que podía controlarme y – Atsushi mordió sus labios, sentía ganas de vomitar

― ¿lastimaste a Shibusawa?

― Él quería ponerme algo en la bebida – confeso Atsushi molestándose más, apretaba sus dientes para evitar salirse de control – simplemente, le di la bebida a él y tome su energía, ¡no hice nada malo! – grito molesto – nadie me devolverá a ese mundo ¡no formaré ningún contrato! – dicto desesperado, sus manos estaban por destrozar la madera.

― Es muy grande, necesitas algo más – dijo tocando la mano del albino – te ayudaré.

Aquel gesto sorprendió a Atsushi, ambos chicos ahora... estaban solos en la casa. 

...

Les juro que esté es mi capítulo favorito... esté y lo que tengo planeado para el 9 y el 10.

Quiero leer sus comentarios, por que en serio  quisiera saber que piensan ustedes, y sobre todo por como se descubren los secretos en el capítulo, aunque no dudo que muchos de ustedes ya lo sospecharan, el capítulo seis lo tendré.... quizá el próximo lunes o si tengo tiempo el mismo Domingo, veremos como logro está semana.

¡Gracias por leer!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top