Capítulo 22. Un nuevo amanecer

Atsushi, Abadón y Akutagawa habían vuelto al pueblo rápidamente con ayuda de Rashoumon, está vez fue a Lucy quien encontraron manipulando a Anne para luchar contra Yumeno. Los familiares estaban cansados, habían tripas de demonios por todas partes – limpieza pasillo 7 – dijo Dazai sonriente al ver a su dúo favorito de demonios – por fin llegan

― vienes con él – menciono Ango al mirar al Abadón

― Nos salvó – dijo Atsushi – Lilith-sama está aaam... – miro a Abadón

― Bueno muerta no, esta reiniciada. Es lo que pasa con nosotros – mencionaba el albino mayor

― Eso – dijo Akutagawa y suspiro

― ¿Qué pasará con Yumeno? Por el momento solo Lucy ha podido manejarlo – decía Nathaniel

― No termine de separar a Atsushi de Yumeno, si mato a Yumeno, Atsushi morirá

― ¿en serio?

― Naaaah quería ser serio y dramático – decía Abadón y Atsushi le miro molesto, y Abadón le sonrió – ya, ya lo siento – suspiro – lo que si pasará es que si mato a Yumeno, Atsushi se reiniciará

― ¿Qué significa eso? – pregunto Chuuya

― Significa que... Atsushi volverá a ser un bebé, tendrá que volver a pasar por todo lo que paso, el aprender a controlarse y yo volveré al inframundo a esperar a que haga un nuevo contrato

― ¿solo te puedes quedar mientras Atsushi tenga un contrato? – pregunto Fyodor

― Sí, es obvio ¿no? Por eso logré llegar, digo esperamos muchos años ¿Qué tanto de la historia no has escuchado? son 22 capítulos, pon atención. 

― Los humanos podemos morir

― No si uso un poco de mi magia de demonio – dijo como una canción

― ¿esté tipo dice algo serio?

― Si – dijo Akutagawa mirando a Abadón – ama a Atsushi. – aquello hizo a ambos albinos sonrojar

Abadón se acercó al oído de Atsushi – sí que te gusta y luego por lo que vi de sex

― ¡para ya! – grito Atsushi sonrojado – no importa que pase, lo haré – dijo el albino

― Atsushi-kun, si te reinicia, dejarás de tener contrato con Akutagawa - mencionaba Dazai 

― Podemos volver a hacerlo – dijo el albino

― Atsushi, mi yernito morirá antes de que tu tengas si quiera conocimiento de él – menciono Abadón y el albino los miro, había olvidado ese detalle

― Estaré bien – dijo el azabache. – debemos detenerlo

― No, no podemos – dijo Atsushi con desconfianza

― Confía en mí, no dejaré que te reinicies – decía el azabache

― Pero... pe-pero ¿Cómo?

― Bueno, Rashoumon es una de mis primeras y más poderosas creaciones, si te encierras en él puede que corte el lazo con Yumeno - miro a Akutagawa – si rompes el lazo entre ellos necesitaras mucha fuerza y valor, Atsushi no dejará de gritar

― ¿y todo estará bien? – pregunto el albino a Abadón.

Por primera vez el dios de la calamidad no quiso decir nada cruel, por primera vez, miro a aquellos ojos como un anochecer y la plena luna, por primera vez, entendió lo que era ser padre y ver por tus hijos. Alzo su mano y acaricio su cabello – todo estará bien... Atsushi – dijo Abadón con una cálida sonrisa, Atsushi confió en ello.

Desprevenido, el rey demonio golpeo a Atsushi en la nuca dejándolo inconsciente, lo tomo y se lo entrego a Akutagawa - ¿Qué hace? – pregunto el azabache

Abadón miro a Oda y sonrió – entiendo lo que es ser padre – menciono alegre.

― ¿Qué harás? – pregunto Dazai

― Bueno, primero, separarlos pero será doloroso para Atsushi – miro al azabache – confió que lo retendrás, corta el lazo con Rashoumon, yo lo haré con Yumeno. Estoy debil por mi pelea con Lilith, debe ser rapido y presizo...

― Por supuesto – respondió Akutagawa. Abadón miro a Chuuya

― Necesito que seas fuerte, si uso mis poderes aquí te verás afectado, si lo uso mucho tiempo tu cuerpo colapsará –rasco su nuca – sinceramente eres mi única esperanza al tener una mínima parte de mis poderes, si yo caigo tu podrás ayudarles 

― Si dice algo así... - miro a Dazai – dime ¿Qué debo hacer?

― No queda de otra ¿verdad? – decía Dazai mirando a Chuuya – es tu decisión

― Siempre que dices eso, es porque no hay opción – Chuuya miro a Abadón – dime que hacer, te ayudaré a separarlos – miro a Atsushi – se lo debo

― Bien, lo haremos juntos – dijo Abadón. Miro a todos y suspiro – el dolor que sufrirá Atsushi será constante y punzante, es como arrancarte los hilos de los tejidos musculares, no puedo hacerlo menos doloroso, pero si traerá todo su ser demoniaco, no puedo controlarlo, debo encargarme de Yumeno, deben ser fuertes pues intentará matar la fuente de su dolor

― Yo lo retendré – dijo Lucy – Anne podrá retenerlo un buen tiempo

― Podrías morir Lucy – dijo Abadón

― Se perfectamente que hacer – dijo Akutagawa mirando a todos – confíen en mí, Jinko será ahorcado – dijo serio

Abadón tallo su cuello - ¿en verdad?

― Si, así lo controla – mencionaba Dazai y Abadón trago saliva

― Sádicos humanos – mencionaba Abadón

Dio media vuelta mirando a Yumeno – seguirá absorbiendo energía de los muertos y de Atsushi – miro a Francis - ¿mataste a Shibusawa?

― Es lo que ordene

― Pues, así será más fácil, si ese tipo unido a Yumeno sigue con vida no podré hacer mucho – menciono tronando sus dedos

― Iremos a inspeccionar eso – dijo France

― Si padre – respondió Francis

Una vez más aquella guadaña enorme y filosa apareció, el báculo con púas se formó y Dazai abrió los ojos emocionado - ¡Ven! ¡Este es el Dios que debo venerar! – decía Dazai alegre

― Después puedo prestarte a Crazy para un suicidio limpio y sangriento

― Abadón, te rezaré cada noche

― ¡Dazai! – grito en regaño Nathaniel y Ougai

― ¿se llama Crazy? – pregunto el azabache

― ¿mi guadaña? Si, crea locura – miro a Atsushi – algún día se la heredaré

― Ahora todo tiene sentido – decía Ougai

― Ya, comencemos – dijo Chuuya

Abadón y Chuuya fueron hacia Yumeno, Dazai se quedó cerca, los demás reposaban, la mayoría de ellos estaban heridos. Oda se acercó a Akutagawa – Oda-san, me alegra que viniera

― No podría dejarte solo con él

― Lo sé, - sonrió – pero también necesitaré de Ango-san

― ¿realmente será así?

― Son los únicos que saben controlar por completo a Atsushi – dijo el azabache y se inclinó – les ruego su ayuda

― Podemos improvisar – dijo Ango

Llevaron a Atsushi a un lugar apartado de la iglesia, aún estaban cerca para ver la pelea, Ango había ido por cuerdas y telas de la iglesia, atando a Atsushi - ¿Qué diferencia tiene? – pregunto Oda

― Les puse agua bendita, si las mueve un poco se quemará

― Comprendo – dijo el azabache y suspiro

― Deberás ahorcarlo con fuerza – dijo Oda mirando serio al azabache – nosotros lo retendremos lo mejor que podamos

― Confiamos en ti, sabemos que lo cuidaras

― Daré mi vida si es necesario

Por su lado, Yumeno había sido atacado por Abadón, Chuuya ayudaba a Lucy a salir del lugar y la llevo con Oda y los demás. Sin dudarlo regreso con Abadón. Aunque solamente se sentía la incomodidad del lugar - Yo también... soy hijo tuyo

― No tienes un gramo de mi

― Pero si de Lilith-sama

― Ja! Y yo no tengo nada que ver con la loca del fuego

― No hables así de mi mamá

― Si ella te hizo no me vengas a mí con que yo te hice, solo tengo a Atsushi

― Entonces... será mejor que te olvides de ambos

― Pues este mocoso no entiende, - dijo Abadón y sonrió amplio – no me interesan los humanos

Yumeno corrió hacía Abadón pero este con sonrisa en rostro pateo a Yumeno – matarte será fácil, lo difícil, es controlar a MI hijo por tu estupidez. Te apegaste a él como sabandija desde que nació ¿no es así? Por eso paso por desgracias, la mala suerte de tipos como tú, los humanos atrayentes de pecados ¡que nos hacen esclavos! – grito Abadón mientras atrapaba a Yumeno en una red negra.

A lo lejos quien miraba, Dazai lo supo – ese... es Rashoumon – decía Dazai quien volteaba a ver a Atsushi y los demás

Abadón uso la red para someter a Yumeno contra el suelo, las raíces de los arboles le sujetaban, el albino piso al chico sin descaro escuchando el crujir de sus huesos romperse – podrás tener piel de demonio e hilos de mi hijo, pero eres un maldito humano – dijo Abadón serio. Volteo a ver a Chuuya – tendrás que jalar el hilo

― Estoy listo – respondió Chuuya

El poder que se sentía alrededor era grande, Dazai había llegado corriendo, los demonios así el más inofensivo se refugiaba, huían o simplemente morían por no resistir aquella presión, era como estar a 100 metros bajo el mar – Akutagawa, prepárate, comenzará a desgarrarlo pronto

― Estamos listos – dijo el azabache

― No dejaremos que Atsushi se vaya – dijo Lucy

― Y tú tampoco Dazai – dijo Ango

― Eres parte de la familia – dijo Oda

― OdaSaku ~ - canto Dazai alegre

― Solo escucho a Oda ¿no? – se quejó Ango

― Sep – dijeron ambos menores

Las manos de Abadón se tornaron negras, en ese momento, Atsushi abrió los ojos tan grandes, brillantes y amarillos - ¡despertó! – grito Akutagawa reteniéndolo, todos tomaban una extremidad del albino pero Akutagawa el cuello. Atsushi estaba quieto, esperando.

Abadón enterró sus manos en el cuerpo de Yumeno, no había reacción más que los gritos de Yumeno, pero cuando saco sus manos, delgados y brillantes hilos rojos salieron. Allí fue cuando Atsushi grito, su ser demoniaco salió por completo mientras gritaba sin parar como si le hubiesen arrancado una pierna. De un levantón por el mismo dolor saco a todos a volar, incluyendo al azabache. Gritaba sin cesar hasta que encontró a Chuuya con su olfato, con la vista nublada fue tras el pelinaranja, pero su destino fue cortado por Rashoumon, quien había hecho al chico chocar contra la tela y volver a gritar por el dolor.

Chuuya jalaba aquellos hilos mientras Abadón entraba y salía del cuerpo de Yumeno con sus filosas garras, Atsushi comenzaba a escupir sangre del dolor mientras avanzaba – ¡Anne! – grito Lucy

― No, harás que enloquezca – dijo Oda – está demasiado perturbado

― Algo debe calmarlo

― Yo no sé – dijo Dazai – se supone que Akutagawa sabe

― ¿relajado? – les miro Akutagawa – Byakko – dijo el azabache

― ¿ah? ¿un caballo? – pregunto Ango

― Atsushi habla con Byakko, eso lo relaja

― Byakko no se acercará a mi hermano, busca otra forma – decía Lucy quien tenía a Anne reteniendo al albino para evitar que fuese por Chuuya

― ¡Jinko! – grito el azabache – ven acá – ordeno pero el albino ni lo volteo a ver

― ¿alguna otra idea genio? – pregunto Dazai

Akutagawa trago saliva, fue tras el chico - ¡Akutagawa! – grito Ango pero Oda lo detuvo

― Estará bien – dijo el pelirrojo

Llego hasta el albino quien intentaba desgarras la tela, tomo su brazo con fuerza y esté intento quitarlo de encima, Akutagawa uso la misma fuerza del albino para quedar encima, dejando al albino escuchar su corazón latiendo con fuerza. Atsushi se quedó quieto, más seguía en aquel estado demoniaco – vamos Jinko, no mates a Chuuya, es tu amigo. Sé que duele, puedes soportarlo – decía el azabache. Atsushi se aferraba a él, estaba sangrándole el brazo y el pecho también pero no podía evitarlo. Estaba adolorido, sentía que iba a morir. – Rashoumon – llamo a su habilidad. Miro a Chuuya, este llegaba corriendo con los hijos en sus brazos.

Los demás pudieron ver a Abadón partir a la mitad a Yumeno y después en mil cachos más. - ¡¿ahora qué hago?! – grito Chuuya afligido. Abadón estaba débil. Atsushi estaba débil, más estaba calmado, era un demonio por completo pero eso no significaba que estuviera con fuerzas, al contrario.

― Ya voy, lo haré... - suspiro cansado

― ¡dime que hacer! – grito Chuuya

― Debes coserlo a su piel – dijo Abadón cayendo del cansancio. Pelear contra Lilith lo había dejado débil

― ¿co-coserlo? – pregunto Chuuya

― Chuuya – dijo Akutagawa mirándolo mientras el albino tomaba el hombro del azabache – déjamelo a mi

― Te matará, debo sacarte de aquí – dijo Chuuya

― No, déjamelo, lo coseré

― Pero

― Rashoumon es tela – dijo el azabache firme

― ¡Chuuya, ven aquí! – grito Dazai

Chuuya dejo los hilos sobre Atsushi, el albino estaba a punto de reiniciarse, no le quedaba mucho. – Jinko... Debo llamar a Rashoumon

― Ry...u... duele... - se quejó el albino

― Lo sabíamos desde el principio – dijo el azabache serio – Rashoumon te cosera, no te aseguro que no te dolerá

― Con...fio – dijo el albino con un hilo de vida

Akutagawa chasqueo la lengua, estaba molesto, Rashoumon comenzó adherirse al albino, tomando los hilos fue insertándose como aguja volviendo a hacer al albino gritar. Akutagawa sudaba, mordía sus labios, apretaba al albino pero se mantenía callado, en un dobles, Rashoumon termino su acción, Atsushi se desmayó de nuevo y el azabache cayó encima de él respirando agitado. Estaba cansado, mareado, miro a Dazai acercarse

― ¡estaban conectados! ¡Akutagawa se conecto a él! ¡llamen a alguien! – grito Dazai

...




















...

...

Atsushi estaba despertando, se removió en su cama, estaba bien tapado y miro al techo - ¿estoy... vivo? – Dijo Atsushi y miro alrededor - ¡Ryu! – grito levantándose pero el chico cayo en su mismo rostro, sus piernas dolían. Por el ruido, Oda había subido a la habitación, Atsushi lo vio afligido – Papá... Ryu, ¿Dónde está Ryu? – pregunto preocupado el albino

― ¿Cómo te sientes? – pregunto el pelirrojo

― ¡papá! ¡¿Dónde está Ryu?! – grito – ¡no puedo sentirlo! ¡dime dónde está Ryu!

― Está abajo... - suspiro Oda – pero no puedes bajar tu solo y no es momento de que lo hagas, estas débil aun, necesitas

Atsushi no le importó, uso sus garras para moverse, - Atsushi, no hagas esto – pidió Oda mirando como el albino se arrastraba

― ¡iré a verlo! – dijo el albino enojado

― Atsushi déjame ayudarte

― ¡no! – grito el albino llenándose de lágrimas – no me quieres dejar bajar

― Es por que estas débil

― ¡Quiero ir! – gritaba el albino

Oda suspiro, tomo al chico y lo cargo - ¡suéltame papá! – grito el albino

― Te llevaré – dijo Oda

Atsushi comenzó a llorar más, quería ver a Akutagawa; Oda bajo las escaleras bajando al chico, en la sala, todos los miraron, - ¿lo bajaste? – dijo Ango acercándose

― No quería quedarse

― Ango quiero ver a Ryu – decía Atsushi con lágrimas en sus ojos

― Atsushi, debes descansar – dijo Chuuya – Abadón dijo que te recuperaras

― ¡quiero ver a Ryunosuke! – grito sacando de él aquella energía

― Chico, relájate – dijo Ougai – Akutagawa no se irá, puedes verlo cualquier momento

― Lo llevaré al establo – dijo Oda llevando al chico en sus brazos

― ¡papá! ¡oye! ¡papá! ¡Suéltame! – gritaba Atsushi

― Por fin despertó - suspiro Dazai

― Después de tres días – mencionaba Fyodor

― Aún hay tiempo

Oda llego al establo, allí estaba Abadón y el albino se sorprendió de verlo – Abadón, ¿Qué haces aquí? - preguntó Atsushi

― Los mantengo vivos – se quejó débil

― ¿Ryu-Ryunosuke? – pregunto mirando el bulto a su lado

― Si – suspiro – tiene mucha energía, apresúrate, haz contrato con él o los 3 nos iremos

― No puede hacerlo ahora, no puede ni caminar – dijo Oda

― ¿nuestro contrato se rompió?

― Murió por unos segundos – menciono el albino mayor – pero está bien, desperté a tiempo para regresarlo

― ¿e-él ahora es?...

― No, sigue siendo humano – miro a Oda – no importaba que, debía traer al amado de mi hijo devuelta

― Papá, - dijo Atsushi mirando a Oda – puedo hacerlo, déjame hacerlo. Ryu se unió a mí para que no me reiniciará

― Es cierto que le dio parte de su vida, mi hijo puede devolverla sin problema, nos regeneramos rápido – dijo Abadón mirando a Oda

― por favor, puedo hacerlo

― Recuerdo cuando insistías en no tener un cazador y ahora ruegas por uno aun sabiendo lo débil que estas

― No moriré - sonrió Atsushi

― Has crecido bien, Atsushi – dijo Abadón – soy feliz de verte así

Oda acerco al albino, lo sentó al lado de Akutagawa – soy feliz de conocerte Atsushi, - miro a Abadón – gracias por darle vida

― Gracias por cuidar de él

Abadón y Oda se alejaron dejando al albino solo con el azabache quien descansaba, en un sutil coma – Ryu... nuestro primer contrato... también estábamos débiles – dijo con la voz entrecortada – Así que... por favor... - tomo sus mejillas – acéptame una vez más... - Rashoumon se activó por su cuenta, tomo el cuello del albino como una cadena y la unió al azabache. Mordió su labio provocándose un sangrado e hizo lo mismo en Ryunosuke uniendo su sangre a la de él – Yo, Nakajima Atsushi Juro protegerte a ti Akutagawa Ryunosuke por la sangre que nos une – dijo el albino. El suelo volvió a vibrar, el pasto, las flores comenzaron a crecer en botones de varios colores que fueron abriendo sus pétalos, la fragancia llego así como el albino trago una vez más saliva mientras el collar le quemaba. Estaba resistiendo con gran fuerza, no debía desmayarse, quería ver al azabache despertar. El pentágono apareció atrayendo a las flores a él envolviéndolo. Atsushi abrazo con fuerza a Akutagawa - ¡por favor despierta! – grito adolorido. El azabache abrió los ojos, miro a Atsushi y lo abrazo sonriente

― No te dejaría tan fácilmente – expreso el azabache

― ¡Ryunosuke! – grito Atsushi

― Solo dormía tontito – se quejó el azabache entre risas

Atsushi se llenó de lágrimas – pe-pe-pero no te sentía

― Es cierto que perdimos el contrato, realmente morí unos segundos pero no moriría tan fácil – dijo tomando las mejillas del albino – no podía dejar que nadie hiciera un contrato contigo mientras te recuperabas

― ¡idiota! – grito pero el azabache tomo sus mejillas y lo beso, el albino se separó por la sorpresa y el azabache sonrió

― Ya te lo he dicho, eres mío.

Mientras el albino peleaba con el azabache, Abadón y Oda los miraban – son buenos juntos – decía Abadón

― Lo son – suspiro - ¿aun odias a los humanos?

― A la mayoría – dijo y miro al pelirrojo – gracias por cuidar de mí también, si no fuera por ti hubiera regresado

― No fue nada, necesitabas mantener a Akutagawa vivo

― Escucha, no quiero quitarte tu lugar, solo quiero enseñarle lo que se, enseñarle y bueno, no sé... me iré

― Las circunstancias no te dejaron estar con él – dijo el pelirrojo – pero lo amas, ¿verdad?

Abadón miro tierno a su hijo quien intentaba atrapar al azabache mientras estaba sentado, seguía sin poder moverse - Lo amo más que nada... daría mi vida por él

― Y la diste – dijo Oda sonriente – te ayudaré a que Atsushi te acepte

― ¿ha-harías eso?

― Somos familia, y ambos somos sus padres 

Abadón se sonrojo y sonrió amplio, la verdad es que de todos los humanos, solo quería a los que rodeaba a su hijo.

...

Los cuatro entraban a casa de los girasoles una vez más, el albino iba en la espalda del azabache, Atsushi miro a todos molesto - ¡me engañaron! – Gritaba Atsushi molesto – los odioooo

― Nunca nos preguntaste

― Si, el solo estaba cansado, perder a tu familiar es cansado – decía Fyodor

― Fue más cruel él – dijo el albino encima del azabache

― Ya, ya ¿Cuánto tiempo planeas estar así?

― No puede caminar – se quejó Abadón – no podrá hacerlo por un tiempo

― ¿Por qué no? – pregunto Atsushi

― Bueno, es que tuve que cortar tus piernas

― ¡¿Qué?! ¡¿en serio?!

― Nou – dijo Abadón bromista mientras Atsushi intentaba golpearlo y esté reía

― Dime que me hiciste – decía Atsushi

― Nosotros no tenemos mucho control de nuestras piernas, ¿no te pasa que corres rápido y te tropiezas?

― Soy ágil

― No lo eres, di la verdad – se quejó Abadón

― Bien, llego a caerme – se quejó Atsushi

― Es por que allí se concentra nuestra energía – decía Abadón – te sobrecargaste y luego sacaste todo, deben recuperarse

― ¿Cuánto tiempo no podre moverlas?

― Unos dos días más – mencionaba Abadón – pero tranquilo – le sonrió – puedes sentir todo

Ante ello Akutagawa y Atsushi se sonrojaron, Dazai y Chuuya reían como locos mientras los demás se sonrojaban, Fukuzawa y Ougai tosían ligeramente. Oda miraba serio a Abadón – un buen padre no debe decir cosas así, Abadón – se quejó Oda

― ¿Por qué? ¿No los has visto? Con su primera vez, ellos – Akutagawa y Atsushi se le fueron encima a Abadón para callarlo. Definitivamente, era peligroso.

...

Atsushi y Abadón estaban en el establo, era de noche y el albino mayor le enseñaba al menor sobre las estrellas demoniacas – Oye Abadón – le llamo Atsushi

― ¿sí?

― Has vivido aquí unos 3 días ¿no?

― Si, alimente a Byakko por ti – dijo sonriente

― ¿vivirás aquí con nosotros? – pregunto

― Si... tú quieres, puedo quedarme aquí

― Es raro... - dijo Atsushi y miro al albino – pero... creo que sería genial conocerte mejor

― Lo mismo digo, Atsushi

― Pero no puedes matar humanos

― Oooh vamoooos – se quejo

― Son las reglas, hay que seguir las reglas de Oda. No matar, no mentir, y ser un chico bueno

― Tú mientes todo el tiempo... Y Atsushi ¿eres un chico bueno? – pregunto burlón y Atsushi sonrió

― No, no lo soy

...

Abadón llevaba a Akutagawa por el bosque, este le seguía sin comprender bien que pretendía pero si Atsushi se había metido en algo él lo salvaría – Abadón ¿Dónde está Atsushi? – pregunto

― Alla – señalo – en el risco

― Bien – dijo corriendo hacia allá. Abadón sonrió y suspiro

― Es hora de cuidar que nadie se acerque – dijo Abadón sacando a crazy y saltando alegre

Akutagawa llego a la punta del risco, la luna era presente y el albino estaba en medio con un kimono, era en su mayor parte blanco, con la cubierta y líneas de mangas negras tan amplias como un brazo mismo, al igual que la parte de enfrente de la falda corta con encaje, medias negras altas una mascará de demonio negro parecido a Rashoumon y un collar rojo en su cuello con un enorme cascabel dorado – según la religión que hizo mi pa... Abadón, a-así debe vestir el príncipe demonio en nuestro sello de contrato – dijo el albino avergonzado

― Jinko... - se acercó al albino – no importa que vistas... te voy a desvestir igual

― Creí que dirías que me veía bien – se quejo

― Sí, eso también – dijo sonriente.

El azabache comenzó a besar al albino y esté correspondió, los minutos pasaron y el cascabel en el cuello del albino sonaba con fuerza por las embestidas, Atsushi gemía por las acciones, pues el azabache ya le conocía bien más parecía su primera vez. El menor no podía dejar de ver los hombros del azabache, y su pecho, tenían las cicatrices de sus garras enterradas en su piel. Beso aquello como si fuese un signo de disculpa pero el azabache volvió a someterte – no importa lo que hagas, lo dijimos una vez, eres mío – afirmo el azabache

― So-solo si tú eres mío – respondió el albino

El azabache tomo al albino dejando su trasero levantando y volviendo a entrar para embestirle – ma-más despacio – se quejo

― Eso jamás – dijo el azabache – se perfecto que soportas muy bien el dolor

― ¡aagmh! Maldito demente – se quejo

El azabache termino llenando al albino – diablos no pienso quitarte ese maldito Kimono – menciono el azabache

― ¡que ni se te ocurra otra ronda! – grito

― Ups, - dijo el azabache volviéndola a meter – creo que tendremos otra

― ¡Aagh, aag, Ryu!

Habían pasado su noche juntos, una vez amaneciendo, pudieron ver el sol salir por aquel risco, el nuevo amanecer de su vida estaba comenzando, el azabache abrazo al albino y esté se acomodó en su pecho – papá se enojara contigo

― Lo sé – sonrió – amo a mi familia – dijo Akutagawa sarcástico haciendo al albino reír 



Fin.

...

Está vez a llegado el final

Está historia en lo personal me gustó mucho, he tenido muchas dudas sobre quitar el fanfic como tal y convertirlo en una obra original, pues... relativamente solo uso los nombres es un completo AU pero... ¡no lo haré! mi mente tiene muchas obras por terminar, y en verdad lo disfrute en está escencia, solo quería platicarles esto 

También tenía que decirles... que aunque sea el fin... 



¡Solo de la primera temporada! 

iniciaré una segunda temporada con momentos teniendo a Abadón, algo así como extras pero tendrán principio y fin, un porque y un enemigo que derrotar

¿por que? 

Bueno quería dar inicio y fin a la calamidad y traer el inicio de los momentos divertidos y difernirlos, espero que les agrade. 

El siguiente capitulo o pagina de esta obra traera la información de personajes y sobre la segunda temporada, despues la iniciarémos

No iba a comentar nada de esto pero bueno, estoy segura que no muchos lo leeran así que será sorpresa para algunos...

como siempre

¡Gracias por leer!


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