Capítulo 16. Un humano dentro del demonio
Dazai había llegado a la casa de los girasoles, era plena madrugada, toco la puerta con fuerza haciendo al albino despertarse, sintió la presencia de Chuuya y movió a Akutagawa - Ryu, Ryunosuke, despierta - el azabache lo miro molesto
― Dijiste que podíamos despertarnos más tarde - se quejo
― Chuuya está en la puerta... cre-creo, se siente... extraño
― Vamos
El azabache salió de la cama, Atsushi le siguió. Bajaron al primer piso y allí abrieron la puerta para ver a Dazai cansado y a Chuuya adolorido - Dazai-san ¿Qué sucede? - pregunto el azabache dejándoles pasar. Dazai dejo a Chuuya en la sala
― No lo sé, Chuuya despertó con su forma demoniaca y adolorido - menciono el castaño - Atsushi-kun tu eres el único que sabe su tipo de demonio
― Bueno... s-si - mencionaba Atsushi acercándose - pero... - le miro mejor - es una corrupción
― ¿corrupción? - preguntaron ambos cazadores
― Wells-san y Jules-san hacen esto a menudo para experimentar - miro a la alacena - bastara con sal - dijo yendo por sal - Ryu, trae tu bote de agua bendita
― ¿Qué hace?
― No sé, pero sé que sabe lo que hace - respondió el azabache tomando aquel bote
Atsushi suspiro - po-ponlo en mis manos - pidió el albino con sal entre sus manos
― Pero... ¿eso no te?
― Hazlo Ryu - pidió el albino.
El azabache dejo caer el agua en las manos del albino, la sal le impidió el paso, se acercó y lleno el rostro de Chuuya con la sal y el agua bendita, con ello, el pelinaranja comenzaba a sentirse mejor, las marcas comenzaban a desaparecer y a sentirse mejor - Chuuya ¿estuviste expuesto a otros demonios? ¿Usaste mucho al demonio?
― No lo hemos usado en 4 días - decía Dazai al ver a Chuuya aun débil para responder
― Es raro... casos así solo pasan cuando los demonios pasan mucho tiempo en la tierra o hace cosas de gran fuerza - menciono mientras Chuuya se volvía a dormir
― ¿a ti no?
― Si, Jules-san me pone sal cada luna llena
― ¿eso era lo que te puso? - pregunto el azabache
― Estará bien unas horas - dijo sentándose
― ¿Por qué tú estuviste bien en 20 minutos? - pregunto el azabache
― Yo soy un demonio Ryu, Chuuya es humano
― Atsushi-kun ¿no te afecta tocar el agua bendita? - pregunto el castaño
― Solo me quema, no fue mucha, no pasa nada - dijo mirando sus manos enrojecidas - estaré bien
― Déjame ver - dijo el azabache tomando sus manos - te las vendaré, Verne-san dijo que tardabas más en curar esto
― Gra-Gracias... - dijo el albino sonrojado.
Mientras Chuuya dormia y el azabache iba por vendas al segundo piso, Dazai miro a Atsushi - te has compaginado con Akutagawa ¿no es así?
― E-el me en-entiende - dijo nervioso - me gusta... estar con él - trago saliva - me he sentido... ansioso y naturalmente extraño, a veces solo... - miro sus manos - es... sumamente atento... lindo y se enoja mucho pero lo hace porque soy muy escandaloso... - sonrió a Dazai - soy feliz
― ¿e hicieron el amor? - pregunto y el albino se puso completamente rojo. - ¡¿no lo han hecho?! - pregunto nervioso - Atsushi-kun, el contrato se finaliza uniendo sus cuerpos y
― Y-y-y-y-ya se - dijo nervioso - pero... incluso él no se me acerca de esa manera
― Vaya... - dijo el castaño sorprendido - yo no pude evitar saltar a Chuuya esa misma noche
― Dazai-san - se quejó el albino
― Akutagawa... debe ser sincero - dijo el castaño - felicidades Atsushi-kun
El albino se sonrojo, trago saliva, el azabache había vuelto - Jinko, déjame vendarte
― Ah, si-i-i-si gracias - dijo el albino nervioso
Dazai sonrió, se levantó alegre, miraría que había en la despensa y saquearía lo que pudiera, aun siendo un sacerdote... digamos que Dazai no eligió aquella vocación, lo eligieron a él.
― Atsushi-kun ¿tienes algo que no sea carne? - pregunto el castaño
― Lo siento Dazai-san, son provisiones para Jinko - respondió el azabache mientras vendaba al menor
― ¿Por qué consumes carne de demonio preparada? ¿Por qué no sales a cazar?
― No estoy acostumbrado a cazar, además así me acostumbro Oda y Ango. Usualmente llamo mucho la atención
― Si, ese día fue como un remolino en mi estómago - decía Dazai mirando las hierbas - ¿Qué son?
― Ango-san las ocupa para hacer cosas raras - decía Atsushi y Dazai sonrió
― Ango me enseño un poco de esto - sonrió amplio a los menores - vayan a dormir, yo me quedo aquí
― ¿dormirá aquí Dazai-san? - pregunto el azabache
― ¿piensas que podre con Chuuya? Si me quedo, no iré por todo el campo de girasoles, me mataran
― ¿tanto le teme a la muerte? - pregunto Atsushi
― Hay no... - dijo Akutagawa
― Atsushi-kun, la muerte es una deidad más sagrada que nada en este mundo, es el final, el cumplir y el despojar de todo lo malo - sonrió amplio Dazai - pero que te maten o morir por ansiedad es una catástrofe
― ¿l-lo es?
― ¡por supuesto! ¡El suicidio! Eso mis hermanos, es lo más hermoso y benevolente que puede haber ¡un perfecto suicidio doble!, ¡limpio!, ¡sincero! Hermoso...
― ¿sui-suicido? - pregunto el albino sonrojado
― Vámonos - dijo el azabache tomando el hombro del albino
― No lo olvides Atsushi-kun, el suicidio limpio es importante - mencionaba Dazai mientras Akutagawa llevaba al albino a la segunda planta
Dazai miraba curioso las hierbas - Así que... Lo que haces es mantenerlo hermético Ango - dijo el castaño mirando las hierbas - me pregunto entonces... ¿Qué energía tendría Atsushi-kun sin todos estos bloqueos de energía?
Atsushi se había recostado sobre su perfil derecho, el azabache apenas cerraba la puerta, el albino le miro ligeramente nostálgico, y miro sus manos mientras esperaba al azabache en la cama - gracias por las vendas - dijo sincero
― Estarás bien, no quiero que Sakunosuke-san llegue a regañarme
― No lo hará Ryunosuke... - suspiro algo molesto - ¿cuidas de mi por miedo a mi padre?
― No, él no me da miedo, pero lo respeto por cuidar de ti - acaricio el cabello del albino - te hizo un chico adorable y digno de amar - menciono
Atsushi se sonrojo por completo, aunque por lo oscuro de la habitación el azabache no lo notó, este se recostó a su lado boca arriba, Atsushi le miraba fijo - ¿Por qué me miras así? - pregunto el azabache al sentir la mirada encima suyo
― Solo... pensaba - menciono Atsushi curioso - Ryunosuke ¿me quieres?
― Eres fastidioso - se quejó el azabache dándole la espalda
Atsushi suspiro miro hacia el techo y cerro sus ojos, no se había dormido aun pero sentirse así de tranquilo le ayudaría, mientras el azabache volteo a verle ligeramente, - ¿te dormiste ya? - Pregunto curioso y no tuvo respuesta - sí, te quiero mucho, es... impresionante poder estar a tu lado. Aunque todo el tiempo estoy cansado e irritado. Es bueno. - dijo el azabache. Atsushi no pudo soportarlo y comenzó a reír - ¡¿estabas despierto?! - grito molesto. Atsushi seguía riendo, no estaba burlándose, es que estaba muy feliz. - Te enseñaré a reírte de verdad - Akutagawa se le fue encima haciéndole cosquillas, Atsushi no paraba de reír, estaba feliz.
Atsushi se doblaba de la risa, daba vueltas en la cama, fue cuando quedaron frente a frete, Atsushi rápido dejo de reír, Akutagawa estaba serio encima de él - Ryunosuke - le llamo mientras llevaba sus manos hasta sus mejillas - también te quiero...
El azabache frunció el ceño, se quitó de encima, - iré a ver cómo está Dazai-san - menciono mientras salía del cuarto, Atsushi miro aquello, se sintió... incómodo y ligeramente decepcionado.
Bajo de las escaleras, suspiro profundo y vio a Dazai recostado en la mesa del comedor - Dazai-san - le llamo
― ¿no pudiste hacérselo? - dijo sonriente
― ¿Cómo?
― Bueno, era obvio que no lo habían hecho se les nota
― ¿en serio?
― No, Atsushi-kun me lo dijo
― Dazai-san... ¿Qué debería hacer?
― Ven aquí a mi consultorio
― Dazai-san es la mesa del comedor
― Por el momento mi consultorio
Akutagawa suspiro, se sentó en una de las sillas y miro al castaño - bien, mi paciente del día de hoy ¿en qué puedo ayudarte?
― No tengo experiencia, no quiero lastimarlo
― Ooooojojo, créeme que lo que menos será es lastimarlo, es regenerativo y la tienes chiquita
― Dazai-san - se quejó el azabache
― Bien, mantendré la compostura - menciono el castaño - habla
― Atsushi ha sido criado como un chico bueno, y yo en verdad que tengo muy malos pensamientos por su cuerpo, no logro evitarlo pero el pensar que no tengo experiencia me mortifica
― ¿Qué quieres que te diga? Es fácil hacerlo, debes ablandarlo y
― ¿y si no le gusto? ¿si se arrepiente?
― Eres un chico con muchas dudas eh
― Solo lo haré
― Corrijo, eres bipolar
― Dazai-san solo necesito pensarlo
― No necesitas pensarlo, necesitas hacerlo con él o morirás, estás cansado todo el tiempo, si sigues así
― Ya lo sé, moriré - se quejó el azabache
― Sé que quieres ser cuidadoso, Atsushi es un buen chico, pero dudo que quieras dejarlo solo a corta edad. Imagina como se sentirá Atsushi cuando sepa que mueres por culpa de él
― Ya entendí - se quejó el azabache y suspiro - hablaré con él
― No hables solo azótalo contra
― ¡Dazai-san! - se quejó el azabache
― Está juventud, no sabe del buen sexo
El azabache volvió a la habitación, se encontró con Atsushi de espaldas a la entrada y tapado. Suspiro, quizá solo debía hablarlo, solo quizá... se acercó a la cama - Atsushi - le llamo, no hubo respuesta pero está vez lo confirmo acariciándolo ligeramente. Siguió sin respuesta.
Confirmado el sueño del albino, se sentó en la cama, paso sus dedos por el rostro de Atsushi, paso sus dedos por su cuello, aquella camisa abierta le estaba llamando, miro su cuello - siempre te miran el cuello - se quejó - quisiera vestirte completo incluso ni vean tus ojos... - decía el azabache mientras tocaba los labios del albino - que no vean tus labios... - menciono. Atsushi abrió sus ojos en sorpresa, y se sonrojo al ver al azabache encima
― Ryu-Ryunosuke ¿qu-que haces? - pregunto avergonzada
― Pensaba que quiero vestirte con mucha ropa
― ¿po-por qué?
― Enseñas mucho
― ¿seguirás con eso? - se quejó molesto el albino - ya duérmete
― No puedo - dijo el azabache - pienso en si otros te verán - mencionaba - como en la competencia - dijo mientras pasaba sus manos por las piernas del albino - todos te veían corriendo, sudando, tus piernas...
― Ry-Ryunosuke...
― No me gusta, compartirte, ni siquiera en vista - dijo serio, el albino se puso completamente rojo. - Eres mío, Jinko
El azabache se acercaba al rostro del albino, Atsushi no estaba interesado en evitarlo, al contrario, fue cerrando ligeramente sus ojos, quería verlo hasta el final, sus labios estaban a milímetros... fue ese momento en el cual sus labios se juntaron, ¡si, por fin se habían juntado sus labios! El azabache no se detuvo, aquella sensación era fuerte, el cosquilleo le había invadido, Atsushi no tardo en abrazarle del cuello, tenía la misma sensación armoniosa de tenerlo cerca; se separaron ligeramente, se miraron a los ojos, volvieron a besarse esta vez, el azabache jugo un poco más, comenzando por lamer los labios del albino, provocando que este los abriera y así poder danzar a la par de la lengua del albino, las sensaciones en el cuerpo de Atsushi crecían, el calor estaba llenándolo, comenzaban a sudar, comenzaban a sentirlo más y más.
Por su lado, en la parte baja de la casa, Dazai despertó y Chuuya también - esto será malo - dijo Chuuya
― Protejamos este lugar, luego sabremos qué hacer, no interrumpamos
― Si
Volviendo con los tórtolos en la habitación, Akutagawa abrió una vez más sus ojos para separar sus labios, miro a Atsushi, y de un momento se sorprendió, Atsushi no entendió, le miro confundido - lo lamento... - dijo el azabache - me sorprendí de ver tu forma demoníaca
― ¿es-estoy fuera? - pregunto el albino tocando su piel
― Si - menciono el azabache volviéndolo a besar - te vez lindo
― Es-espera, n-no tie-tienes que hacerlo así
― Al contrario - menciono tomando la barbilla del albino - así sé que lo haré con el verdadero tu
Atsushi sonrió, su piel era suave como la del pelaje de un tigre, su cola y orejas estaban presentes al igual que aquellos ojos filosos y amarillos, las marcas negras en su rostro eran su mayor atractivo. El azabache continúo besando, bajando por su cuello y aprovechando para desabotonar la camisa del albino. Atsushi no era inquieto, al contrario, se dejaba hacer, al parecer todo ese carácter rebelde se controlaba con el azabache siendo rudo con él. Mordió su cuello para dejar marca y así continúo por el pecho del albino, acariciando su pecho y cintura, sin detenerse y mucho menos preocuparse de ser oídos, estaban solos en casa (si, no recuerdan a Dazai y Chuuya)
Akutagawa siguió acariciando las piernas de Atsushi, agradecía que el albino dormía en pequeños y anchos shorts para dormir, y solo eso. Aprovecho para dejar su mano entrar desde abajo del short y así llegar a su cintura sin antes dar un ligero rose a su miembro - Ryu... n-no juegues así - se quejo
― ¿Por qué no? No acordamos que... eres mío
Atsushi trago saliva, ¿en serio ese era el chico que conoció en la estación de trenes? Comenzaban a quitarse la ropa el uno al otro, aquel calor se hacía más grande y el azabache no olvidará la sensación de los ojos filosos de Atsushi - ¿tus padres te explicaron alguna vez como hacerlo? - pregunto mientras quitaba el short del albino
― N-no - respondió nervioso
― Bien, entonces te enseñaré - dijo serio - abre las piernas
― E-es ve-vergonzoso
El azabache suspiro, tomo las piernas del albino separándolas y antes de que Atsushi pudiera quejarse, metió sus dedos a su boca, choco nariz con nariz y sonrió - lámelos, no muerdas
El albino obedeció, de alguna extra razón, se sentía complacido solo con lamer los dedos del azabache, nunca habían estado tan pegados, y tan coordinados el uno al otro. Atsushi termino su orden mientras el azabache se había acomodado entre sus piernas para evitar que las cerrara - bien, ahora dejaré entrar uno y
― ¿En-en-entrar?
― Estarás bien - menciono y el albino trago saliva - está bien, dejémoslo para otro día
― ¡No! - grito preocupado pero de inmediato se avergonzó - qui-quiero... qui-quiero hacerlo - menciono
― ¿listo?
― Li-listo
El azabache metió el primer dedo, Atsushi cerró los ojos con fuerza por las extrañas sensaciones - aah... mgh s-se siente ra-raro - menciono mientras apretaba su propia almohada
― No sé si está posición sea buena para ti, quizá si te volteas
― N-no, qui-quiero ve-verte, e-e-e-e-es nuestra pri-pri-primera vez
― Podrías lastimarte
― Es-es-estaré bien, mmgh - apretó más la almohada - siento extraño
― ¿Qué sientes? Descríbelo - pidió, no era necesario solo quería avergonzarlo más
― E-e-es ca-caliente, todo se abre y... aah, si-siento que quiero más pero se siente pegajoso y algo doloroso
― Meteré un segundo dedo
― ¿qu-que? ¿Po-por qué?
― Hay que expandirlo, o si no ¿Cómo quieres que el mío entre?
Los gemidos de Atsushi fueron creciendo con el segundo dedo dentro, apretaba con fuerza la almohada, a pesar de ser un demonio, al parecer el placer era lo que le retenía, pues aquel chico fuerte parecía más un indefenso gatito a merced de Akutagawa. Con el movimiento en forma de tijeras, entrando y saliendo, el albino había comenzado a acostumbrarse, eso lo notó el azabache cuando el albino comenzaba a moverse al ritmo de sus estocadas - estás listo - dijo el azabache mirando al albino morder la almohada
― ¿en-entraras? - pregunto nervioso
― Si - respondió mientras se acomodaba y se acercaba al rostro del albino, Atsushi lo miro nervioso
― ¿qu-qu-que haces?
― Dijiste que querías verme - menciono mientras tomaba su mano - veámonos
Atsushi sonrió, el azabache suspiro mientras dejaba su miembro en la punta del albino, fue entrando con lentitud, Atsushi expresaba dolor con las facciones de su boca, pero lo que notó claramente el azabache fue ver como los ojos de Atsushi se cristalizaban y como sus pupilas se expandían mientras entraba, aquellos ojos amarillos casi ni lucían ya, el morado había regresado con un ligero toque de negro. Logro entrar al fondo, causando que Atsushi levantará una de sus piernas por el espasmo, sus lágrimas habían salido también - Ry-Ryu... - le menciono adolorido, probablemente en una queja pero su voz era tan diminuto que el azabache sonrió. Tomo la mejilla del albino y limpio sus lágrimas
― Aquí estoy, y estaremos siempre juntos - menciono el azabache
Atsushi le abrazo con fuerza la espalda, estaba avergonzado, adolorido y fascinado, queriendo más, el azabache siguió moviéndose mientras el albino reposaba en el pecho del azabache, las estocadas eran firmes y profundas en el cuerpo contrario, Atsushi gemía a lo que podía al mismo tiempo que se aferraba al cazador encima suyo. - Ryuu, Ryu mi vientre duele - se quejo
― Lo sé, ya casi terminamos - menciono.
Apreto la mano del azabache, y aun adolorido por el acto, Akutagawa cerro su pacto, está vez fue el mafioso quien mordió la clavícula del albino, haciéndole gritar con gran dolor. Chuuya y Dazai habían escuchado aquello desde fuera de la casa, limpiaban sus rostros mientras respiraban agitados - se han unido - dijo Chuuya cansado. Dazai miro la oleada de demonios que iba hacia la casa
― Me alegra, estoy cansado - menciono - Chuuya, vamos
― Si
Una vez más, en la habitación, Atsushi seguía apretando al azabache, estaba avergonzado, adolorido y cansado, sin mencionar la sangre que corría por su cuello, el azabache debía limpiarla toda - ¿se-seguro que estás bien bebiéndola?
― Después lo harás tú, deja de quejarte y relaja tu cuerpo o te dolerá más - menciono el azabache
Atsushi trago saliva, la lengua del cazador era simplemente mortal para su cuerpo, el azabache se levantó ligeramente, miro al albino debajo y la marca en su clavícula - más te vale que nadie la vea
― S-si - sonrió el albino
― Ahora - dijo el azabache quien salía del albino provocando en él un ligero gemido - ¿estás listo? - pregunto
― Y-ya la he bebido
― Pero no después de tener sexo
― Ca-cállate - dijo avergonzado
El azabache tomo una navaja debajo de la cama, pero Atsushi la aparto - no, no la necesito - dijo mientras se acercaba al hombro del azabache - ¿estás seguro?
― Si, hazlo - Atsushi sonrió. Tomo el hombro del azabache entre sus filosos dientes y mordió, su contrato estaba finalizado.
Atsushi volvía a su forma humana, ambos cansados por el intercambio comportar cayeron rendidos en la cama, mientras tanto, desde el árbol que estaba frente a la ventana de Atsushi, un encapuchado que había visto todo el espectáculo desde la rama de aquel árbol sonrió - ese chico me agrada, sí que sabes elegirlos, pudo soportarte - dijo alegre - ni mencionar que si moría en el acto seria aun gran trauma para ti, lo suficiente para traerte de vuelta - menciono - pero amo verte feliz - miro la luna y suspiro - regresaré después, muero por seguir viéndote feliz Atsushi.
Aquel encapuchado chasqueo los dedos, los demonios que atormentaban a Dazai y a Chuuya contra la casa desaparecieron - un regalo por tu primera vez - dijo sonriente mientras desaparecía
Chuuya y Dazai entraban devuelta a la casa de las flores, se dejaron caer en la sala y Chuuya suspiro - ¿Por qué me trajiste aquí?
― Atsushi conoce a tu demonio, pensé que sabría qué hacer y lo supo - dijo abrazando a Chuuya
― Gracias... ya no me duele - menciono devolviendo el abrazo - Dazai
― ¿mmm?
― Sí que lo hicieron ¿eh?
― Eso que ni que - suspiro Dazai - me alegra que estuviéramos aquí para eso, si no hubieran muerto
― Si, que extraño... Qué estuviéramos aquí hoy ¿no?
Dazai se quedó pensante ante la duda de su familiar, pues si, eran... muchas coincidencias, inclusive la repentina aniquilación de aquellos demonios, Chuuya había vuelto a dormir mientras que Dazai miraba al techo, justo al segundo piso - ¿lo hiciste tu Atsushi? - pregunto a la nada
Por su lado, el azabache y el albino descansaban en su cama, tranquilos, Atsushi ahora había aprendido algo más, amaba dormir encima del pecho de su cazador.
...
Pues... tengo una incapacidad, y mi semana super ocupada se ha convertido en una semana de reposo, así que he avanzado mucho en está historia, no les diré cuanto, aprovecharé que adelante para comenzar nuevos proyectos de los cuales no les diré nada (Jojojojo soy tan malita) como sea, espero lo estén disfrutando
¡Gracias por leer!
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