Capítulo 13. Hermana

Los días de Akutagawa eran agotadores, levantarse temprano, ayudar y sin mencionar el día que le toco a Atsushi hacer el desayuno, en verdad que lo disfruto, no iba a admitirlo pero tampoco negaba, el estar en familia era extrañamente... armónico.

Aquel día, Oda y Atsushi preparaban la carne que Atsushi comía, la de demonios, Akutagawa aprendía a hacer aquello, al fin y al cabo Atsushi odiaba ver a otros demonios, sin mencionar que Oda lo habia acostumbrado a no cazar, solo esperar la comida. Si el azabache pudiera describir a Atsushi lo haría como "un tigre domestico" – rayos, se acabaron las papas – se quejó Oda – está noche íbamos a cenar todos

― Está bien papá, iré por papas al pueblo – sonrió Atsushi

― Bien, ve con Akutagawa o te sentirás mal

― Cierto – dijo el albino sorprendido y miro al azabache – perdón aun no me acostumbro

― Está bien, soy yo el que lo reciente peor – dijo molesto pero Atsushi solo sonrió.

Fueron al establo por Ferdan, allí Akutagawa miro a Byakko - ¿y tú cuando me dejaras montarte? – se quejó el azabache mirando al caballo

― Dudo que te deje, ni siquiera a mi papá lo deja

― Pero yo soy tu cazador

― El que estemos unidos no significa que Byakko te quiera – menciono ajustando la silla en Ferdan

― Dijiste que le agradaba

― Una cosa es eso y otra que te deje montarlo

― Vamos Atsushi, dile que me deje

― No obligaré a mi caballo a que lo montes, aprende a montar bien, solo llevas dos días con Ferdan – le dio la soga - ¿quieres llevarnos?

― Bien – dijo tomando la cuerda del caballo. Atsushi monto a Ferdan y espero al azabache.

Akutagawa suspiro, subió al caballo quedando enfrente y el albino le abrazo, solo llevaba dos días practicándolo pero... eso le hacía sentir bien – vamos – dijo Akutagawa para que el caballo comenzará a andar, Atsushi admitía que ir detrás del caballo era relajante, ir cubierto por el azabache era un sueño.

Llegaron rápido al pueblo, Akutagawa bajo del caballo mientras Atsushi iba arriba, el azabache llevaba al caballo de su cuerda, caminando a su lado casi como un perro hasta que encontraron un atadero. Allí, el azabache ato al caballo, y el albino reviso el amarre, no era que no confiará al azabache si no que era principiante. Juntos entraron a la tienda del pueblo, el enorme lugar lleno de comestibles era pacifico, pero el albino rápido lo capto – oh Atsushi-kun, que sorpresa verte aquí – menciono aquel albino de largos cabellos

― Shibusawa-san, buena tarde ¿Qué le trae por aquí? ¿pastelillos horneados?

― Gracioso niño, ya me entere que eres un poderoso demonio, no me equivocaba al quererte

― Aléjate Shibusawa, Jinko está conmigo

― ¿y eso por cuánto? – burlo Shibusawa – Atsushi-kun no te necesita, si tu mueres el no morirá ¿Qué no lo sabias?

― ¿Qué? ¿de qué habla? – pregunto Atsushi

― Nada, vamos por las papas – dijo el azabache jalando al albino

― Oye, Ryu – le miraba pero el azabache no volteaba a verlo

Atsushi volteó a ver al albino, se despedía con una gran sonrisa a la que Atsushi respondió levantando su dedo medio. Varios pasillos adelante, Atsushi volvió a preguntar al azabache – Ryuuuu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu, Ryu

― ¡YA! – grito - ¿Qué? – pregunto molesto

― Tampoco te enojes conmigo

― Estás jodiendome

― ¿Por qué Shibusawa-san dijo que no moriré? Estamos... unidos ¿no?

― Jinko, no pienses en lo que diga Shibusawa, él te quería a su lado ¿lo olvidas?

― Pero quiero saberlo, te conté mis recuerdos, Ryu

― Bien, bien – suspiro el azabache – se supone que un cazador debe ser fuerte y puro

― Aja

― Y yo no lo soy, llevo un demonio, en todo caso yo funcionaría como familiar

― Pero eres cazador

― Exacto, y tú no eres un humano que puede soportar demonios

― Yo... soy un demonio

― Exacto, así que la unión de vida se hace por las almas humanas que soportan al demonio en común

― Eso... tiene sentido... - menciono triste el albino 

― Y... también está la otra unión

― ¿otra? - pregunto, miro al azabache y se sonrojo. "Unión corporal" retumbo en su cabeza 

― Hey, por eso no quería decirte, eres demasiado frágil para estas cosas

― Ya sé pero

― Atsushi – escucho la voz conocida

― ¿eh? Lucy ¿Qué haces aquí? Creí que tú y Kyouka seguían en la escuela

― Si, salimos antes y recordé que no había papas

― Papá me mando por papas – sonrió Atsushi – regresa a casa, la cena estará lista y solo agregaremos las papas

― Atsushi

― ¿si?

― ¿Por qué hablaban sobre muerte?

Ambos chicos se quedaron sorprendidos, Atsushi trago saliva – e-es un sacerdote, recuerda que ellos dan la palabra de la vida y la muerte

― Sonaban extraños – se quejó Lucy

― No, como crees Lucy – sonrió Atsushi

― ¿puedo quedarme?

― ¿Y Kyouka? – pregunto el azabache por fin

― Ah cierto, está buscando unas galletas... - miro en el pasillo de al lado – ya vuelvo

Atsushi suspiro, miro al azabache y este jalo el mechón largo del cabello del albino, había veces que el azabache se desesperaba con aquel pequeño chico.

Los tres hermanos y Akutagawa caminaban hacia Ferdan, las niñas subieron al caballo, mientras que Atsushi y Akutagawa iban a sus lados, al pasar por la iglesia, lograron ver a Dazai quien salía de ella – hey, buena tarde – dijo Dazai

― Buena tarde Dazai-san – respondieron los cuatro chicos

― ¿A dónde van los cuatro tan alegres?

― La cena casi está lista – dijo Kyouka

― Dazai-san – le llamo Lucy

― ¿sí?

― ¿Por qué no se llevan a Akutagawa? Solo es una boca más que alimentar y además le enseña a mi hermano cosas de la muerte

― Lu-Lucy – se quejó Atsushi

― Es verdad, hoy te hablo de muerte – se quejó Lucy

― Lucy-san, la vida y la muerte es todo en la vida – decía Dazai – estoy seguro que Akutagawa-kun solo intentaba buscar alguna ayuda de tu hermano

― ¿Por qué hablan de muerte? – pregunto Kyouka y Atsushi suspiro

― No es hablar de vida o muerte, además papá dijo que no te metieras Lucy

― ¿Qué no me metiera? – pregunto la pelirroja bajándose de su caballo – eres mi hermano, tu vida es de mi total interés

― ¿de qué hablas? Cuando te has molestado cuando Kenji quiere saber cosas de la ouija

― ¿ouija? – pregunto Dazai detrás de los chicos

― No pregunte – dijo Akutagawa cansado mientras los hermanos seguían peleando

― ¡no sabes que dices! – grito Lucy

― ¡y tú pareces una histérica! – grito Atsushi

― Hacen eso todo el tiempo – suspiro Kyouka quien bajaba del caballo – tenían ya como una semana sin pelear, pero es común en ellos

― Te digo que no – Lucy jalo el mechón de Atsushi

― ¡Lucy! – grito Atsushi tomando a la chica de sus trenzas – cálmate

― Cálmate tu – dijo la chica yéndose encima del chico

Ambos chicos ahora peleaban en el piso, Kyouka suspiro, Dazai les miro extraño, más bien con cierto miedo, no como peligrosos si no por locos y extraños, Akutagawa suspiro también, Lucy no le agradaba así que disfrutaría un poco de esa pelea. Todos voltearon a verlos cuando escucharon el golpe de una cachetada, así es Lucy había cacheteado a Atsushi, lo tenía debajo de ella - ¡¿Qué es lo que te ocurre?! Ya no duermes con nosotras, hablas de muerte, y hasta has sido grosero con tus amigos ¡¿desde cuando hablas con gente de la iglesia?! Siempre te quejabas de ellos, ¡¿Qué es lo que te han hecho?! – grito desesperada. Lucy se levantó, salió corriendo. Atsushi la miro preocupado

― ¡Lucy! – grito. Se levantó rápido y fue tras su hermana pero tropezó, al ver su tobillo estaba siendo sujetado por Rashoumon, algo sutil para que Kyouka no viera - ¡¿qu-que?!

― No puedes correr tras ella - dijo Akutagawa, la mirada le decia todo, enfermaría si se alejaban mucho

― Yo llevaré a Kyouka-san a su casa – dijo Dazai – sigan a Montgomery

Atsushi no espero mucho, volvió a correr tras su hermana, Akutagawa se dio cuenta que sería imposible alcanzarle, aun así corrió, Kyouka se había llevado a Ferdan con Dazai, así que solo quedaba seguir, Atsushi era rápido, seguía el olor de Lucy por el bosque, no iba a detenerse, debía encontrar a su hermana pues... estaba a punto de anochecer

Lucy corría por el bosque estaba frustrada por lo ocurrido con su hermano, estaba molesta, estaba... desilusionada... Lucy llego hasta un viejo roble, se recargo en él, estaba cansada, miro el atardecer y suspiro, seguro que Oda la castigaría pero no podía evitarlo, estaba harta de aquella situación, extrañaba a su hermano y todo era... extraño. Se encogió en sus piernas y recargo su rostro, no podía evitar llorar

― Hey chica, ¿tan mal te sientes? – pregunto una voz. Lucy la levanto, miro a su alrededor y frente a ella encontró un chico

― ¿Quién... eres? – pregunto

― Mi nombre... Es Yumeno – sonrió aquel chico – soy un viejo compañero de orfanato de tu hermano

― ¿mi hermano? ¿Cómo sabes de él? el jamás te ha mencionado

― Bueno, vine a esté pueblo por él, a recuperarlo

― ¿recuperarlo?

― ¡Lucy! – Atsushi había llegado y se quedó completamente sorprendido al ver aquel chico allí parado – Yu-Yumeno... ¿Qué... haces aquí?

― Atsushi – sonrió aquel chico de mirada extraña – te he extrañado

― ¿qu-que dices? Tu jamás me hablas

― Que cruel eres Atsushi... y yo que venía a saludarte, y – miro a Lucy – a saludar a tu familia

Lucy sintió un gran miedo a ver aquellos ojos, Atsushi corrió hacia Yumeno quien acercaba su mano a la cara de Lucy, le empujo y el chico cayó al suelo, las risas espeluznantes llegaron, Yumeno desapareció pero Atsushi tapaba sus oídos – Atsushi, Atsushi ¿Qué tienes? – pregunto Lucy.

Akutagawa había llegado miro a ambos chicos - ¿Qué ocurre? – pregunto el azabache

― U-un chico amigo de mi hermano llego, y solo desapareció pero mi hermano tiene algo, algo le pasa a mi hermano

― Ryu... m-mi cabeza... mis oídos – se quejó Atsushi

― Vamos a casa, todos – dijo serio mirando a Lucy

Lucy se levantó, ayudaban a Atsushi a andar, incluso su equilibrio se había visto mal, el azabache había terminado cargando a Atsushi en su espalda. Al llegar a casa, Oda lo supo solo con ver el rostro de Akutagawa – Papá, papá algo le pasa a Atsushi, no puede escuchar y está mareado – se quejó Lucy – es mi culpa... todo es mi culpa, es por que hable con su amigo raro

― Lucy, prepara la cena, Kyouka tiene hambre, yo me encargo de tu hermano – dijo Oda acercándose

― Pero papá

― Lucy, por favor necesito tu ayuda, Kyouka es pequeña aun

― S-si – respondió Lucy yendo a la cocina, Oda ayudo a Akutagawa a llevar al chico a su recamará

Una vez solo, Oda reviso mejor a Atsushi, quien se veía completamente mareado – ¿papá...? – pregunto

― ¿puedes verme?

― Sí, pero... es borroso, todo se mueve

― ¿Qué paso? – pregunto Oda mirando a Akutagawa

― Lucy y el pelearon, ella corrió por el bosque, no podía alcanzarlos y cuando llegue Atsushi ya estaba en el suelo y Lucy preocupada, ella dice que fue un amigo de Atsushi

― Debias cuidarlo

― Si y su hija cree que soy mala influencia de su hijo porque ahora le agrada la iglesia ¿Cómo evitar esa pelea?

― Papá... mis oídos... - se quejaba Atsushi

― ¿Qué hacemos Atsushi? – pregunto Oda

― Yum...eno... fue Yumeno... - dijo Atsushi

― ¿Yumeno?

― Es... el chico – dijo Akutagawa y miro a Oda – es el chico que vive en el inframundo, un demonio como Atsushi

― ¿Cómo sab...? Olvídalo, no quiero saber, son cosas de ustedes pero ¿Cómo lo resolvemos?

― ¿Cómo voy a saberlo?

― Podría ayudar – dijo Dazai en el arco de la puerta –se olvidaron de mí, son crueles

― Dazai-san ¿Qué podemos hacer? – pregunto Akutagawa

― Primero... el único que puede decir que hacer... podría ser Fyodor, él es experto en estos temas sobre enfermedades demoniacas

― ¿dices que lo lleve a la iglesia? – dijo Oda molesto

― No hay opción, Fyodor no querrá venir por algo así

― Bien, vamos – dijo Akutagawa

― Akutagawa

― Estará bien, conozco a mi doctrina – dijo el azabache – confié en mi Sakunosuke-san

― Bien... vamos

Mientras aquellos chicos salían con Atsushi encima, Lucy miro por la ventana, miro la mirada perdida de su hermano, se sintió mal de ello, suspiro y sintió grandes ganas de llorar al ver que Atsushi la había volteo a ver y sonrió tiernamente, con ello le había dicho "todo estará bien" y eso fue lo que a quebró. Subió corriendo a la habitación de Atsushi, se encerró en ella y no espero ser rescatada, tomo las cosas de Atsushi y comenzó a llorar, se sentía terrible.

Varios minutos después de llorar, trago saliva, su mirada era feroz – yo... rescataré a mi hermano – se levantó decidida, fue a su habitación, allí levanto una madera vieja, aquello nadie, ni Oda ni Atsushi le conocían, una muñeca vieja era lo que encontró – Anne... Rescatemos a Atsushi.

Por su lado, Akutagawa había llegado a la iglesia con Atsushi, Dazai y Oda, los primeros en verlos fueron Chuuya y Gogol, quienes de inmediato taparon sus oídos - ¡¿Qué es ese maldito grito?! – grito Chuuya

― Es grotesco – se quejó Gogol

― Así que es algo de demonios

― Pero OdaSaku no lo escucha – menciono Dazai

― Es porque estás acostumbrado a su energía – dijo aquella voz, si Shibusawa había llegado – así que el pequeño se encuentra mal – menciono alegre

― No te necesitamos a ti – dijo molesto el azabache

― Probablemente si – dijo Fyodor al llegar, se sienta la mala vibra desde metros atrás

― Dos-kun has que pare, has que pare por favor – pidió Gogol abrazando al azabache

― ¿Qué está pasando? – pregunto Ougai al salir – Yukichi está adolorido

― Es Atsushi – dijo Dazai – alguien lo ataco y lo dejo mal, no sabemos que pasa pero todos los familiares se ven afectados

Atsushi tapo su boca, quería vomitar – no, no, no aquí no – se quejó Akutagawa

― Es uno grande – dijo Gogol

― Es enorme – menciono Chuuya

― Es...

― Mi hermana – dijo Atsushi sorprendido

― ¿ah? – pregunto Oda

― Lucy... hu-huele a Lucy... - Atsushi se revoloteo encima de Akutagawa quería escapar

― Calmate - dijo el azabache molesto 

― ¡HUELE A LUCY! ¡A LUCY PAPÁ! ¡LUCY NO PUEDE! – comenzó a llorar - POR FAVOR, LUCY NO PUEDE CAER EN LA TENTACIÓN – grito desesperado. Akutagawa miro como la piel del albino cambiaba, era su lado demoniaco.

Para sorpresa de todos, el azabache tiro a Atsushi al suelo con gran fuerza y puso su pie sobre su cuello, los familiares dejaron de escuchar aquel grito y el azabache miraba con molestia al albino que era aplastado o más bien sofocado por su pie – tu hermana no cayó en tentación, lo sabes bien – dijo serio - ¿Qué es lo que te están haciendo? ¿que no ves que no hay nada ni nadie al rededor? 

― Ilusión – dijo Gogol mirando a sus alrededores – aquí hay una ilusión presente

― ¿Cómo? – pregunto Chuuya

― Es un ilusionista, puede ver las marcas de ilusiones – dijo Fyodor

― No lo noté por el ruido – menciono mirando al techo – alguien crea una ilusión en Atsushi, su hermana ni siquiera está aquí

― ¿escuchaste? Contrólate – dijo el azabache ahogando más a Atsushi

El albino subió su mano, estaba apretando al azabache, le dolía, sentía que moriría, no, no podría morir así que... bajo su mano en señal de estar calmado, el azabache retiro su pie y el albino tomo un gran bocado de aire, respiraba agitado – algo sádico diría yo – dijo Shibusawa mirando al azabache

― ¿ahora qué?

― Por alguna razón, el ilusinosta quería afectarnos a todos – menciono Fyodor

― No, yo tuve la idea de traer a Atsushi – dijo Dazai mirando a Fyodor – detesto admitirlo pero eres el mejor en estos casos

― Si me permiten, lo examinaré – dijo Fyodor acercándose

― No es necesario – escucharon la voz femenina.

Atsushi sonrió, seguía recostado en el piso de la iglesia – Wells...-san – pronuncio fatigado y Akutagawa trago saliva - me due...le, mis oi...dos queman - pronuncio debil 

― ¿Wells? – preguntaron todos confundidos mientras la mujer se acercaba al albino

― Atsushi, ¿duele mucho? ¿escuchas algo? – pregunto aquella mujer extraña para todos

― Disculpe señorita

― Está bien Dazai-san – dijo Akutagawa defendiendo a la mujer, había reconocido el nombre de nuevo.

― Akutagawa ¿verdad? – dijo Wells – gracias por ser el cazador de Atsushi

― Creí que me mataría – dijo el azabache

― Yo no, Jules si – menciono burlón mientras tocaba la mejilla de Atsushi – estarás bien pequeño, Jules ya prepara algo para tus oidos

― Wells-san... Yumeno hablo con mi hermana – dijo el albino

― Estará bien, Jules sabrá que hacer, debo llevarte conmigo

― ¿Qué? ¿te lo llevaras? – pregunto el azabache molesto

― A ambos – dijo Wells sería

― Esto es algo extraño ¿Quién eres tú? – pregunto Oda confundido

― Amiga de Atsushi – dijo Wells

― Es... amiga de mi madre – dijo Atsushi débil – papá... Wells-san siempre ha estado conmigo

― ¿Cómo? – miro al azabache – ¿Cómo sabes de ella?

― Papá... - le llamo Atsushi levantándose – Yumeno es peligroso... cuida a mis hermanas, por favor

― Solo será mientras esté la luna llena – dijo Akutagawa – por favor Sakunosuke-san, déjelo ir

― Todo tendrá una explicación – dijo Fyodor – que vayan, nosotros cuidaremos de su familia – admitió el azabache sorprendiendo al pelirrojo

― Bien... hablaremos cuando regreses – dijo Oda

― Papá... todo estará bien – dijo sonriente Atsushi

― Toma mi mano Akutagawa – pidió Wells. El azabache obedeció y como si nada, los tres volvieron a desaparecer

― Ahora, vayamos a tu casa – dijo Fyodor mirando al pelirrojo

― ¿Por qué ayudarme? – pregunto Oda

― Si Atsushi-kun dice que Yumeno es peligroso, imagina que fuerte debe ser

― Defenderemos a tu familia Oda-san – dijo Chuuya alegre

― Vuelvan por la mañana – dijo Ougai

Mientras todos se marchaban, Shibusawa sonrió, subió su mano a su boca y mordió ligeramente su uña – esto... es mejor de lo que creí – dijo el albino mientras se iba a su alcoba

Al llegar a la casa de los girasoles, Kyouka y Lucy dormían, Oda dejo a Fyodor, Gogol, Dazai y Chuuya quedarse en la sala mientras – pasaremos la noche en turnos – dijo Fyodor

― Sería mejor que cada quien se quede con su familiar – dijo Dazai molesto

― No sé qué discusiones tengan ustedes dos pero no estoy de humor – se quejó Oda

― OdaSaku – le llamo Dazai – ¿Quién era la rubia?

― No lo sé – confeso Oda

― Pero Akutagawa sabía quién era – dijo Chuuya

― Hace unos dos días salieron juntos, se perdieron todo el día, no sé qué tanto abran hablado

― Si es que hablaron – menciono Gogol bromista

― Atsushi dijo que hablaron, confió en eso – menciono Oda

― Quiero saber quién era esa rubiaaaa – se quejaba Chuuya, estaba muerto de la curiosidad

― Chuuya, deja el chisme de lado – se quejó Gogol

― ¿no tienes curiosidad? – preguntó Chuuya

― Si – respondió Gogol

― Ah pues allí está

Mientras ambos familiares platicaban, Dazai se acercó a Oda – estarán bien, si Atsushi fue con ella es por algo ¿no crees?

― Estoy preocupado, y me siento ignorado – menciono – lo que paso con Atsushi y que tuviera miedo de Lucy y ese tal Yumeno

― Lo sé, tampoco entiendo pero hagamos lo mejor para ayudarles

― Gracias Dazai, al parecer ya no eres tan suicida

― Lo sigo siendo, he estado esperando el mejor momento pero... Chuuya siempre lo arruina – menciono cabizbajo

― En verdad te ama ¿no es así?

― Si... Chuuya es lo mejor

― No importa que tan egoísta sea el cazador – suspiro Oda – siempre amaremos a nuestro cazador, es la ley de un familiar 

...

Espero que les esté gustando, la buena noticia, es que tengo escrito hasta el capítulo 16. La mala, es que tengo mucho trabajo, y el trabajo de edición me toma un buen rato, probablemente podré subir más capítulos el domingo

pd. Se pone buena la cosa (bueno pa' mi si)

¡Gracias por leer!

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