Capítulo 12. ÉL

Hacía fácil unos 30 años atrás, cuando los cazadores y los familiares comenzaban a conocer más de ellos. Una investigación que llevaba años comenzaba a surgir efectos y para los recién iniciados, Takeshi Nakajima y Mitsuki Toranosuke junto a Jules Verne y Herbert George Wells.

Recientemente alineados a las filas de cazadores y demonios, Mitsuki había sido una monja toda su vida, una mujer de cabello rubio claro, sus ojos morados resaltaban ante su cabello; fue hasta que a los 16 años se le vio aquel gran poder. A su lado, y gran amigo el sacerdote Jules Verne, un chico de cabello castaño y ojos verdes. Hicieron sus pruebas a los 20 años y a los 21, Mitsuki se topó con un chico militar, su nombre era Takeshi Nakajima, era un chico alegre y serio, responsable y admirador de la señorita Mitsuki como el solía llamarle, de cabello blanco y ojos azules tan claros que a veces Mitsuki creía que eran blancos, mientras que Jules se topó con una periodista encubierto, pues se hacía pasar por hombre para tener aquellas notas tan escandalosas, su nombre era Herbert George Wells, una mujer rubia de ojos claros

Café, papeles, risas, todo era diversión para los cuatro amigos; matar, asesinar, y cobrar la recompensa de sus actos heroicos era lo que más disfrutaban, las citas, el tiempo juntos, el tiempo era todo. Un día, Mitsuki y Takeshi practicaban Judo en el jardín de la iglesia, Verne era el referí, fue cuando Wells llego a la escena – tengo algo importante que decirles

― ¿Qué es Wells-chan? – pregunto Mitsuki

― Cariño ¿Qué te sucede? – pregunto Verne

― Es una ola de asesinatos, todos cazadores, han encontrado a sus familiares colgados

― ¿suicidios? – pregunto Takeshi mientras miraba las hojas

― No lo sé, no sé qué está pasando pero en las oficinas dicen que es importante

― Toranosuke, Verne – hablo aquel hombre rubio – debemos hablar, traigan a sus familiares

― Si – respondieron ambos

Aquel gran papá había llegado ¿Quién era? Un hombre de gran poder espiritual, un hombre recto ante la gran santidad, su nombre: Charles Fitzgerald

― Tenemos que hacer algo, ustedes son los cuatro más poderosos a mi mando, abriremos una investigación, los demonios se vuelven más fuertes y necesitamos más fuerza

― Nos encargaremos – dijo Verne

― No podrán pararnos, díganos gran papá Fitzgerald ¿Qué necesita?

Aquel hombre sonrió amplio – contaran con una isla – miro a Verne – tengo entendido que tu habilidad sería buena allí

― Está en lo correcto – respondió Verne

― La isla estará sellada, no podrán entrar y nadie podrá salir, los meteremos allí con cientos de demonios que pueden ser analizados, sus diferentes especies y modos operandi, todo el conocimiento estará frente a nosotros

― Haremos lo posible señor – respondió Takeshi

― Me alegra que entiendan, prepárense. Partirán por la mañana – dijo Charles y sonrió amplio – por favor, no caigan en desesperación

Aquel día, Mitsuki miraba a Takeshi ponerse su pijama, estaba molesta – saltaste mis órdenes – se quejó Mitsuki

― Mitsu, sabes que él no te hace caso por ser mujer

― Pudiste preguntarme

― Es una oportunidad que jamás tendremos, conoceremos todo sobre los demonios, resolveremos todos los misterios, salvaremos vidas

― Íbamos a casarnos Takeshi, ¿Qué paso con nuestra boda?

― ¿para qué quieres una boda? Estamos unidos de por vida

― Quería hacerlo oficial... - Takeshi se sentó a su lado y tomo sus manos – seremos esposos, estaremos siempre juntos, y un día tendremos una familia pero no aquí, no ahora, hagamos este trabajo, limpiemos el mundo para las siguiente generaciones, ¿no quieres?

― Takeshi... - la mujer apretó sus labios y sonrió – bien, vamos a la isla – Takeshi aprovecho para hacer cosquillas a su mujer, Mitsuki reía sin igual – Takeshi espera, detente – decía alegre. Pues sí, eran felices.

A la mañana siguiente, los cuatro chicos iban en el avión, uno de carga, cuando el capitán se acercó a ellos – estamos alrededor del perímetro de la isla

― ¿Sí? Falta poco entonces – dijo sonriente Takeshi

― Tendrán que saltar – admitió el capitán del avión

― ¿eh? ¿saltar? – pregunto Wells

― Así es – dijo el capitán mientras la puerta trasera se abría lentamente creando una plataforma, el aire era intenso

― Es por la elevadora y los casos – decía Jules – conozco está isla – dijo sonriente – es conocido como el triángulo de las bermudas, - miro a los demás – dicen que tiene salida a las fosas marianas

― Má-más lento Jules – pidió Mitsuki

― Es una isla maldita – dijo Jules sonriente mientras se ponía su chaleco para saltar – esto será increíble

― Es-espera Jules, no podemos saltar

― No si no se ponen sus paracaídas – dijo Jules tomando a Wells entre sus brazos – nos vemos abajo

― Es-es-espera Jules! – grito Wells mientras era lanzada junto con el castaño

― ¿Qué le pasa a ese demente? – preguntaba Takeshi mientras se ponía el salvavidas

― Ama las islas – sonrió Mitsuki quien tenía el paracaídas – te veo abajo cariño mío – dijo para correr y saltar

― Que maldita loca familia tengo – sonrió amplio – hay como los amo... – suspiro el albino mientras corría hacia la plataforma del avión y saltaba

Los chicos saltaron y aunque usaron sus paracaídas los huracanes los movieron, les separaron y no supieron más de ellos... hasta que el sol era cruel con sus cuerpos y el agua salina les picaba, comenzaron a despertar, estaban en la isla. Comenzaron tosiendo y eso rápido trajo a los demonios. Takeshi se levantó, Wells hizo lo mismo, Mitsuki mordió su labio trayendo la forma de Takeshi mientras que Jules arranco un pedazo de su cabello para traer la de Wells

Ambos chicos lucharon sin dudar contra los demonios pero estos se regeneraban, los cuatro chicos débiles escaparon, recordando lo que Fitzgerald les había dicho corrieron hasta una fortaleza, una enorme casa de madera protegida por algún tipo de santidad, los demonios permanecían en la isla y ellos... estaban a salvo.

Aprendieron, se adaptaron, sobrevivían día a día, con los meses se hizo costumbre y con los años, simplemente un hábito, conocían de los demonios, sus hábitos, donde iban, incluso en algunos, sus horarios, sus vidas eran felices, estaban juntos y haciendo de la vida humana un lugar más fácil gracias a sus investigaciones, todo marchaba perfectamente... hasta que un día...

― Tengo ganas de un mango fresco – decía Mitsuki

― Ayer querías coco – se quejó Wells

― Y antier papas – dijo Jules

― Como sea – dijo Takeshi sonriente – iré por tu mango también – menciono para besar la frente de Mitsuki

― Gracias...

― Claro que no, hay demonios en la zona donde hay mangos – dijo Jules

― Puedo con ellos, lo sabes, no tardaré nada – miro a Mitsuki – cariño ¿puedes?

Mitsuki mordió su labio y Takeshi tomo su forma demoniaca, su cuerpo se tintaba de negro – volveré pronto – dijo Takeshi mientras salía de la fortaleza

Esperaron varias horas cuando Mitsuki se quejó de dolor – Takeshi... - miro a Jules – Takeshi, algo le paso a Takeshi – dijo Mitsuki nerviosa

― Vamos Wells – dijo Jules mientras tomaba su abrigo.

Wells y Jules corrieron por la selva, Wells ahuyentaba a los demonios cercanos hasta que encontró a Takeshi completamente desmayado – rayos, rayos – dijo molesto, tomo al otro hombre y corrió por la selva – vámonos Wells, corre, corre – Wells hizo caso, siguió a Jules por la selva hasta la fortaleza donde Mitsuki los recibió

― ¿Qué te ocurre Takeshi? – pregunto la mujer tomando las mejillas del albino

― No... no puedo... regresar – dijo Takeshi – me... co-consume – dijo preocupado

― El demonio está consumiendo su cuerpo, debemos pararlo o terminaremos matándolo

― Si muere, Mitsu-chan morirá – se quejó Wells molesta – no puedes matarlo

― Hay que hacer algo

― La redención – dijo Mitsuki

― Si pierdes a tu familiar igual morirás – se quejó Wells

― Pero no de la misma forma, vivirán varios años antes de morir – dijo Jules – solo... solo queda eso...

― Apresurémonos – dijo Mitsuki decidida

― Esto solo es parte de las investigaciones, no sabemos qué pasará realmente si hacemos esto – decía Wells molesta – podrían morir los dos

― O moriremos todos si Takeshi se convierte en demonio, estas por decaer – dijo Jules mirando a Wells – consigue lo que necesitas para el ritual

― Bien – dijo Wells molesta – iré por ello.

Wells consiguió partes de demonios, algunas plantas raras y regreso con todos, Mitsuki tapaba su cabeza – me duele – se quejaba Mitsuki

― Estarás bien – dijo Jules – nuestras investigaciones son un éxito, así que no te preocupes, estaremos bien

― Sí, quédate tranquila – dijo Wells moviendo el cuerpo de Takeshi

Jules preparo el hechizo, termino siendo una bebida verde, Wells preparo a Takeshi, lo sentó en una silla de madera y Jules hizo a Takeshi beberlo. El albino rápidamente sintió sus ganas de vomitar, su herida se regeneraba, su piel quemaba, la oscuridad comenzaba a salir de su cuerpo como si fuese vapor, un vapor bastante liquido si debo decir. Wells y Jules miraron asombrados, Mitsuki sentía ganas de vomitar por el mal olor según ella. Cuando todo termino, Takeshi y Mitsuki se desmayaron.

― Hay que cuidarlos

― Si – respondió Wells

Había sido un éxito total, Takeshi había perdido al demonio en él pero no todo era fabuloso, Takeshi tenía dolores de cabeza fuertes casi como Mitsuki que tenía constantes desmayos sin mencionar su enfermedad por la separación.

― Averiguaremos como arreglar esto – dijo Mitsuki acariciando su cabello – Takeshi, estarás bien, te amo...

― Mitsuki... no te vez bien – decía Takeshi preocupado – necesitas descansar

― Necesito verte bien primero – decía Mitsuki

Para la noche, Mitsuki no se podía mover, Takeshi y Wells esperaban mientras Jules hacia un análisis de cómo se sentía Mitsuki, el castaño salió de la habitación con una cara de sorpresa y miedo extremo - ¿qu-que paso? – preguntaron Wells y Takeshi

― Ella... - trago saliva y miro a Takeshi – Takeshi, Mitsuki está embarazada

― ¿Qué...?

Mitsuki descansaba en su cama cuando despertaba, miro a Takeshi quien estaba sentado frente a la cama, la mujer rubia se levantó ligeramente para verlo – Takeshi, ¿Qué sucede? – pregunto la mujer

― Mitsuki... - trago saliva – lo siento arruine todo Mitsuki...

― ¿Por qué? ¿Por qué dices eso? – dijo preocupada – estas preocupándome...

― Mitsuki, estas embarazada – dijo el albino y la rubia se sorprendió, toco su vientre y miro al albino sonriente

― Eso explica los malestares – miro mejor a Takeshi, el albino no se veía feliz - ¿Qué pasa?

― Mitsuki... esto, sabes que no está bien – bajo la cabeza – debemos... matarlo

― ¡¿QUE?! NO – grito Mitsuki

― Mitsuki cálmate, sabes que es lo mejor – dijo Takeshi – estamos en una investigación, perdí mi demonio, no viviremos más de 3 años ¿después qué? Wells y Jules ¿se harán cargo del bebé? ¿Qué es lo que esperas?

― No voy a matar a mi bebé ¡no lo haré!

― ¡Mitsuki!

― ¿Qué es lo que pasa? – dijo Jules entrando a la habitación

― ¡Jules! Takeshi quiere matar a mi bebé

― Es lo mejor Mitsuki, necesita amor, nos necesita y nosotros estamos atrapados aquí ¿quieres que nazca rodeado de demonios?

― No quiero, no quiero pero... - Mitsuki comenzó a llorar – no puedo matar a mi bebé...

Las cosas entre Mitsuki y Takeshi estaban mal, Takeshi estaba molesto todo el tiempo y Mitsuki no paraba de llorar, intentaba calmarse, intentaba no hacer las cosas mal pero termino por llenarse de frustración.

Mitsuki acariciaba su vientre cada mañana, no permitía que Takeshi se acercará y mucho menos le diera alguna comida, Mitsuki desconfiaba completamente, y lo único en su mente era cuidar de su bebé – Si eres niña... te llamaré Tsukki – decía sonriente Mitsuki

― ¿y si es niño Mitsu-chan? – pregunto Wells

― Mmm... - sonrió amplio – Atsushi...

Los demonios se azotaban contra la fortaleza para obtener el cuerpo de Takeshi, Wells y Jules se quedaban sin provisiones, Wells comenzaba a preocuparse, las fuerzas de sus espíritus estaban decayendo y su querida amiga estaba en un estado deplorable, necesitaba alimentos para su bebe

― Mitsuki – se escuchó una voz fuerte y varonil – Mit-su-ki – le volvieron a llamar burlonamente

Todos volteaban a ver sin comprender lo que pasaba, todos podían escucharle, y fue cuando lo vieron. Un chico de capucha negra que tapaba su rostro solo su gran sonrisa de dientes blancos sobresalía del lugar – Mit-su-ki... ¿te duele mucho? Tu persona más amada quiere matar a tu bebé, a su bebé – menciono burlón.

― ¿Quién eres? – pregunto Jules jalando su cabello. Wells había tomado forma demoniaca

― Uuuy que miedo – menciono aquel encapuchado.

Subió sus dedos y chasqueo los dedos. Wells tuvo una descarga eléctrica y su cuerpo volvió a la normalidad dejándole caer al suelo. – Wells, ¿estás bien? – pregunto Jules preocupado pero Wells apenas reaccionaba bien. La capucha volvió a chasquear sus dedos y la mesa donde comían cayó encima de ellos sin dejarles moverse.

― Mitsuki – hablo una vez más el encapuchado – déjame ayudarte, cuidemos de tu bebé

― ¡Mitsuki! ¡Mitsuki no lo escuches! – grito Wells

― Vamos Mitsuki – extendió su mano – toma mi mano – sonrió el encapuchado – vamos Mitsuki

― ¡no lo escuches Mitsuki! – grito Jules

― Tu... t-tu... ¿cuidaras de mi bebé? – pregunto Mitsuki acongojada 

― Mitsuki... - le llamo Takeshi – ayúdame... Mitsuki

La rubia volteo a ver al albino, una especie de circulo negro tragaba a Takeshi – Ta-Takeshi... - dijo la mujer débilmente, le miro con enojo, furia realmente – tu... ¡querías matarlo! ¡Querías matar a mi bebé! – grito molesta

La sonrisa del encapuchado se volvió más amplia – lo sé, quiere matarlo, es una horrible persona ¿verdad? – Dijo el encapuchado – debemos detenerlo ¿Qué deberíamos hacer?

― ... - Mitsuki se quedó en silencio, abrazo su vientre - ¡MATARLO! – grito Mitsuki

El encapuchado comenzó a reír como un loco, el hoyo negro se llevó a Takeshi y el encapuchado se llevó a Mitsuki mientras Wells y Jules gritaban por ello.

Después de ello, Wells y Jules investigaron que sucedía, mientras tanto, Mitsuki era consumida en las profundas aguas del infierno, el fuego eterno y la risa de aquel encapuchado era todo lo que Mitsuki escuchaba, hasta que miro a una mujer de cabello rojo – Querida Mitsuki, bienvenida al infierno – decía la mujer – mi nombre es Lilith, y desde ahora yo cuidaré de ti y de tu precioso bebé

Mitsuki ahora era una entidad blanca con ojos negros que era sostenida por vectores, uno en especial que atravesaba su vientre desde su ombligo, mientras que Takeshi funcionaba en aquel mundo para dar vitalidad a Mitsuki, ambos habían sido poseídos por la desesperación y la locura... Mientras tanto, un bebe crecía en el vientre de Mitsuki.

Mitsuki se había convertido en una muñeca sin sentido, tan blanca que se transparentaba mientras que Takeshi solo escuchaba al encapuchado para traer demonios como cena para su mujer. Por su lado, Wells y Jules se dedicaban a buscar a sus amigos. Sus investigaciones permitían a Jules usar su habilidad y poder ver a Mitsuki pero no podían hallarla, más no se detendrían

Los meses pasaron, el bebé estaba a punto de aparecer, el encapuchado sonrió al ver a Mitsuki sufriendo sin poder moverse, miro a Lilith – es hora mi amada Lilith, nuestro precioso retoño nacerá

― ¿elegiste a los mejores?

― Me has cuestionado de ello todo esté tiempo, si cariño. Fue del hombre más noble, mató por la seguridad de su país, sirvió fielmente por la seguridad – sonrió amplio – el chico era un héroe y la mujer más fuerte entre los cazadores

― Muy bien – dijo Lilith – vamos al eclipse – sonrió al encapuchado.

La luna era roja, la oscuridad estaba en ella, el encapuchado comenzó con todo, le dio a Mitsuki una daga, y con ello atravesó a Takeshi, sin dudarlo comenzó a devorar a Takeshi desde adentro, ¿Por qué? Pues era su última cena, el bebé absorbería todo, una vez que comió su corazón, el encapuchado tomo del cabello a Mitsuki, jalo a la mujer hasta el risco y la dejo caer.

Mitsuki caía por un oscuro y desolado lugar ¿arriba? ¿Abajo? No lo sabía, solo caía, sintió el golpeteo en su vientre, él bebe salió del vientre de Mitsuki atravesándola, era un pequeño parecido a un tigre o más bien un felino grande, asustado, miro a su alrededor, frente a él la luna llena, a sus alrededores un gran bosque, estaba en un risco y aunque no entendió nada y mucho menos el ver el cuerpo de su madre tirado en el risco, aunque admitamos que Atsushi no sabía quién era. Comenzó a comer de ella. Comió su corazón.

Y después, una sombra miro la escena sonriente – bienvenido al mundo, Nakajima-kun.

Aquel hombre tomo al pequeño bebe, y aunque el tigre lucho, eran varios los que sostenían el saco donde iba, después de eso, fue despertado en una capsula de agua, el chico miro alrededor, no entendía nada, todo lo que vio... Era un gran laboratorio.

...

...[Inicio del conocimiento de Atsushi]...

...

― ¿no sabes quién era él? – pregunto Akutagawa

― No... solo apareció una vez en mis recuerdos – miro al azabache – yo jamás lo he visto, y... todo es raro de lo que paso antes de mi nacimiento, el tanque de yin yang pasa todo muy veloz y es extraño, Wells-san y Verne-san no han podido ver más allá... dedican sus investigaciones en encontrar una respuesta...

― ¿ellos saben que era Él? o ... No sé, ¿saben que paso con tu madre y contigo antes de nacer? 

― Solo saben cuando llegue aquí y estaba en el laboratorio, de hecho fue por eso que me encontraron, por que estaba en ese frío lugar... 

― ¿sabes más cosas?

― No, solo vi a mi madre tomar la mano de esa persona e irse al inframundo... pero... no sé nada de quien es o que hizo con mis padres... - suspiro - no sé nada... 

― Y ellos... ¿te siguen visitando?

― Cada luna llena

― Comprendo... - suspiro el azabache – eso es en 2 días, se sorprenderán de saber que tienes cazador – menciono y Atsushi sonrió

― Seguro que Verne-san querrá matarte – dijo sonriente y Akutagawa suspiro

Los chicos volvían a casa, Oda estaba molesto, no necesito decir lo molesto que estaba, el atardecer se acercaba y para él, seguro que habían tomado a su hijo de mala forma - ¿Dónde estaban? – pregunto molesto

― En el risco – dijo Atsushi

― Cada vez eres peor mentiroso – se quejó Oda – fui al risco

― Es por que pasamos a la cafetería del pueblo

― Atsushi, para de mentir

― Es un lugar secreto que solo me mostró – dijo Akutagawa – estuvimos hablando de nuestros pasados y el tiempo se fue rápido

― Vaya, alguien si dice la verdad – dijo molesto y miro al albino – sabes que no debes mentir, se supone que eres niño bueno, sabes lo que pasa si haces cosas malas

― Lo sé, lo siento – se quejó Atsushi – so-solo deja de presionar – pidió el albino mientras subía a su habitación. Oda se dejó caer en el mueble de la sala y suspiro

― Es un buen chico... - mencionaba Oda – simplemente... ese lado demoníaco lo consume a veces... si deja que los pecados lo invadan no podrá controlar su lado humano y... - suspiro una vez más – no sabes lo duro que es esto, el odia ese lado – dijo mirando al azabache

― Comprendo ligeramente lo que sucede – dijo Akutagawa acercándose a Oda – se bien que ese lado suyo... lo detesta, pero en sí, es lo que es... - mencionaba Akutagawa – confié en que cuidaré de él

― Si se sale de control... su demonio te matará, y si tu mueres...

― Lo sé, entrará en desesperación y todos morirán – dijo serio el azabache – pero juro que cuidaré de él, por favor... confié en mi

― Aun no puedo hacerlo – admitió el pelirrojo y el azabache sintió una punzada en la cabeza – ve con él, te necesita...

Después de eso, el azabache subió a la habitación, vio al albino con sus manos manchadas de negro y sus ojos amarillos, se abrazaba a sí mismo y suspiraba – Jinko – le llamo haciéndolo molestar pero también llamando su atención – tranquilízate – pidió y el albino mordió su labio

― Papá está molesto por el contrato – dijo para secar sus lágrimas – es que... Era eso o que muriéramos los dos y yo no quería que murieras... – trago saliva, el azabache se había acercado – te lo debía por cuidar de mi toda la noche ese día y... - suspiro – es que, tu estas destinado a mi así que no vi lo malo, sé que es malo, sé que mamá y papá hicieron todo esto, sé que no debo desesperarme y también sé que estoy volviéndome demente y no puedo alterarme o saldrá todo mi demonio y los mataré y

El azabache tomo la barbilla de Atsushi, beso su frente y el albino se sonrojo, las manchas negras, sus ojos, todo se había ido, se había calmado por completo – ¿co-co-co-co-como hiciste eso? – pregunto el albino nervioso

― Simplemente... quería calmarte

― Gra-gracias...

― Atsushi, escucha – dijo sentándose a su lado – no seas un niño bueno, ya eres un buen chico – dijo serio mirando al chico – cuando te sientas mal, si temes, si entras en desesperación, solo ven a mí – sonrió el azabache – yo impediré que tu demonio salga

Atsushi mordió sus labios, sus lágrimas comenzaron a salir, abrazo al azabache con fuerza y el azabache sonrió – estaremos unidos por siempre... no dejaré que caigas en desesperación y mucho menos bajo la locura, estaré para calmar de ti - dijo serio.


...

¡Hola!

Una gran aclaración, (por si no quedo claro) Atsushi no sabe nada de su nacimiento, solo sabe que estuvo encerrado en un laboratorio a  partir de ese lugar tiene conciencia 

sabe del ritual para sacar los demonios (exorcismo) por que vio imágenes rápidas en el tanque de yin yang que está en el inframundo. Lo mismo pasa cuando su madre y "ÉL" se fueron, solo vio imágenes de su madre gritar y tomar la mano de "ÉL" para después desaparecer. Es todo lo que Atsushi sabe. 

Espero que les esté gustando 

¡Gracias por leer!


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