—¿Qué dices? — preguntó Logan entrecerrando los ojos.

Quizá a Sky le afecto el viaje, pensó Logan sin entender del todo las palabras de su hermana. Los cambios de presión en las cabinas de los aviones pudieron haber causado eso, esa podría ser una buena explicación de no ser que ni siquiera pusieron un pie en el aeropuerto. De hecho, no recordaba cómo y cuándo habían llegado a Montana.

—Tú sabes que algo no anda bien, Logan. — respondió su hermana con desesperación. — No sé cuánto tiempo tengamos, pero... ¿puedes confiar en mí para esto? — el brazo extendido de su hermana fue casi una súplica a gritos, incluso pudo percibir el leve temblor en esta.

—Logan, no íbamos a... — interrumpió Christopher el momento. — Sky, ¿por qué estas llorando?

Su hermana no dijo nada, solo mantuvo el brazo extendido, esperando una respuesta a una pregunta no entendida.

—¿Cómo... cómo llegamos aquí? — preguntó Logan confundido.

—Yo tampoco estoy seguro. — apostilló su hermano menor parándose a su lado. — Aunque... creo que es hora de irnos. — miró a su hermano sin comprender la situación, una que aparentemente solo sus hermanos estaban al tanto. Chris se colocó al lado de su hermana, sus ojos repentinamente ansiosos y con una nueva percepción que lo dejo pasmado. — No queda mucho tiempo para decidir, Logan. Tienes que volver.

—¿A dónde? — frunció el ceño ante tal pregunta. Montana siempre le gustó, ese su puerto seguro donde podía ser el mismo siempre. — No los entiendo. — admitió al fin. — Y me están asustando.

Caminó de regreso a la casa, todavía con dudas sobre la extraña actitud de sus hermanos.

—¿Regresaron tan rápido de su carrera? — preguntó su madre mientras cortaba una pieza de maíz.

—No, Sky y Chris están muy raros, creo que el viaje les afecto el cerebro. — medio se burló Logan.

—Bueno, nada que el tiempo y una buena comida no arregle. — esa fue la simple solución, tan clara como el agua. — ¿Cuánto tiempo quieres quedarte, Logan? — preguntó su madre repentinamente sin dejar de hacer lo que hacía.

—Vaya, creí que era el favorito. No pensé que mi propia madre fuera capaz de echarme de esa manera tan fría. — se llevó una mano al corazón para crear mas dramatismo.

—Sabes a lo que me refiero, Logan, no hay nada que te mantenga aquí. No importa donde estés, siempre llevarás algo tuyo contigo. — eso no se lo esperaba. — Creí que ya habíamos tenido esa conversación.

El rubio no dijo nada, solo espero hasta que algo de eso tuviera sentido.

—¿Eres algo así como mi imaginación o alter ego de alguna dimensión desconocida? — inquirió cruzado de brazos, aun ambivalente de la situación.

—Ve con tus hermanos, Logan. Confía en ellos y un poco de confianza en ti tampoco te vendría mal. — la mujer rubia frente a él esbozó una sonrisa triste. — Necesitarás ser fuerte para todo lo que se viene.

—Suena como un gran "adiós" escrito en un cartel panorámico. — una tristeza sin explicación lo invadió, incluso sintió el conocido escozor en sus ojos que predecía futuras lágrimas.

—Es un hasta pronto. — asintió su madre acercándose a él. — Te amo, hijo. Nunca lo olvides.

¿Cómo se supone que no pierdan las esperanzas cuándo nada de lo que hacían parecía funcionar? A William se le acababan las ideas, todos estaban agotados intentando detener a Logan que los mandaba a volar, literalmente, solo de acercarse. El rubio temía lo peor, casi podía oler la derrota.

—¿Ya te cansaste? — se burló Logan haciéndole rodar de una patada en el abdomen. — Esto apenas comienza.

—Todavía puedes detener todo esto, Logan. — escupió Will mientras tocaba su costado derecho, probablemente había algo roto ahí. — algo debe quedar de mi primo.

—Tu primo se ha ido. — lo contradijo acuclillándose para quedar a su altura. — Todo esto, — hizo una seña a la batalla que se libraba a su alrededor — solo son años de frustración e ira almacenadas, la intolerancia y el miedo no son una buena combinación, pero ustedes se creen superiores, como si pudieran ir contracorriente.

William ni siquiera lo negaría. Maldijo a Mark por tener razón y aun mas por utilizar a su familia para lograr sus objetivos.

—Siempre he sido superior, hijo. — replicó el padre de Logan aplicando una llave al cuello de su hijo sin titubear. William tosió, escupiendo sangre nuevamente. — Lamento lo que va a suceder, pero...

Un torbellino de luz sacudió el lugar, tragándose a los demonios con apenas esfuerzo. Una distracción que Logan aprovechó para zafarse del agarre de su padre. Las exclamaciones no se hicieron esperar, pues ante la mirada asombrada de todos, Sky y Christopher aparecieron y no venían solos.

Esther observaba desde el balcón como un padre luchaban para traer a Logan Morgenstern de vuelta, si es que aun quedaba algo de él ahí.

—Tanto tiempo sin vernos. — comentó un Mark totalmente magullado.

Ishthar medio sonrió al vislumbrar los recuerdos de Raziel pasar por su mente como si de una película se tratara.

—Justo a tiempo para contemplar lo que han creado. — señaló el medio seelie sin desviar la vista de sus estragos. — Soñé con este momento durante años. Al fin sucedió.

—Si, ganaste. — concedió sin dejar de sonreír. — Pero todo llega a su final y el tuyo Mark, esta muy cerca.

Bajo con gracilidad hasta el piso sin ser notada, era tiempo de terminar con todo el lío que Mark armó. Obtuvo lo que quería y un poco mas, vio como Logan era derribado por un certero golpe de su padre, probablemente era el único capaz de hacerle frente, lógico, pues compartían mas que el apellido.

Mark hizo un trabajo excelente al avivar la parte demoniaca en el joven musico, un experimento perfecto. Solo hizo falta mucha distracción y un poco de sangre para lograrlo, Logan solo puso su parte sin saberlo al ser un niñito al que se le concedieron demasiados atributos.

Los otros dos rubios, a quienes envió al mundo de los muertos, regresaron justo a tiempo para ver el acto final. Era necesario que trajeran a esa parte perdida de Logan para completar su promesa. Recogió aquella arma que su hermano le otorgo en algún momento, aquella que solo podía ser empuñada por sangre angelical en estado puro, los chicos Herondale cumplieron con su cometido al traerla consigo.

Logan rodó varios metros por el suelo, la oportunidad perfecta. Llamó al menor de los Morgenstern en su mente y enseguida captó el mensaje. La rubia sostuvo a su hermano, el cual no dejaba de rebatirse en el suelo, mientras Christopher trazaba una runa en el brazo de su hermano.

—Es tiempo. — dijo Esther en voz alta. El Logan frente a ella abrió los ojos, luchando mas duro por zafarse, sabiendo lo que se venía. — Esto va a doler un poco.

Dijo antes de enterrar la daga en su pecho por segunda ocasión. Esta vez el alarido del rubio fue desgarrador. El tiempo pareció detenerse y todo se desvaneció.

—¿Funcionará? — la voz de su hermano menor sonó desesperada.

—Depende de él querer regresar, he hecho todo lo que pude.

Logan podía jurar que escuchó la voz de Esther, pero ella estaba muerta, ¿no?

—Oh, ya lo oigo, parece ser que va por buen camino.

Ya no pudo oír mas, pues la inconsciencia lo arrastró al mundo de lo sueños.

—¿Qué crees que pasará? — esta vez fue la voz de Laura la que oyó.

—No lo sé. La ley es dura, pero es la ley. — respondió William con voz cansina. — ¿Sabes? Hace tiempo habría estado de acuerdo con cualquier decisión que la Clave tomara, pero ahora, ya no todo es blanco y negro.

—Era más fácil antes, ¿verdad?

—No tienes ni idea. — el tono irónico de su primo no pasó desapercibido, incluso cuando estaba siendo arrastrado por la inconsciencia nuevamente.

La pasmosa luminosidad a su alrededor era sobrecogedora, incluso le dolía respirar, lo que significaba que estaba vivo, porque de otra manera las cosas no resultarían tan dolorosas. A juzgar por la horrible decoración y la dureza de la cama donde reposaba, se encontraba en el Instituto, notó que no era el único en sala, los demás seguían dormidos.

Inhalo una profunda respiración, recordaba una buena parte de lo sucedido, sabía que el era el causante de todo el daño ocasionado, hizo exactamente lo que Mark quería. Incluso, una diminuta parte de su yo bueno, no luchó contra la oscuridad en su interior.

Caminó a través de los pasillos, increíblemente vacíos, con mas estabilidad de la creyó posible, hasta llegar al gran salón. Usualmente las cosas importantes se llevaban a cabo ahí, las voces en su interior se escuchaban enojadas.

—¡Es inaceptable! — exclamó el calvito. Nadie parecía percatarse de su presencia, a pesar de ir por sus anchas. — Todos sabíamos que esto pasaría tarde o temprano, debió haberlos enviarlo a la Isla de Wrangel cuando hubo oportunidad.

Si, eso ya se lo esperaba.

—Eso es lo que sucede cuando se te suben los humos. — Logan se sobresaltó al encontrar a una Esther al lado suyo. — Lamentablemente hay cosas que no podemos cambiar.

—¿Cómo...?

—Han pasado algunas cosas, Logan. — contó la morena monótonamente. — A Mark, bueno, digamos que tu padre le dio una golpiza de la que no salió bien parado. — Logan torció el gesto, eso no era nada alentador. — Están decidiendo que hacer contigo y lo que resta de tu familia, aunque Edward es quien mas saña tiene, debo admitir.

—¿Por qué me muestras todo esto? — inquirió Logan mirando la escena frente a él.

Por un lado, Will y compañía los defendían con convicción. Vio como su primo pasó al frente, cojeando, para sostener la espada mortal y soltar la verdad. Lo que contó era justo lo que recordaba, malditamente horrible, pero cierto.

Hasta que su padre se levantó de su lugar, siempre estoico, se extrañó de no verlo con su madre junto a él.

—Ni siquiera voy a hacer el intento por reactivar tus neuronas. — dijo eso mirando glacialmente al calvo. — Tampoco voy a darle explicaciones a nadie, solo estoy aquí para adelantar lo inevitable. Nos iremos en cuanto Logan despierte, no sabrán de nosotros jamás, ni siquiera cuando nos necesiten. Ahora, si me disculpen, tengo un funeral al que asistir.

¿Funeral? Eso no sonó nada bien.

—¿Crees que saldrás impune de esto? — preguntó una persona desconocida.

—Todo se paga, Morgenstern. — dijo Esther sin que los demás la notaran, esta vez la encontró mirándole de reojo. — Supongo que recuerdas lo suficiente para hacerle frente a lo que te depara el destino, hasta aquí termina mi promesa. He cumplido con lo que me correspondía.

Esther desapareció y Logan abrió los ojos, a su alrededor todo lucía igual que su visión... sabía que hacer, también estaba listo.

¡Hola, chicuelos! Como verán, ahora si hay actualización y es casi el final. Falta un capítulo mas y el epílogo para cerrar esta maravillosa aventura. Lamento mantenerlos así, pero hasta yo temo el final, incluso aunque sean injustos :(

¡Nos leemos luego!