62 - "Tiempo de Venganza"
Christopher tenía miedo de que el hechizo funcionara. Sabía que quizá era su única oportunidad para salvar el día, sin embargo, no era ningún ingenuo para saber también, el precio que tendría. Con un poco de suerte, tener a Esther ahí bastaría, si no fuera el caso, tendría que inventarse algo con rapidez.
—Falta poco. — escuchó el murmullo de Esther muy cerca.
Aquí vamos, pensó Chris sin mucho entusiasmo.
Una extraña forma se materializó frente a ellos, convocada por el conjuro que Tessa repetía en voz alta. Los bordes irregulares comenzaron a delinear la figura de un hombre alto e imponente, brillante, hasta el punto de hacerles entrecerrar los ojos para no cegarse. Christopher sintió la mano de su hermana apretar su hombro con mas fuerza, obviamente tensa por lo que se venía.
—¿Quién me ha convocado... esta vez? — preguntó una retumbante voz cansina, tan melodiosa que Chris se estremeció.
—Yo. — se adelantó Christopher antes que nadie, trago el nudo de su garganta al ver que aquel ser celestial lo miraba como si de un insecto se tratara. Para su mala suerte, los insectos siempre le han parecido fascinantes. — Yo le he hecho. — reafirmo cuando este enarcó una ceja.
—Christopher Ashton Morgenstern, es de familia crear problemas.
El rubio no se sorprendió de que el ángel invocado supiera su nombre, tampoco dudaba que tuviera conocimiento de su propuesta, de no estar mínimamente interesado, serían cenizas.
—Es una gran habilidad. — se encogió de hombros sin darle mucha importancia. — Supongo que a estas alturas los dones que mi familia haya recibido todavía representan cabos sueltos, ¿no, Raziel? — el silencio era tal, que la caída de un alfiler no pasaría desapercibida.
—¿Qué quieres, Morgenstern? — Raziel se cruzó de brazos con algo parecido a la molestia, aunque era difícil de discernir, nunca se sabe las consecuencias con los seres celestiales.
—Anudar un cabo. — soltó Christopher con prudente confianza.
—Chris... — el susurro de advertencia que profirió su hermana, no le hizo mermar su propuesta.
—Tengo a Ishtar conmigo y haré uso de todos los recursos a nuestro alcance para detener lo que esté por suceder. — su voz tembló un poco al final. — Cuando esto termine, sin importar el resultado, las consecuencias siempre estarán a nuestras espaldas.
—¿Eso es lo que tienes para ofrecer? — se burló el Ángel frente a él. — la debilidad no se premia, jamás. — Esther se encogió ante esas palabras.
Salió del círculo trazado para pasearse por el lugar, deteniéndose con falsa apreciación muy cerca del escritorio sostenido por dos ángeles. Todos retrocedieron de inmediato.
—Ustedes, nefilims, siempre quieren tener la verdad absoluta. A veces olvidan de donde vienen y cual es su propósito. — en sus ojos se podía leer los miles de años vividos. — cuando eso sucede, hay que recordárselos. No son mas que un saco de huesos, con algunos arreglos extra. La chica Sawyer ha tenido mas agallas de las que calculamos.
—Pero todo se les salió de las manos. — interrumpió Esther a lo que fuera a decir Chris. — Primero con el enloquecido Valentine, después con su madre, — señaló a ambos rubios. — Esto tiene que detenerse, Raziel. Ha llegado demasiado lejos.
—¿Ahora eres uno de ellos? Unos meses entre mundanos y te compartas como tal. Si hubieras hecho lo que debías, serías privilegiada, Ishtar.
—No busco el perdón de nadie, hermano. — murmuró la castaña, frente a frente con su hermano mayor. — Realmente, no tengo nada que perder. Lo siento.
Todos miraban atónitos como Esther y Raziel se fusionaban en un fuego ardiente, entre gritos y luz, en un espiral de poder.
Jonathan caminaba con lentitud hacia Mark. Esquivó a todo lo que se le puso enfrente, sin importarle a quien se llevara por el trayecto.
—Tardaste mucho en llegar. — musitó aquel hombre con total tranquilidad, ni siquiera hizo el amago de voltear a verlo.
—No tengo prisa. — dijo Jonathan acercándose cada vez mas al susodicho. — Creo que ambos sabemos lo que sucederá, ¿no?
—Todavía tengo otro as bajo la manga. — musitó Mark girando levemente la cabeza hacia Jonathan.
—No eres el único. — murmuró el rubio antes de hacer el primer ataque.
La mente de Laura jamás había ido a tal velocidad, los movimientos ejecutados por su cuerpo tenían vida propia, pues su único objetivo se encontraba a unos metros de distancia. El plan de Will era tan bueno como cualquier otro, y con las limitadas opciones a su disposición, tenía que funcionar.
—¡Abajo! — gritó su parabatai antes de lanzar una daga angelical a lo que sea que hubiera detrás de ella.
Miró a Josie de reojo, cubriendo su flanco izquierdo. Estaban cerca, realmente cerca de llegar a Logan. Vio a Will cojear desde un punto cercano a su primo de sangre y a su hermana demasiado cerca de Logan. cualquiera que fuera esa parte del plan, tendría que ser malditamente bueno para distraer a Logan lo suficiente.
—¿Enviando a la artillería pesada? — se burló el susodicho sin descruzar las manos a su espalda.
Laura asumió que su hermano sería la distracción, porque, bueno, lo de él no es precisamente la caza y la música.
—No precisamente. — admitió Max retrocediendo a cada paso que Logan daba. — Es curioso que, bueno, ya sabes, hayas cambiado drásticamente y ahora quieras destruir al mundo.
—Esa idea pasó de moda hace años. — comentó Logan sin dejar de caminar. — Nunca ha sido el propósito.
—Entonces... ¿por qué? — la duda de Max fue tan sincera que su distracción dejó de serlo.
Logan sonrió. Y no de la forma agradable con la que solía hacerlo, sino de esa espeluznante forma cuando conocía algo que los demás no.
—Un simple favor. — respondió con simplicidad.
El rubio se movió con rapidez hacia Max, pero Laura ya estaba lo suficientemente cerca para impedirlo. Envolvió su látigo alrededor del tobillo de Logan y tiró con fuerza de este. El rubio cayo, algo que debió aprovechar para alejarse, ¡no pararse encima de él! Realmente deseaba morir.
O hacerse el valiente.
—¡Ahora! — gritó Josie.
Lucas fue el siguiente en abalanzarse hacia Logan, el cual no dejaba de retorcerse. William se les unió un momento después que Josie, quien alzó una estela para clavarla justo en el pecho de su primo.
Laura se estremeció con el sonido que hizo al atravesar la carne de Logan y el alarido de dolor que lanzó fue tal, que todos pararon de pelear momentáneamente. Nadie movió un músculo, el silencio envolvió el lugar, al mismo tiempo que los pocos demonios que quedaban, comenzaron a desaparecer.
Todo había terminado, la quietud atronadora le revolvió el estómago. Miró a la pelirroja a la que llamaba prima limpiarse unas lágrimas con el dorso de la mano, solo para darse cuenta que salvar a Logan, jamás fue el plan.
¡AHHHHHHH! Casi el final, el título del capítulo tendrá mas sentido en el siguiente capítulo. Y... ¿Qué les pareció? Admito que me sentí ligeramente triste por ver poco recibimiento del capítulo anterior, pero comprendo que todos tenemos un montóoooon de cosas que hacer, si lo sabré yo. Okay, espero que les guste.
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