Laura examinó el suelo de la celda de retención, donde el sospechoso estaba hasta hace poco. Un polvo fino esparcido por el piso captó su atención, eso no estaba antes.

—Es polvo de hadas. — dijo Chris, el hermano de Logan, saliendo de la nada. ¿Cómo hace eso? No era la única en preguntarse eso. — Debieron abrir un portal para sacarle.

—¿Las hadas le prestaron ayuda al falso Valentine? — inquirió Laura frunciendo el ceño.

—O tal vez él sea una de ellas. — agregó el rubio menor. — Eso explicaría un montón de cosas.

—Pero si entró al Instituto...

—También es nefilim. — ambos giraron la cabeza hacia la puerta, observando al padre de Chris cruzado de brazos, el semblante serio. — Recuerdo haber mencionado que te mantuvieras alejado de esto, Christopher.

—Lo haría, si pudiera. — respondió el menor imitando la postura de su padre. —pero es mi hermano al que raptaron, quiero ayudar.

—Ya ayudaste demasiado, ve a la sala principal. Tu madre te necesita. — Chris rodó los ojos, pero hizo lo que le indicaron, marcando sus pasos más de lo normal al salir del lugar.

Laura miró al padre de Logan, el parecido con todos sus hijos era sorprendente. Aunque uno de estos se empeñara en negarlo.

—Tu madre también te necesita en la sala principal. — le comunicó el hombre frente a ella.

—No lo creo. — negó divertida, incluso sonrió un poco.

Le dio la espalda, agachándose donde Chris antes señaló el polvillo de hadas.

—Aún así te busca.

—Usted sería la última persona a la que mi madre le pediría algo. Primero cortaría su lengua, antes que dirigirle la palabra. — deslizó los dedos sobre la superficie áspera, palpando algún pasadizo secreto, o cualquier cosa que les ayudase con la búsqueda. — ¿Me equivoco? — preguntó en retórica. Cuando no hubo respuesta, Laura asintió para si. — Eso creí.

Una corriente eléctrica a través de su brazo la sobresalto, expulsándola un par de metros hacia atrás.

—¿Qué...? — empezó a formular el padre de Logan.

—¡Laura! — exclamó Lucas entrando a la sala de interrogatorios, resbalando un poco antes de detenerse a su lado. — ¿Estás bien? — inquirió con el ceño fruncido.

—Si, solo fue una descarga. No me lo esperaba. — explicó a las dos personas presentes.

El hombre mayor no perdió el tiempo mientras la pelinegra hablaba. Laura observó como trazaba, con ritmo seguro, una runa justo en el lugar que la mandó a volar. Un resplandor, que apenas duro un segundo, trajo consigo un circulo, una especie de pentagrama pintado en la pared; a la vista de todos, donde pocos pueden verlo.

—Creo que ya podemos rastrearlos. — dijo Lucas. — Voy por mi papá.

Su parabatai se fue corriendo en busca de Magnus. Dejándole, de nuevo, con el extraño nefilim frente a ella.

—¿Cómo supiste dónde buscar? — preguntó el hombre, mientras se volvía a poner de pie.

—Chris lleva advirtiéndonos todo este tiempo de sus hallazgos. — explicó Laura en un encogimiento de hombros. — Deberían de darle más crédito al chico, utiliza su inteligencia para el bien en lugar del mal. Solo decidí hacerle caso.

Por más extraño que pareciera, Sebastian, mejor dicho, Jonathan, no la intimidaba mucho. Si esa persona ha criado tres hijos, bastante normales y nada maliciosos, en la mente de Laura era inconcebible que fuera tan... malo. Quizá su tía Clary tenía razón, y la señora Nina cambió en su hermano... después de apuñalarle en el corazón. Cualquiera cambiaría después de eso.

—Ya entiendo porque Logan te eligió. — señaló el rubio cruzado de brazos.

¿Acaso siempre era tan formal?

—Es bueno que los hombres sigan creyendo eso, facilitan el trabajo de las mujeres casi en su totalidad. — comentó Laura esbozando una leve sonrisa. Volvió a darle la espalda, contemplando la marca del portal.

—¿Por qué dices eso? — inquirió el rubio, Laura de reojo comprobó que estaba a su lado.

—Mi madre era la chica inalcanzable para muchos cuando era joven y se casó con el friki de los comics. — comenzó Laura con la explicación, inclinando un poco la cabeza para ver la expresión de su futuro suegro. — La tía Clary terminó con el tío Jace, a pesar de tener opciones más seguras. — no le paso por el alto el hecho, del ligero fruncimiento de ceño por parte del rubio. — Y su esposa... usted es el ejemplo perfecto ejemplo de lo que no debe hacerse, aun así, se casaron. Dos veces. Tienen tres hijos. — agregó al final. — ¿En serio creen que ustedes eligen a su compañero?

Por lo mirada de Jonathan, supo que la idea, ni siquiera cruzo por su mente.

Will miraba a Logan detenidamente. No tenía forma de medir el tiempo que su primo estuvo fuera, pero fue el suficiente para que regresara con siete marcas de látigo en su espalda. Ni siquiera se molestaron en volver a encadenarlo, simplemente entraron y lo arrojaron al suelo como si fuera un mueble.

Debian odiar a sus padres, realmente.

—¿Will? — llamó Logan en un susurro.

—¿Qué pasa? — respondió Will un poco más alto.

—¿Las hadas pueden ser nefilims? — de todas las cosas que su primo pudo preguntar, esa fue la última que espero.

—Sucede, aunque no es muy frecuente. — aun así, respondió a su pregunta. Por lo menos le daría algo de paz mental. — ¿Por qué preguntas?

—¿Conoces a alguien con esa condición? Porque al parecer, mi padre tiene una estrecha relación con nuestro secuestrador. — el rubio medio sonrió, a pesar de la situación, su primo se las arreglaba para dar con esos detalles que muchos pasarían por alto.

—Yo no, pero en algún momento oí a mis padres discutir algo sobre eso... — su voz se fue apagando conforme el recuerdo se hacía más nítido en su mente. — A los únicos que relacionó con las hadas es a los... Blackthorn. — pronunció en voz alta el apellido. — Logan, ¿piensas que ellos...? La chica, Helen, ni siquiera vive en este continente y el otro chico, Mark, creo que ese es su nombre, esta con la cacería salvaje. Nunca supieron de él. Tu padre...

—Dilo, William, ayúdame a poner las piezas en orden. — expresó Logan en un suspiro, con los ojos cerrados, su voz aún era un susurro.

—Invadió el Instituto de Los Ángeles con su ejército y... algunos murieron. Lo único que sé, es que los mayores de los Blackthorn son mitad hadas. No sé que habrá hecho tu padre, pero Mark fue reclamado por la cacería, no por la Reina Seelie. Y la Clave se negó a ayudar a la familia para traerlo de vuelta. — concluyó Will. Incluso le costaba respirar, esa historia era tan pesada como enfrentarse a una horda de demonios.

El cuerpo de Logan empezó a sacudirse levemente, aunque no era un llanto lo que lo provocaba. La risa de su primo, para nada feliz, hizo eco en la inhóspita celda.

—Es Mark. — dijo Logan entre risas. Su expresión estaba lejos de ser feliz. — Todo este tiempo, un nefilim estuvo detrás de lo que sucedía. Logró diezmarnos, dividirnos... siempre fue él.

Esas palabras, dichas por su primo con tanta veracidad, eran difíciles de negar. Lo que menos le gusto, era el tono de estas. Sin esperanza, como si fueran un hecho escrito e imposible de corregir. Eso le asusto, pues si Logan se dejaba vencer, el resultado podría ser mortal.

—¿Por qué estas tan seguro? — se atrevió a cuestionar Will, con esperanza de que estuviera equivocado.

—Prácticamente me lo grito en la cara. — dijo Logan tragando saliva. — también le vi unas marcas de runas y tiene orejas puntiagudas. Desearía que esto terminara. — gruño su primo dejando caer su cabeza, suavemente, contra el sucio suelo.

—Pronto terminara, querido Logan. — vio cómo su primo se estremeció ante la aparición de su captor. ¿Cuánto tiempo llevaba oyéndolos? — Prometo que no sufrirás... mucho.

William bufó, las marcas en la pálida piel de su primo eran prueba de ello.

—No creas que me olvidó de ti, William Herondale. — pronunció su apellido con un pequeño deje de reverencia. Los ojos del supuesto Mark, se fijaron en él. — Oí su flamante conversación y me sorprende que aún no creas la historia de tu primo.

—Esta delirante.

—Por supuesto que si. — se burló el nefilim. — Pero ¿sabes una cosa? — William no respondió, mantuvo la seriedad. — Tiene toda la razón. Hay una sola cosa que a Sebastian le importa más que sus hijos.

—¡Ni siquiera te atrevas! — exclamó Logan intentando ponerse de pie, aunque estaba demasiado débil para lograrlo. Por supuesto que Mark rio al ver sus intentos.

—Su esposa. — declaró Mark, haciendo caso omiso de Logan. — Sería una lástima que su propio hijo fuera el causante de la muerte y destrucción del mundo. O de su madre.

William volvía a forcejear, quería cerrar sus manos alrededor del cuello de Mark hasta dejarlo sin respiración.

—Todas las señales estuvieron ahí, siempre a la vista de cualquiera. — continuo el hombre con su diatriba. — La concepción de tu madre, la sangre de demonio de tu padre, tu aparente sentido de control... fue una buena cosa que esperáramos tanto tiempo.

—¿Esperáramos? — inquirió Will, repentinamente tenso.

Logan seguía demasiado callado para su propio bien.

—¡Oh! ¿Creías que solamente yo estaba detrás de este diabólico plan? — Mark soltó unas cuantas carcajadas antes de proseguir. — Ahh... niñito. No soy el único que desea un cambio radical en la humanidad. Hay algunas criaturas que, realmente, lo anhelan más que yo.

Observó como la vista del susodicho se dirigió techo, lo que se suponía era el cielo. Y William comprendió, que el plan, no solo era decisión de un chiflado terminar con el mundo, sino que, esta vez, ni Raziel estaría de su lado.

—Voy a hacer exactamente lo que tu padre hizo conmigo, niñito. — dijo, acuclillándose junto a su primo. — Le voy a quitar todo lo que ama. Y me llevaré a algunos en el camino, solo para diversión de ciertos... seres.   

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Por cierto, la trivia estará abierta un buen tiempo, así que... no se amontonen :P y la canción en multimedia me encanta, tanto, que la reproducía una y otra vez xD.

Apuesto que no se lo vieron venir, les dejaré algunas imágenes que describen la situación a la perfección:  

Y por último... mi favorita :D Nunca me cansaré de esta imagen.