52 - "Intenciones"
Logan se negaba a hablar de cualquier cosa con su secuestrador, incluso si este no le preguntaba nada. Solo lo miraba con ese aire de suficiencia.
—Tus primos están tan cómodos como tú. — comentó el hombre sonriendo.
Logan bufó. Obviamente estar encadenado a la pared no era recibir un masaje en un lugar cinco diamantes. Aunque saber que sus Will y Josie estaban en la misma situación que él, no fue alentador.
—No te preocupes, pronto estarán reunidos, otra vez. — hizo un gesto de mano para restarle importancia. — Me sorprende que no hayas dicho una palabra, Logan. Las conversaciones unilaterales nunca me han gustado.
—Prefiero guardar silencio cuando me topo con algún loco secuestrador, nunca se sabe cómo van a reaccionar. — eso le valió un golpe en la mandíbula, cortesía de su captor. — Justo a eso se me refería. Impredecibles. — provocó el rubio
—Tus padres no te enseñaron modales. — afirmó recobrando la compostura.
—Solo me enseñaron con quien utilizarlos.
—Que listo. — gruño en respuesta.
Se dirigió hacia una insípida mesa de madera y cogió un par de llaves. Bien podría ser su oportunidad de escapar...
—Ni siquiera lo intentes. — le advirtió el hombre. — Las cadenas están encantadas, además, no creo que quieras ver muertos a tus primos. Sería lamentable que eso ocurriera.
Lo acorraló con eso último. Una moneda de cambio para mantenerlo bajo control, una muy efectiva.
—Vas entendiendo. — se burló de su situación. — Como soy una persona benevolente. — dijo el hombre, aunque él no hubiera utilizado ninguna palabra que el susodicho uso en esa corta oración. — Te permitiré verlos. Solo para que compruebes que siguen en una pieza. — concedió mientras lo desataba y tiraba de el para ponerlo en pie. — No te pases de listo, Logan. Porque ellos lo pagaran.
Logan no dijo nada, se dejó guiar por el hombre a través de los interminables pasillos laberinticos... un momento, él ya había estado aquí. Se detuvo al notar el papel entapizado carcomido de las paredes, las voces...
—Ahh, el sonido de la comprensión. — rio su captor al oír el jadeo del rubio. — Andando.
Volvió a tirar de su brazo con fuerza innecesaria para que lo siguiera. El lugar lucía más tétrico que la última vez, un escalofrió lo recorrió. El presentimiento de que las cosas empeoraría usualmente iba acompañado de esas sensaciones.
—Míralos, sanos y salvos. — abrió una puerta de metal, la cual chirrió con fuerza, sobresaltando a Will y su hermana. — Ahora que la familia está reunida, discutamos el verdadero asunto.
El tipo lo empujo dentro, Logan tropezó, pero logro amortiguar el golpe cayendo de costado.
—Lamento que los Herondale tuvieran que verse implicados en esta penosa situación. — comenzó el hombre, entrelazando sus manos como gesto serio. — Mi lady, aquel ataque en el ferry ni siquiera debió estar presente. — Josie se quedó boquiabierta por la declaración de los hechos.
—¡Usted puso magia demoniaca en el barco!
—En efecto. — aceptó con total tranquilidad el reclamo de la pelirroja. — Nadie de vital importancia murió, solo era una pequeña prueba para saber si funcionaba o no. Un par de criaturas más tuvieron que morir, pero no les extrañaran.
—¿Por qué hacer todo esto? — preguntó su primo con incredulidad. Nada tenía sentido.
El hombre se demoró en responder, primero se paseó por la habitación con lentitud de un lado a otro, como si realmente se pensara la respuesta.
—Tus padres hicieron un buen trabajo en ocultarse. — comentó el secuestrador mirando a Logan directamente. — Obviamente, lo último que deseaban era que sus adorables hijos fueran señalados, ¿no es curioso que eso sucediera eventualmente? — se burló sin rastro de humor. — Los importantes dentro la Clave desconfiaron desde el primer momento, ni siquiera tuve que intervenir en eso. Unas pocas muertes por ahí, unas explosiones por allá, regresar de entre los muertos... todos cayeron. — relató lo ocurrido en los pasados meses. — Tu madre tuvo la oportunidad de elegir y lo hizo mal. Escogió a tu padre. Tenía esperanzas en ella, un buen plan; y luego llegaste tú.
Torció el gesto ante la mención de su madre. Y la última oración... le dio escalofríos.
—Eres un blanco mil veces mejor que tus padres juntos, tus primos solo tienen un pequeño extra en sus habilidades, pero tu Logan, eres un diamante en proceso de ser pulido. — se acercó a él, tal vez demasiado, tomando su barbilla entre sus finos dedos. Unos trazos opacos en el cuello del hombre captaron su atención, runas. Pero... frunció el ceño sin comprender. — Uno muy hermoso, por cierto. — eso fue verdaderamente incómodo para el rubio, la insinuación era latente en esa frase. — Lástima que odie a tu padre, saber que serás el causante de su sufrimiento debe ser un sentimiento aterrador.
—¿Qué quieres de nosotros? — interrumpió Will la diatriba del tipo, apretaba los dientes, un obvio gesto de tensión acumulada.
El hombre libero a Logan de su agarre, rodando los ojos para dirigirse a Will.
—Tú, heredaste la gran boca de los Herondale. — medio sonrió al pronunciar esa oración. — Es increíble el parecido que ustedes tienen con sus padres. — miró a sus primos y después poso su mirada en Logan. — Pronto no requeriremos de sus servicios. — fijo su vista en Will y Josie. — Será decisión de su primo quien regresará... con vida.
—Esta demente. — soltó Josie sin poder creer lo que sucedía. — ¿Qué buscas con todo esto? Invocar a un demonio...
—No lo entienden, ¿cierto? — el semblante del hombre se volvió serio repentinamente. — a lo único demoniaco que pienso invocar esta justo en esta habitación.
La aprehensión invadió a Logan, ya que era más que obvio el hecho que hablaba de él.
—Uno de ustedes regresara para entregar ese mensaje. — eso fue dirigido a sus primos.
El hombre volvió a levantar a Logan, solo para llevarlo al antiguo escritorio de madera, el único mueble de a la vista del lugar y la silla que tuvo una vida mejor.
—¿Quién quieres que regrese? — Logan se estremeció al sentir como la mano del extraño se deslizaba por su nuca. Aun así, se negó a responder a la engañosa pregunta. Gritaba trampa por todos lados. — Bien. — suspiró sin perder el contacto con la piel de su cuello, incluso dejo la mano colocada ahí, sin moverse un centímetro. — Así será, — dijo el hombre para si mismo. — antes necesito que escribas unas palabras para mí.
—Ni soñarlo. — negó Logan enérgicamente.
—¡Hey, jovencito! Te conviene. — enganchó un mechón de su cabello para jalar su cabeza hacia atrás, el inusual color de sus ojos contenía una pizca de enferma fascinación. — Solo tienes que escribir unas pocas frases y enviarlas con uno de tus primos. Nada del otro mundo, incluso te haré las cosas más sencillas, ni si quiera tendrás la opción de elegir.
Logan no espero para nada lo que el hombre hizo con facilidad. No estuvo preparado para el grito de su prima al ser apuñalada o de la sarta de maldiciones que Will escupió.
—El tiempo corre, Logan. Y dudo que desees que Josie muera desangrada.
Logan le dirigió una mirada de muerte a su secuestrador y a regañadientes, tomó la pluma antigua frente a él. Miró a su prima y después a su hermano, decidido a escribir las palabras que lo condenarían.
—Me gusta cuando toman la iniciativa. — aplaudió el hombre. — Bien, siempre hay que ser corteses en una carta, es como una presentación de lo que viene. — siguió el hombre. Por supuesto que la tortura física no era suficiente. Tomaba su tiempo, mientras tanto, su prima agonizaba. — Queridos mamá y papá...
Comenzó a escribir, cada palabra era peor que la anterior, y al final, terminó derramando unas cuentas lágrimas sobre el papel.
—¡Perfecto! — cogió el papel apenas termino de escribir. — Me asegurare que llegue a las manos correctas.
—¿Por qué haces esto? — inquirió Logan con la garganta seca. — No entiendo...
—Es lo último por lo que tendrás una preocupación. — dijo el tipo haciendo un ademan con las manos para restarle importancia. — Al final de hoy, todo esto será un mal recuerdo en tu memoria, ni siquiera deberé convencerte de nada, lo harás por voluntad propia.
El viento sopló con fuerza dentro de la habitación, llevándose a Josie y la nota al interior de este. El hombre cerró la puerta tras de si cuando salió, dejando a su primo y a él, solos.
—Logan...
—No digas nada, Will. — interrumpió el rubio en un suspiro, cerrando los ojos para contener las nuevas lágrimas. — Déjalo así. Todavía tengo confianza en menos de diez personas, si dices algo más lo arruinaras.
—Nuestra familia no creerá ni una palabra. — dijo Will, en un intento por subir los ánimos.
—Lo sé, estoy seguro de que nos buscaran. — afirmó Logan medio sonriendo, levantando la vista para ver a su primo. — Pero ambos sabemos que la Clave solo accederá a una búsqueda, y no será la mía. Acabo de darles todas las razones que buscaban desde el principio para culparme.
—Salvaste a mi hermana. — le agradeció el otro rubio sin tener otra cosa que decir. — Y no te dejes engañar por nuestros padres, Logan. En su momento, ellos buscaron tantos problemas como soluciones.
La mirada que le dio su primo fue de convicción absoluta. Era difícil para Logan, dudar de tal veracidad en su semblante.
—Nos encontraran, sin importar lo que la Clave ordene. — aseguró William, inhalando una gran bocanada de aire. — Los Herondale, Lightwood y Morgenstern nunca hemos sido de seguir reglas, nuestros antepasados nos respaldan.
—Puede que tengas razón. — aceptó Logan mirándose las manos, sus muñecas ya comenzaban a mostrar signos de hematomas por los grilletes alrededor de estas. — Solo espero que cuando nos encuentren, no sea demasiado tarde.
Will bajo la mirada, una admisión silenciosa a las palabras de su primo.
Nina se negaba a aceptar aquellas palabras escritas en la carta que una moribunda Josie trajo consigo. La chica apenas alcanzo a decir un 'lo siento' antes de desmayarse. Su hijo jamás escribiría eso por propia voluntad, y la pelirroja lo sabía, probablemente ella fue la razón por la cual Logan plasmo esas palabras. Arrugó el papel y lo arrojó lejos.
—Ya iniciaron la búsqueda. — las palabras de Jonathan no la tranquilizaron. Ni siquiera cuando este enredo sus brazos alrededor de su cintura.
—De Will. — quiso corroborar la rubia.
—Si. — sintió el suspiro cansado de su esposo en su espalda. — Al parecer nuestro hijo lo tiene secuestrado. — bufó por la estúpida teoría. — no tenemos a la Clave de nuestro lado, dependemos de nosotros.
Nina giro sobre sus talones para encararlo. Jonathan siempre había tenido esa mirada de alguien que ha visto demasiado, pero ahora, podía notar como los años no pasan en valde. La impotencia de no saber lo que sucedía con tus seres queridos era atronadora.
—Hemos trabajado con menos que eso. — dijo Nina, rememorando el pasado. — Debemos ir a donde a los chicos.
—¿Los chicos? — preguntó Jonathan enarcando una ceja.
—Ya sabes, asegurarnos que no se metan en demasiados problemas.
Por supuesto que habría problemas, después de todo, eran sus hijos.
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¡Hola, de nuevo! He vuelto con un nuevo capítulo, ya sabemos un poco mas de nuestro querido psicopa... digo, antagonista. Quizá ya se den una idea de quien sea, sino es así, estoy haciendo bien mi trabajo. Si ya lo saben, mejor no lo digan xD Pueden contarme sus teorías por privado.
Como siempre, mil gracias por leer el fic... al cual le falta poco para que termine. Si leyeren la entrevista que VipSquad me hizo, se darán cuenta de otros detalles ;)
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