Jonathan no se molestó en levantar la vista del tercer ensayo que leía en el día cuando percibió la presencia de Jace en la habitación. Obviamente no conocía las puertas, dado que entró por la ventana.

—Todo un erudito. — comentó el rubio distraídamente mientras paseaba por su elegante oficina, observando los detalles de esta. — ¿Cuándo te volviste una persona normal, de esas que tanto deseabas destruir?

Esa pregunta sí que lo hizo levantar la vista, enfocándose de lleno en el rubio que no dejaba de rondar el lugar.

—¿Por qué viniste? — fue directo al punto.

—Las cosas han estado un poco aburridas últimamente. — explicó, dejándose caer en uno de los sofás individuales beige. — Me pregunté... ¿Por qué no nos hemos visto? Tus hijos pasan bastante tiempo en el Instituto, sobre todo el menor.

—¿Eso debe molestarme? — se inclinó sobre el escritorio. — No tengo ningún deseo de vernos la cara más de lo necesario, es suficiente ver a tu versión más joven desayunando con nosotros por las mañanas.

—¿Will? — preguntó Jace con el ceño fruncido.

—A menos que tengas un hijo perdido... — Jonathan se encogió de hombros medio sonriendo, poniéndose de pie, dejando que su hermano adoptivo procesara la noticia. — Por lo visto mi esposa cocina mejor que su propia madre, una verdadera lástima. Creí que mejoraría con el tiempo.

—¿Por qué siguen en Nueva York? — sí, un cambio brusco de tema por parte de Jace, probablemente toco alguna fibra sensible.

—Jace, Jace, Jace... — pronunció Jonathan en tono cantarín. — Pensé que serías más inteligente, me venciste... algo de materia gris debe quedar en tu cerebro.

—Sabes a lo que me refiero. — esta vez lo encaro, los ojos dorados del rubio resplandecían siempre que una emoción fuerte lo aquejaba. Esta vez no era la excepción. — Pareces más... humano, pero no lo creo. Puede que tus hijos sean buenos, aun así, nadie confía en ti, ni en Nina.

—¿Eso viniste a decirme? — cuestionó Jonathan enarcando una ceja con incredulidad.

Se dirigió a la mesita de los licores para servirse un whisky. Sinceramente, pensó que le comunicaría algo más importante.

—Haces muy bien en no confiar en mí. — comentó con aire casual después de beber un sorbo del vaso. — No me iré de este lugar hasta dar con quien sea que venga detrás de mi familia, porque sigo siendo el mismo maldito de siempre. La única diferencia, es que ahora elijo cómo y con quien serlo; así que, si la Clave está buscando culpables, dirijan su vista a otro lugar porque aquí no encontraran nada.

—Mañana interrogaran a Valentine. — le informó Jace con seriedad. — Increíblemente, Clary y Jocelyn se preocupan por ti, comprendería que se preocuparan por tus hijos, obviamente. Creen que cambiaste y eres una buena persona, solo que no se dan cuenta que eres una buena persona solo con ciertos individuos. — puso especial énfasis en la última frase. — Y obviamente, no es con ellas. Así que haznos el favor de averiguar qué es lo que sucede para que puedan largarse.

—No puedo impedirles a mis hijos que los frecuenten. — comentó Jonathan con una seriedad impresionante. — en cuanto a mi familia supuestamente muerta... es lo más cercano que estaré de todos, poco me importa lo que suceda después. Solo recuerda una cosa: Cuando sea su última opción, ni siquiera vengan a buscarnos.

—¿Por qué vendríamos a ti?

—Porque deje de creerme inmortal e invencible desde hace años, no somos lo mejor que este planeta ha albergado... todo lo que somos, se puede terminar en un parpadeo. — dijo Jonathan enigmáticamente. — Yo estoy listo para enfrentarlo, la pregunta es: ¿Ustedes lo están?

Will no le quitaba la vista de encima a Logan. La extrema seriedad en su primo no era normal. No habían visitado a Valentine, ya que, por alguna razón, Logan se arrepintió en el último momento. La realidad era que a Will poco le importaba lo que pasara con el padre de su madre, estaba lejos de considerarlo parte de su familia. Obviamente esa línea de pensamiento no aplicaba en su primo, el cual no dejaba de tamborilear los dedos sobre el escritorio de la biblioteca.

—No puedo verlo. — admitió Logan en voz baja, sin mirarlo a los ojos. — sería como ver a mi padre y soy una versión más joven de él. — bufó sin gracia.

—Para buena suerte de todos, no eres como él. — admitió Will sin pizca de pena, la cabeza de Logan se levantó de golpe por esas palabras. — Si, a veces eres espeluznante y aciertas de forma casi perfecta, — recordó el rubio aquella pelea cuando Logan fue a la morgue del Instituto y sus extrañas declaraciones. — pero es parte de ti. Valentine... esa persona, ni siquiera va a responder tus preguntas, solo jodera tu mente a lo grande. Ya lo está haciendo. — concluyó el rubio cruzado de brazos.

—¿Desde cuándo nos ponemos tan sentimentales? — preguntó Logan esbozando media sonrisa, burlándose de la situación. — Odio no saber que sucede.

—Ya lo descubriremos. — aseguró Will con convicción. — Pero no debemos bajar la guardia, he oído... cosas.

—¿Qué cosas? — preguntó Logan frunciendo el ceño.

—Ya sabes, desde el incidente con Valentine, todo el mundo ha estado paranoico. — relató el rubio con cautela. — Hay rumores sobre reuniones clandestinas de subterráneos para hacerse del asunto en sus manos, un levantamiento que la Clave prefiere ignorar. Tengo mis sospechas sobre miembros de la Clave inmiscuidos en esos asuntos.

—¿Puedes asegurarlo? — Logan enarcó una de sus claras cejas con escepticismo.

—Hay detalles que solo ciertas personas conocen, — suspiró Will pasando una mano por el cabello, uno de esos detalles era la aparente herencia demoniaca de su primo. Pero no lo compartiría, aun no es tiempo. — existe un traidor entre nosotros, el cual debió haber hecho un trato con alguien del submundo.

Ambos permanecieron callados un par de minutos, procesando la información que William llevaba dándole vueltas en la mente desde hacía varios días.

—Yo también creo eso. — dijo Josie bajando las escaleras de la planta alta. — No me miren así, llevo como una hora alla arriba — señalo el segundo nivel cuando llego a donde estaban ellos. — La verdad primo, concuerdo con mi querido hermano. Tu solo debes preocuparte por controlar tus impulsos pseudo-malvados y lo demás vendrá solo.

—Eso no me hace sentir mejor. — pronunció Logan, después del shock inicial por las palabras de la pelirroja.

—Como sea. — esta se encogió de hombros con displicencia. — Quiero acompañarlos en sus locuras, por favor. — batió sus pestañas, esbozando esa expresión de cachorro.

—Ni siquiera me molestare en negarte nada. — resopló Will como respuesta. — Solo intenta no meterte en muchos problemas.

—Ni siquiera voy a prometer eso. — sonrío su hermana, imitando su oración anterior. — Entonces... ¿Qué se supone que haremos? — preguntó la pelirroja, totalmente decidida a resolver el problema inconcluso.

—Tenemos que confirmar mis sospechas. — anunció Will soltando lentamente una exhalación.

—Nuestros padres no deben enterarse. — agrego Josie frunciendo los labios. — Ya saben, dirán algo así como que nos quitemos del camino, que ya todo termino... como si ellos nunca hubiesen desobedecido a las reglas. — bufó.

—Heredamos su gusto por el peligro. — dijo Logan en voz alta. — No deberían de sorprenderse cuando lo descubran.

—Bien, esta noche nos veremos cerca de Taki's, no llegues tarde. — advirtió Will a su primo. — Y trata de ir de bajo perfil.

—No prometo nada. — aseguró Logan sonriendo ampliamente.

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¡Hola! Después de 1200 años al fin actualice, en mi defensa, no estaba segura de lo que escribía y por eso tarde en armar una idea que me gustará... en el siguiente capítulo, probablemente se revele quien esta detrás de todo el desastre ocasionado en el "Shadoworld" o como sea que se escriba.

Ya saben, dejen sus comentarios y votos :P Nos leemos luegoooo(...)