41 - "Aún no es tiempo"

El Infierno se desató con la llegada de su querido suegro, en todos los sentidos. Se preocuparía por ello más tarde, cuando Alec dejara de ahogarse con su propia sangre. Jonathan y Logan dejaron a Valentine a cargo de la Clave para ir en busca de Marco.

—¿Qué tipo de sangre es Alec? — preguntó Nina en voz alta, lo suficiente para que se oyera entre el barullo de voces en la enfermería.

—B negativo. — respondió Jace de inmediato. Sin dejar el lado de su parabatai.

—Dibuja runas para que reponga la sangre, ¡alguien consiga sangre B negativo o de donante universal! — esta vez sí gritó.

No levantó la vista de la herida en el costado del nefilim, solo mantuvo la gasa presionada contra esta, la cual lucia empapada. Su hija, Sky, le acercó los instrumentos que iba a necesitar, le agradeció con la mirada.

—Ve con Chris, Sky. Hazle compañía. — esta asintió sin objetar. Ya habían tenido suficientes sorpresas por un día.

Le pidió a uno de los muchos nefilim ayuda para colocarse el estetoscopio. Reviso el pulso, los latidos del corazón y la respiración del hombre tendido en la cama. Nada bueno, empeoraba con cada minuto.

—Jace, sostén esto aquí. — le pidió al rubio, el cual no dudo ni un segundo en sostener la herida sangrante de su hermano. — Esto tendrá que funcionar. — dijo Nina para sí, mientras insertaba en una vena, una aguja de grosor considerable dentro de esta.

Simon llegó corriendo con varias bolsas de sangre. Enarcó una ceja, pero se guardó sus pensamientos para otro momento. En cuestión de segundos realizó todo el procedimiento para que Alec recibiera la donación.

—¿Por qué sigue tan pálido? — esta vez fue Isabelle quien preguntó. — Ya tiene sangre...

—No es suficiente. — la cortó Nina revisando sus pulmones nuevamente. — Sus pulmones están colapsando, una costilla u otro objeto debió perforarlo. Hay que expulsar el líquido, sino morirá.

—¿Por qué no lo haces ahora? — inquirió Jace con desesperación. — Se está debilitando, el vínculo...

—No voy a dejar que Alec se vaya. — prometió Nina conteniendo la ola de adrenalina. — La ayuda está en camino, ganamos tiempo con la sangre y los anticoagulantes que le administre, pero necesitaré que todos salga de aquí cuando llegue...

Otro alboroto se escuchaba a poca distancia, algunas discusiones sin sentido.

—¿Qué tipo de batalla épica ocurrió en este lugar, Nina? — la voz de Marco resonó en el lugar. Se acercó a donde estaba para revisar a Alec. — A este hombre le queda poco tiempo, su ritmo cardiaco está bajando como...

—Marco. — interrumpió la rubia ante la falta de filtro de su amigo. — Neumotórax, tienes que drenarlo, ya.

—Bien, bien. Dame un minuto. — observó a Alec paseándose alrededor de él, sin percatarse de las miradas sorprendidas de Jace e Isabelle. — De acuerdo, ¿tienes preparado el instrumental? ¿esta sedado o anestesiado? Tienen que salir de aquí. — ordenó, comportándose como el médico que es.

—Todo está preparado. — asintió Nina en respuesta.

Les tomó otro par de minutos convencer a ambos hermanos que era mejor que salieran del pequeño espacio.

—Esto... va a ser traumático. — advirtió Nina. — Mientras menos personas sean expuestas, mejor. El tiempo no está de nuestro lado, tenemos que hacerlo ya o morirá.

Ambos salieron a regañadientes. Marco la miró, haciendo un asentimiento para proceder.

—Es mucho peor de lo que parece, Nina. — informó Marco, esparciendo desinfectante por el área donde haría la incisión. — sin contar la herida a su costado. — señaló con el bisturí la gasa que sostenía. — Habrá que conseguir, por lo menos un ecógrafo o máquina de rayos X.

—Espero que sea superficial. — dijo Nina al examinar más de cerca la herida. — Por lo menos paro de sangrar. Si sale de esto nos preocuparemos, Marco. Solo... hay que intentarlo.

—Eso es bueno, ya está coagulando. — su colega estuvo de acuerdo. — Veamos cómo va esto, ¿preparada? — preguntó antes de insertar el delgado tubo a través de la incisión que hizo previamente.

El flujo de sangre salió disparado, empapando la delgada cortina del box y manchando el piso de color rojo. Una mujer, que reconoció como la Consúl, abrió la cortina de par en par, despotricando aquí y allá sobre como Marco, un mundano cualquiera, entró al Instituto. Nina hubiera querido reír cuando la vio cubierta de sangre por llegar a donde no le llaman, pero la gravedad de la situación se lo impidió.

—¿Cómo va eso? — preguntó la rubia a su amigo, revisando los signos vitales del pelinegro, que por suerte mejoraron notablemente.

—Mejor de lo que creí. — admitió Marco sellando el catéter. — Déjame revisar esa herida, ve a que consigan el equipo, pueden ir a mi casa si es necesario.

Nina estuvo aliviada de salir de ahí. Nada personal, pero la situación fue tan crítica, que creyó perder a Alec por un momento.

—Sus signos vitales se normalizaron. — informó Nina a Jace, Clary e Isabelle. — Sigue delicado. Hay que conseguir equipo médico necesario, un ecógrafo o una máquina de rayos X, no sabemos que perforo el pulmón de Alec.

—Simon se está encargando. — expresó Izzy más ligera. — Tu... amigo, ¿es confiable?

—Salvó a Alec. — respondió Nina encogiéndose de hombros.

Simon apareció corriendo por el pasillo con Magnus detrás de él. Traían todo el equipo médico indispensable y más. Nina suspiró de alivio, haciéndoles un gesto con la cabeza para que lo colocaran en el lugar correcto.

—Quiero uno de estos cuando regrese a casa, es como si tuviera un tomógrafo, radiografo y ecógrafo juntos. Es genial. — aseguró Marco, emocionado, como usualmente estaba, ante cualquier descubrimiento. — Mira, justo aquí. — señaló la pantalla del nuevo aparato. — tu amigo tuvo suerte, fue solo un pequeño roce, tal vez por el impacto. La costilla sigue justo donde debe ser, aunque el brazo si lo tiene fracturado. Y está herida, — trazo con el índice la herida en la máquina — atravesó el tejido sin lastimar músculos o terminaciones nerviosas, un trabajo muy limpio. Ya puedes colocar los puntos, no hay que temer en cuanto a eso.

—De inmediato, doctor. — se burló la rubia preparando el instrumental. — siento que en cualquier momento voy a colapsar.

—Mientras no lo hagas encima del paciente, todo estará bien. — dijo Marco, en su extraña forma de quitarle hierro al asunto. — ¿Tengo que darle la noticia a su familia? esto me recuerda cuando era un simple doctor que sobrevivía a base de café.

—Que gracioso. — Nina soltó unas risitas mientras suturaba la herida. — Dame unos minutos y te acompaño. Esto es peor que la sala de emergencias. — observó la rubia a su alrededor, algunos heridos eran atendidos por otros nefilims.

—Tienes una compañía realmente interesante. — señaló Marco mirando el entornó. — es casi como uno de esos programas médicos que tanto te gusta ver.

—Es peor. — corrigió Nina anudando la última puntada. — Esto solo fue la consecuencia, tus virginales ojos no vieron la causa.

—Por lo menos esta vez dormí lo suficiente para no arruinarlo.

—Lamento siempre necesitarte para lo peor. — se disculpó Nina, ambos caminaban fuera de la enfermería, en busca de su familia.

—Ya estoy acostumbrado. — se encogió de hombros para restarle importancia.

Magnus estaba demasiado tranquilo a comparación de los demás. Ni una sola vez se acercó a donde yacía Alec, probablemente trataba de ser fuerte y estar preparado para lo peor.

—Tuvo suerte. — fueron las primeras palabras de Marco. — Las próximas veinticuatros horas son vitales para su recuperación, aunque no estoy seguro hasta qué grado es aplicable para ustedes. Lo más grave era el líquido en sus pulmones, lo cual ya está mejor. Tiene un brazo fracturado y seguramente hematomas por el cuerpo, las contusiones son comunes en estos casos.

—¿Podemos verlo? — preguntó Magnus afectado.

—Yo los acompaño. — Marco le guiñó un ojo. Una clara señal para que se fuera.

Ni siquiera le agradeció, se echó a correr por los pasillos para encontrar a sus hijos. Sky la abrazo con fuerza, segundos después sintió los brazos de su hijo mayor rodeándoles.

—¿Y Chris? ¿Dónde está su padre? — Nina se temía la respuesta a esas simples preguntas.

—Deje a Chris en mi habitación. — respondió Logan torciendo el gesto. — Se desmayó por el shock, pero lo revise antes de venir. Estará bien, mamá. — Logan quiso darle ánimos, pero ni siquiera el mismo lo creía.

—Y papá... ya sabes dónde debe estar. — complementó Sky preocupada.

—Vayan a buscar a los otros niños, yo me encargaré de lo demás.

Y cuando Nina daba una orden, sus hijos tendían a seguirla casi siempre. Había excepciones, usualmente de su hijo menor. Sus hijos asintieron, necesitaban ocuparse en algo. Tomó una gran bocanada de aire antes de ir a la habitación de Logan; necesitaría todas sus emociones bajo control para lo que ocurriría a continuación.


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