21 - "Peticiones"


Los años no pasaban en balde, pensó Nina con nostalgia. El cabello de todos ya mostraba signos de deterioro, las canas blanquecinas eran evidentes, quizá la excepción fuera su marido, que con el tono de su cabello apenas se notaban. Los ojos azules de Alec seguían igual de brillantes, Isabelle seguía utilizando ese inadecuado calzado para salir de caza, Jace y Clary... bueno, ¿Qué podía decir de ellos? Eran una especie de Brangelina o Robsten en el mundo de los cazadores de sombras. La pareja ideal y que pudo contra un montón de obstáculos.

Ella y su familia eran los intrusos. Estaban fuera de lugar en esa gran sala tecnológica. Otros nefilim ni siquiera se atrevían a levantar la mirada para hacerles frente.

—Veo que al fin decidieron remodelar este lugar. — fue la brillante observación que hizo Nina en primera instancia. Alaric de inmediato le prestó atención. — Incluso se modernizaron, interesante.

—¿Se van a quedar mucho tiempo en la ciudad? — preguntó Clary luciendo esperanzada.

—No. — respondieron Jonathan y Nina al mismo tiempo.

—Quiero conocer a mi familia supuestamente muerta. — dijo Chris para sorpresa de sus padres y de los demás presentes. — A mí no me odian, no veo el problema.

—Christopher. — llamó Nina a su hijo menor. — Ya sabes la verdad, pero esto no es una buena idea. — intentó convencer a su inteligente hijo. — Logan, lleva a tus hermanos fuera, tenemos que tratar algunas cosas antes.

—Bien. — aceptó Logan sin rechistar. — Los adultos quieren "conversar" en privacidad.

Cuando sus hijos salieron, el ambiente cambio por completo. Las posturas de todos se tensaron, incluso hubo otros que prefirieron salir, Will entre ellos.

—¿Qué quieren de mis hijos? — Jonathan le robó la pregunta de su boca.

—Solo una prueba. — Nina negó pidiendo paciencia ante las palabras de Alaric. Mala elección de palabras. — Ellos son... diferentes.

—Nuestros hijos no tienen la culpa de lo que haya sucedido. — dijo la rubia con convicción, sus ojos azules brillando. — El que se parezcan a su padre, — señaló a su esposo. — solo es culpa de la genética.

—No estoy completamente seguro de que solo se parezcan en lo físico. — siguió Alaric con su diatriba. — Más de uno ha visto cómo sus hijos atraen problemas y los crean. Puso en una situación incómoda a Edward y a la Inquisidora.

—Seguramente provocaron a Logan. — dijo Jonathan con una sonrisa. — Es... temperamental.

—Nadie se dio cuenta. — dijo Clary con evidente sarcasmo.

—Pierde el filtro verbal cuando siente que con quien está hablando es un idiota. — se encogió de hombros su esposo.

—¿Están insultando a la Clave? — preguntó Alaric apretando los labios.

—No son tan importantes para dedicarles mi completa atención y odio. — interrumpió Nina. — Solo dejen a mi familia en paz, nos iremos y será como si nada hubiese pasado.

—Pero ya ha ocurrido. — replicó la pelirroja con vehemencia. — Christopher quiere conocernos y... dijo que las estadísticas estaban en nuestra contra. — Nina y Jonathan se dirigieron una mirada que los presentes no supieron identificar, Clarissa aprovechó ese minúsculo momento de vacilación. — Han estado pasando cosas muy extrañas en los últimos meses, creemos que está relacionado a su repentina reaparición.

—¿Cómo es que están tan seguros? — preguntó Nina.

—Logan estuvo en el mismo barco donde nuestra hija iba. — Jace salió en apoyo de su esposa. — el cual, casualmente estalló, el capitán estaba muerto antes de que eso sucediera.

—¿Y?

—Recuperamos trozos del barco. — esta vez fue Alec quien apoyó. — Hay runas demoniacas grabadas en el metal.

Alec se acercó a una pantalla electrónica y tecleo algo con rapidez. Una serie de imágenes se desplegaron a través del cristal, solo trazos inconexos.

—Quien quiera que haya hecho esto, iba tras de Logan. — declaró el pelinegro negando, como si no creyera sus propias palabras. — No tiene sentido.

Para sorpresa de todos, incluso de Nina, Jonathan se acercó a la pantalla y comenzó a deslizar los dedos sobre esta. Lo que antes parecían trazos sin forma, ahora dejaban ver una extraña figura.

—No tenían la perspectiva correcta. — dijo Jonathan aun de espalda.

—¿Cómo lo supiste? — preguntó Alaric con apremio. — La Clave puede acusarte de traición.

Nina suspiró, sabiendo cual sería la reacción de su marido. Jonathan comenzó a reír con verdadera gracia, nada de risas fingidas.

—¿Quién crees que eres? — preguntó sin dejar de reír.

—Alaric Greyland, el Inquisidor. — otro ataque de risa.

—¿En serio? — preguntó incrédulo. — Se nota que no han mejorado ni un poco en los últimos veinte años. — miró a los demás. — La Clave no me interesa, en absoluto. — dejo el peso de su mirada solo en Alaric. — lo que hagan me es indiferente, si quisieran acusarme de traición no ganarían, nunca he sido leal a la Clave. Y no voy a empezar ahora.

—¿Qué significa esa runa? — preguntó Clary notando la creciente tensión.

—¿Por qué tendría que decírselos? — replicó Jonathan regresando al lado de su esposa

—Porque estaba puesta en un lugar, donde tu hijo estuvo presente. — enfatizó Jace con voz dura, sus ojos dorados mirándoles con detenimiento. — Ah y casi muere desangrado, un pequeño detalle que casi paso por alto. — agregó con una sonrisa sin humor. — Sus hijos ya están más que involucrados, ustedes también... así que, como director del Instituto de Nueva York estoy solicitando su ayuda para resolver todo este asunto.

—Jace, no puedo permitir que esto ocurra.

—Estamos en mi Instituto, bajo el Estado de Nueva York... es nuestro territorio. Tampoco me hace mucha ilusión solicitar su ayuda, para que quede claro. — aplacó el rubio a Alaric con unas simples palabras. — ¿Qué dicen? — volvió a hacer la petición.

Nina y Jonathan se miraron, a ninguno le gustaba la idea de compartir sus vastos conocimientos o dar su opinión. Sin embargo, ambos reconocían que la situación se les salía de las manos. La seguridad de sus hijos es lo primero.

—De acuerdo. — aceptó Nina con voz queda. — Ayudaremos.

—Estupendo. — soltó Isabelle con sarcasmo. — Iré a pulir mis armas. — informó nada contenta con la decisión que Jace consintió.

—¿Qué significa esa runa? — preguntó Clary nuevamente.

—Intentan realizar una invocación. — explicó Jonathan con seriedad. — Aunque no tengo idea de lo que quieran invocar.

Todos guardaron silencio ante las palabras del cazador. El cual parecía conocer esa runa a la perfección.

—No es "que", sino a "quien". — dijo una voz femenina a sus espaldas.

La vista de todos se posó en Esther, esa pálida muchacha de aspecto frágil. Nina respiro profundamente, quizá fue mala idea traerla a este lugar.

—Están metidos en un gran problema. — aseguró la chica que no quitaba la vista de la pantalla, su ceño fruncido acentuándose. — La última persona que intento hacer ese tipo de invocación hizo que... provoco la Ira de alguien importante. No tuvo buenos resultados. — informó la castaña.

¡Hola! He decidido publicar un nuevo capítulo porque ya van varios escritos. Esta ves dejare una pregunta: 

¿Que creen que suceda a partir de aquí?

Espero que les guste el capítulo y no duden en preguntar, a para quienes preguntaban incesantemente las edades de los niños Morgenstern ya tienen la respuesta :P En multimedia deje la súper runa que hice jajaja, lo sé esta horrible pero es solo para que se den una idea. 

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