Logan llevaba dos días desaparecido y no había rastro de él.

Cuando sus padres regresaron a casa, con el ánimo hasta el suelo, supo que algo andaba mal. Y fue peor cuando les pidieron a su hermano menor y a ella un momento a solas. Nunca había visto a sus padres tan descompuestos, con todo lo que les contaron... era la misma cantidad que Sky llevaba sin hablar con su padre.

Se la pasaba prácticamente todo el día en la academia de ballet, dos días siendo la primera en llegar y la ultima en irse. Sus pies punzaban, pero eso era lo de menos. El saber el pasado de su padre le dolió incluso más, era como si describieran a personas totalmente diferentes. Si bien, el hombre que la ha criado no era precisamente demostrativo con sus sentimientos, encontró otras mil maneras para demostrarles que los amaba.

Estaba tan enfrascada intentando hacer a la perfecta Giselle que no notó como una chica pelirroja la observaba desde la puerta. El director de escena, no paraba de hablar cada que daba un paso. Era extenuante, presionaba hasta llegar al límite; algunas de las otras chicas se habían echado a llorar desde el primer día, pero no Sky.

"Si esperas una recompensa por intentar esforzarte, mejor deja a alguien más tu lugar", esas fueron las palabras textuales de su padre cuando la encontró llorando en su habitación, una semana después de empezar a usar sus primeras puntas; recordaba ese día, solo le dijo eso, beso el tope de su cabeza y salió en busca de su madre. No romperse frente a los demás le ha ayudado durante años, en el ballet los limites no existen.

Cuando el director dio por terminado el ensayo todos salieron con rapidez, menos Sky.

—Creo que nos vendrías bien en nuestra compañía. — le dijo el director tendiéndole una tarjeta. El hombre corpulento resultaba intimidante en su mayoría, pero era bueno en su trabajo.

—Tengo dieciséis años. — dijo Sky tomando la tarjeta. — Aún soy muy joven, todavía no me graduó de la academia en Berlín.

—Podrías terminarla aquí, o arreglarlo de alguna forma. — sugirió el hombre con convicción. — Eres talento, técnica y determinación niña, y con todo eso siempre trabajas más duro. Justo lo que las compañías buscan.

—Mi padre me dijo no debo "intentar" esforzarme, solo debo hacerlo. — declaró Sky en voz alta, un halago como ese no recibe todos los días. — Gracias.

—Haz caso a tu padre, entonces. El trabajo sin terminar es para mediocres. — con esa última frase se fue.

Sky se sentó en el suelo, pensando en la propuesta del director. Se limpió el sudor del cuello con la toalla que cargaba en su maleta; era extraño recordar a su padre en estos momentos, sobre todo porque seguía enojada con él.

Comenzó a desatar las zapatillas, sus pies necesitaban un merecido descanso. Varias ampollas reventaron y otras comenzaban a formarse, necesitaría un relajante baño. Y de paso, pensaría en las formas de encontrar a Logan. Era bueno siendo discreto, así que no lo encontrarían a menos que el quisiera regresar. Era frustrante.

—Uh, eso luce mal.

Sky se sobresaltó al oír una voz demasiado cerca. Una chica pelirroja y pecosa, miraba directamente hacia sus pies. La rubia también torció el gesto, en los últimos dos días sus pies se ha llevado un duro golpe.

—Soy Josie. — se presentó la chica tendiéndole la mano.

Sky respondió al saludo con desconfianza. Y se apartó de inmediato cuando vio las marcas en los brazos de la chica, era una de ellos.

—Largo de aquí. — dijo Sky, expresando su mal humor verbalmente. Estirando los pies para desentumirlos.

—¡Hey! Estoy tratando de ayudar. — exclamó Josie exasperada. — Sé dónde está tu hermano.

Eso ultimo captó la atención de Sky. Aun así, no se dejaría llevar.

—Hombre joven, rubio, más o menos de metro ochenta, le gustan los gorros. — ofreció la pelirroja. — No confías en mí, de acuerdo. Lo entiendo. Pero está en peligro. Puede que sea demasiado tarde si no vamos por él ahora mismo.

—¿Dónde está?

—Con la Reina Seelie. — Sky abrió mucho los ojos por esa respuesta. Nunca confíes en las hadas, había dicho su madre alguna vez. — Si, al fin tengo tu atención.

—¿Por qué quieres ayudarnos? — preguntó Sky enarcando una ceja.

—Porque... Logan me salvó. — soltó en un suspiro. — Mis padres ahora están enfrascados con no sé qué cosas de la Clave, y a esta poco le importa lo que suceda con Logan. Si me acercó a tus padres corro el riesgo de que me cierren la puerta en la cara, tu pareces más... amable.

—¿Amable?

—Sip. — asintió Josie.

—Me llamo Sky. — se presentó la rubia por fin. — andando.

—¿Iras en tutú? — preguntó la pelirroja, al ver a Sky ponerse de pie con decisión.

—Cierto, cinco minutos.

Sky corrió al vestuario con rapidez, era hora de traer a su hermano y tener una larga charla con él. Oh, sí. Operación rescaten al fugitivo en marcha.

¡Nuevo capítulo! Esta vez hay un poco de Sky, para los que esperan el reencuentro y saber como rayos todo esta relacionado, ya falta poco para entender todo. Mil gracias por leer, ya casi con 1K :')