12 - "Confesiones"
—Sí, hace unos días entré a tu oficina, pero no me lleve nada. — aceptó Logan sin desviar la vista de sus infortunadas visitas. — solo tome unas fotografías, deje todo exactamente en su lugar.
—Los archivos no están Logan, alguien entró y desmanteló el lugar.
—Imposible. — replicó Logan negando. — Yo no los tengo, alguien más tuvo que haber entrado por ellos.
—Las cámaras de seguridad no muestran nada.
—Si yo pude burlarlas sin ser un maldito espía, cualquiera pudo hacerlo. No tengo nada que ver.
—¿Entraste a la oficina de mi hermano? — pregunto su madre, rompiendo la tensión entre tío y sobrino. — ¿Qué estas tramando jovencito? Y más vale que tu explicación sea digna de ganar un debate internacional.
Logan no dijo nada. En parte porque si hablaba tendría que decir todo lo que había detrás, y aun no estaba listo para comunicar una noticia de ese calibre. Además, su padre se enfadaría hasta niveles insospechados; no quería ver eso.
—¿Qué más estas ocultando, Logan? — preguntó su padre con la vista fija en él. — ¿Crees que no me di cuenta que mi despacho fue saqueado sigilosamente? ¿Tu regreso de Julliard? ¿Qué nos mentiste acerca de tu viaje en Ferry? Lo sé todo, hijo. No intentes engañarme. Lo único que no sé, es la razón por la cual regresaste.
Una pregunta tras otra bombardeo la mente de Logan. A veces odiaba que su padre supiera todo, quizás fuera su propia culpa por ser descuidado.
—No lo sabes todo. — murmuró por lo bajo desviando la vista a la alfombra beige. — ¿Quién es Jace? — lamentó la pregunta en cuanto abandonó sus labios.
La frente de su padre se arrugo ligeramente, pero la mueca de sorpresa de su madre y su tío no le pasó desapercibida. Ian tardó más tiempo en recomponerse que su hermana.
—¿Dónde oíste ese nombre? — preguntó su madre con los labios apretados.
—Tu esposo lo tenía muy bien oculto en su despacho. — respondió. — Eso fue lo que paso.
—¿Y por eso saqueaste la oficina de tu tío? — pregunto su madre mientras se ponía de pie.
—¡Yo no robe nada! — perdió la calma, se pasó ambas manos por el cabello. Respiro profundo tratando de calmarse, pero no funciono. — ¡Estoy harto de las mentiras! Los últimos diecinueve años de mi vida estuve pensado... que tenía unos padres más o menos normales, nunca me interesó saber más de lo que estaban dispuestos a contarnos sobre su pasado. Justo en este momento me doy cuenta que existen un montón de cosas ocultas, y ninguno de los escenarios es bueno.
—Logan... — comenzó a decir su madre. Pero Logan hizo un ademan para que no siguiera.
—Si van a hablar para seguir mintiendo, mejor no digan nada. — salió de la sala para ir su dormitorio.
Se llevó una sorpresa al ver a sus dos hermanos y a Esther viendo la televisión cómodamente.
—Sigues vivo. — observó su hermana con una ceja enarcada. — ¿Cómo te encuentras? — obviamente no oyó la conversación de hace un momento.
—Saldré a dar un paseo. — ignoro su pregunta, mientras se ponía lo primero que encontraba en su armario, por ultimo cubrió su cabeza con uno de sus famosos gorros.
—¿A dónde vas?
—Con algo de suerte, al fin del mundo. — respondió Logan y procedió a utilizar la salida de emergencias. — No me busquen.
Sky vio como hermano salió furioso por la ventana lateral de su habitación. Frunció el ceño, si algo conoce de su hermano es su tranquilo temperamento. Siempre trata de mantenerse en control, alejarse de los problemas a su alrededor. la música era su primer escape; pocas veces lo ha visto tan furioso, aunque luciera completamente calmado en el exterior.
Esther y Chris seguían atónitos por la actitud de su anfitrión. Aunque ninguno dijo nada, se guardaron sus opiniones, sobre todo Chris que siempre tiene algo que decir.
—Ahora vuelvo. — dijo Sky para ir a ver a sus padres.
—Él lo sabe, Jonathan. — oyó el lamento entrecortado de su madre. Se agachó para esconderse detrás de la barra desayunador de la cocina.
—No lo creo. — respondió su padre, se imaginaba su expresión de seriedad total.
—Entonces, solo es cuestión de tiempo. — siguió su madre. — Nunca nos preocupamos por este momento, porque pensamos que jamás llegaría. Fue estúpido haberlo ocultado durante tanto tiempo.
Sky apretaba los labios. Ella y sus hermanos estaban al tanto de sus orígenes, sabían que sangre nefilim corría por sus venas; sus habilidades extras se debían a eso, aunque a ninguno le entusiasmaba la idea particularmente, suelen esforzarse el doble para demostrar lo contrario no solo a los demás, sino a sí mismos. Les ha funcionado, hasta ahora. Pocas veces utilizan runas, incluso sus actividades diarias nada tienen que ver con cazar de demonios. Negó con la cabeza, ¿Qué ocultaban sus padres que fuera tan malo?
—Nina, hay más de lo que Logan nos cuenta. — dijo su padre. — Sky estuvo revolviendo archivos en mi oficina, sabes que siempre he mantenido un ojo sobre mi... familia. — la rubia se mordió la lengua y cerró los ojos, incluso oyo la reticencia en la voz de su papá. — Todo ha ido en relativa calma, hasta hace unos meses.
—¿Crees que tenga relación con nuestro hijo?
—Por supuesto. — aceptó su padre sin rastro de duda. — Solo que aún no se la razón.
—No puedes saberlo todo. — el tono de voz de su madre cambio, se oía mas feliz. — Pero lo vamos a descubrir, ahora... andando. Tenemos una visita pendiente.
—¿A dónde?
—Si tus conjeturas son correctas y por todo lo que dijo Logan, él quiere respuestas. Y solo hay un lugar donde encontrarlas. — intuyó su madre.
—El Instituto. — dijo su padre nada feliz.
—Por desgracia. — acordó su madre. — Ninguno se alegrará de vernos, pero... no voy a dejar que envenenen a nuestro hijo. Y espero que no lo hagan, por su bien.
Logan le pagó al hombre del taxi la tarifa. Quizá al chofer le extrañó el haberlo llevado a un lugar abandonado, sin embargo, lo que los ojos de Logan veían era un edificio imponente con tinte gótico. Abrió la reja para entrar y no necesito llamar a la puerta, pues esta se abrió sola.
Extraño.
Al parecer el ajetreo de las últimas veinticuatro horas termino, pues el lugar lucía vacío. Siguió caminando por las diferentes habitaciones del Instituto, hasta llegar a una sala donde había un montón de equipo tecnológico de última generación. Con los pensamientos arcaicos de los nefilims, le sorprendía que todo el lugar fuera de esta manera.
—¿Qué haces aquí? — la voz de su tío preferido hizo que girara sobre sus talones para encararlo.
—Estoy solicitando asilo al Instituto de Nueva York. — explicó Logan con seriedad. — La puerta estaba abierta, así que entré. — se encogió hombros.
Lo último que dijo no le gustó a Jace para nada, su cara lo expresó por completo.
—¿Dije algo malo?
—No, para nada.
Capítulo largo... ojalá les guste. Sufran conmigo, porque ni yo sé lo que vaya a ocurrir. Pronto sabrán las edades de toda la siguiente generación, solo es cuestión de pasar estos preliminares. Ya casi se desata el caos, lo juro.
En fin, espero que les guste :D en multimedia a Sky ;) también hay imágenes disponibles en mi tablero de Pinterest, hay algunas imágenes que podrían darles ideas de lo que se viene.
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