Epílogo

Hola, primero que nada muchas gracias a las chicas que comentaron y votaron durante todo el fic, dándose el tiempo de descubrir la historia, espero que les haya gustado. Gracias por acompañarme en este viaje, nunca había subido un fic a Wattpad y no me arrepiento.

Les dije que les tenia una sorpresita y si, pues así es. Si hay segunda parte, pero no la subiré a Wattpad, esta en Potterfics ya varios capítulos avanzados, ¿Por que solo la subiré ahí? Bueno, ese es el lugar original donde subí la primera parte, y tuvo muy buena aceptación; espero que la disfruten tanto como esta y sus dudas se aclaren y probablemente saldrán otras nuevas. Esta primera parte la tengo en PDF por si quieren tenerla por ahí y leerla en sus ratos de aburricion jaja, solo dejen su correo o mandanme un MP y con gusto se las hago llegar.

Este link las llevara a un grupo en Facebook donde comparto adelantos de los diferentes proyectos que tengo, se hacen juegos dinámicas y se pueden compartir historias y recomendaciones. También aquí esta el PDF de la primera parte.

https://www.facebook.com/groups/1464242277196369/

Otra sorpresita es el Final Alternativo, que únicamente subiré aquí en Wattpad, así que si quieren saber lo que pudo haber sido, estén al pendiente :)  

Sin mas aquí les dejo el ultimo Capitulo.

------------------------------------------------------------------------------------------------

Epílogo

Todo vuelve a su lugar

A la vida le encanta jugar a la ruleta rusa, por lo menos eso es lo que ha sucedido en las últimas semanas de mi vida, enfrentándome a situaciones de muerte. Si, muy divertido. Ahora me encuentro sentada bajo un árbol del Central Park, como solía hacer antes de que mi mundo se pusiera de cabeza, bueno más de lo que ya estaba. El mes de agosto se notaba en el ambiente, el cielo era de un color azul, despejado y las nubes parecieran algodones de azúcar, quizá más tarde compre uno. Mi blusa de tirantes y el short que lucía hoy los compre en una rebaja en el tiempo que viví en España, mis tenis vans calzaban mis pies nunca me desharía de ellas, jamás. He hablado con mi familia algunas veces, incluso entrado a escondidas a mi antigua casa para poder pasar el rato con mi hermano, creo que mis padres han hecho un buen trabajo, pues la mirada de Ian ya no refleja ese miedo inicial cuando lo rescatamos de aquella subasta. Mi mano derecha vuela casi inconscientemente al anillo sujeto a la cadena que cuelga alrededor de mi cuello. Cierro los ojos y suelto un suspiro, era necesario trato de convencerme.

—Pareciera que te estás ocultando de mí. – abro los ojos para encontrarme con la visión de Ned parado frente a mí.

Me encojo de hombros, si supiera.

—Así que… ¿Dónde te has metido? – casi ruedo los ojos, si cree que sentándose a mi lado y actuando como mi comprensivo mejor amigo está muy equivocado.

—No es de tu incumbencia. – fijo mi vista en uno de los muchos árboles que hay a mi alrededor como si fuera lo más interesante del mundo.

—Tienes razón. – algo en su voz me hizo apartar la vista del árbol y verlo. – Tus padres han estado buscándote como locos, incluso ahora que tu hermano apareció. Fui a tu casa un par de veces para saber si había noticias tuyas. – no dije nada, solo lo mire. – Nada. Solo te desapareces y nadie sabe nada. En la escuela los profesores preguntaron por ti, incluso algunos compañeros…

—Seguramente extrañan a quien molestar. – no pude evitar bufar por eso último.

—Yo te extraño, Nina. – sus ojos castaños mostraban vulnerabilidad y sinceridad.  ¿Qué puedo decir? Me gusta ser masoquista. Desde que teníamos doce me gustas pero nunca me prestaste atención, y cuando ocurrió… - vacilo por lo que estuvo a punto de decir. Ambos nos miramos con comprensión tacita, trague el nudo en mi garganta. Si pudiera ser capaz de olvidar un recuerdo, seria ese. Ned cerró los ojos y cogió una gran bocanada de aire antes de continuar. – te oí cantar en la sala de música, nunca he oído a un ángel, pero si cantaran seguramente tendrían una voz como la tuya. – la sonrisa de Ned creció, no me había dado cuenta pero tiene una bonita sonrisa, muy contagiosa. – Me gustas Nina, aunque creo que eso ya lo sabes por todas las veces que me has rechazado, ahora entiendo por qué tanto rechazo.

—Ned…

—Eso no cambia nada, Nina. – la resolución brillaba como un faro en su mirada. – Eres una chica preciosa, inteligente, del tipo que presentarías a tus padres y los haría sonreír, pero te encierras tanto… - suspiro. – Lo siento, me puse un poco intenso. – se disculpó sin perder la sonrisa. – Ojala algún día logres derribar ese muro y salir; ya sabes estará por ahí, esperando pacientemente mi turno. – se puso de pie en un fluido movimiento para irse a donde tuviera que ir, hasta ahora note que iba de traje. El negro le sentaba bien, tuve que admitir a regañadientes. (Total eclipse of theheart - Glee).

— ¿Por qué me dices esto ahora? – mi ceño se frunció por la confusión. También me puse de pie, no me gusta verme pequeña.

—Porque, quiero que cuando llegue el momento barajees tus opciones. – su respuesta tan segura me hizo dar un paso hacia atrás, ¿Qué quiso decir con eso? – Algo ha cambiado en ti, ya no eres solo tú, ¿O me equivoco? – enarco una ceja burlonamente ante mi reacción. – Piénsalo. Voy al baile de graduación, si no estás tan asustada para ser mi pareja…

—Ni en tus sueños, antes voy sola.

— ¿Qué tiene de malo ir conmigo? – su pregunta mi hizo bufar.

—Cometerías suicidio social si voy contigo, solo eso. –eso sonó peor dicho en voz alta.

—Tampoco es que me importe mucho. – se encogió de hombros. – Recuerda que es tu baile de graduación, no es que vayas a tener otro.

—Adiós. – lo despedí, oírlo lo hace peor.

—Ya sabes, la invitación sigue en pie por si quieres ir. – volvió a ofrecer.

—Ned.

— ¿Si? – sonó esperanzado.

—Se te hace tarde. – sonreí de lado, si mi vida fuera otra quizá a estas alturas estaría del brazo con este chico de linda sonrisa.

Medio sonrió girándose en sus talones para ir al baile. Al fin sola. Me volví a recostar en el pasto verde, cerré los ojos nuevamente dejándome ir. Desde ese día que hui de Idris gracias al portal que Magnus abrió para mí, las cosas apenas han cambiado sustancialmente. Interrumpí una boda, siempre quise hacer eso. Los Cazadores de sombras me odian, nada nuevo. Jace me detesta, ya se había tardado. Sebastianestá perdido en alguna dimensión, no sé si eso es algo precisamente bueno o malo. Casi me exilian en un recóndito lugar de Rusia, creo que al único que realmente le agrado es a Magnus, solamente por decirle que sus pantalones Gucci morados eran geniales. Mis padres están preocupados por mi aun, no espero otra cosa. Extraño a Ian horrores, pero no quiero que pase por lo que yo; me asegurare que no sea así.

Ahora sí que estoy sola, pienso con desgana. No tengo amigos, solo a mi hermano y no joderé su vida. Quizá necesite…

—Ya no hare las cosas que necesite. –digo repentinamente para mí misma sintiendo como una sonrisa se extiende por mi rostro. – Ya no.

Me pongo de pie con rapidez. A la mierda todo, iré a mi estúpido baile de graduación. No creo que sea muy tarde para conseguir un vestido, algo en rosa o morado tal vez. La tienda vintage a la que entre pareciera ser el lugar indicado. Le explique con rapidez a la encargada lo que buscaba y en menos de diez minutos regreso de la parte trasera de la tienda sosteniendo una caja entre sus manos. Ya amarilleaba, supuse que tuvo mejores días.

—Estoy segura que este vestido te quedara perfecto.

De la caja saco un vestido color verde menta y rosa, me lo tendió con una sonrisa.

—Combina con tus ojos. – sonreí por el cumplido, eso lo decía porque no me conoce. – anda, ve a probártelo.

Me quite mi ropa en el reducido cubículo, el delicado material del vestido sin tirantes se deslizo con elegancia en mi cuerpo. Tenía el ajuste perfecto. Sonreí, me gusta. Mire mis pies descalzos, dudo que mis vans sean adecuadas.

—Mis zapatos serán un problema. – comente a la encargada saliendo del probador.

—Ya lo tengo cubierto, niña. – me tendió unos zapatos altos en tono nude, hice una mueca casi nunca uso tacones, me encogí de hombros mentalmente hoy quería hacer esto. – Combinan perfectamente con el vestido, lo nuevo y lo viejo. – soltó un suspiro. - Luces despampanante, no controles tus rizos, se ven hermosos así.

—Gracias. – le agradecí sintiendo el sonrojo en mis mejillas.

—Ve, ya se te hace tarde. – esa era mi luz verde para irme. – guardare tus cosas, pasa por ellas después.

Asentí. Antes de salir deje quinientos dólares sobre el mostrados por el vestido y los zapatos. Por si acaso mi presentimiento resultara verdadero.

Salí a la avenida y pare al primer taxi que paso con un chiflido. Mi sonrisa no desapareció en todo el trayecto a mi escuela. Disfrutaría, quizá hasta podría emborracharme, sería algo que una adolescente normal haría. Pague la vuelta al taxista, baje del auto y fije mi vista en el cielo, había oscurecido, el fino manto del cielo nos cubre ahora. Avance por el camino alfombrado iluminado por luces de navidad, pensando en que la junta de alumnos puso especial interés en este baile. El gimnasio donde se celebra este evento se ve espectacular. Sonreí cuando vi el techo iluminado por más luces de navidad, el ambiente relajante podía sentirse y también podía sentir las miradas fijas en mí. Eso es lo menos importante en este momento.

Me serví ponche.No me gusta pero fingir beber algo es mejorque quedarme parada sin hacer nada.

—Creí que no vendrías. – sonreí para mis adentros por las palabras pronunciadas por Ned.

—Yo creo muchas cosas. – me encogí de hombros sin darme la vuelta para ver la expresión en su rostro. - Pero obviamente que soy una simple mortal, puedo equivocarme.

—Sigue diciéndote eso Nina, quizás consigas creértelo. – esta vez sí que me di la vuelta. Su sonrisita de suficiencia me hizo entrecerrar los ojos. – No frunzas el ceño, te saldrán arrugas antes de tiempo.

— ¿Quién eres y que hiciste con Ned? – pregunte medio en broma medio en serio.

— ¿Es difícil creer que madure en las últimas semanas? – pregunto como si fuera lo más obvio del mundo.

—Sí, realmente sí. – le respondí. - ¿No te asusto? Desde ese día en la cafetería…

—Las cosas cambiaron, desapareciste. – me corto a mitad de la oración. – Creo que eres diferente, muy diferente Nina; no creí que tanto hasta ese día, lo vi todo. – abrí la boca para negarlo pero levanto una mano en señal para que no hablara. – Y no me importa. Ahora vamos a bailar.

— ¿Bailar? – pregunte sin salir de mi estupefacción. ¿Oí bien?

—Sí, bailar. – respondió con simpleza sin perder la sonrisa. – Ya sabes, moverte por la pista de baile improvisada mientras una ridículamente empalagosa canción suena de fondo.

—Estás loco.

—Por ti. – tomo mi mano y casi a rastras me llevo a la pista, es más fuerte de lo que creí. Tampoco es que con mis tacones de doce centímetros pudiera hacer mucho.– vamos, es nuestro baile de graduación. Diviértete.

Esto es lo que quiero, un poco de normalidad. Me repetí en mi mente. Deje que Ned me guiara, no me imagine que supiera bailar, pero vaya que sabe hacerlo. De ser otra persona probablemente ya lo habría besado. Sonreí, que lastima que sigo siendo yo.

— ¿Por qué sonríes?

—Podría besarte justo en este momento, pero soy yo. Así que no lo hare. – adiós a mi filtro de palabras.

—Podríamos tomar solo la primera parte de la oración. – levanto ambas cejas y parpadeo seguido.

—No hagas eso de nuevo, por favor. – solté unas risitas.

—Si me das un beso tal vez…

—Ni en esta ni en otra vida. – me reí nuevamente. – Olvídalo Ned, eso no pasara y no es por ser cruel.

—Lo sé. – pego su frente con la mía. Mis manos descansaban detrás de su cabeza y sus manos en mi cintura, estábamos muy cerca. Suspiro. – Solo soy un simple sirviente, quiero que me elijas a mí en lugar de a él. Todo será más sencillo, Nina Sawyer. Bueno, solo un poco. – su ceño se frunció momentáneamente solo para volver a su anterior alegre expresión.

Me aleje de el para hallarme un hueco entre los recién graduados, el ritmo de la música cambio por uno más movido y pegajoso, cerré los ojos y me deje guiar por la canción. En este momento, el hecho de que la mayoría bailaba en pareja o grupo y yo sola, esta al final de la lista de mis prioridades. Disfrutar de mi baile de graduación si es mi prioridad. (Counting stars – OneRepublic). Sentí unas manos en mi cintura, negué con la cabeza divertida por la situación. Ned nunca sabe cuándo rendirse. 

—No te entiendo. Pero gracias. – dije después de alguna canciones; me solté y camine entre la gente. – Tengo el presentimiento de que nos volveremos a ver Ned, hasta entonces, supongo. – sonreí antes de alejarme definitivamente.

Las miradas me siguieron, por primera vez no permití que me molestaran.

Genial.

Me encuentro en el Java Jones revisando en mi laptop mi siguiente destino, quiero hacer de mochilera. Londres luce bien, en dos días sale el siguiente vuelo. Muerdo mi labio, hay un vuelo a Italia para esta noche, doy clic en el botón de comprar. Esto es lo que quiero. Al fin pondré a prueba mi italiano, ojala los cursos que tome hace un par de años sirvan de algo. Tomo un sorbo de mi café, tiene una considerable cantidad de azúcar como me gusta. Eric sigue recitando su horrible poesía, juro por todos los dioses que yo puedo hacerlo mejor. De hecho, lo hago mejor. Escribí una canción, puede ser buena o mala, pero… quiero cantar.

Apago mi portátil y la guardo en su estuche. La guitarra que tengo desde los once años va donde voy yo, mi abuelo me la regalo, el valor sentimental es más grande que el precio. Hoy es día de aficionados, quiero, puedo y necesito hacer esto. Le pido al encargado unos minutos para mi presentación. Creo que incluso quiere arrastrar a Eric del escenario, por lo menos no soy la única que aborrece su poesía. Mi instrumento ya está afinado, solo es cuestión de empezar. Es la primera vez que canto en público. Yo puedo, me digo en mi mente. Acomodo el micrófono a mi altura una vez que Eric baja del escenario recibiendo unos cuantos aplausos. Tomo una gran respiración para comenzar a hablar.

—Humm… nunca he cantado en público. – todos en el local me prestan atención, mala jugada. – Yo escribí esta canción, ojala les guste.

Paso la correo de mi guitarra alrededor de mi cuello; un chico se acomoda a mi espalda en la batería y otro en el teclado, me acerco hacia ellos para darles unas rápidas instrucciones, en estos momentos son mi único apoyo moral. Por lo menos no hay nadie conocido.

Cuando escribí esta canción no comprendía muchas cosas, aunque ahora tampoco es que las comprenda. Eso es lo de menos, es hora de seguir adelante.

All the lives always tempted to trade 
Will they hate me for all the choices I've made 

No sé de dónde vengo, eso es seguro. No tengo dudas después de aparecer en medio de una boda y la forma en que Mallertach brillo cuando la tome.

Will they stop when they see me again? 
I can't stop now I know who I am 

Soy yo contra el mundo. Hay dudas que siempre voy a tener, nada del otro mundo. ¿No es así con todos los seres humanos? Las esperanzas de saber a dónde voy tampoco están a mi favor.

Now I'm all yours, I'm not afraid 
And you're all mine, say what they may

Los chicos supieron seguir el ritmo. Veo como las personas dejan lo que están haciendo para prestarme atención. Creo que lo hago bien.

And all your love I'll take to the grave 
And all my life starts now

Si las cosas hubieran sido diferentes estaría empacando para alguna universidad donde el clima fuera soleado, Los Angeles o Florida. Mi mayor preocupación seria pasar las pruebas de la fraternidad, incluso un atractivo chico como cita.

Tear me down they can't take you out of my thoughts 
Under every scart here's a battle I've lost

Ned y yo seriamos amigos. Él tendría un romance aún más platónico conmigo, mientras que yo… puede que también le correspondiera. De no haber conocido a…

Will they stop when they see us again? 
I can't stop now I know who I am

Me es difícil pensar en su nombre, me prometí no hacerlo. Me temo que acabo de romper una promesa más.

Now I'm all yours, I'm not afraid 
And you're all mine, say what they may

Jonathan puso mi mundo de cabeza. Ya está dicho, me salvo una y otra vez, solo que no quería verlo, mucho menos admitir que me gusta. Y mucho.

And all your love I'll take to the grave 
And all my life starts

Puede que sea un asesino pero a estas alturas ya todos lo somos. Si él hubiera existiera, estoy segura que su historia sería diferente. Nuestra historia sería diferente.

I'm all yours, I'm not afraid 
And you're all mine, say what they may

Por lo menos eso es lo que quiero creer. Me es más simple aceptar eso después de lo que vi en Idris. Vi esa parte de él que me negaba a confrontar.

I'm all yours, I'm not afraid 
And you're all mine, say what they may

Ahora no me dejare vencer. Estoy comenzando mi vida de nuevo. Viajare por el mundo, conoceré, aprenderé, sonreiré y llorare cuando sea necesario, cuando recuerde esos momentos agridulces que no cambiaría por nada, a pesar de todo.

And all your love I'll take to a grave 
And all my life starts, starts now

 

La canción termino. Los aplausos resonaron en todo el local, música para mis oídos.

—Gracias. – dije al público. – También gracias a ustedes chicos. – agradecí a los chicos de la banda, me despidieron con un gesto amistoso y preguntaron si podía cantar otra vez, tuve que declinar la oferta amablemente. 

Baje del escenario improvisado. Varias personas se acercaron a felicitarme, otras levantaron  sus pulgares y algunos chicos me dieron sus números de teléfono. Quise reír, me voy esta noche dudo que vaya a llamarlos. Junte todas mis cosas para irme, mi mochila fiel solo cargaría con las cosas esenciales, como ropa limpia y algo de comida, me las arreglaría de destino en destino. Compraría lo que me hiciera falta.

—Eso sonó bien. – apreté los puños en el manubrio de la motocicleta que “tome prestada”, Sebastian no la extrañara. – No sabía que cantaras.

—Yo no sabía que la hipocresía va contigo. – me gire un momento para encontrar cuatro pares de ojos observándome como si fuera una muestra científica.

Los ojos dorados de Jacetenía esa pizca de remordimiento y culpabilidad, obviamente todavía se veían llenos de ira. Emociones distintas conviviendo entre sí, que curioso.

—Si me disculpan, tengo bastantes cosas que hacer. –encendí el motor de la motocicleta, vibro estruendosamente debajo de mí, sonreí. Me encanta ese sonido.

—¿Esto es tuyo? – la castaña de ojos grises me tendió un libro. Recordé cuando hice el cambio, debió ser épico.

—Quédatelo. Ya no es mío. – le respondí. – Mi pequeño infinito se acaba de terminar.

— ¿A dónde vas? – la pregunta de Jace termino por sacarme de mis casillas.

Apague la moto y lo encare. En estos momentos deteste mi estatura promedio.

—No te importa, Jonathan. – pronuncie lentamente cada palabra. – a ninguno de ustedes les importa. – mire al resto. – eso quedo más que decidido cuando votaron por exiliarme a la mitad de la nada. Excepto tú, no tengo nada en contra tuyo. – mire a la pareja de la morena, Jem creo que se llama. – Me humillaron, tengo una memoria casi fotográfica y un IQ de ciento ochenta, me considero lo suficientemente inteligente para saber cuándo me apuñalan por la espalda. – ninguno dijo nada, parecían avergonzados. Bien. – Me largo de aquí, voy a cumplir mi promesa, porque a diferencia de ustedes no prometo nada que no pueda cumplir. - aunque no siempre es así. – Muchas felicidades, desapareceré de sus preciosas vidas, a cambio de destrozar la mía. No voy a poder ver a mi hermano, gracias otra vez. Tanto luchar… - me mordí el labio para retener las lágrimas. – Incluso Sebastiansupo cumplir su maldita promesa, por lo menos él no me oculto sus intenciones ni trato de disfrazarlas. Se creen mejor que el… pero no lo son. Me hicieron darme cuenta que nunca encajare, me miraron por encima de ustedes en cuanto cogí a Mallertach.

—Nina…

—Ya no tiene caso que digan nada, guárdense las palabras para alguien que realmente desee oírlas. – volví a montar la moto. – Espero jamás tener que volver a verlos. Voy a iniciar mi vida con lo poco que me queda; hasta nunca.

Encendí el motor y arranco. La motocicleta de Jonathan – que nunca me dejo conducir – rugía con cada kilómetro recorrido. La sensación de ser libre era indescriptible. Era como ser nada y todo al mismo tiempo, solo desearía que cierto Cazador estuviera en este paseo conmigo. Sonreí con nostalgia sin dejar de conducir, la motocicleta es el recordatorio de que fue real.

Con ese último pensamiento seguí conduciendo, saboreando ese pequeño trozo de felicidad. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top